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Un delicioso calentón

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Hacía ya 1 año de mis encuentros con Claudia y desde entonces no se me había ido de la cabeza esta preciosidad y sobre todo las noches de sexo que nos había hecho pasar a mi mujer y a mi.

Había intentado convencer a mi mujer de pasar unos días en Barcelona y volver a ver a Claudia pero ella no se por que no quiso, quizás fue por celos o por que no me acostumbrara a semejantes placeres, la cosa es que ella había sido siempre muy reservada con respecto al sexo y la verdad es que su comportamiento en Barcelona me sorprendió al máximo.

La cosa es que yo perdí el contacto con Claudia pero no pude de dejar de pensar en montarme una noche loca con un transexual, pero claro Claudia había puesto el listón muy alto y por mucho que busqué en la calle alguien que me gustara no lo encontré.

Un día visitando una página de contactos de la ciudad, entré en la sección de travestis, y mi sorpresa fue mayúscula al verla, la primera chica de la lista con foto se daba un aire a Claudia pero no era ella, era una preciosidad, alta, con unas curvas vertiginosas, bastante pecho y un culo redondo y respingón, la verdad es que me encandiló desde el principio. No me importaba pagar para pasar un buen rato, así que sin pensármelo la llamé, contestó enseguida, su voz aunque un pelín ronca era muy agradable y sensual, convenimos el precio y quedamos para aquella misma tarde, mi mujer setaba fuera y los chicos con mi suegra así que no había problema en que se enterara nadie.

Me duché y arregle y salí para el centro, enseguida encontré la casa, subí y llamé a la puerta. Ante mi apareció un verdadero angel, la verdad es que no era tan alta como parecía en la foto más bien tiraba a pequeña, embutida en un fino vestido rojo sus curvas pechos resaltaban sobre sus caderas y su hermoso culo era tan respingón como en la foto.

Lara me dio un delicado beso en la mejilla, me invitó a entrar y mientras ponía unas copas dejé el dinero sobre la mesa. Tomamos las copas tranquilamente, charlando un poco, cosa que me sorprendió gratamente ya que no esperaba que una prostituta, gastase así el tiempo, yo me dejé llevar por la conversación, la verdad es que estaba un pelín nervioso, no acostumbro a ir de putas y la verdad es que hacía varios años que no lo hacía.

Durante la conversación no dejé de mirarla o de admirarla, la verdad es que la cara era muy femenina, sus rasgos no delataban su condición, ojos verdosos, labios carnosos, nariz ligeramente afinada hacia arriba, sus tetas eran grandes y redondas y el vestido dejaba entrever que sus pezones eran grandes y redondos. La verdad es que se le notaba que se cuidaba físicamente.

Cuando ella quiso cambió el tema y directamente me preguntó si yo era pasivo o activo y la verdad es que yo ante semejante belleza no estaba dispuesto a poner pegas a nada así que la contesté que dejáramos que nuestros cuerpos nos llevaran a donde les apeteciera, me incorporé, la cogí de la mano levantándola del sofá y la besé en el cuello.

La abrazé con firmeza y ella me besó en la boca metiéndome su larga lengua, sus manos me despojaron rapidamente de la camisa y del los botones del pantalón, y solo rozaron durante un segundo mi erecta polla que sobresalía ya por encima del boxer.

Me invitó a sentarme en el sofá y sin quitarse el vestido se arrodilló ante mi y empezó a masajear mi polla por encima del boxer metiendo las manos por las perneras, masajeando mis testículos y ni zona anal, me quitó finalmente el calzoncillo y se metió en la boca mi dura polla, sus labios rodeaban mi capullo y su lengua lamía la punta del glande con mucha habilidad, dándome pequeños mordisquitos con los dientes que me hacían morir de placer, pensé en correrme pero intenté aguantar lo máximo posible, me hizo pasar un rato extraordinario finalmente se retiró me besó en la boca mezclando nuestras salibas con mi líquido seminal y se levantó, se separó un poco de mi y se sacó lentamente el vestido por los piés, estuve apunto de correrme otra vez al ver semejante cuerpazo, sus tetas eran tal y como las había imaginado, cuando le vestido lo llevaba por la cintura se dió la vuelta dándome la espalda y continuó bajándolo dejando al descubierto su duro culete adornado por un precioso tanga, que comenzó a bajar cuando tuvo el vestido en los tobillos.

La visión de la tirilla del tanga que se va quedando entre los dos mofletes, cuando este se baja muy lentamente es embriagadora para mi pero más lo fue cuando Lara se dio la vuelta a dejó al descubierto su hermosa polla completamente erecta, creo que incluso más grande que la mía la visión de su cuerpo relativamente pequeño, sus hermosos grandes pechos y la enormidad de su polla me pusieron más caliente si cabe y no pude más que arrodillarme en el suelo delante de ella y meterme su instrumento en la boca, sus manos agarraron mis cabellos y rítmicamente acompañaron mi cabeza mientras mi lengua recorría el impresionante miembro de Lara, desde los huevos hasta el capullo mi lengua tenía que parar dos veces para humedecerse en mi boca, Lara gemía de placer, cada vez que recorría el borde de su glande, y lateralmente su tronco recreándome en sus gruesas venas, pensé que llegaría a correrse pero tras diez minutos saboreando tan deliciosa fruta, me aparté y la pedí que me follara el culo, quería sentir como podía entrar y salir de mi culo.

Lara cogió un gel lubricante del cajón y yo tumbándome en el borde del sofá boca arriba le ofrecí mi ano que lubricó concienzudamente con una mano mientras con la otra embadurnaba su polla, me agarró las rodillas abriendo mis piernas al máximo y colocó la punta de su aparato en la entrada de mi culo, muy lentamente empezó a empujar y yo comencé a sentir como su enormidad dilataba mi esfínter muy despacio, sentí un poco de dolor hasta que me relajé completamente al sentir su diámetro totalmente dentro de mi y un enorme placer cuando su punta tocó el final de mis entrañas y sus testículos mis gluteos.

Lara paró un momento y me miró, la visión de semejante mujer en esa posición con semejante falo dentro de mi me volvió loco, Lara me agarró la polla y empezó a moverse dentro de mi, su polla salía y entraba completamente incluso por dos veces la sacó de mi ano por completo y la volvió a introducir aprovechando la dilatación de mi esfínter, esos movimientos y la deliciosa paja que me estaba haciendo hizo que me corriera abrazando con mi esfínter todavía más su polla, los chorros de semen llegaron incluso hasta mi boca, los cuales relamí como una autentica perra disfrutando de una follada increíble, Lara no tardó en correrse pero justo antes sacó la polla del culo y se acercó a mi cara corriéndose en mi boca, su deliciosa leche recorrió mi boca y mi garganta, y Lara recostándose sobre mi me besó en la boca chupando nuestros semen.

Me hubiera gustado follarme pero la tarde se sexo que protagonizamos me dejó exhausto y decidí que sería otro día el que disfrutara de su culito, así que me despedí con un efusivo beso y un hasta pronto no muy lejano.

(8,75)