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Cuando Estela le dio sexo a su marido tras su cumple

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Aquí empiezo a contar lo que esta divina potra, yegua, mujeraza de Estela hizo con su marido Ernesto, tras su cumpleaños. Empecemos por el año pasado: una noche sensacional que el matrimonio amigo mío pasó después de su cumple 65, que como siempre estuvo genial, lleno de gente en la casa, entre ellos María Teresa y su marido, muy bien vestidos; la gordota pelirroja le regaló a Estela un momento que ya contaré aparte.

Pero era la noche de Ernesto. Y Estelita, como siempre,estaba dispuesta a todo para que cerrara bárbaro su cumple. Así que se vistió de saco y pollera negra, tacos, muy maquillada y perfumada, ni qué hablar de la excitante ropita interior que se preparó. Tras los sandwiches de miga, torta y demás, su marido (muy bien vestido) estaba superestimulado por la comida y por los fuertes perfumes de su hermosa mujer, así que estaba  re excitado. Y después de que se fueron los invitados, los dos quedaron solitos para hacer lo que más les gusta. Fueron directo a su habitación y ahí Estela se hizo rogar sacándose despacito la ropa y quitándosela a él, que estaba con unas ganas tremendas de tirársele encima. Se superexcitó al ver su ropa interior, sus medias negras, su bombacha con encaje, su corpiño chiquito y sus grandes pechos que pedían sexo a gritos. Cuando Estelita, sacadísima, jadeando,  se quitó despacito la bombacha y quedó desnuda, Ernesto la agarró, la tiró sobre el colchón, se le subió encima y la penetró con un tremendo salchichón por la vagina, eyaculando gran cantidad de semen en menos de 15 minutos tras frotar bien dentro de su orificio. Ella gritaba y gemía de placer. Y luego el hombrazo le dio con el pene bien duro y grueso por la cola, llenándola  de nuevo de espeso y calentito semen. Pero no conforme, Ernesto le pidió más y Estela, dispuesta a todo, le dijo nomás que sí. Él, ni lerdo ni perezoso, aprovechó y tras excitarse, acabó y le bañó el cuerpo de semen, pasándole las manos por los pechos con el líquido como si untara una tostada. Después tuvieron seis actos más hasta que exhaustos, se fueron a dormir a media madrugada, chochos de placer y llenos de satisfacción sexual. Y Estela, llena de su semen. Totalmente excitante, supervestida y maquillada, con tacos altos y mucho perfume, muy mimosa, la pelirroja Estela fue su mejor regalo de cumpleaños.

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