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Familia sin tabúes (12) Raúl y el culito de Felipe

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Seguro que el cabronazo de Luis, le había contado algo a Felipe de lo que hicimos en su dormitorio, por que el colega no dejó de mirarme todo el tiempo que estuvimos en la piscina, provocándome, mirándome el paquete, y como dándome a entender, que sabía lo de la follada. Esa mañana de Domingo estabamos, Luis y Felipe, Pablo y Alfredo, y mi novia Tamara, dándonos un chapuzón en la piscina, y refrescándonos del calor que hacía. Mi suegra María, estaba en la cocina preparando una paella como cada domingo, y Hernesto el padre de mi novia, estaba rondando por la casa con el teléfono en la oreja hablando con un cliente. La cuestión es, que el tío me tenía super nervioso con sus miraditas provocativas, sus tocamientos de paquete, y el vaivén que se traía con el culo.

La verdad es que la follada con Luis me gustó bastante, aparte de ser mi mejor amigo, él me atrae bastante sexualmente y me da mucho morbo, por eso no me importó follar con él. Algunas veces he fantaseado mientras follaba con Tamara, que había otro tío con nosotros, que me chupaba la polla como lo hizo mi cuñado, y que me lo tiraba por detrás. Pero nunca lo he hecho, eso de hacer trios no le va para nada a mi novia, ni con chicas, ni con tíos, y aparte, creo que ella no entendería que me follara a un tío, con lo macho y hombretón que soy. El día que me follé a Luis, me quedé con las ganas de comerle la polla, llevo mucho tiempo queriéndo hacerlo, me atrae michísimo la idea, y quiero saber lo que se siente, y si me gustará realmente chupar pollas o me dará asco.

Me llamo Raúl, tengo 22 años, y trabajo de repartidor de UPS. Me gusta machacarme el cuerpo en el gimnasio, por eso lo tengo musculoso y muy fibrado. Mido 1´82, ojos marrones, pelo corto de punta, y guapetón de cara según dicen los que me conocen. Me gusta vestir bien, ir siempre arreglado, y me flipán los perfumes. El culo lo tengo respingón con las nalgas redondeadas, y la polla gorda y larga, de unos 24 centímetros, que deja bien satisfecho a los boquetes.

Estaba en la tumbona echado bocabajo, con Tamara al lado en la contigua, leyendo una revista y sin parar de hablar, comentando lo que ponía en ella. La verdad es que no le prestaba atención a lo que decía, no podía quitarle el ojo al trasero de Felipe, que lo tenía justamente en la hamaca de delante, mostrándome unas redondas y abultadas nalgas, con medio bañador metido por la raja del culo. Mi mente volaba por pensamientos perversos y morbosos, imaginándome su culo encima de mi cipote, cabalgando como un puto vaquero, y lo malo era, que mi polla no paraba de crecer dentro del bañador. Tuve que calmarme y pensar en otra cosa, por qué se podían dar cuenta, y a parte por que le iba a hacer un boquete a la tumbona con el cipote.

Después el día trascurrió como todos los domingos, comiendo y hablando en familia. Más tarde quedamos las tres parejas para salir, bailar un poco y tomarnos una copa. Tamara insistió en que me llevara y condujera yo el coche, para que no bebiera y terminara medio borracho como siempre, así que Luis y Felipe se vinieron con nosotros en el mío, y Pablo y Alfredo en el coche de este último. Estuvimos unas tres horas en la discoteca bailando, y bebiendo bastante, yo solo me tomé una, pero los dos hermanos, Tamara y Luis se pasaron muchísimo con el ron. Felipe se enfadó con Luis, por qué no paraba de buscar problemas con los tíos que había allí, con la borrachera se metía en el water, para satirearlos cuando meaban, o se rozaba con ellos descaradamente, y terminaron discutiendo los dos. Por otro lado Tamara estaba borracha, pero borracha como nunca, y se ponía muy pesada con sus bromas, así que Pablo nos dijo que ya era hora de llevarlos a casa.

