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Mis memorias - Octavo capítulo

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Esta historia sucedió ya para el año 90 época de mundial de futbol en Italia y nuestra selección estaba jugando ese día un encuentro que se quedo gravado en la memoria de muchos colombianos. Alemania era nuestro rival y fue un día de gloria y algarabía. El partido tenía al país paralizado, la gente se aglomeraba en sitios públicos en donde se habían instalado pantallas gigantes para ver el encuentro, taberna, cafeterías, restaurantes o hasta almacenes de electrodomésticos servían para verlo. Y mi esposo que bien fanático es para ese día invito a sus amigos a verlo en la casa.

Fueron llegando hasta estar todos reunidos el último en llegar Hugo, un compañero de la oficina de David a quien yo le abrí.

– Hugo mi amor ¿como estas?

Le di la mano y me acerco a él abrazándome dándonos un beso en la mejilla. La verdad me dejo sorprendida.

– Lucia esta preciosa, tenía tantas ganas de verte,.. Tu belleza me tiene hipnotizado, eres mi sueño preciosa - Hay que cosas dices Hugo. – La verdad preciosa la purita verdad.

Me tenía abrazada, sin soltarlo y con la cara separada a centímetros de la suya le dije.

- Sigue a la sala que ya están todos.

Y abrazándome me llevo, yo también lo abrace para caminar con mi brazo derecho por la espalda y la izquierda en su estomago, al llegar a la sala nos soltamos el saludo a todos y se sentó. Empezamos a ofrecer cerveza o trago la mayoría pidió cerveza. Hugo y Javier fueron los únicos que pidieron Ron. Me fui para la cocina y Hugo me acompaño.

- En que te puedo colaborar. - Hay gracias Huguito.

Tocándole la cara con mi mano le di un beso en la mejilla.

– Mira en la nevera esta la cerveza me la alcanzas.

Mientras yo sacaba los vasos desechables del gabinete. Y destapaba dos paquetes de pasabocas. Le alcance la bandeja y salimos para la sala Y repartimos. El partido trascurría, y los alemanes se fueron adelante en el marcador, todos nos achicopalamos pero el equipo seguía dando pelea. Termino el primer tiempo serví mas cerveza y Hugo volvió a ayudarme, Ana María bajo por unos momentos pero había mucho humo de cigarrillo y le dije que se subiera. En el horno tenía unas costillitas ahumadas que ya estaban para sacar, espere a que se enfriar un poco la refractaria y así poderla llevar a la sala al salir el Hugo estaba en el comedor solo, se me quedo mirando mi caminar lo voltee a mira, le sonreí y le saque la lengua, deje la refractaría en la mesita de centro y todos al verla querían probar mis costillas. Pero se me habían olvidado las servilletas por lo que le pedí el favor a Hugo.

– Hugo mi amor me haces el favor en la cocina deje las servilletas me las traes.

Él enseguida se levanto y fue por ellas. Se sirvió dos en una servilleta y volvió al comedor a comérselas. Yo lo mire y también agarre dos y me fui a sentar con él.

- ¿Y tú que porque no estás pendiente del partido? – No me gusta el futbol nunca lo he practicado. – ¿Ha y eso? - no practico otros deporte como la natación el patinaje y el ciclismo. ¿Y a ti preciosa te gusta el futbol? - Pues gustarme, gustarme no, pero me emociono como todo el mundo. – Pero no te veo pendiente del partido. – La verdad estoy ahora es más pendiente de ti. – Ha ve y eso - No te veo muy solito y con ganas de que te haga compañía, además creo que tu viniste fue a verme a mí o me equivoco. - Para nada dianita, estas en lo cierto. – Ha eso me alegra papacito rico. El partido iniciaba y los demás ya comenzaban a emocionarse. Y como yo estaba de espaldas a la sala en una de las volteadas que pegue para ver algo del partido le toque la pierna derecha dejándola por un buen rato mientras miraba y acariciándosela en señal de emocionarme por el partido.

Sentados en el comedor hablamos ya muy juntos sus manos acariciaban mis piernas nos reíamos cual traviesos destinados a disfrutar los placeres de la cama, le miraba su pantalón y le podía ver su verga que la tenía en erección.

¿Quieres tomar algo? – Si tengo sed. - Ven vamos para a cocina.

Me lo lleve de la mano, entramos y el al voltear a mirarme me le acerque y agarrándole la cintura bajando mis manos por su pantalón y tocarle el bulto de la verga, lo bese por unos segundos

- Guauu niño se te nota algo bien caliente.

Me quede esperando su reacción y ahora el me besaba, mis manos le agarraron su trasero acercándolo más a mí.

-Deberíamos de… no se aprovechar que mi esposo y sus amigos están viendo el partido y subimos a mi cuarto ¿o se te ocurre otra cosa? Me acerco a él, sus manos acariciaban mi trasero, su boca besaba mi cuello.

– Te puedo apostar que ni cuenta se darán si lo hacemos acá en la cocina. – No lo pongo en duda.

