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Sexualmente estable

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Las semanas pasaron para Ken donde la confianza en el sexo iba volviendo poco a poco aunque todavia le quedaban secuelas recientes de su altercado con Takeru Yamato y Taichi, cada vez que los veía empezaba a temblar y debía marcharse del lugar donde estaban ya que la atmosfera que se creaba para él era insufrible

Tambien con Daisuke de vez en cuando tenía problemas cada vez que estaban solos y le tocaba en zonas especificas, algo que él no deseaba, amaba tener sexo con Daisuke y eso le daba felicidad y libertad para expresarse sexualmente, de modo que un dia decidió hablarlo claro con Daisuke, debia volver a tener la actividad sexual que tenía antes, no tener miedo, tocar sin que el cuerpo le temblase, Daisuke estuvo de acuerdo, el tambien deseaba lo mismo así que un día Daisuke estaba sentado en una silla con un antifaz puesto, completamente ciego de la vista y en el suelo un cubo con grandes cubitos de hielo.

—¿Que se siente al estar ciego?

—Incertidumbre

—Con los demás sentidos activos, así es como me sentía yo, añadido el panico, el miedo, la locura de saber que tu cuerpo va a ser usado, que no tendrá nadie compasión por ti

—¿Estás bien? -. Le preguntó, la voz se le notaba casi ronca, noto que tragaba saliva

—Lo estoy superando, esto es como una terapia, verte así, relajado, me relaja a mi tambien, quiero no ver el sexo como un trauma, de ahí depende que mi alma necesite alimentarse con la tuya y ahora me siento en sintonía con el sexo

—Si te sirve de consuelo te noto con la misma dominación que antes, siento tus ganas de mi, eso es muy bueno

—Es gracias a tí, por ayudarme con mi problema, una violación no se supera facilemente. -. Acarició su hermoso rostro y siguió adelante con el experimento

Empezó a dar vueltas alrededor de Daisuke, impacientando a este porque de tenerlo tan cerca ya no lo sentía, se quedó de vez en cuando en frente de él, para observarle, estaba tranquilo, y Daisuke tambien

—¿Donde estás? -. Preguntó

—Una bestia jamás revela su posición, solo siente donde yo me muevo

Permameció en silencio mas rato, hasta que se movió, estaba detrás de Daisuke, acercandose más a su cuerpo, hasta que sin titubear lamió la oreja de su chico abrazandole con sus manos, estrechamente, Daisuke al no esperarlo se sobresaltó un poco

—Soy yo, quiero reconciliarme con tu tacto, con tu piel, te he echado de menos

—Tambien yo, amor -. La temperatura la situación y el ambiente era muy cálido, agradable y muy cómodo, la energía era de completa paz, casi zen.

Ken cerró los ojos y sintió el calor que les envolvía, que bonito era ese momento

—Es como estar de nuevo en el útero materno, esta sensación de comfort, mi cuerpo está relajado... Daisuke..necesitaba esto..

—Lo sé, soy consciente

—El sexo me alejó de tí pero estoy de vuelta

—Tus abrazos son el mejor de los abrigos

—Los dos necesitabamos esto

—Mucho mas tu

—Me perteneces tanto...nos pertenecemos

A continuación sus manos incontroladas por tocar piel desabrocharon lentamente la camisa de Daisuke y los pantalones, mostrando este su pene en posición media, estaba un poco excitado debido a las caricias y al toque sensual típico en Ken

Este acariciando los brazos del amado y besandole la clavicula decia con voz muy sensual y cada vez más apretado contra él.

—Nunca debemos olvidar que fui yo quien tocó por primera vez este cuerpo, yo fuí el primero en tener sexo contigo, perdimos la virginidad juntos, esa primera vez, esa inexperiencia, ahora somos tan expertos, nuestros cuerpos han saboreado, palpado y experimentado toso tipo de sensaciones, aunque siempre habrá algo que nos mantendrá siempre en primera instancia, un poco con la sensación de duda

Se mantuvo apretado junto a él con sus manos justo en el corazón de Daisuke y Ken aprovechó que su boca estaba pegando al cuello de su chico para besarle muy tiernamente aunque sin dejar de mirar abajo

—¿Estás mojado? -. Susurró tocandole la punta del glande

—A ratos...