Felipe se puso a mi lado de copiloto, y los hermanos iban atrás, ya más tranquilos y medio dormidos. Los dejamos en su casa y nos depedimos de Pablo y Alfredo, que habían venido detrás nuestra, y que se iban a dormir a casa de Alfredo. Ya los dos solos en el coche, de camino a su apartamente, Felipe me propuso tomarnos la última copa para hablar un rato, y desahogarse tranquilamente después de la bonca con Luis. Acepté, me gustaba la idea de tomarme un par de cubatas, y fomarme con Felipe un porro tranquilo, ya que solo me había tomado una copa, y además aguantando a la borracha de Tamara. Felipe comparte apartamento con una amiga, pero me dijo que ella no estaba, y que tenía en el apartamento una botella de ron y refrescos, pero que si quería que nos tomaramos la copa en otro sitio, a él le daba igual. Le dije que no, que en su apartamento mejor, así podríamos hablar y fomarnos el porro tranquilamente.

Sentados en el sofá del salón, con el cubata en la mano y pasándonos el petardo, Felipe me contaba lo mal que lo había pasado en el water, cuando uno de los tíos le quería pegar a Luis, por mirarle la polla mientras meaba, y tuvo que calmar al tío para que no le partiera la boca. Mientras él se desahogaba hablando del tema, yo me había tomado ya dos cubatas bien cargados, me estaba poniendo a tono, "es que no puedo beber coño, es mi perdición", y mis ojos se me iban inconscientemente, para mirarle la boca y el paquete. Se me vino a la mente, la imagen del culito del cabrón tendido en la hamaca, esas nalgas rechonchas y perfectas, y el boquete del culo comiéndose medio bañador, ¡Uffff!, Me estaba poniendo muy cachondo.

- Raúl, ¿Me estás escuchando?, ¿Donde tienes la cabeza tío? -

- ¿Que....?, Perdona Felipe, se me fué la mente, ¿Que me has dicho colega? -

- ¿Que si pongo otro cubata, y si quieres un extasis, que yo me voy a tomar uno?, Haber si me animo de una puta vez, y se me pasa el mosqueo, ¿Quiere, o no? -

- Pués claro Felipe, dame uno, y rellena la copa, total ya estoy medio colocón perdido, jajaja. -

Sin darme cuenta, y con el colocón del éxtasis y los cubatas en el cuerpo, ya estabamos hablando de sexo. Nos reíamos de las posturas y las cosas, que le gustaban a nuestras parejas hacer en la cama mientras follabamos. Poco a poco nos habíamos quedado en ropa interior, Felipe en slip blancos tipo bañador, y yo con mis boxer negro. Él iba a lo que iba, a calentarme la polla, y yo me dejaba llevar, por que ya a esas alturas de la noche me daba igual 8 que 80.

- A Luis por ejemplo, lo que más le gusta, es que se lo follen por el culo a cuatro patas como a una perra, y si al mismo tiempo tiene otra polla en la boca, ya se calienta a tope y se descontrola colega, Jejeje, ¿Y a Tamara, que es lo que más le gusta follando? -

- ¡Joder tío!, Jajaja, Tamara follando es muy tradicional, nada fuera de lo común, lo único que me hace más morboso, es que cuando me voy a correr se saca mi cipote del coño, y se lo mete en la boca, le gusta que le vacie la leche en su hocico y bebersela, Jajaja, la muy guarra. Entonces, vosotros haceís trios, ¿No?, ¿Y follaís con otros, muchas veces? -

- Claro tío, el sexo es sexo y nada más, y si nos apetece echar un polvo con otro tío fuera de la pareja, también lo hacemos, pero esto tú ya lo sabes, ¿No?, Jajaja. -

- ¡Que cabrones!, Jajaja, Te lo ha contado Luis, ¿No mamón? -

- Por supuesto Raúl, nosotros nos lo contamos todo, y con todo lujo de detalles, jejeje, Por ahí tiene que tener mi compañera unas bragas, ¿Si quieres me las pogo colega?, jajaja. -

- Jajaja, Que hijo puta eres Felipe, cabronazo, ¿Donde está el baño tío?, que me estoy meando, y no aguanto más. -

- La segunda puerta del pasillo, y no tardes mucho Raúl, que si no voy a por ti, jajaja. -

- Pues ven colega, jajaja. -

Mientras esta orinando apareció Felipe, y apoyándose en el marco de la puerta, miraba como me agarraba la polla con la mano, al mismo tiempo que apuntaba con mi capullo hacía el water, y soltaba un buen chorro de líquido amarillo. Esperó allí parado hasta que terminé de expulsar la meada, tocándose el paquete por encima del slip, y después se arrodilló delante de mi polla, la cogió con la mano y se la metió en la boca. Chupaba suavemente, succionando fuerte con su boca, poniéndome el cipote todo duro y gordo. Se lo sacaba de la boca, y lamía la puntita del capullo con la lengus, mientras me agarraba los huevos con la mano y me los estrujaba tiernamente. Yo lo sujetaba por la nuca para que no se despegase de mi polla, metiéndola y sacándola de su boca cada vez más rápido, con energía, y muy, pero que muy cachondo. De vez en cuando, le daba un respiro para que me chupara los huevos, dándome lametones por todo el escroto, y para que pudiera hablar el mamón.

