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Adriana, en una mañana lluviosa

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Era lunes, por un desperfecto en mi auto lo había dejado en el taller así que estaría dos días sin él, estaba charlando con el diariero esperando el colectivo, cuando apareció una morocha que casi me dejó sin habla, lo saludo con un beso en la mejilla charlamos un poquito entre los 3 y salimos corriendo rumbo a la parada porque ambos viajábamos en el mismo, ella fue al fondo y yo al lado suyo, el colectivo venia vacío pero sin asientos libres, enseguida se despejo uno y yo se lo cedi… por suerte siguió la charla, 5 minutos después ambos estábamos sentados juntos, estaba obnubilado por ella debía media 1,70 delgada pero de cuerpo curvilíneo, de piel morocha, ojos negros de mirada dulce, con una sonrisa muy seductora de cabello largo hasta más allá de la mitad de su espalda, enrulado y de color castaño oscuro.

Su nombre era Adriana, tenía 18 años, y trabajaba como personal de limpieza en una importante empresa, ella se bajaba 2 cuadras antes que yo, así que me baje junto a ella y la acompañe hasta su trabajo, los horarios de salida de ambos no coincidían ella salía un par de horas antes que yo, nos despedimos con un beso en la mejilla.

La historia se repitió al día siguiente y cuando íbamos le dije que yo al día siguiente estaría con el auto, así que si ella aceptaba podíamos ir juntos… ella acepto la propuesta, nos pasamos los celulares por si algo ocurría y así nos vimos el miércoles y el jueves, como llegábamos más temprano nos tomábamos un tiempito para compartir un café juntos.

El viernes le iba a proponer salir juntos el sábado, ella hacia dos semanas había terminado un noviazgo algo conflictivo y no se podía dejar al alcance de los lobos un bebe tan dulce y tierno.

El viernes una media hora antes de vernos para ir al laburo se largó una lluvia muy copiosa, estaba por bajar para ir a encontrarme con ella, cuando sonó mi celular, era Adriana y dijo:

A- Gaby, no me esperes, estoy en la guardia del hospital, me torcí un pie estoy empapada y llame a mi trabajo para decir que no iba a ir, así que ándate solo

G- Donde estás?

A- En el hospital de la otra cuadra

G- Bueno ya salgo para allá

A-No, no hace falta…

No la deje terminar la frase le dije que en dos minutos estaba allí. Llegue justo cuando la hacían pasar, la doctora dijo que tenía un esguince de tobillo, le receto unas pastillas, reposo y que usase una venda elástica.

Salimos yo la tome por la cintura y sentí estremecerme cuando lo hice, ella estaba empapada, así que le dije de ir a casa pegarse una caliente porque además estaba tiritando de frio. Adriana estaba preocupada por mi trabajo pero le dije que yo tenía varios días que ellos me debían así que no tenía problemas para quedarme a cuidarla. Ese día Adri se había vestido más sexy, llevaba un camperón negro ajustado con cierre pero largo por debajo de su cola que dejaba insinuar una cinturita pequeña y unas caderas amplias aunque no podía ver su cola suponía que serían más que tentadoras, llevaba además unos jeans azules apretados a sus piernas y unas botitas marrón claro de tacos muy altos.

Le di una salida de baño para que se cambiase la ropa y encendí la estufa para que pudiese poner a secar su ropa, mientras esto sucedía, yo llame a mi trabajo para avisar que había tenido un percance y que no iría a laburar. Mientras ella se duchaba yo fui hasta la farmacia a comprar la medicación.

Cuando llegue ella estaba frente al hogar calentándose, ya había colgado la ropa sobre ella para que se secase, ella tenía mi salida de baño que le quedaba muy bonita pero muy grande, le llegaba a los tobillos las mangas estaban arremangadas y también podía observarse el tamaño excesivo para su cuerpo en la cintura.

Fui a calentarle café más unas facturas antes de tomarse la pastilla, ya que debía hacerlo con el estómago lleno de acuerdo a las recomendaciones médicas. Volví, nos sentamos en la mesa del comedor, ella llamó a su casa dijo lo que le había pasado y que estaba en casa de una amiga y que después la volvería a llamar.

