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Aventuras de hotel II: pizza delivery

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Esa noche Tania iba vestida como más me gusta, con un vestidito pequeño y apretado color negro, tacos negros, cabello lacio, labios rojos y una choker o gargantilla en el cuello, súper sexy. Detuve el taxi un par de cuadras antes del hotel, me encanta que camine para exhibirla, y a ella le encanta llamar la atención.

Caminaba menando el culo de un lado para otro, parecía que estaba modelando, la gente la miraba de pies a cabeza, un bombón.

Llegamos al hotel, esta vez había elegido un hotel en una zona tranquila, estaba en una avenida llena de hoteles y hospedajes, pero frecuentada por parejas improvisadas y hombres solteros en busca de compañía. Entramos en la recepción, tuvimos que hacer una pequeña cola, había algo de dos o tres parejas delante de nosotros, todas las chicas iban muy guapas, pero mi Tania era especialmente deslumbrante.

Llegamos al mostrador y el muchacho de la recepción nos atendió muy amablemente, nos entregó las llaves de nuestra habitación, la cual siempre pido con vista a la calle, el control de la tele y un rollo de papel higiénico. Subimos al tercer piso.

El hotel no era gran cosa por fuera, pero por dentro estaba bastante bien, lo tenían bien cuidado, en especial las habitaciones que estaban muy limpias y ordenadas.

Prendimos los dos ventiladores que tenía la habitación y abrimos las ventanas y cortinas, hace un calor terrible. Me senté en la cama y acerqué a Tania hacia mí. Le subí un poco el vestido dejando ver su culito redondo, me encanta. Lo sobé, lo besé, lo mordí; ese culo me enferma. Le quité el hilito negro que tenía y le pasé mi lengua por el ano, le encanta que lo haga y que le lama el perineo también. Rápidamente empezó a mojarse, y yo me saqué el pene, giró y se me tiró encima, lo empezamos a hacer, que rico se mueve, le encanta que le abra el culo mientras lo hacemos y que le meta el dedo en el ano.

Estábamos en pleno clímax, cuando de pronto alguien toco la puerta. Nos detuvimos y nos miramos, Tania se quedó en la cama sobándose la vulva con los dedos.

-Quien? -pregunté-Su pedido señor. -respondió una voz al otro lado de la puerta.

Abrí la puerta y había un repartidor con una caja de pizza en la mano.

-Señor Gonzáles? -preguntó el repartidor.-No. -respondí.

El repartidor miró su recibo y con sorpresa me dijo.

-Disculpe señor, fue mi error, es en el 402 y este es el 302, disculpe.-No te preocupes. -le dije.

El repartidor subió por las escaleras y desapareció. Cerré la puerta y me volví hacia Tania que seguía jugueteando con sus dedos en la cama.

-Se había equivocado. -le dije a Tania.-Si, pero que rico, la hubieras recibido nomas. -dijo Tania riendo.-Jajaja si bueno, olía muy bien.-Voy a llamar a la recepción para ver que tienen de comer. -dijo Tania, dándose vuelta y acercándose al velador cogió el teléfono.

Mientras hablaba y aprovechando que estaba boca abajo aproveché para seguir lamiéndole el culo, Tania reía mientras hablaba por teléfono.

-Amor, no tienen nada más que papitas y gaseosa, pero yo quiero comerme otra cosa. -dijo Tania

Levanté mi cabeza de su culo y le dije:

-Y que cosa te quieres comer?-Una pizza y una vergaza. -dijo riendo.-Jajaja ok, entonces voy a llamar al delivery y mientras llegue te puedes ir comiendo mi verga.

Llamé al delivery desde mi celular y mientras yo hablaba ella me iba chupando la pinga.

-Amor, ya la van a traer, una full meat.-Que rico, la esperaremos entonces. -dijo Tania con la boca llena por mi verga.

Tania me empujó hacia atrás y se me tiró encima, entonces continuamos con lo que habíamos dejado hace un rato y después la tremenda mamada que me había metido Tania me vine dentro suyo, riquísimo, pero ella se quedó un poco fastidiada porque ella no había podido terminar.

-Déjame recuperarme amor y esta vez tu llegas primero, le dije a Tania.

Ella me siguió mamando para terminar de sacarme la leche que quedaba, se la tomó toda.

-Está bien amor. Me vengaré. -dijo Tania riendo.

Tania se fue a lavar la vulva, se acomodó el vestido y se volvió a pintar sus labios de rojo. Fumamos unos cigarrillos.

-Me dejaste con ganas. -dijo Tania reprochándome.-Lo siento amor, dame un rato más y volvemos a la acción.-Tienes que portarte bien, si no... -amenazó Tania-Si no, que? -la reté-Sino me voy a desquitar con el chico de la pizza.-Ahh eso es lo que tu quieres no?-La verdad es que sí, mientras lo atendías imaginé que era el delivery que tu habías pedido para mi. -dijo Tania caliente.-Bueno, ya pedí la pizza así que tal si eres tú quien le paga?

Tania sonrió.

En ese momento alguien tocó la puerta. Me acerqué y la abrí.

Tania estaba sentada al borde de la cama con las piernas cruzadas y aún terminando su cigarro.

-Señor, ahora sí esta pizza es para usted. -dijo el joven sonriendo.-Si ahora si, pasa por favor y déjala en la mesa.

El joven pasó y casi de inmediato se quedó inmovilizado al ver a Tania como un animal indefenso al darse cuenta que lo estaban acechando, ella lo miró de pies a cabeza como si fuera su presa. El joven siguió caminando hacia la mesa sin dejar de mirar a Tania, dejó la pizza y se volvió hacia mí.