- ¿Te gusta Raúl? -

- ¡Uffff!, Me encanta tío, pero, ¿Y si se entera Luis? -

- No te preocupes, que Luis sabe perfectamente que esto iba a pasar, ¡Joder colega, Que ganas tenía de comerme este pollón! -

- Ya me he dado cuenta hoy cabrón, te has tirado todo el día calentándome la polla, provocándome con tu culito, y poniéndome todo empalmado y cachondo, ¡Ufffff! -

- Vamonos a mi dormitorío, vaya que llegue mi compañera y nos pille aquí follando. -

- Espera Felipe, que el water me da un morbazo increíble, solo unos minutos, y nos vamos a tu habitación. -

Lo hice sentar en el water, quedándome de pié con mi entre pierna pagada a su cara, y agarrándole la cabeza con mis manazas, estuve restregándole mi pollón por todo el rostro. Por la excitación que tenía, a Felipe le gustaba que le obligara firmemente a oler mi polla, a sentir el calor del tronco, y a notar la presión contra su cara por lo dura que estaba. Felipe abrió su boca y empezó a comerme el glande con suavidad, dándome lamidas con la lengua, mientras me agarraba con la mano los huevos, estirándolos con fuerza hacía abajo y empinando la polla, poniéndomela toda tensa por el movimiento. ¡Que gustazo!, Era delicioso verle a Felipe la cara, saboreándo mi capullo húmedo, empapado de saliva y pre-cum, y la forma de su boca apresando y apretando con los labios, el inflado cabezón. Me producía un calentón incontrolable, los cubatas y el éxtasis hacían su efecto en mi cuerpo, en mi pollón, en mis pensamientos perversos, y mis fantasías más intimas. Me salía un vicio pérfido, arremetía golpeado con mi cipote la boca de Felipe sin compasión, y sujetándolo de los pelos fuertemente. Iba desbocado como un caballo, como un pura sangre galopando y descontrolado por completo, haciéndole daño en la boca, mientras lo sometía con mis movimientos bruscos a meterse mi pollón hasta la garganta.

No quería correrme todavía, pero iba por ese camino y sin freno, si no paraba de follarle de esa manera la boca. Felipe pudo liberarse de mi acoso, y me llevó hasta el dormitorio. Mientras nos tumbábamos en la cama, pensaba que hoy en esa follada con Felipe, me iba a atrever a chuparle la polla e intentar de pasármelo bien sin prejuicios.

- Vas que te sales colega, ¡Joder!, casi me partes los dientes con la polla, ¡Uffff!, No sabía yo, que te gustaba tanto mi boca Raúl, y que tenías tantas ganas de jodérmela. -

- ¡Grrrr!, Estoy super caliente tío, ahora mismo puedo partir la mesita con la polla, y no me dolería Felipe, ¿Tú sabes lo que es morbazo?, Pués lo siguiente, más, mucho más. Hoy quiero disfrutar a tope, gozar, y si hago algo fuera de lo normal, por favor no te rias, ni hagas comentarios, que si no me cortas el royo, ¿Vale? -

- ¡Claro colega!, No te preocupes, que yo no me voy a reir, ni a decirte nada que te moleste, tú sé, tú mismo y disfruta Raúl. -

- Jeje, ¿Y que te contó Luis, de aquél día cuando me lo follé? -

- Pués todo tío, la mamada que te hizo, lo de las braguitas de Tamara, y que te lo follástes estupéndamente, Así que yo quería probar ese cipote tuyo, que escondes tan ricamente. -

- Ya, jajaja, Nunca me hubiéra atrevido, y menos con él, por que es muy amigo mío, pero Luis es muy puta, y me conoce mejor que yo. Por cierto, ¿Tienes alguana grabación de vosotros follando?, Me daría mucho morbo veros. -

