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La amiga viuda de Carmela

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Bueno pues el día que se fue Amalia con Rafael a su finca llame por teléfono a Carmela, para quedar en su casa la cual temía yo ir porque desde principio al final estábamos follando, yo me estaba cansando ya un poco de ella la verdad sea dicha, porque solo me consideraba una máquina para llenarle su coño de leche, pero es muy picara y me atacaba siempre por lo mismo, por su coño negro que me volvía loco.

Pues bien salí de trabajo este día sobre 1, 20pm, porque era día víspera de festivo 11 de octubre, y me llamo por teléfono comentándome que si podía pasar por su casa solo para llevarle pan para la comida ya que Paco su marido que era cazador se había ido de madrugada con unos amigos al campo, y que estaba con una amiga Silvia, que había quedado viuda hacía ya 8 meses a consecuencia de un accidente de automóvil de su marido.

En fin que llegue después de comprar 2 barras de pan a su casa, creyendo que solo le haría el favor de subirle el pan y marcharme a tomar unos vinos con los amigos, pero no fue así.

Llegue a casa de Carmela y toque al timbre, y al momento abrió la puerta Silvia la amiga, joder que pedazo de hembra, con 1,72 cm de alta, pelo teñido de rubio y con 105 de pecho.

Nada más verla solo con una camiseta blanco con una foto de Bob Marley, que solo le tapaba el culo respingón que tenía, se me empezó a poner ya dura.

Dijo “pasa eres Juan A. amigo follador de Carmela ¿no?”, dije si y tú quién eres, me dijo “soy Silvia amiga íntima desde pequeña de Camela”, pasa al salón que está en el baño, y así lo hice no antes de ir viendo el cuerpazo de la amiga.

Pase y me senté frente a la puerta por donde vería venir a Carmela, pero Silvia que se sentó frente mío, enseñándome todas sus piernas y sus braguitas negras tipo tanga que llevaba se levantó a darme un suave beso, porque no me lo había dado antes en la presentación, y me insinúa que sabía de lo mío con Carmela porque su beso fue muy pegado a mi boca.

A esto que justo cuando estaba besándome aparece Carmela vestida con un picardías negro, que dice que se había comprado hacia unos días para provocarme, yo al verla se me puso los ojos como platos

Carmela solo dijo Juan que te pasa que te ha cambiado el color de cara, que es por mi o por Silvia mi amiga, yo le dije que por las dos, ella se serio y me dijo que si podría follarme a las dos, que Silvia lo sabía todo lo nuestro y que quería ser también participe de mi polla con ella, ya que su pobre marido después de tener su hijo de 14 años no quiso tener más hijos y aunque ella tomaba la píldora él se ponía condón para follar con ella, porque era muy desconfiado.

Bueno pues antes de nada le dije a Carmela que sacase un poco de jamón de aperitivo y unas cervezas bien fresquitas para hacer boca, antes de empezar la faena.

Carmela se fue para la cocina, y yo me quede con Silvia en el salón, contándome lo que llevaba viuda y sin probar una palay yo le decía que con lo buena que estaba como no había buscado alguien que le quitara esa pena, ella solo se reía “jajá “Juan porque donde yo vivo es una barriada donde nos conocemos todos y no quiero dar que hablar a la gente, por eso cuando me dijo Carmela que ella con su marido nada de nada y que te tenia a ti, para follar y además con la ventaja de no tener miedo a quedar embarazada por ti vasectomía vi el cielo abierto y quedamos hoy para conocerte y si me gustabas que me lo hicieras a mí también si a ti no te importa porque de Carmela tengo su consentimiento de compartirte.

Todo esto me lo estaba diciendo sentada en frente abriendo y cerrando sus piernas, yo estaba cachondo perdido me levante bajándome la cremallera de pantalón y sacándome la polla y acercándome a ella se la puse a la altura de su boca.

Silvia no dudo en echar el pellejo para atrás y dejarme fuera mi capullo que estaba echando ya del calentón que tenía el líquido pre seminal, que Silvia lamia como si estuviera chupando un helado decía “que rico leche desnatada cuanto tiempo hace que no la pruebo“ yo sabía que solo esperaría a que se me pusiera bien dura, porque de no ser así me iba a correr entero en su boca.

Carmela al llegar con el jamón y la vio comiéndome la polla solo dejo “a esta le gusta más tu polla que el jamón jajá” Silvia se sacó la polla de la boca y dijo, “Carmela comeros vosotros el jamón que yo me como este flamenquín rico que tengo en la boca” y siguió chupando, yo para distraerme algo comencé a comer y a tomar la cerveza porque tenía ya hambre de comer más que de follar y sabía lo que se me venía encima.

Carmela soltó el plato y empezó a quitarme el pantalón y la camisa, cuando lo hizo se metió entre mis piernas pasándome la lengua por los huevos y apartándole las braguitas a su amiga para también comerle el coño a su amiga, yo sabía que de esta forma iba a aguantar poco a pesar de lo duro que soy para correrme, pero a los 5 minutos de estar así, Silvia se levantó y se quitó las bragas y la camiseta, y se me puso de espaldas para que se la metiera en su coño que estaba ya chorreando de su hambre de polla y de las lamida de su amiga, Carmela me cogió la polla y se la dirigió a su amiga a su coño , empezó a pasarlo por su raja húmeda pero cerradita por el tiempo que llevaba sin usarlo, Carmela decía que tenía ya tela de araña jajá, ya con mi capullo bien mojado lo puso en la puerta para que yo empujara y así lo hice porque estaba bien estrecho, al notar la entrada dio un pequeño saltito y solo dijo “ay, ay despacito, que está cerrado” y así lo hice con la ayuda de Carmela que la muy cabrona lo que decía que si no se la metiera a ella para engrasarla bien y luego darle a su amiga, a lo que contesto Silvia “Carmenchu no sea egoísta y déjamelo a mí que ya tendrás tu ración” y así fue como poco a poco llegue a clavársela entera a lo que cuando la amiga le llego hasta el fondo grito” joderrrrrrr que me corro, que me corro que rico que hambre tengo sigue, sigue muévete sácala y métemela de pronto sigue sigue sigue que gusto ay lo que me he perdido, yo hacía solo lo que me pedía pero estaba que no me aguantaba ya con lo buena que estaba más joven que Carmela, esas teta moviéndose al son de mi embestidas y Carmela debajo comiéndome los huevos sabía que un par de empujones y me corrí yo, echándole toda mi leche en el coño la pobre se había corrido ya tres veces y cuando noto mi leche caliente empezó a gritar como una loca, pegándole bocados al sillón para suavizar sus gritos, solo decía que gusto, que era mi hembra que quería estar follando conmigo siempre, que no había sentido nada mejor en su vida de casada, que si yo lo quería que alquilaba un pisito para follarnos los dos cuando yo quisiera, en fin la pobre llevaba ya mucho tiempo sin probarlo y comprendo sus comentarios.

Bueno pues termine con ella y no sentamos un poco a descansar porque ahora me tocaba con Carmela pero eso lo contare en el próximo relato.

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