Y soltándole el cinturón bajando su bragueta le saque su verga, se dejo escurrir los pantalones, se sentó en uno de los butacos se la mame por 5 minutos. Me subió la franela dejándole mis tetas al aire para que sus manos las acariciara. Me subí la falda, me quite los calzones Y parándome en los tubos del butaco me le monte encima y clavándome su verga en mi cuquita follamos como 15 minutos sin ser molestados, habían 8 hombres y tres mujeres en la sala y ninguno supo lo que sucedía en la cocina. Luego me pare contra la puerta, mire por la ventanita volví a mirarlo y levantando mi trasero se me acerco, penetrándome nuevamente mi cuquita. Yo miraba a la sala mientras Hugo me follaba La algarabía en la sala era tremenda la gente cada vez se emocionaban mas pero no era para menos le estábamos dando pelea a uno grande y yo me divertía a lo grande sintiendo sensaciones inexplicables, exquisitas. Me vine rápidamente el saber que mi esposo estaba en la sala con sus amigos y yo ahí follando con Hugo me arrecho demasiado. Paramos a tiempo ya que cuando salíamos de la cocina el equipo empato el partido. La gritería no se hiso esperar todos nos abrazamos de la alegría, el negrito marco un golazo yo lo vi correr por toda la cancha y supe que iba a ser gol. A pesar que solo se logro un empate fue como un triunfo para nosotros. Y al terminar el partido les dio por salir a celebrar por las calles, mi hija había bajado yo la tenía en mis brazos. Me le acerque a Hugo y disimuladamente le dije:

– Tu quédate que la podemos pasar mejor los dos acá. - Que me dirías que esa era mi idea.

– Que estamos conectados.

Nos reímos como niños traviesos con ganas de sexo.

- ¿Y tú no vas a ir? Pregunta mi esposo. – No, no vallan ustedes yo me quedo a cuidar la niña. – Vamos mami camina anímate alista la niña y nos vamos. – No papi como se te ocurre ustedes están tomados y además no caben más gente en los carros y yo no voy a sacar el mío, van y me lo dañan.

Y mentalmente pensaba “además yo ya tengo algo más placentero que hacer” Y en verdad salir a estos eventos podría llegar con su carro maltratado. Una de las chicas tampoco iba a ir que se iba para su casa, entonces cogí el teléfono y llame un servicio de taxis y en menos de 10 minutos llego cuando los dos carros también acababan de irse despachándola rapidito no va y sea que se me quede un rato y la verdad ya tenía ganas de estar con Hugo. Entramos y al cerrar la puerta nos besamos apasionadamente. . – Ven mi amor subamos al cuarto que te quiero hacer realidad tu sueño.

Me lo lleve enseguida para el cuarto

Entramos y cerrando la puerta nos abrazamos besándonos apasionadamente, nuestras manos desnudaban nuestros cuerpos llenos de pasión y deseo. Me arrodille para mamarle la verga acariciándole las guevas empecé a lamérsela, mi lengua recorría su tronco de arriba a abajo saboreándola para luego metérmela a la boca succionando su tronco. Sintiendo su carnosidad venosa, rígida, su suave textura, rozándola contra mis cachetes. Me levanto y nos encaminamos a la cama acostándose boca arriba.

– Ven mamacita, ven mámame la verga quiero Sentir tu boca haciéndome rico.

Me monte acercándomele como perra en celo acariciando sus piernas subiendo lentamente pegándole mordiscos a sus piernas hasta llegar a su verga, abriendo mi boca y mostrándole como si se la fuera a morder coloque mis dientes sobre su tronco moviéndolos muy suavemente. - Humm me la quiero comer. – Cuidado mujer solo chúpamela bien rico preciosa.

Seguí metiéndomela para luego sacarla lambiéndola, mi boca producía saliva la que iba a utilizar en ella. Dejándola húmeda, se la mame por un buen rato no había afán como en la cocina ya teníamos tiempo suficiente para disfrutar de Hugo a mis anchas antes de que mi esposo llegue ya sabía yo que se iban a demorar un buen rato y había que aprovechar ese tiempo con Hugo. Le levante las piernas para lamerle el culo y chupar sus huevas, luego me le monte encima dejándole mi cuquita en su cara y seguir manándosela un delicioso 69 combinado con un 73. Luego me cambie de pose montándomele sobre su verga mi labios vaginales se abrían en medida que su verga entraba en mi cuerpo hasta llegar al fondo

–Hooo… mamacita yo deseaba hacer esto contigo desde hace rato me tenias encaprichado, se corrió el chisme de los mexicanos y lo rico que la pasaron ellos que no he hecho sino en pensar en tenerte en mi cama.

Bueno eso me molesto un poquito y quede pensativa, ¡ha! pero me valió mierda. Que puedan pensar ellos no me dan de comer y a mi esposo tampoco. Solo hablaran de que soy una puta y no me importaba. ¡Era la verdad y que!