- Si, tengo un par de ellos, pero te voy a poner uno, que vas a alucinar cuando veas a Pablo follando con nosotros, espera que la pongo en la pantalla grande, y mientras tú la ves, yo iré trabajnadote el pollón, pero a mi manera y disfrutando el momento. -

No me extrañaba nada, que Pablo se los hubiera follado por el culo a los dos, siempre estaban juntos, y de hecho Pablo vivía prácticamente en casa de Luis. Me puso el video en la televisión, y me coloqué sentado con la espalda apoyada en el cabecero de la cama, y las piernas bien abiertas. Mientras veía como Pablo le metía la polla por el culito a Luis, y como le comía al mismo tiempo el cipote a Felipe, yo me agarraba el pollón totalmente duro, y se lo daba a mi colega para que me lo mamara. ¡Joder!, ¡Como follaba Pablo también!, Le daba unas embestidas al maricón de mi cuñado, que lo estaba volviendo loco de gusto, y daba gusto mirarlo como le chupaba el cipote a Felipe.

Yo comencé a gemir del gusto, entre la escena que estaba viendo, y la mamada que me estaba dando Felipe en la polla, era el paraiso colegas. Su boca era alucinante, aspirando, lameteando sin parar, chupándome a conciencía el capullo, y todo ello, sin dejar de mirarme la expresión de mi cara. El mamón me tenia ganas desde hace bastante tiempo, y yo también había fantaseado con él más de una vez. imaginándome, como me lo follaba haciendo un trio con mi novia, y después de joderle el coño a ella, partirle el culo al cabrón a pollazos.

La verdad es que, mi imaginación volaba por pensamientos muy viciosos, sádicos, pervertidos a más no poder, y entre el video, mirando aquellas envergadas, y escuchando al colega dándome chupetones, estaba muy cachondo y me ardía el cuerpo. De pronto sentí una sensación rara, extraña que nunca había experimentado, Felipe había bajado con su lengua hasta mi ano, y me estaba dando unas lamidas de escándalo. ¡Que gusto tío!, Haber si iba a ser maricón también, por que aquello me enloquecía de placer, y cada vez deseaba más, que me metiera la lengua hasta el fondo del boquete. Felipe se dió cuenta enseguida, que comerme el culo me excitaba demasiado, que me llevaba al límite del placer, y me volteó poniéndome boca abajo sobre la cama. Separó mis piernas todo lo que pudo, y apretando con sus manos mis nalgas las apartó, dejando al decubierto mi orificio anal.

¡Me cago en la puta, que gustazo!, El mamón empezó chupa que te chupa, mama que te mama, lametones a diestro y siniestro, pero lo major llegó, cuando me penetró el ano con la lengua, ¡Joder!, toda entera me la metió dentro.

- ¿Te gusta, eh, cabrón?, ¡Que culazo tienes Raúl!, Me encata chupartelo y devorarlo con mi boca, ¡Ufff!, Dime, ¿A que te gusta? -

- ¡Mmmmm!, ¡Siiii!, Me encanta tío, ¡Que gozada cabrón!, Sigueeee, Asiiii. -

Un buen rato estuvo el mamón, rebañándome el sabor de mi ano con su lengua, palpando cada rincón del agujero, notando cada pliegue de piel, y penetrándome el agujero hasta el fondo incontables veces. Me levanté, y lo puse a cuatro patas en lo alto de la cama. Ahora yo, quería comerle el culo como él me lo había comido, y sin braguitas de por medio, y de paso probar a meterme su polla en la boca. Le estuve chupando el ano como un bestia, me gustaba mucho la excitación que me producía, lamiéndolo, salivándolo, aspirando fuerte y haciendo chupón en el agujero. Me atreví, y fuí bajando con la lengua por el escroto que guardaba sus huevos, por la vena inchada que cruzaba todo el tronco de su cipote, hasta llegar al capullo mojado y pringos de pre-cum. No creía lo que estaba haciendo, ni yo mismo daba credito, "le estaba comiendo la polla a un tío, joder". Al principio fué un poco extraño, su sabor, la textura de su piel, el espeso y ácido líquido, y todo ello sintiéndolo en mi boca.