G- Ah bueno así que soy una amiga?

A- Si le decía dónde estaba iba a hinchar con sus recomendaciones, que me cuide, que la llame, que te voy a buscar, como si yo a esta altura no pudiese cuidarme sola, además estoy con vos y ya me demostraste sobradamente que sos maravilloso, lo que hiciste por mí hoy así lo demuestra.

G- Hice lo que sentía, nos conocemos apenas hace cinco días pero sos una mina maravillosa, sos dulce y tierna, me siento muy bien a tu lado y además de eso sos muy bonita, todo eso te convierte en irresistible

A- Guau… no estoy acostumbrada a recibir tantos piropos juntos.

G- yo no tengo la culpa que vos caminando te cruces a muchos ciegos.

No la deje responder y dije:

G- Bueno ahora a tomar la pastilla y a ponerte la venda elástica

Luego de tomar la pastilla dije:

G- La venda te la pones vos?

A- No sé cómo se pone

La hice sentar en el sillón y apoyar su pierna esguinzada sobre un puff, yo me senté en el piso y empecé a vendarle el tobillo, seguí las recomendaciones del médico que recomendó que el mismo no estuviese muy ajustado de forma que la inflamación del pie no la lastimase, pero a medida que mi mano tomaba contacto con su piel sentía que mi cuerpo se estremecía al sentir su piel suave y tersa

Fui a llevar las cosas del mate cuando volví Adriana estaba nuevamente frente al hogar, con evidentes signos de frio, estaba hermosa, el contraste de su piel morena con el blanco de la salida de baño era sensual, su cabello largo y ensortijado de color castaño oscuro, su carita de rasgos delicados y muy bonitos, sus ojos oscuros de tierna mirada y su sonrisa seductora me enloquecía.

Me acerque a ella y dije.

G- Voy a dejar de usar esta salida de baño

A- Porque?

G- Y porque sería un pecado lavarla, desaparecería el aroma de tu piel si lo hiciese.

A- Yo soy la única que la uso?

G- Por supuesto.

Lleve mis manos a su cintura, la tome suavemente, acerque mis labios a los suyos y nos dimos un pequeño pico, su labios eran dulces como miel, ella paso sus manos por mi cuello, yo la sujete con fuerza por su cintura y nos besamos apasionadamente durante largos minutos, la pasión se apoderó de nosotros y entre besos, abrazos y palabras de amor fuimos hasta la pieza, entramos en ella sin dejar de besarnos, desprendí el cinto, lleve mis manos hasta sus hombros y deje caer su salida de baño, para mi sorpresa no me imaginé que tuviese otro conjunto de ropa interior, ya que el que llevaba puesto estaba secándose.

El conjunto era espectacular sexy corpiño de encaje negro transparente escotado el cual dejaba ver sus senos redondos sujeto a su cuello y a su espalda con pequeñas tiritas una bombacha cola less haciendo juego con una especie de pollerita cubriendo?? Su bombachita que dejaba ver su colita redonda y parada, ella se subió y arrodillo en mi cama y me miró con esa dulce sonrisa.

Yo me arrodille en la cama aun vestido, la tome por los brazos, poniéndola frente a mí, pase mis manos por su cuello y nos besamos dulce y apasionadamente, baje su bombacha liberando su dulce sexo y deslice mi mano por su vagina casi masturbándola, ella se sacó el corpiño, yo la hice acostar sobre la cama al tiempo que baje su bombacha, sus senos eran grandes, redondos y sus pezones pequeños y rosados, abrí sus piernas y mi boca se hundió saboreando su conchita, ella gemía constantemente y se revolcaba en la cama mientras sus manos sujetaban la sábana. Luego de algunos minutos, yo me quite la ropa.

Me senté sobre la cama con las piernas extendidas y ella se subió sobre mí, ella me tomo la cara con sus manos y dijo:

A- Te amo Gabriel, te amo desde el primer momento que te vi, no puedo dejar de pensar en vos

G- Yo también te amo Adri sos increíblemente hermosa por donde se te mire

Nos besamos apasionadamente, luego bese y saboree sus senos, luego ella se bajó de mí y fue en busaca de me erguido pene paso su lengua por mi glande, dulce y suavemente para luego introducirlo en su boca, poco a poco, saboreando cada centímetro que deglutía lo iba absorbiendo, y le dije

G- Si seguís me vas a hacer acabar

A- No querés hacerlo?