Seguí follándo, gozando de mi nuevo amante, brincando sobre el viniéndome en dos ocasiones. Luego cambiamos de pose me acosté boca arriba y levantando mis piernas me penetro nuevamente, momentos de placer recorrían mi cuerpo entero su verga me tenia sintiendo exquisitas, placenteras sensaciones. Hasta que comencé a sentir sus espasmos sus gemidos eran más fuertes y emitiendo gritos se vino dentro de mí inundándome con su semen caliente. Nos quedamos quietos, el dentro de mi me abrazaba, nos besábamos, con papel higiénico nos limpiamos botándolo en el cesto que traje del baño.

– Hof estuvo fantástico mamita, que rica eres mi amor como me gustas. - Y tu a mi muñeco también me encanto.

Volvimos a besarnos apasionadamente. Nos quedamos acostados por un buen rato escuche a mi hija golpear a la puerta y le abrí subiéndola a la cama me puse a jugar. Baje con ella a la cocina a prepararle su avena y regresarla a su cuarto, volvía con Hugo quien estaba acostado viendo en la televisión la algarabía que había por la ciudad por el empate de la selección.

Me dio frio y nos metimos entre las cobijas, arrunchados viendo como se enloquecía la gente en las calles no ya me imaginaba a mi esposo y sus amigos tirando harina.

– Estuvimos de buenas que tú marido le diera por salir a celebrar. – Si señor… tuvimos mucha suerte que él se fuera. Y se lo agradeceremos por el momento inolvidable que acabamos de tener.

Me agarro de espaldas y me acariciaba mis tetas. Mi mano su verga, la que poco a poco volvió a ponerse erecta, al verla ya paradita me escurrí por dentro de las cobijas y me le acerque a su verga para mamársela nuevamente. Disfrutando de su tersura y su tronco rígido por varios minutos. Me le senté encima y clavándomela volvimos a darnos placer, gozar de nuestra intimidad cambiamos dos veces de pose, varios orgasmos inundaron mi cuerpo hasta cuando él se vino en mi estomago, me levante y busque su verga para mamársela y limpiarle su semen con mi lengua. Estuvimos encamados esperando a que mi esposo llegara nos vestimos. Hugo se puso medio nervioso me toco calmarlo y le dije.

– Papi actúa con naturalidad que acá no ha pasado nada que no sospeche nada, vamos relájate.

Dándole un beso.

- Gracias mi amor estuviste muy rico.

Bajamos a esperar a que entraran al abrirle la puerta me asome estaban todos blancos por la harina y los carros vueltos nada también. Hugo también salió a verlos llegar y nos alcanzaron a echar harina. Que les quedaba. Pero muy poca estaban tomados, y alborotados, entramos a la casa para no dar más desorden ni de qué hablar. Siguieron tomando por un buen rato hasta quedar borrachos se marcharon mi esposo estaba más ebrio que ni para que Los sobrios éramos Hugo y yo que también tomamos pero no tanto.

– ¿Hugo te quieres quedar esperemos a que se duerma y te quedas conmigo? - Y si se despierta. - No deja que se duerma y quedara profundo hasta mañana.

David se quedo dormido en el sofá. Le di de comer a la niña y la acosté en su cama. luego con Hugo subimos al cuarto a seguir en lo nuestro, Nos desvestimos y encamados hicimos el amor nos quedamos dormidos hasta el otro día. Me levante a calentar cafecito y ahí estaba mi esposo profundo en el sofá. Volvi al cuarto llevándole un café.

- Hola buenos días mi amor como amaneciste mi vida. – ¿Y David esta abajo? - Si sigue durmiendo como una piedra ese no se levanta de ahí hasta el medio día. Te traje café ya tiene dulce.

Se lo tomo, se levanto tapándose sus partes intimas estaba mirando que me ponía y lo abrace quitándole la toalla que llevaba.

- Si quieres te puedes bañar. – Si me alisto y me voy. No va y sea se despierte David y me encuentre en estas.

Nos metimo con él a la ducha mientras le enjabonaba todo su cuerpo. Salimos se vistió y bajamos a despedirlo paso por el corredor y mirando que David estaba durmiendo, siguió su camino. Nos despedimos acordando vernos el lunes en su departamento a donde le llegue muy temprano 4 de la tarde el me esperaba y lo hicimos hasta las 10, dos polvitos que me encantaron.

– Ha mi vida me encanta mujer que rica sos en verdad enloqueces a cualquiera. – tú también papi eres buen amante. - Sabes hay un compañero que también le gustas mucho si supiera lo nuestro se moriría de la envidia. – En verdad y es de tu oficina si esta la lado mío y cada vez que te ve dice que se le para todo desde el corazón hasta el pipi. – jajaja que locos son, me imagino lo que deben ustedes de hablar de mí. Sabes me gustaría conocerlo deberías de invitarlo y vamos y nos tomamos unos tragos hay un bar cerca a tu oficina que me gusta bastante.