-Se… señor es con Visa verdad? -dijo temeroso el joven.-No! les dije que iba a pagar con Master Card, ahora no tengo efectivo. -le dije convenientemente.-Uy señor, disculpe pero acá me aparece que pagará con Visa.-Mira acá a la vuelta hay un cajero, dame unos minutos y vuelvo con el efectivo, te voy a dar propina por la espera.

Sin que el muchacho pudiera reaccionar salí y cerré la puerta, entonces salí hacia la esquina donde había un minimarket y compré unos cigarros y me quedé fumando ahí.

Mientras tanto en el cuarto, Tania muy coqueta y seductora le dijo:

-Quieres comerte un pedazo?-No gracias señorita, estoy bien. -Dijo el muchacho nervioso.-Está bien, pero que haces parado? ven, siéntate aquí conmigo. -dijo Tania invitándolo a sentarse a su costado.

El muchacho dudó pero después de unos segundos caminó despacio hacia ella y se sentó a su lado. Ella lo miraba y se pegó un poco más a el.

-Cómo te llamas? -dijo Tania-Ramiro señorita.-Ramiro, por favor no me digas señorita, me llamo Tania. -dijo ella extendiéndole la mano.

Ramiro la miró y sonrió tímidamente extendiendo también su mano. Tania cogió su mano y sujetándola con un poco de fuerza la acercó a su pierna e hizo que Ramiro sintiera su piel.

-Que pasa Ramiro, no te gusta?-Si me gusta señorit... es decir, Tania, pero su esposo... -Él no es mi esposo -dijo Tania riendo- es solo mi ex, yo quería volver con el pero el ya no quiere, además él no tiene llave de este cuarto, cuando venga va a tocar la puerta y nosotros le vamos a abrir, te parece? -dijo Tania dándole confianza.-Está bien, me parece bien. -dijo Ramiro.

Ramiro la miró lujuriosamente y puso su mano sobre la pierna de Tania, la tocó, la sintió y Tania no hacía nada. Empezó a subir por el costado sintiendo sus caderas, su cintura, su pecho, su cuello. Ramiro se acercó a Tania y se besaron. Tania le puso la mano sobre el rostro y con sus dedos fue bajando poco a poco hasta llegar al cierre de su pantalón. Le empezó a abrir la correa, el ayudó con el cierre. Una vez abierto el pantalón Tania introdujo su mano por debajo de la ropa interior de Ramiro, la tenía dura y la sacó. Ella se arrodilló en frente suyo y lo empezó a masturbar, luego se lo metió a la boca, la mamó muy rico, delicioso, lo llenaba de saliva, lo escupía y lo seguía mamando, jugaba con sus huevos, los acariciaba y seguía mamando.

Mientras seguía con el sexo oral, Ramiro, iba bajándole el cierre del vestido, que empezaba en la parte superior de la espalda de Tania.

Tania se paró y su vestido fue resbalando por su cuerpo, en la parte de las caderas tuvo que ayudar un poco hasta que finalmente el vestido estaba en el suelo. Ramiro se quedó sorprendido que ella no llevaba ropa interior, Tania no tenía un solo pelito en la vagina, estaba completamente depilada. Ramiro le pasó los dedos por la vulva y el clítoris que estaban muy mojados, y al igual que hizo conmigo, lo empujó hacia la cama y se puso encima suyo. Tania buscó el pene de Ramiro con su mano, y después de masturbarlo un poco más lo metió dentro de la vagina, despacio, de a pocos.

Ramiro estaba súper excitado y la tenía sujetada de las caderas.

-Ábreme el culo. -gritaba Tania

Ramiro obedeció mientras Tania galopaba encima de Ramiro, que rico se mueve, como se sacude, como gime.

Tania ya sentía que se venía, se mordió los labios mientras seguía gimiendo.

-Ay! ay! ay! me vengo, sigue, siguee, no pareees. -gritaba Tania.

Ramiro seguía sin parar, Tania también seguía moviéndose hasta que se pegó al pecho de Ramiro y lo abrazó y mientras le clavaba las uñas en la espalda empezó a gritar muy fuerte, y ya moviendo más lentamente las caderas fue parando poco a poco.

-Ahh… que rico... -dijo Tania mientras se tiraba para un lado.

Se miraron y rieron.

-Qué rica que eres. -dijo Ramiro.-Jajaja que rico tiras -dijo Tania - y ahora te toca a tí, como quieres terminar?-Volteate. -dijo Ramiro.

Tania obedeció y abrió las piernas, Ramiro se puso encima suyo y se la metió por la vagina, empezó a moverse rápidamente.

-Quieres tomarte mi leche? -dijo Ramiro.-Lo que tu quieras...

Ramiro siguió dándole a Tania hasta que en un momento saltó fuera y se arrodillo frente a ella mientras se masturbaba. Tania cerró los ojos y abrió la boca, de pronto sentía como le caía la leche calientita de Ramiro en la cara, esperó a que el termine y se limpió la cara con el dedo y se iba metiendo a la boca los rastros de leche que quedaban, luego terminó mamando de la verga de Ramiro lo último de leche que le quedaba.

Mientras Tania se quedó tirada en la cama Ramiro se vestía.

-Sabes? te regalo la pizza, ya me tengo que ir, pero dame tu teléfono. Dijo Ramiro.

Tania le dicto su número y Ramiro se fue.

Lo vi irse disparado en su moto y ni cuenta se dio que yo estaba por ahí, entonces regresé al hotel y la encontré desnuda encima de la cama, le di por el culo, después comimos pizza y nos fumamos unos cigarros.

[email protected].

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