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Solo 10 minutos

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10 de la noche y Takeru volvía de un duro entrenamiento de jugar al futbol, estaba cansado y solo pensaba en llegar a casa y darse una buena ducha cuando casi al llegar alguien se acerca hasta él, alguien conocido

—¿Tu no deberias estar con Ken??

Daisuke le miraba sin pestañear, acercandose cada vez mas a él, hasta tenerlo en frente

—Solo necesito 10 minutos de tu tiempo conmigo, lo necesito, él me espera

—Ven aquí... por cierto, apestas

—Tú tambien

Se cogieron de las manos y se adentraron en un perfecto callejón sin salida, ahí transcurrió todo

Esta vez, el que empezó por muy extraño que pudiera parecer era Daisuke, lamiendo con su lengua la boca de Takeru, este se dejó hacer por primera vez, veia a Daisuke tan entregado por una vez en la vida que le dejo hacer lo que quisiera, pero dominandole en todo momento, tenia sus manos en sus caderas, los besos con lengua alternando con los labios se fueron sucediendo, era Daisuke quien buscaba el beso, lo recibia y volvia a dar, minutos sofocantes de besos, no existia la culpa en Daisuke, todo lo hacia de corazón, con el alma, no sintiendo remordimiento, queria emociones fuertes, queria tocar el fuego con sus propias manos, sabia que lo estaba haciendo mal y eso era lo que le hacia no parar, siguió besando a su amante, con pasión sin parar

Los dos ahora con las lenguas de un lado a otro, arriba y abajo, el sonido de los labios chocando los motivaba más, habia prisa, Daisuke debia irse lo mas pronto posible, solo 10 minutos.

—Solo 10 minutos, dame todo en 10 minutos -. Le dijo consiguiendo aire por el fuerte robo de aire

—Menos de 10 minutos para dejarte ir

Los siguientes dos minutos los aprovecharon de la siguiente manera

Daisuke arrinconado en la pared, pantalon desabrochado pene al descubierto y Takeru mezclando los dos esperma de ambos penes, esta vez la manera mas rapida de correrse los dos era frotar fuertemente, lubricando la longitud de uno para que el otro se lubricase casi automaticamente, tambien el estimularse con los gemidos mientras se miraban a los ojos, fijamente, muy juntos, apretujados , Daisuke tenia subida su camiseta, jadeando, sudando, dejando ver sus pectorales y sus pechos, ese era otro estimulo que Takeru necesitaba tambien

—AAhh... Ahh.... Ahhh, Era una sensacion electrizante el sentir tanta adredalina junta y pegada

—Uff... Uffff... aaa Ahhh... -. El bufido de este ultimo era al sentir la fricción de los dos penes lubricados

Ocurria muy pocas veces entre ellos pero los dos gemian a la misma vez, era producto de las prisas, de un encuentro rapido que todo se desenvolvía con mas adredalina que las otras veces

—Ahora ya puedes decir que aparte de Ken, yo tambien me sincronizo con tus gemidos

No hubo respuesta en Daisuke, solo queria disfrutar del momento, queria esto mas que ninguna otra cosa en el mundo, sabia que se estaba arriesgando pero no podia escapar de esto, era una obsesión, en los ultimos dias lo habia hecho con él mas que con Ken, sabia que lo hacia mal pero no sentia remordimientos, esto era amor, no importaba nada

Al frotamiento se le sumaba algo mas, aún con los penes unidos como uno agarrados con una mano y frotandose entre si y los mini gemidos y sudores extasiados de la boca de Daisuke, Takeru le agarró una mano se la llevó arriba, dejando su axila expuesta para lamerla y es lo que hizo, la lamió sin importar el olor a sudor, a ninguno les importaba, de echo Daisuke solo buscaba la boca de Takeru para ser uno con aquel olor tan carasteristico, se besaron pero demasiado deprisa, todo rapido, como la velocidad que iban los latidos de sus corazones.

—Continuas apestando -. Decia ahora con la boca de lleno en aquella axila y su mano haciendo mas presión en ambas pollas unidas

--Entonces deja de lamer mis sobacos si tanto te disgusta-. Decia jadeando sintiendo la lengua mojando el lugar

—Me gusta tu olor, me enciende más, es como volver a ser un primate, y a ti tambien te gusta, admitelo

A veces en Daisuke no era necesario hablar para decir que le volvia loco el olor que desprendia Takeru jugando a cualquier deporte, le volvia loco todo de él

Con ese silencio, este ultimo le agarró el rostro y le hizo oler su pene

—Si tanto te gusta oler, hazlo, siente mi esencia, siente lo duro que está, y ahora traga lo que necesites, es tu noche, te quedan muy pocos minutos

Daisuke no dejaba de mamar y de chupar, tragandose el semen de Takeru, le parecia can caliente esa escena que no pudo evitar correrse, el olor a sudor de su axila lo llevaba en sus entrañas, amaba follar en plan sucio y sobre todo rapido, sexo sin amor, para él era lo mejor que podia ocurrir con él

Le quitó el pene de la boca y se lo echó por toda la cara, era como una manguera esparcida por todo su rostro

- Te lo has ganado, mira como ese pequeño liquido te hace feliz, me gusta tu desesperacion, hoy llevas mi olor por tu rostro

Los 10 minutos del reencuentro estababan pasando, algo fugaz habia que hacer para aprovecharlos.

Takeru se puso detrás de él, los dos con los pantalones bajados, le abrazó con una mano y su pene se deslizó por debajo del pene de Daisuke, estaban mezclados uno con otro, sus dos miembros se abrazaron, al igual que ellos, pero Takeru apretujando el abrazo, el pene que estaba debajo del de este ultimo chorreó mas semen empapando el de abajo, leche caliente desparramandose por el miembro viril de los dos, al hacerlo tan deprisa, Daisuke echó la cabeza hacia atrás gimiendo un poco mas fuerte que otras veces

Para apagar el gemido, Takeru le agarró con agresión del cabello, le echó la cara hacia él y le beso apasionadamente con otro frotamiento de penes entre ellos, calidez sin amor, sexo sin amor, sin sentimiento, algo rapido

Despues de eso un abrazo apretado con el chorreo de los penes mojando el suelo y sus pieles rozandose, pero aquí Daisuke insistió más, queria un abrazó mas íntimo, mas intenso, le abrazó efusivamente pero Takeru no se dejó, se alejó bruscamente de él

—Adios

Y se fué, 10 minutos, como Daisuke queria, le dejó solo, con mas ganas de seguir, se sentía a medias, pero internamente estaba satisfecho de cumplir con lo que su necesidad le pedia.

Salió de aquel callejon para reunirse con Ken, comportandose de forma normal, como si no hubiera vivido el encuentro fugaz mas arriesgado que hubiera vidido en toda su vida

LLegaria a arrepentirse algun día.

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Se le va a acabar muy pronto a este chico el ser infiel y jugar con fuego.

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