Volvimos a vernos el viernes. Fuimos a un bar cerca de la oficina estaba con su compañero de la empresa con quien departimos un buen rato. Un moreno alto de 1.90 con un vestido negro de paño, su corbata bien alineada, una camisa blanca, impecable mejor dicho todo un gentleman. Su amigo al verme llegar no lo podía creer. Con Hugo nos besamos en la boca, Su amigo quedo sorprendido al vernos besar. Se encontraban en la barra del bar, me les coloque entre ellos parada entre las piernas de Hugo.

- Hola mi amor como estas. - Bien mi vida acá esperándote. Mira te presento a Daniel.

Le sonreí y acercándome le di un beso en la mejilla abrazándolo suavemente.

-Hola buenas como esta. – ¿Doña Diana mucho gusto como esta? - Muy bien guapo un poco cansada hoy trabaje bastante y me iba demorando la salida de la ofi por eso no alcance a ir a la casa a cambiarme.

Voltee a mirar a Hugo y agarrándole la quijada nos volvimos a besar.

– ¿Y tu mi amor como te fue? - huy hoy nos toco trabajar duro había que hacer un informe y lo terminamos a tiempo. . Mire que estaban tomando, cerveza y agarre la de Hugo y me tome un sorbo, mire al cantinero.

Charlamos por un buen rato. Daniel estaba encantado de tenerme ahí y no podía creer que entre Hugo y yo hubiera un romance a plena vista. Yo era la esposa de uno de los ingenieros de la empresa y su mujer ideal. Hugo fue al baño quedando los dos solos entrando en confianza seguimos hablando de cosas y mis manos acariciaban sus piernas lo que a él lo tenía nervioso su respiración se le acelero acompañado de una pertinaz sonrisa nerviosa

- Que te pasa Danielito te pongo nervioso - La verdad sí, todo me imaginaba menos estar así de cerca con usted. - ¿Y que tengo de especial como para ponerte así? - Doña diana su espectacular cuerpo usted es muy hermosa y su forma de ser, cada movimiento suyo es sensual, como si conociera a la perfección el arte de la seducción. – Guauu pero que cosas más dulces me dices. Ahora soy, yo la que se está derritiendo.

– ¿Por lo que veo tu me deseas no? ¿Te encantaría meterte conmigo en la cama? ¿Y hacer el amor por horas y horas? - Es mi sueño dianita, es mi sueño. – A mí también me encantaría… hacerte el amor.

Valla que se puso contento y bien nervioso. Me baje del butaco y acercándomele me le metí entre sus piernas mis brazos lo abrazaron, acercando mi boca a la suya nos besamos abrazándonos, en ese momento llego Hugo, nos seguimos besando y les dije.

– Bueno caballeros y a donde me piensan llevar porque ahora me gustaría algo más excitante y privado.

Estando entre los dos se quedaron mirándose.

- No se Dianita ¿podría ser a tu casa? - No pues tan chistoso él, haya esta mi marido. - ¿Puede ser a mi departamento? - Excelente idea Huguito vamos entonces.

Dándole un golpecito en la frente. Entre al baño a maquillarme un poco y me subí la falda a la cadera dejándola de minifalda, solté dos botones de la blusa y Salí. Estábamos en mi carro y le di las llaves a Hugo para que manejara, mientras con Daniel nos hicimos atrás El Hugo quedo esperando que yo me subiera a su lado. Al subirme me acomode junto a Daniel quien me coloco su brazo derecho por mi nuca acariciándole su pantalón le note su tremenda verga

- humm… Danielito… vamos a divertirnos en grande.

Nos besamos acariciándonos todo el resto del viaje calentando motores me metió su mano por mi falda y dediandome me estremecía mi cuerpo, soltó mi blusa dejando mis tetas al aire chupando mis pezones. Llegamos a su edificio nos toco subir las escaleras, no había ascensor. Entramos al apartamento, puse música, Hugo saco hielo de la nevera para el ron, nos quitamos la chaqueta Y nos sentamos en las sillas la falda me estaba molestando entonces me pare y me la quite quedando desnuda de la cintura para abajo porque ya Daniel me había quitado rompiendo mis calzones en el carro. Seguí con mi blusa, no tenia sostén entonces solo me quede con mis sandalias y en frente dos caballeros mirando mi cuerpo desnudo, extasiados con ganas de comerme toda.

– ¿Y que no piensan hacer nada? O me toca bailar un poco para animarlos. - En verdad bailarías para nosotros. - muñeca me matas si lo haces. – A bueno entonces no porque te quiero vivo y con buen ánimo. - Ya cállate pendejo y déjala que baile para nosotros. Cambie la música bailable por americana dando con un tema excelente para bailar, mi cuerpo empezó a moverse al compas de la música me les fui acercando a cada uno por momentos, luego me colocaba encima de sus piernas moviéndome rosándolos, volviendo a levantar mis tetas se movían de lado a lado y en momentos me les acercaba para que me las besaran y volverme a levantar. Hugo se iba a desapuntar el cinturón y le pegue con mi mano.