—Necediro que te excites más, es el pacto que tenemos, no hacer nada a medias, hacerlo todo al 100%

—No te sobreesfuerces, por favor, recuerda que te estás curando

—Estoy recuperando mi seguridad, la energia llena de calma que me estás traspasando es lo que me hace que ahora yo desea ir más allá de tus sentidos

Dejó de posar sus manos en el cuerpo de Daisuke y cogió del cubo un gran cubito de hielo congelado,

Debía darle uso rapido ya que Ken estaba muy caliente y aquel cubito se derretía en su mano

Lo pasó por la clavicula de Daisuke haciendo un camino recto horizontal, con ese toque Daisuke se encogió de hombros un poco peeo ahí Ken le agarró de la barbilla y le hizo poner la cabeza hacia arriba

—Mmm... Mmm… Ah....

—¿ Como se siente? -.al frio del hielo se mezclaba la lengua caliente de Ken pasando por el frio

—Bastante bien

—Gracias, eso es muy bueno para mi autoestima

El cubito de hielo tocó los omóplatos donde Daisuke arqueaba gimiendo bajito la espalda, tabmbien aquella sensación fría tocaba los pectorales atléticos del chico, y cuanto mas pasaba el momento, más se excitaba, ya que Ken le besaba en las zonas frias o le daba masajes con las manos de lo mas sensual posible,

Su autoestima y la autoconfianza en si mismo subían al igual que la erección de Daisuke que ya estaba en la más alta posición

—Gracias por darme una preciosa subida de excitación, gracias por estar tan receptivo, significa mucho para mi

—Gracias...a ti... Ese cubito de hielo me está haciendo perder la razón... Ah... Ah... -. Notó en la punta de todo el glande las gotas del cubito de hielo cubriendo toda la extesión, embadurnandola de agua congelada

—¿Te gusta? -. Le dijo mordiendo su oreja cariñosamemte y tocando con ambas manos el prepucio mojado llevandolo hacia abajo totalmente, la piel del pene estaba expuesta totalmente

—Me vuelve loco esto -. Su estómago se contrajo, habia mucho placer sobrecargando en su cuerpo

—Sigamos entonces, estoy muy feliz Daisuke y yo quiero recompensartelo

Debido a su desagradable experiencia con Takeru donde las dos violaciones las vivió como una experiencia traumática, eso le produjo un poco de fobia con los penes, en los peimeros dias de recuperación junto con Daisuke, cada vez que veía su pene intentanto entrar dentro de su ano le producía ansiedad, incluso del suyo propio pero ahora, viendo que controlaba la situación aquel miedo estaba desapareciendo totalmente y se veía en los resultado

El cubito de hielo tocó el glande de arriba abajo muchísimas veces, esa sensacion de congelamiento con el calor que irradiaba aquel cuerpo era una mezcla muy morbosa y placentera, tambien fue añadido las expertas manos de Ken masajeando la extensión del pene dejando la piel del prepucio tocando los testiculos, ahora Ken hacía el trabajo con las manos mas deprisa, mientras más deprisa iba, los gemidos de Daisuke sonaban con más temblores, y cuantos más temblores más se estimulaba Ken, el cubito de hielo se derretía en la uretra, estaba muy mojada, fría y caliente, las gotas bajaban por el pene, mojando los testiculos y el pantalon pero aquello no importaba. El juego y la atención estaban en el cubito que terminó derretido en la uretra de Daisuke quien teeminó por soltar a peimera vista rastros de semen, aquel pene ya estaba listo para eyacular, y lo hizo, o parecía que lo hizo porque al tocar Ken y oler Ken auella sustancia un olor familiar le vino, aquello no era semen

—¿Te estás haciendo pis?

—Los nervios del momento me estan provocando que vaya al cuarto de baño

—Ahora no puedes ir, terminarias destrozando el momento ¿Quieres que te ayude a expulsarlo?