G- No el primero quiero que mi semen recorra tus entrañas

Un beso ardiente dulce y apasionado calló esa confesión, luego de varios minutos así mi boca comenzó a besar su cuello, ella comenzó a gemir, luego mi boca fue en busca de sus senos los besé luego mi lengua ardiente comenzó a lamer sus pezones y pude sentir como se iban endureciendo dentro de mi boca y poco a poco tomaron un tamaño impresionante ella gemía y emitía ahogados gritos de placer, sus manos acariciaban mi cuerpo la suavidad de su piel me enloquecía, durante varios minutos lamí y besé cada uno de sus senos luego fue ella con sus besos la que se apoderó de mi cuerpo, luego se acostó sobre la cama y dijo:

A- Cógeme mi amor no puedo más, deseo sentirte dentro de mi cuerpo, los dos estamos deseando eso me coloque sobre ella, Adriana abrió sus piernas yo me coloque en posición ella tomo mi pene con su mano e hizo que mi glande al deslizarse por los labios de su concha la desease más aún si esto era posible, su boca gemía, gritaba y su cuerpo se revolcaba sobre la cama, me incline sobre ella mi boca busco la suya y antes de unirnos en un beso apasionadamente enloquecedor dije que la amaba.

Luego de besarnos algunos segundos, mi cuerpo se incorporó demostrándole que mi pene estaba dispuesto a apoderarse de su cuerpo, entonces mi pene comenzó a avanzar lentamente en su cuerpo un profundo gritó de placer invadió su boca, y mi pene continuo avanzando en su cuerpo lentamente haciendo que ella vibrase y gozase ante cada avance dentro de su cuerpo, así luego de un par de minutos su vulva absorbió por completo mi pene y comencé a retroceder y a avanzar dentro de ella en forma lenta disfrutando cada momento, haciendo que ese instante fuese de supremo placer.

Los dos no parábamos de gemir, ella cruzó sus piernas abrazando mi cintura y nos hundimos en un beso enloquecedor…apasionado y luego dijo

A- Te amo tanto nunca pensé que iba a estar con vos así, so lo mejor que me paso en la vida

G- Yo también te amo Adri, sos dulce y hermosa, como no me voy a enamorar de vos

Luego volví a recorrer su vagina, note que ese recorrido lento la ponía muy apasionada, así que lo seguí haciendo por largos minutos, me detenía, nos besábamos nos jurábamos amor eterno, pero ya nos costaba cada vez más detener el final

y entonces fui acelerando mis movimientos dentro de ella deseoso por acabarla fui imprimiendo a mis movimientos más aceleración, los dos gemíamos y emitíamos gritos de placer entonces ella dejó de acariciar mi espalda, me tomó de la cintura haciendo evidente que estaba por tener un orgasmo y al primer espasmo de su cuerpo dejé que mi semen recorriese el interior del suyo casi al mismo tiempo que su adorable cuerpo explotaba en miles de convulsiones que se prolongaron durante largo tiempo, mientras nuestras bocas se habían unido en un beso lleno de pasión.

Pasamos así varios minutos, pero no disminuyó el deseo, calmados nuestros cuerpos comenzamos a besarnos a acariciarnos a lamernos hasta que el deseo volvió a apoderarse de nosotros entonces volvimos a tener otra relación los papeles se invirtieron ella fue ahora la que se colocó arriba.

Nos dimos una ducha juntos, el día continuaba con muchas lluvias, algunas casi torrenciales. Nos pusimos de acuerdo, ella para llegar a su casa debía caminar 6 cuadras de tierra y con su esguince eso era imposible, por lo tanto ella llamo a su madre y dijo que se iba a quedar en la casa “de su amiga”

El día siguió a puro sexo, la tarde, la noche y parte del día siguiente, estuvimos de novios 7 meses, luego todo llegó a su fin, pero fue hermoso lo que vivimos juntos, a tal punto que nunca pude olvidarla.

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