- Eso lo hago yo.

Soltándole a cada uno su cinturón y quitándoselos continúe con los botones del pantalón luego sus cremalleras y a cada uno fui quitándole sus pantalones levantándoles las piernas, Hugo y Daniel se miraban y reían como niños nerviosos. Acercándome me arrodille enfrente de Daniel y lambiendo el calzoncillo a por encima del bulto de su verga la que salió unos centímetros arriba. Mi lengua lo lambio por sus dos costados.

– Vaya que verga tan rica la que tienes papacito.

Volví a lamérsela, me moví para donde Hugo que esperaba el mismo tratamiento, luego me pare y desabotonándoles sus camisas se las quitaron quedando con sus franelas, las que fui recogiendo así arriba besándoles sus pechos a cada uno. Ya los tenía solo con sus pantaloncillos y sus vergas queriendo salir, a ser devoradas por mi boca, los pare contoneando mi cuerpo y bajándoles sus calzoncillos. Estando yo por la espalda de ellos me arrodille besándoles sus nalgas, me volví a parar, seguí bailando alrededor quedando de frente, les agarre sus vergas, acariciándoselas, masturbándolos. La verga de Daniel me tenia mirándosela y arrecha, estaba como a mi me encantan, gruesas y largas, se las mame a ambos por un buen rato. Ambos caballeros estaban excitados al máximo, sus instrumentos de placer podrían estallar en cualquier momento, pero eso era algo que no quería que sucediera por el momento. No sin antes de haber gozado teniéndolos dentro de mí, llevándome al placer máximo. Al primero que monte fue a Daniel.

- Haber Danielito siéntate en el sillón.

Me le monte encima que metiéndomela por mi cuquita me llevo rápidamente a sentir placer. Su tronco abría mis paredes vaginales las que iban dilatándose con tremenda verga, la que disfrute follando por casi 15 minutos Hugo parado a un costado dejaba que le mamara su verga. Cambiamos me pare colocándome de frente de Daniel quien estaba sentado, me incline dejando que Hugo me penetrara mi vagina y le mamaba la verga a Daniel, humedeciéndosela con mis babas, yo estaba súper excitada con Daniel su verga me tenia alborotada, enloquecida su tamaño me ponía a otro nivel de placer y entre Hugo follándome y Daniel dejándome mamársela mi razonamiento perdió todo control, Momentos que nunca desea que terminen y perduren en un interminable orgasmo de lujuria y desenfreno, erótico sexual y para culminar tan exquisito momento . Nos detuvimos y sacándome la verga de Hugo, me senté en las piernas de Daniel y clavándome su verga en mi cuquita, mire a Hugo.

- Mi amor métemela por el trasero. – tus deseos son ordenes preciosa.

Y montándose su pie sobre el sillón coloco su verga en mi trasero y hundiéndola me penetro poco a poco haciéndolo dilatar recibiéndolo por completo dentro de mi hay ambos comenzaron a follarme y yo a gozar ese instante maravilloso mis flujos bajaban por mis piernas humedeciendo todo. Fueron casi 20 minutos de placer espectacular donde alcance a tener un orgasmo, hasta que Hugo se me vino dejándome su semen en mi trasero. Se salió de mí jadeando y medio trastornado por su fuerte trabajo en mi trasero. Continúe con Daniel por 30 minutos más. Brincando encima de él, con él tuve dos orgasmos más. Cambiamos de pose, se me monto encima levantando mis piernas y acostados en la cama me penetro nueva mente. Sintiendo su verga taladrarme por otros 40 minutos. Tres orgasmos míos me tenían feliz, enloquecida.

- Guau mi amor.

Seguimos nos colocamos de costado de frente mío levante mi pierna y me coloco su verga frotándome la cuquita con ella, penetrándome de un solo empujón volvió a follarme por otros 20 minutos más. Luego nos volteamos yo boca arriba y cerrando mis piernas lo apretaba hasta que se vino a los diez minutos. Se arrodillo y escupiendo una cantidad barbará de semen. Me le arrime y deje caer varios chorros en mi boca.

– Hum delicioso papacito hermoso yo sabía que me ibas a matar del gusto.

Volví a chuparle la verga dejándosela limpia. Ya eran las 1 de mañana y había que salir para la casa.

- Huy que tarde es me toca irme.

Al arreglarme el cabello me di cuenta que me había untado toda de semen y tocaba bañarse, me metí a la ducha con Daniel.

– Nos vemos esta semana mi amor yo te llamo ok, - Lo que tu digas mami desde hoy seré tu esclavo sexual. - Divino muñeco.