—Me encantaria

Realmente necesita orinar y Ken para esto era muy bueno así que dejó que él hiciera todo lo posible para ayudarle

Daisuke se sorprendió cuando notó algo húmedo en su nuca, la lengua de Ken, era esa su lengua? Sí era su lengua, aunque de todas formas se estremeció un poco, Ken ahora le acarició la nuca donde hace un segundo había puesto la lengua y le dijo susurrandole con mucho afecto

—Te voy a ayudar, en un minuto estarás preparado -. Esas palabras eran tan poderosas que aún estando sentado Daisuke sentía que iba a perder el conociniento

Ken... -. Él no sabía qué hacer o decir. Una parte de esto era encenderlo, un poco, el resto de él lo estaba volviendo loco. Se movía incontroladamente, luego cambió de nuevo. Ken se movió con él.

-Por favor, hazlo rapido

—Estoy haciendo mi mayor esfuerzo, siento tus ganas mezclandose con las mías, las palabras le cepillaron en susurros a través de la parte posterior de su cuello.

—No quiero dejar de mirar, tocar, quiero ayudar, vamos -. Volvió a decir, acarició las últimas palabras, la boca trabajando suavemente contra el lado del cuello de Daisuke, oyó un suave suspiro proveniente de él

Unos dedos cálidos se burlaron en la abertura de sus pantalones, le acariciaron a través de algodón suave, luego se adentró más, sólo estaba preparando el terreno, jugar al despiste, jugar, ser travieso, pero volvió de nuevo al trabajo.

Cuando Ken tocó su pene, oyó el bajo gemido que venia de Daisuke, lo sintió hasta en su garganta mientras vibraba, la cálida piel de Daisuke estaba en shock, Los dedos de Ken eran cálidos y seguros.

Daisuke cerró los ojos, le gustaba la sensación de la mano de Ken en su polla

—Yo... Tú... Um -. Tragó saliva y trató de respirar, ni siquiera estaba seguro de que tenia que decir, si es que tenía algo que decir, le gustaba esa presión, suficiente presión, Ken le dio un golpe en la extensión del pene, no lo suficiente, sólo una burla, luego apretó.

—haz pis -. Una aguda y dulce picadura de manos salvajes lo agarró, y él gimió y puso sus manos en los brazos de Ken que se movian salvajemente, se preparó. Ojos cerrados herméticamente, porque de ninguna maner podía abrirlos ahora. Esto no era real, no era la realidad, no estaba seguro de qué demonios era, solo sabía que el ambiente era muy caliente que cualquier cosa que había considerado remotamente, solo estaban él y Ken en el mundo.

Daisuke tomó un esfuerzo concentrado, y realmente, él nunca tuvo que trabajar tan duro en su vida para orinar. La presión era feroz ahora, y cuando Ken tomó una mano y presionó fuerte justo donde estaba su vejiga, Daisuke siseó en una respiración rápida y se estremeció. Le ayudó, sin embargo, se relajó, sintió que el calor se extendía a través de él, y luego estaba orinando, la mano de Ken cálida y segura en su polla, el aliento de Ken caliente y húmedo en su cuello.

—Sabía que esto te haria estar totalmente excitado -.  La voz de Ken estaba ronca en su oído, los labios rozando contra él. Daisuke gimió, tembló brevemente en sus brazos.

La presión en su polla aumentó, Ken apretó más fuerte, más fuerte, y Daisuke gimió suavemente, sintiósu corazón latir dentro de esas manos expertas. Estaba más duro ahora, la polla se hinchaba más tiempo, Ken mantuvo el movimiento. Se habia meado ya, pero Ken no había terminado con él , se dio cuenta y ese pensamiento le hizo temblar de nuevo.

—Ken, Dios , por favor -. Se balanceó hacia adelante, deseando deslizar la carne caliente y dura a través del estrecho y ligeramente húmedo túnel de la mano de Ken.

—Totalmente excitado-. Ken mordió la espalda de Daisuke y este se echó hacia atrás, acunándose contra él mientras Ken le acariciaba un poco más rápido, más fuerte, su mano apretando y presionando.

El calor ardió dentro de Daisuke y se extendió hacia fuera, brillando rojo y naranja, pulsando con cada golpe contra su polla.

—Mmm si... -. Daisuke gimió cuando Ken frotó contra él, pene duro, su respiración se atrapó en su pecho con el repentino aumento de calor, y él jadeó, se inclinó hacia adelante, hacia atrás, atrapado entre las dos sensaciones.