Creo que Felipe tampoco se lo creía, yo el machote, el novio de Tamara, él que le rompe el coño a pollazos, le estaba chupando la polla al maricón, y, ¡Como jadeaba de gusto el colega!, Aquello no era hombre, estaba fuera de si, retorcía su cuerpo al ritmo de las embestidas que le daba con la boca y la lengua. Para estar más cómodo, me tendí boca arriba debajo de Felipe, con la cabeza debajo de su entre pierna, y la boca lista para recibir una buena follada de su polla. El cabronazo no me hizo esperar, la tensó con la mano apuntando a mi hocico, y me la metió entera dentro. Felipe empujaba su cipote para adentro, una y otra vez con energía, hasta taparme la nariz con los cojones, y dejarme sin respiración por el esfuerzo. El muy cabrón tenía una polla enorme, muy gorda y ancha, que casi no me cabía entera en la boca. Desde mi perpectiva yo le veía el culo, y esas deliciosas nalgas que yo agarraba con sus fuertes manos de macho. Se las apretaba hundiendo mis dedos en ellas, dejándolos marcados en la piel, al mismo tiempo que el tío no paraba de embestir con su polla en mi mamona boca, a un ritmo salvaje y bestial.

¡Que culo tiene joder!, Me ponía calentón perdido, a mil por hora y sin freno, solo deseaba follármelo, jodérselo y correrme dentro. No pude aguantar más cuando lo escuché decir entre gemidos, - Fóllame el culo cabrón, fóllame. - Me puse detrás de él alzándole el culito, abriéndole las cachetes, apuntando con mi pollón, y se clavé en el ano de un solo movimiento. Comencé a follarle el ojete como un puto animal, embistiendo como un toro cuando cornea, totalmente descontrolado, mientras él gritaba de dolor y de placer como una maricona. Pensaba en la de veces, que había deseado follarme ese culo aquella mañana en la piscina, y de como me había empalmado la polla, despertando en mi el deseo y la ambición por poseerlo. Mientras me lo envergaba, le masturbaba su cipote con mi mano, apretándolo con fuerza, con rápidez, para que gozara de una buena paja al tiempo que le daba por el trasero.

- Te gusta la follada que te estoy dando, ¿Eh?, ¡Siiii!… Claro que te gusta cabrón, estabas deseando que te metiera toda la polla por el culo, maricona, ¡Ohhhh!, Que gusto tío, me vuelves loco, me tienes calientón a tope, estoy como un salvaje, ¡Uffff!, Felipe, cabronazooo. -

- ¡Aaaaa!… ¡Que pollón tienes Raúl!, ¡Siiii! … ¡Que gustazo de macho!, ¡Asíííí!… ¡Me corrooooo!… ¡Me corroooo cabrón hijo de putaaaa! -

Entre gemidos, jadeos, y fuertes resoplidos de gusto, Felipe se corrió, soltando por la polla varios trallazos de leche, que cayeron en la cama y en mi mano, dejándomela toda pringosa de semen. Le di la vuelta rápidamente, sentándolo encima de mí, dándome la cara, sujetándolo con mis brazos por la espalda y el cuello, y metiéndole de nuevo el pollón por el culo. Quería besarle la boca, comerle la lengua, mexclar nuestras salivas, mientras me lo volvía a follar y me preperaba para llenarle el ano de esperma. Se tragó por el culo todo mi cipotón de una sola embestida, clavándosela hasta el fondo, y comenzando unos movimientos de sube y baja sobre mi miembro, agitados, frenéticos y muy enérgicos, mientras sus nalgas chocaban contra mis huevos.

Al final tuvo un merecido regalo, una tremenda descarga de abundante y generosa lechada, acompañada de gemidos y embestidas de pelvis. Mi polla era una metralleta, disparando semen como nunca, llegándole los tiros de leche hasta su próstata, y anegándole todo el ano. Fué tanta la lechada y tan grande, que se escapaba del ano de Felipe goteando entre mis muslos y manchándome los cojones. Le obligué a limpiarme la polla a base de bien, como lo hizo su novio Luis, y de follarle el culo, pasé a follarle la boca, y no me conformé con cualquier cosa, quería una lavada de cipote a fondo, y con mucha dedicación.

- Ha sido alucinante Raúl, ¡Que follada más buena! -

- Como, que ha sido, esto sigue colega, ¿O no ves como tengo el cipote todavía?, Ponte boca abajo cabrón, que te voy a empotrar.

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