Y nos besamos largamente mientras caía el agua por nuestros cuerpos refrescándonos del fragor de la tormenta de pasión y sexo que acababa de culminar. Me fui para la casa, al llegar David estaba durmiendo entre al cuarto en puntillas y saque del closet el secador y me fui para el baño del corredor a secarme el cabello. Termine y me desnude olía a jabón, “espero no se vaya a despertar” y con cuidado me metí en la cama ya una vez acostada me sonreía de satisfacción y con la ilusión de repetirla. Que noche… espectacular. Me quede pronto dormida. Al otro día me desperté como a las 10 de la mañana, ya David se había levantado y estaba trabajando en el estudio.

- Hola papi como estas.

Nos dimos un beso.

– Hola doña Diana ¿cómo amanece la señora? - Hay... bien mi amor, anoche nos fuimos con dos colegas a tomarnos unos tragos papi y se me iba haciendo tarde en llegar. – Si eso me di cuenta yo me acosté a las once y tu no llegabas ya me tenias preocupado, no pudiste haber llamado o algo así, tu hermana estuvo acá hasta las 8 esperándote. - ¿Y por qué? ¿A qué horas llegaste a las 8? - No yo llegue a las 6. – ¿Y qué quería te dijo? - No solo te espero pero no me conto nada. Lo bueno fue que me preparo la comida porque yo estaba cansado. Llámala haber que quería. – Si, si ahora le marco.

Ana maría jugaba en la sala y me fui a levantarla, David ya le había dado su desayuno y bañado. Pero le puso una ropa que le quedaba pequeña. Entonces me subí a cambiarla. Aproveche para llamarla.

– ¿Hola carol como estas? - Hola querida ¿cómo me le fue de farra Ha? - Bien mija estuve con dos compañeros de la oficina de David. – Hay… ¿cómo así contame como y que en donde estuviste? - primero nos encontramos en la San Carlos y luego me llevaron al apartamento de Hugo, Pero te cuento su amigo es un moreno que esta que se come solito me encanto que cosota la que tiene el verraco y de un aguante que me sorprendió. – Haja ¿y que a qué hora llegaste? - Como a las 2 de la mañana. - Huy mija pero se te iba hiendo la mano por poco y te quedas a dormir con ellos. - Jejeje con gusto lo hubiera hecho. – ¿Y qué te dijo David? Yo me quede esperándote hasta as 8 y a él lo vi de mal genio. – hay me conto que le preparaste de comer. Gracias hermanita te lo agradezco. – A la orden cuando quieras me avisas que yo encantada de colaborarte. - Hay Carol gracias querida, nos vemos.

Bajamos con la niña yo a desayunar y le deje en el estudio con el papi. Paso la mañana prepare el almuerzo algo rápido no tenía ganas de cocinar, espagueti con carne en salsa napolitana. Rápido y sencillo. Me fui a recostar, dormir la siesta, 15 minutos pude dormir mi hija me despertó al entrar al cuarto. Me levante a preparar café y al bajar el timbre de la puerta sonó. Y al ver quien era me quede de una pieza, abrí la puerta.

- ¿Daniel y tú qué haces acá? Se me hiso raro súper extraño pensé que estaba en presencia de un loco. – Dianita preciosa tu marido solicitud unos planos y yo estaba preciso en ese momento entregándole unos papeles a la secretaria y como el mensajero no estaba me ofrecí a traérselos y así aprovecho y te saludo y salgo, ya no trabajo más por hoy.

– Sigue, anda sigue.

Siguió se quedo detrás mío, cerré la puerta volteándome lo vi mirando asía adentro, nos abrazamos besándonos, mi pierna derecha le abrazo sus piernas y recostándome contra la puerta me desapunto la blusa.

– ¿Y tu esposo? – Él está en el estudio.

Volvimos a besarnos le quite un buzo habano que traía y levante su camiseta polo que luego rodo por su brazo derecho al piso, me desabotone el jean me lo baje el siguió también quitándose su pantalón e interiores dejando su verga que ya se encontraba en erección, arrodillándome me la metí a la boca mamándosela.

- Espera para y no te da cosa que tu marido este en el estudio y le dé por salir. – No ese se mete al estudio y nadie lo saca de ahí.

Volví a metérmela a la boca disfrutándola. Nos movimos para la cocina.

- Ven muñeco vamos a la cocina y seguimos haya.

Entramos y saque del cuarto de ropa una colcha y colocándonos detrás del mesón lo acosté boca arriba y me le monte encima en un 69, quería mamarle la verga por un buen rato a los 10 minutos escuche la voz de David. – Mami donde estas. Voltee a mirar a Daniel y le hice con el dedo colocándolo en mi boca que no hiciera ruido y seguí mamándosela esperando que no fuera a entrar hasta el mesón. Sentimos cuando abrió la puerta. – Mami donde estas. Entro y volvió a salir. Espere a que subiera y me levante, colocándome el jean y la blusa y Salí a ver para que me necesitaba.

- Quédate acá muñeco ya vengo y continuamos. – Ok ve.

Me lo encontré en el cuarto.

