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Que delicioso es Felipe (Segunda Parte)

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Hola mis queridos y queridas, acá estoy nuevamente, hace un par de días tenía terminado este relato y se cayó mi internet y no lo pude subir, ahora lo reescribo, espero que les guste.

Como les dije, estábamos recostados viendo la película porno en la televisión de led, comencé a acariciar la verga de Felipe con mis manos mientras él se terminaba su cigarrillo, baje para chupárselo nuevamente, mientras lo saboreaba, su verga comenzaba a erectarse nuevamente, pronto estuvo tan duro que ya no me cabía completo en la boca, subí recorriendo su abdomen con mi boca y mi lengua, acariciando y lamiendo sus tetillas, luego su cuello hasta llegar a su boca, nos besamos largamente, mientras con mi mano acomode su verga en la entrada de mi mojada vagina, se deslizo suave y con mucha facilidad hasta entrar por completo, me quede sentada sobre Felipe y lentamente comencé a cabalgarlo, cada vez aumentaba la velocidad, moviendo mis caderas en forma circular, mi pechos saltaban y se movían libres, Felipe los tomo y los apretaba y piñizcaba mis erectos pezones, esto me hacía estremecer, el placer que sentía era indescriptible, sentía como mis jugos empapaban la deliciosa verga de Felipe, sentía como llenaba hasta el último rincón de mi estrecha vagina brindándome un inmenso placer, ya no pude resistir más y caí recostada en el pecho de Felipe, el orgasmo que acababa de tener me había derrumbado, era tanto el placer que no podía sostener mi cuerpo, nos quedamos así un momento y luego baje para acariciarlo y hacer que acabara en mi boca, deseaba saborear su semen, estuve chupándoselo por unos minutos y luego el me detuvo, me levanto y me beso, luego se fue al baño, al regresar me pregunto - ¿Quieres ducharte tu primero?, ya es hora mi amor- yo lo mire extrañada, pensé que podía haberse molestado por el hecho de no alcanzar el orgasmo -Claro- le conteste y me fui al baño y cerré la puerta, pero no le puse seguro, me vi en el espejo, me recogí el cabello y entre en el pequeño cubículo para ducharme, antes de abrir la llave de agua entro Felipe y rápidamente se metió junto a mí y me abrazo por la espalda acariciando mis pechos, lo mire hacia atrás y nos besamos, sentí su erecto falo pegado a mi culo y lo tome con mi mano izquierda, levante mis caderas y deje a su disposición mi húmeda y caliente vagina, acomode su pene y en un momento lo tenía dentro, estuvo cogiéndome así unos minutos y luego se detuvo, me abrazo con fuerza por mi cintura con su brazo derecho y con su mano izquierda acomodo su verga en la entrada de mi estrecho ano, trate de quitarme, pero él no me dejo -Quiero que tu culo sea mío- me dijo suavemente al oído mientras sentía como su duro miembro se abría paso dentro de mi ano, sentí dolor, poco a poco fue empujando hasta estar completamente dentro de mi culo, suavemente comenzó a moverse dentro de mí, la mezcla de dolor y placer era intensa, cada vez sus movimientos eran más fuertes y el placer que yo sentía le iba ganando al dolor, mis gemidos le indicaban a Felipe lo rico que sentía su verga en mi culo, nunca había sentido placer teniendo sexo anal, con mi novio Matías lo habíamos hecho un par de veces, pero solo porque él me lo pedía, no porque yo lo deseara, ahora era distinto, estaba disfrutando como nunca antes, su verga entraba y salía de mi culo con mucha fuerza y velocidad mientras sus mano apretaban fuertemente mis pechos, yo gemía de placer, me sentía suya, su mujer, su amante, su perra, lo que él quisiera, estaba entregada al placer de tener su delicioso falo en mi culo, era un placer nuevo nunca antes disfrutado – No pares que ya acabo mi amor, no dejes de cogerme por favor- le rogaba yo , entre gemidos, sentí un electricidad que recorrió mi cuerpo, apenas y pude sostenerme en pie apoyada en la fría pared de cerámicas del estrecho cubículo, el orgasmo que sentí era tremendo, sentía como mis jugos caían desde mi vagina por mis muslos, mientras Felipe seguía cogiéndome, seguíamos pegados, en ese momento sentí como se derramaba, su caliente y delicioso néctar llenaba mi culo, estuvo dentro de mi hasta que termino de correrse, sentir su leche en mi culo me excito más, luego me volví hacia él y nos besamos.

Nos duchamos juntos y luego nos vestimos, ya era cerca de la media noche, llame a mi novio y le dije que me sentía un poco mareada y que me iría a casa -Mañana te compensare- le dije, le envié un beso y la llamada se cortó, Felipe se acercó a mí y me beso - ¿Cuándo nos juntamos otra vez?, me pregunto- nos besamos nuevamente y le conteste – Cuando tú quieras, ojalá sea pronto-.

Felipe me llevo a casa en su auto, le pedí que me dejara un par de cuadras antes, estaciono bajo un árbol, en la oscuridad nos besamos para despedirnos, puse mi mano derecha sobre su verga – Ya quiero tenerte dentro otra vez- le dije mientras nos besábamos. Quedamos de acuerdo en llamarnos para juntarnos nuevamente.

Entre a casa y me fui a dormir, estaba realmente exhausta y satisfecha, tenía la sensación de tener la verga de Felipe aun dentro de mi culo, pensando en eso me dormí.

Ya hemos hablado esta semana y quedamos de vernos el viernes, luego les cuento.

Le envió un beso, ya saben dónde, comenten, me mojo cuando los leo.

Muakc

Carolina

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