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Inicio de esta fantasía (2)

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Era un día soleado sin ninguna nube a la vista, y yo iba en camino para ver a mi novia Ana en un pueblo no muy lejano de donde vivo. Al llegar la salude de beso y abrazo y ambos como típica pareja de enamorados caminando por el parque tomados de la mano. Después de una buena charla con ella y todo con unos buenos besos y una que otra manoseada decidimos ir a una presa no muy lejos de ahí. El lugar es tranquilo, y era mitad de semana así que no habría más gente en el lugar. Tomamos camino hacia el lugar romántico y solo que necesitábamos… o bueno esa teníamos en mente.

Al llegar si el lugar estaba solo y encontramos sombra debajo de un árbol cerca del agua. Nos recostamos y después de unas cuantas palabras nos comenzamos a besar. Ella se subió arriba de mí, sabiendo cómo me encantaba. En esa posición podía yo tomarla de su enorme culo y darle de nalgadas, cuales a ella más la excitaba. Ella sentía el bulto entre mis piernas y le gustaba rozarse contra ese bulto. Podía yo notar en sus ojos su lujuria, y más me excitaba. Me puse a besarla en su pecho, en lo que lograba mostrar su escote tan sexy. Comencé a ir besándola más abajo hasta que terminé chupándole las tetas y nalgueándola justo como a ella le gusta. Entonces ella comenzó a decirme lo guapo que se le había parecido aquel chico español que le toco su culo la ocasión pasada. Claro esa plática me excitaba a mi demasiado. La idea era tan excitante que si hubiésemos podido regresar a aquella situación la hubiera dejado ir con el español para que se divirtiera. La excitación en aquel momento era muy grande y nos cautivaba.

Entonces, sin darnos cuenta vimos como un chavo iba pasando en el camino cercano a la presa. El chavo continuaba su camino entonces fue cuando Ana me volteo a ver con una mirada de niña traviesa y con sus ganas enormes de sexo. Pude ver en sus ojos lo que ella quería hacer, y yo con la mirada le dije que sí, fue entonces cuando ella se levantó y se puso en cuatro mostrando su enorme y rico trasero hacia el chavo que aún no iba tan lejos de la escena. Ella me volteaba a ver con su mirada de maldad, pero con sus ojos llenos de excitación. Después, al alzar la mirada pude ver como el chavo se quedó parado viendo el culo de mi novia. Él estaba a una distancia donde se apreciaba su delicioso culo. Mi novia para tentarlo aún más decidió menear su culo de lado a lado. ¡Yo estaba súper calientísimo! Era increíble la sensación de celos y excitación. Justo en eso, Ana pregunto – ¿El sigue viendo? – yo le afirme con la mirada y en eso, sin que yo me lo esperaba, ella volteo hacia atrás sin dejar su posición que mostraba su gran atributo, y le sonrió al chavo que estaba en la distancia mientras ella misma se daba una nalgada. El chavo sin objeción alguna se fue acercando, tomo esa señal como una invitación. Ella lo seguía mirando y meneando el culo de lado a lado. Ella sabía que yo estaba que me derretía, y se aprovechaba de ello. Ya cuando él estaba a solo unos cuantos pasos, ella regreso la mirada a mi preguntándome - ¿Estás seguro? – y yo le respondí – Puedo notar como todo esto te excita… y a mí también – al terminar ella me sonrió y me dio un gran beso.

El chavo llego y su mirada no se apartaba del culo de mi novia. No sentí pena alguna ni ella tampoco, no conocíamos al chavo y no frecuentábamos el pueblo a menudo, lo cual ínsito aún más a mi novia a decirle – Hola guapo – cual el chavo seguía perplejo ante tal situación. Mi novia le invito a sentarse, lo cual el chavo sin dejar de mirar ni decir palabra alguna lo hizo. El tipo no estaba tan mal para los gustos de mi novia, pero sin duda tan solo la sensación de hacer esto por primera vez excitaba no importando que. Mi novia tan picara como desde el comienzo, se giró hacia el chavo y lo comenzó a besar dejándome a mi vista su culazo. La sensación que experimente aquel día en el baño se repetía, y esta vez junto con el morbo y el deseo se hacía realidad, y lo estaba yo disfrutando. El chavo al comienzo no sabía qué hacer, pero con los besos de mi novia fue entrando en confianza y pronto note como empezó a tocar las tetas de Ana. Yo sin pensar le di una nalgada a ese enorme culo que tenía a centímetros de mi cara, lo cual ella dio un rico gemido mientras se recostaba más sobre el desconocido.