– Dónde estabas que te busque y no te encontré. - Estaba en el garaje arreglando el baúl. Que se me rego un galón de liquido refrigerante. - Mami en el club nos están esperando me acaban de llamar ¿quieres venir? Yo dije que te llevaba. – Hay… No papi la verdad hoy estoy medio maluca por lo de anoche y eso que no tome mucho, y más bien me gustaría quedarme encamada toda la tarde. Y por dentro pensaba en Daniel desnudo en ella. Mi cuerpo comenzó a temblar de la emoción Le colabore en su ropa para que mi esposo se fuera pronto. Pedí un taxi que llego rápido y lo acose para no hacer esperar al taxista. Y deje llenando la tina.

– Apúrate papi que ya llego el taxi. - Ya mami ya salgo, llego muy pronto. - Hay sí muy eficientes - Ha de la oficina viene a traerme unos planos mami. – Ok mi amor yo te los recibo espero que lleguen rápido para hacer locha toda la tarde.

Me despedí de él dándole un beso en la boca. – Chao mi amor que te diviertas en el club. Chao mami y tu descansa entonces. – Hay si hoy pienso relajarme y disfrutar la tarde.

Y se fue al cerrar la puerta solté un suspiro de emoción y alegría, me quite el jean y la blusa y brincando me fui a la cocina entre y lo encontré acostado todavía sobre la colcha. – hola mi amor me extrañaste, que te veo con tu verga paradita. – huf aquí pensando en ti. - Sabes te tengo excelentes noticias - Soy todo oídos. - Mi querido esposo se acaba de ir para el club y eso nos deja la casa solo para los dos. - En serio se fue. – Si ven y subimos al cuarto. . . Subimos esa escalera rápidamente Llegamos al cuarto y lo empuje a la cama al voltear a mirarme, me metí al baño a cerrar la llave, ya la tina estaba lista. Salí y con el dedo le hice señas de que se acercara.

– Ven y nos metemos un rato.

No metimos el contra la pared y yo adelante. Nos besábamos acariciándonos todo nuestro cuerpo, sus manos apretaban mis tetas y luego me dediaba. Seguíamos besándonos.

Seguimos jugando ahora nosotros, me voltee quedando de frente a él para mamarle la verga, moviéndome acompasada por el agua mis manos y mi boca la sujetaban acariciándola con pasión y ternura la escupía para darle más sensación erótica lujuriosa. .

– Ha mi loco precioso, te cuento que sin querer. Porque no estaba programado y queriendo estar los dos, me imagino que lo pensaste cuando te ofreciste a traer los planos. – Te cuento que si pensé en la posibilidad de poder estar otra vez haciéndote el amor. – Lo mismo yo papi desde que me desperté deseaba volverte a ver, tenerte dentro de mí.

Me metí su verga entre mis tetas y comencé a frotarla entre ellas, lambiéndole su glande cada vez que subía. En la tina estuvimos como 30 minutos, nos salimos nos secamos y acostándonos en la cama yo boca arriba me levante mis piernas a lo ancho y él se me monto encima penetrándome mi cuquita que fue dilatándose hasta ocuparla toda. Me veía a través del espejo del tocador a tremendo moreno saltando encima de mí penetrándome con su verga llevándome a una mayor excitación desbordada de placer.

– Que rico papacito me matas de la dicha así muévete así Ho vamos mueve esa verga rica hazme gozar.

Y así lo hiso por casi 30 minutos, tiempo en que yo me vine dos veces. Cambiamos de pose me le monte encima y a la vez me movía asía adelante y atrás sintiendo la verga de Daniel todita dentro de mí, entraba y salía gozando el momento. Que nos duro casi los 40 minutos de pasión y desenfreno. Me la saque y me baje a mamársela nuevamente.

Seguí mamándole la verga a Daniel y luego me acosté de lado el detrás mío volvió a follárme por mi cuquita. Luego volvimos a cambiar de pose él se sentó en la cabecera de la cama y yo me le monte encima. Luego nos volvimos a acostar boca arriba y montándoseme encima con mis piernas cerradas. Hasta cuando ya no aguanto y se vino inundándome con su semen me la saco y mi piernas enseguida sintió su leche caliente sus últimas descargas cayeron en mi estomago. Me senté y acercándola termine de limpiarla con mi boca.

- Que rico papi estuvo otra vez espectacular.

Me unte todo su semen por mi estomago, tetas y la cara, mis manos quedaron pegajosas. Nos acostamos. Daniel me abrazaba.

- Ven papi vamos a la cocina tengo sed.

Bajamos abrazados acariciándole sus nalgas desnudas, estando haya caí en cuenta que Daniel no debía de haber almorzado.

– ¿Tienes hambre? Hay tengo del almuerzo ¿Te gusta el espagueti? - Si me gusta que rico. - Ya te caliento.

Me serví un refresco y saque el espagueti y la salsa se lo calenté, esperamos a que Daniel almorzara, me coloque delante de él entre sus piernas. Mientras hablábamos y nos besábamos.

