Nuevos relatos publicados: 11

Pasiones prohibidas: Me rompieron y también el corazón

  • 9
  • 26.812
  • 9,30 (23 Val.)
  • 1

Dedicado con mucho cariño a Franshesko, te amé en su momento, hoy puedo decir que ya no me dueles tanto a pesar que no te he olvidado por completo y aun sienta algo bonito por ti. Te quiero.

 

"Estuve con otro queriendo olvidarte, y me fue imposible de mi mente arrancarte, era tan hermoso, perfecto, buen amante, que no dude un minuto con el enredarme.

Era obsesionante ver su cuerpo sobre el mío, respirando el mismo aire que no llenaba este vacío sin final.

Te quise olvidar, tus besos borrar, que estuve con otro y me quedo la soledad, y él me hizo suyo, en él te veía que absurdo y que tonto pensar, que con otro cuerpo te iba a olvidar".

Te quise olvidar - MDO

 

Había despertado como de costumbre todas las mañanas desnudo en los brazos de mi padre, y aquella canción resonaba en mi mente, canción del grupo MDO que yo para mi había adaptado, aquellos meses hacíamos todas las noches el amor, tratando de olvidarme de aquel chico que había conocido, aquel chico al cual me había entregado, aquel chico que me había enamorado.

Antes del nacimiento de mis hijos y del de mi hermano, había conocido a Franshesko, él era hijo de un amigo de un amigo de mi padre.

No suelo ser enamoradizo, pero el había llenado en mi ese vacío que sentía.

Recuerdo la primera vez que lo vi, como si hubiese sido ayer.

12 de Junio de 2010

TOC, TOC, TOC, tocaban fuertemente la puerta, escuchaba yo mientras me levantaba de mala gana, mi padre no estaba a mi lado, no sé dónde se había metido pero no le tome importancia, me puse un bóxer y me levanta a abrir.

Tan solo abrir la puerta todo el sueño pareció haberse ido, pues lo vi, guapo, lindo, tierno, seguido de su padre, quienes estrechándome la mano entraron.

Ahorita llamo a mi padre dije, acto seguido entre a la habitación y mi padre allí estaba, les pregunte quienes eran, me contesto Javier y su hijo Franshesko y sin preguntarle más, me tire a dormir.

No sé cuánto tiempo habría dormido, pero me levante tarde, me vestí con mi ropa tirada de anoche, volvimos a tener sexo, teníamos que aprovechar mientras Diana su novia, estaba pasando su gestación en casa de sus padres, y la madre de mis hijos en la suya.

Salí a la sala y allí estaban almorzando, salude, me senté a la mesa y en silencio comí, no hablamos mucho, era algo tímido la verdad; el día paso así y a las 11 de la noche se fueron.

No podía dormir pensando en él, mi padre quien estaba a mi lado se dio me pregunto que me pasaba, nada le dije y desconforme nos acurrucamos y dormimos.

Regresaron al día siguiente y ya se había hecho costumbre, habíamos tomado confianza y Franshesko y yo, ya nos tratábamos como dos grandes amigos, nos hacíamos bromas y ahí supe todo de él, me conto que era de Lima, y lo habían traído a la fuerza a mi ciudad, tenía 18 años y cumplía 19 en noviembre, yo ya los había cumplido en mayo.

Salíamos con ellos, parábamos siempre juntos, y yo de Franshesko ya me había enamorado, no había momento en que yo dejara de pensar en el, se había convertido en mi obsesión, solo quería estar con él.

Mi padre ajeno a mis sentimientos seguía invitándolos a casa, y a mí me encantaba estar cerca de él.

Los días iban y venían y no había duda que yo de él me había enamorado, me sentía muy bien a su lado, aunque yo no se lo decía Franshesko al parecer ya lo intuía.

Llego el día de su cumpleaños y él me había comentado que quería salir solamente conmigo a algún lado, me sentí honrado y sin más nos perdimos en la noche de la ciudad.

Cenamos, paseamos, nos divertimos, y llegadas las 10 de la noche, fuimos a acampar a las orillas del mar.

Armamos una carpa con suma rapidez y allí nos metimos, conversamos de todo un poco, hasta que me dijo.

Frashesko: Jonatan eres mi mejor amigo y te quiero un montón, de verdad te estimo demasiado.

Yo: Gracias, yo también le dije.

Pero lo que en realidad quería decirle es que estaba perdidamente enamorado de él, y no sabía cómo, de pronto, su mano siento sobre la mía nos buscamos con la mirada, mi corazón a mil por hora latía.

Sin decir nada se acerca a mí y me roba un beso, yo me quede inmóvil, nunca pensé que él hubiera podido hacer eso.

Franshesko: No tienes porque ocultarlo más, he notado como me tratas, como me miras, ¿crees que soy tonto? Dime ¿estás enamorado de mí?

Yo con la mi rada gacha le conteste que sí.

Frashesko: Eso era todo lo que quería escuchar.

Me siguió besando, y mientras más me besaba, sentía que más lo amaba, mi boca, mi cuello, te amo le decía, esperaba que el también dijera algo, pero no decía nada, solo seguía, pero no importaba porque podía sentir que el también me quería, o al menos eso pensaba.