—Por favor—-. Suplicaba con aquella ceguera que le estaba volviendo loco

—Pronto -. Susurró sensualmente Ken contra su cuello, sacudiéndolo más rápido, moliendolo más deprisa, Daisuke gruñó y agarró los brazos de Ken más apretados, más duros, con sudor que se agolpaban en la nuca. Ken lo lamió, mordió la tierna piel allí. Daisuke se movió, moviéndose hacia atrás con dificultad, encontrándose con el cuerpo de Ken, llegando al éxtasis

—Estamos cerca, muy cerca -. De nuevo dijo Ken lleno de confianza completa

—Mm, sí, dios... -. Quiso inclinarse y pedirle a Ken que hiciera algo. Follarle o en caso contrario lamersela, mordersela, lo que fuera para aumentar la sensación. Algo que le arrancase del precipicio que estaba sintiendo, y que le hacía precipitar hacia el abismo. Quería sentir el fuego arder en una tormenta de fuego, y ver el baile rojo y negro en sus sus ojos cerrados.

Ken le mordió de nuevo, con los dedos apretando fuerte, y cada pulso de su corazón resonó en su polla, y llegó al fin, se corrió a través de sus manos expulsandolo, sonó como un tambor en sus oídos, Daisuke gimió y empujó hacia adelante, sintió que se desgarraba por dentro,chorros calientes adornaban el suelo y sobre los dedos de Ken, Daisuke sintió una llamarada de calor húmedo contra él cuando se balanceó hacia atrás otra vez. Escuchó el bajo grito de Ken en su oreja y se mezcló con el pulso palpitante que se habia creado

—Oh... Dios Ken... -. Jadeó suavemente, su cuerpo todavía temblaba, las caderas todavía afilando adelante y atrás como pequeñas réplicas,

—Umm. Sí -. Dedos cálidos y pegajosos lo soltaron lentamente, y Daisuke sintió la pérdida agudamente.

—Más... Más -. Pidió suplicando

La ocasión lo pedía, asi que ahora Ken dejó de estar detrás y se puso delante de él y de nuevo otra masturbación, meneó fuerte, abriendo la piel del prepucio y metiendo un cubito de hielo totalmente congelado dentro de la piel, Daisuke de nuevo gimió, agarrandose a la camisa de Ken, soportando el frio el calor y como el cubito se derretía con las manos pegajosas y al mismo tiempo perfectamente lubricadas de Ken, todo ese pene era agua y con el perfecto masaje que Ken no dejar de darle, Daisuke volvió a soltar seme, tanto en la mano de Ken como en el suelo

La confianza en Ken en el sexo estaba a estas alturas completamente restaurada.

Excitado completamente Daisuke con agresividad empujó a Ken hacia atrás y aún ciego supo encontrarle y tirarse a sus brazos con mucha angustia

—Rapido, hazmelo en la cama, hazmelo en la cama, por favor por favor

Esa adredalina tan salvaje la sentía Ken por todas las zonas de su piel y fué lo que ocurrió, en brazos lo llevó a la cama y lo tiró violentamente seguido de varias embestidas fuertes adentro su pene dentro del ano de Daisuke, levantó sus piernas poniendolas en su hombro y a cada violenta sacudida Daisuke gemia y se llevaba las manos a la boca mordiendose a si mismo mientras era fuertemente penetrado, su cuerpo sufría de convulsiones, de temblores, su boca se abría para profundizar un orgasmo aún con la boca tapada pero para él eso no era dolor, Ken habia vuelto a ser él

Aquello no dolía para ninguno de los dos, aquel bloqueo por el miedo al sexo por parte de Ken habia desaparecido satisfactoriamente

Así lo demostró cuando terminó y vió a Daisuke entre las sabanas con olor a sudor, tacto a sudor, la venda medio quitada llena de semen, ojos cerrados e irritados de haber llorado de felicidad y con el agujero del ano saliendole semen manchando las sábanas

Ken con el olor y tacto agradable a semen y fluidos en sus manos se sintió bendecido de tener al mejor novio y amigo su lado ayudandole a superar aquel estancamiento con el sexo, a partir de ahora, ya todo volvería a ser como antes.

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