- Mi vida ¿y tú tienes novia? Dime la verdad no me vallas a decir mentiras. – Si tengo una relación con una amiga de mi hermana que acabo de conocer hay estamos saliendo hace poco. - Y como va eso. – Bien pues ahora no se. – ¿Como así? - pues con esto que ha pasado. - NO, no Daniel ¿y qué ha pasado? Nada solo para que lo tengas claro, me encanta estar contigo pero esto solo son relaciones sexuales, eso es todo, no te me vallas a imaginar que entre los dos pueda pasar algo más yo estoy muy bien con mi esposo.

Se me quedo mirando.

- Pues siendo así no hay problema.

Nos abrazamos besándonos apasionadamente, se le volvió a parar su verga y ahí sentado se la mame por casi 30 minutos pegada a su tronco que me encanta. Le realice una rusa que con su mirada se veía extasiado.

– Ven subamos a la cama y continuamos haya.

Subimos nos acostamos besándonos y acariciándole la verga, luego él bajo a besarme las tetas, continuo por el ombligo y llego a mi cuquita y metiendo su boca en mis labios vaginales se entretuvo por un largo rato. Haciendo tener un orgasmo exquisito. Luego levante mis piernas se me monto y penetrándome mi cuquita volvió a follarme por casi una hora. Sacándome varios orgasmos. Cambiamos de pose y nos paramos colocándolo de espaldas me incline y metió por unos minutos su lengua por todo mi trasero. Lo mire y metiéndome los dedos a la boca le dije.

- Métemela por ahí papi, rómpeme el culo.

Me lo escupió varias veces y parándose me la coloco en la entrada y muy despacito me la fue metiendo, mi trasero fue dilatándose a medida que su tronco entraba, me dolía bastante pero fue disminuyendo con su accionar convirtiéndose en placer. Enloquecida por su accionar mis gemidos no se hicieron esperar trascendiendo por toda la casa., Daniel seguía follándome el culo.

- No, no te detengas papi que me vengo.

Mientras Daniel seguía haciéndome venir, un chorro de mis jugos salpicaron el piso. Termine mi venida y Daniel me la saco, levantándose al baño a limpiarse, acostándose. Daniel me esperaba en la cama y me le mande a mamarle la verga nuevamente, por casi 10 minutos. Luego me acosté boca arriba y Daniel me abrió las piernas levantándomelas y colocando su verga en mi cuquita me penetro de una pegando yo un grito de dolor placentero. Dando inicio a 30 minutos de follada intensa salvaje cuando en varias ocasiones me miraba al espejo no me reconocía al ver mi cara desfigurada por las muecas que hacía. Fueron dos orgasmos excitantes, desquiciantes, sin control. Cambiamos de pose acostándome encima abriendo mis piernas me la metí nuevamente. Logrando una mejor penetración, así podía besarlo unir nuestras bocas en un mar de babas. Brincaba como loca sintiéndola en mis paredes, hay en esa pose nos venimos al tiempo dejándonos totalmente agotados y extasiados de placer, su semen que a grandes cantidades inundo mi cuquita, que tuve que usar toda la sabana para secarme. La noche llego y sin darnos cuenta. Nos quedamos encamados hasta cuando Mi esposo llego. Con toda la frescura del caso le dije ven metete en el cuarto de huéspedes. Al regresar saque un tendido y lo coloque. Me coloque una batica y baje a saludarlo Ana María ya había bajado. Y como me lo imaginaba estaba bien borracho hay estuvo un poco pesado y al verme solo en bata quería un poquito de sexo. Pero estaba tan ebrio que aguanto hasta cuando le di un poco de sopa que había en la nevera. Y se iba quedando dormido sentado en el comedor, lo ayude a levantarse pero no creí que pudiera subirlo. Y lo acosté en el sofá de la sala quedo profundo. Le coloque cobijas y me subí.

– Hola ¿¿Daniel?? – Mi amor deje la ropa en la cocina. – Ha no importa David se quedo dormido en la sala y ese no se levanta hasta mañana, si quieres te puedes quedar un rato. – Con ganas mami, pero se me había olvidado que tengo que llevarle una droga a mi mama, Mas bien nos vemos en esta semana. - Ok papi, me llamas cuando puedas venir.

Bajamos a la cocina se vistió al salir vio a David durmiendo y siguió a la puerta en donde nos despedimos con un apasionado beso. Camine a la sala mirando a mi querido esposo y suspirando, me subí a la alcoba. Pasando por el de Ana María que seguía jugando le coloque la piyama y la acosté para que se durmiera. Seguí a mi cuarto que al entrar sentí el olor a puro semen. Que de seguro si Daniel no se hubiera quedado abajo y viniera tan borracho lo siente. Con Daniel nos vimos el Miércoles, fuimos a un motel y hicimos el amor por 4 horas sin parar se me vino dos veces y yo unas diez. Con El Hugo nos vimos el sábado pasamos la mañana en un motel aprovechando que David fue a jugar futbol con sus amigos.

Hasta acá este relato y esperen mas de mis memorias. DIANA LUCIA SAAVEDRA [email protected].

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