Déjame hacerte el amor me dijo, y como si se tratase de una orden me quite de inmediato la ropa, estaba muy nervioso, si bien ya había tenido aunque solo con mi padre, esta vez sería distinto, porque estaba enamorado.

El también se había desnudado pude ver su hermoso cuerpo, bien desarrollado, más que el mío incluso, se abalanzó encima mío y me besaba, con locura, con pasión, como si fuera ultima vez que nos fuéramos a ver.

Yo no paraba de decirle que lo amaba, yo también por fin me decía pero no sonaba convencido, aun así seguíamos.

Besaba todo mi cuerpo, él era quien me controlaba, yo solo me dejaba, no quería que ese momento se acabara, me sentía muy enamorado.

Me pregunto si ya estaba listo, si le conteste, se incorporó, se puso enfrente de mí, alzo mis piernas poniéndolas en sus hombros, ya sabía que venía, y con todo el amor del mundo yo solo me dejé.

Me penetraba lentamente para no hacerme daño, me sentí mas enamorado cuando mientras me embestía me besaba.

Franshesko, te amo siempre le repetía, y secamente con un yo también por fin me respondía, el seguía embistiéndome, mientras las olas del mar rompían en la orilla.

Seguía y seguía, hasta que se acercó el orgasmo, terminando así con el momento de pasión que estábamos protagonizando.

A mí no me importaba si yo terminaba o no, el solo hecho de haber hecho el amor con él, me bastaba.

Quedamos en esa posición un momento, y los te amo de mi parte sonaban cada vez más.

Nos separamos y yo me acosté en su brazo, me atrajo hacia él, y estuvimos en silencio un rato.

En qué piensas le dije.

Franshesko: Nada Jonatan, solo que...

Yo: ¿Qué cosa?

Franshesko: Lo siento, siento tanto todo esto.

Yo me acerque a él, intente besarlo pero se apartó. 

Que pasa le dije.

Franshesko: Te mentí, no te amo, no me gustan los hombres, es decir, en el sentido para enamorarse y andar de novios, solamente como algo sexual.

Sentí como mi corazón se rompió en mil pedazos, se me había formado un nudo en la garganta, sentía que me ahogaba, lagrimas querían salir pero yo me aguantaba.

Yo: Entonces solamente me usaste, y las palabras que me dijiste que me querías por ser tu mejor amigo, tampoco son verdad.

Franshesko: Te equivocas, eres mi amigo y siempre lo serás, pero te veías tan enamorado y yo tenía tantas ganas que aproveche y de verdad lo siento, me arrepiento.

Quería golpearlo y llorar, pero mi orgullo no me permitía hacerlo, así que me vestí y salí, el trato de detenerme pero lo empuje y salí.

Déjame que te lleve a casa escuchaba; mientras ya me alejaba, caminando por la playa, salí hacia la carretera, ya no aguantaba más, y lágrimas salieron.

Me había utilizado y yo estaba muy enamorado, camine durante una hora hasta llegar a mi casa, al entrar fui directo hacia mi papá, y rompí en llanto, mi padre solo me abrazaba y preguntaba

Héctor: ¿Que tienes bebe? ¿Qué te paso? 

Yo: Me rompieron el corazón papá, estoy muy enamorado de alguien que solo me utilizo.

Y seguía llorando.

Héctor: Lo siento mi amor, sé que se siente sufrir por amor, no sabes cómo me duele verte así.

Yo solo seguía llorando, llore, y llore, y mi padre estuvo ahí todo el tiempo, abrazándome, consolándome, nos acostamos en la cama así como estábamos, hasta que de tanto llorar me quede dormido.

Al día siguiente, desperté estaba solo, mi padre entra a la habitación y me informo que Franshesko se había ido, de un momento a otro había regresado a su casa en Lima.

Tenía que olvidarlo de alguna manera, es por ello que mi padre me hacia una y otra vez el amor, durante meses, pero aun así no podía, sentía que era Franshesko quien me lo hacía, si bien es cierto no tienen ni gota de parecido, pero en el acto siempre pensaba en él, los confundía.

Más de un chico se me ofrecía, pero no, yo no me acostaba con cualquiera, solo había tenido dos hombres hasta ese momento, y uno había destrozado mis sentimientos.

Para quitarme las ganas, conocí a Carla la madre de mis gemelos en una de mis salidas, era una chica muy guapa, hermosa, era una diosa con el corazón mas frio que un tempano de hielo.

Por otro lado mi padre ya sabía que era lo que me pasaba, pero lejos de alejarse me ayudaba, y yo se lo agradecía, sabía que él era el único, que siempre me iba a dar su amor incondicional, que él no se aprovecharía, que él nunca me rompería el corazón.

*******

Queridos lectores si bien dije que no iba a escribir hasta el domingo, afortunadamente se suspendieron las clases en la universidad así que aquí les traigo otra entrega de pasiones prohibidas.

Gracias por leerme, espero que les guste esta entrega, que si bien no tiene escenas tan explicitas de sexo, pues lo hice con el más profundo sentimiento porque recordé ese amor que no pudo ser.

Cualquier cosas escribir a [email protected].

MUCHAS GRACIAS

(9,30)