El chavo para entonces con mayor confianza empezó a encontrar camino en el escote de mi novia para tocar sus tetas. Mi novia mientras lo seguía besando con tanta intensidad. Ya que el chavo se había dado el gusto de manosearle sus tetas, ella se enderezo y giro hacia mi recostándose y desabrochando mi cinturón. Al hacer eso puso su culo ahora en la cara del chavo quien sin pensar dos veces comenzó a darle de besos. Ana al sentir los besos se apresuró a sacarme la verga del bóxer y tan solo sacándola comenzó a chuparla como si necesitara de ella. Ella con su mano libre se desabrocho el pantalón, dándole la seña al chavo que se lo bajara. El tipo comenzó con sus manos a bajarle el pantalón mientras llenaba las nalgas de mi novia de besos. Para sorpresa de el al ver ese enorme culo con tan solo una tanga, una tanga roja que resaltaba sus enormes y deliciosas nalgas. Ella seguía gimiendo mientras se restregaba mi verga en su boca. El tipo comenzó a besar de nuevo esas ricas nalgas y sus dedos a buscar camino a su conchita. Entonces fue cuando el encontró lo que buscaba y dejándole ir su dedo cuando ella se sacó la verga de su boca y dio un rico gemido. Después continuo con esa rica mamada que me estaba dando, mientras el tipo desconocido le dedeaba su enorme culo. Después de unos momentos así, ella se enderezo y comenzó a zafarle el pantalón al chavo. Fue entonces cuando mi novia quedo asombrada al bajárselo y ver un enorme bulto. Pude ver su cara de asombro en ella. A pesar de que amaba mi pene y su modesta longitud, no evito que le causara curiosidad ver un bulto mucho más grande. Sin esperar más le bajo el bóxer y fue cuando ella dejo ir un -­ ¡Woow! - Estaba asombrada con la nueva verga que tenía frente a ella. Yo había sido su primer hombre, y solo había conocido mi verga. Su paquete del tipo tal vez tendría unos 19cm, pero suficiente para excitar y asombrar a mi novia quien solo experimentaba el sexo con mis 15cm. Ella me volteo a ver mientras poco a poco se iba metiendo esa cosa en su boca. Y después continúo mamándosela al chavo desconocido.

Yo seguía en un fondo sin creer que esto estaba sucediendo, de como ella se la estaba chupando a otro tipo enfrente de mí, y yo sin sentir celo alguno. Pude entonces notar su excitación al ver como seguía chupándole esa verga con tantas ganas. Yo me recosté y no apartaba la mirada de toda la vista, era como una película justo a centímetros de mí, y que la estrella era mi novia. El paisaje era perfecto, mi hermosa novia en cuatro mostrando su culo solo con su tanguita y chupándole la verga a otro tipo. Sin notar yo comencé a masturbarme y el tipo me volteo a ver y al mirar mi tranquilidad a tal escena, fue cuando se giró comenzar de darle nalgadas a Ana quien gemía tan rico. Ella seguía entretenida con su nuevo juguete más grande, fascinada por ser infiel, pero con consentimiento.

El tipo comenzó a pasar sus dedos de nuevo en su conchita y cerca de su ano, cual sé que a ella le encanta, aunque yo nunca le he dado por detrás. Ella ya en un gran clímax se enderezo y me miro mientras me preguntaba – Papito, ¿Me dejas cogerme a este tipo? – lo cual yo asentí con la cabeza mientras buscaba en la bolsa de mi pantalón el condón que llevamos a veces por si las dudas. Al dárselo, el tipo no tardo en ponérselo y mi novia en quitarse completo el pantalón, cuando entonces ella se puso en cuatro sobres mí, mientras mirándome. Yo podía ver sus tetas que volaban al aire, y también su enorme culo. Ella sonreía tan coqueta y traviesa como al comienzo. Volteo a ver al tipo diciéndole - ¡Méteme esa gran verga tuya papi! – El poniéndose atrás de ella y haciendo a un lado su tanguita, comenzó a dejársela ir. Yo miraba a centímetro de mí su expresión en su rostro. Una expresión de excitación que yo con mi paquete no la haría sentir. El comenzó a envestirla dejando solo el sonido de sus gemidos y sus nalgas golpeando con las piernas del chavo este. Ella comenzaba a gemir tan delicioso, y después comenzó a decir - ¡Dame más papi! ¡Dame más fuerte! – Era una escena tan excitante. Sus tetas se menaban de enfrente hacia atrás mientras chocaban con mi verga que estaba durísima ante tal experiencia. Sin yo esperarme ella comenzó a sujetarme con fuerza mientras iba gimiendo cada vez más y tan solo se escuchaba aparte de eso el golpeteo de sus nalgas. Ella levanto la cabeza diciendo - ¡Me encanta tu verga! – Ella estaba súper excitada y tal vez cerca de correrse. Yo solo había podido hacerla venir una ocasión y solo con los dedos y boca, y era impresionante como tan solo el chavo estársela cogiendo de perrito y Ana ya a bordes de correrse. Ella no paraba de gemir lo cual ponía tan caliente la situación, y el chavo disfrutaba poderse estar cogiendo ese enorme culo de para él una desconocida. Yo apreciaba su culazo de Ana y como el tipo le atarragaba su verga en ese culo. La excitación ya al tope, yo continúe masturbándome hasta que con los gemidos de mi novia me corrí en sus tetas las cuales a cada envestida pegaban con mi verga. Ella sintió la leche sobre sus tetas y continúo gimiendo sin control. Yo quede pasmado en el momento, mientras el chavo seguía con su cometido de cogerse a mi novia. Tan solo unos momentos después ante tal situación, el chavo comenzó a envestirla más rápido. Lo cual mi novia volteo a verlo y le dijo – Quiero tu leche papito – Mientras lo decía se daba una nalgada, lo cual encendió más al tipo quien comenzó a darle aún más duro mientras le daba unas cuantas nalgadas a Ana. Mi novia ya al borde de correrse también, solo dio un rico gemido mientras hundía su cabeza en mi pecho y comenzaba a correrse, entonces el chavo se corrió también.

Después, de tal acto, mi novia seguía exhausta y excitaba recostada en mí, con su conchita abierta después de haber experimentado una verga más grande que la mía. De a no ser por el condón, el tipo le hubiera inundado su conchita de leche. Y quedo en consideración que tal vez la próxima vez sea sin condón y en un mejor lugar donde se pueda coger a mi novia de mil maneras mientras yo los observo… o quizás tan solo con mi consentimiento sin mi presencia.

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