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Mi primer sexo oral

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Hola, soy Carolina y quiero contarles otra de mis andanzas, pero esta es más antigua y se remonta más o menos unos 5 años atrás, se trata de la primera vez que practique sexo oral. Espero que les guste y comenten, luego terminare de contar mi encuentro con el hermano de Luisa, Mauricio.

Era más o menos la primavera de 2012, yo tenía 18 añitos y aún era virgen y mis encuentros con los hombres no eran más que besos y abrazos, una tocadita por aquí y por allá y no más que eso, andaba de polola con un compañero de curso, teníamos la misma edad, él se llamaba David, era moreno, un poco más alto que yo, delgado y tenía una linda sonrisa, era lo que me gustaba de él, siempre caminábamos juntos al salir de clases, nos quedábamos un rato en alguna plaza o parque besándonos recostados en el pasto, abrazados podía sentir su pene duro bajo sus pantalones de colegio, el me tocaba por encima de la ropa y no intentaba meter sus manos bajo mi falda, yo no lo tocaba, aunque me moría de ganas de meter mi mano bajo su pantalón para acariciar su pene, sentirlo entre mis manos y masturbarlo, hasta ese entonces yo nunca había tenido un pene en mis manos, por cosas del destino, el de David fue el primero que toque, pero no el primero en llevarme a la boca.

Faltaba muy poco para el final de año y empezaban las pruebas finales, decidí ir a casa de David, llamé a casa y pedí permiso para ir a estudiar allá, mentí diciendo que iríamos varios, pero solo era él y yo. Llegamos a su casa para estudiar, no había nadie por lo que estaríamos tranquilos, David estaba nervioso, incluso más que yo, era obvio que planeaba algo más que estudiar para la prueba, me ofreció un refresco y nos sentamos en su sofá, nos besábamos con pasión y nos olvidamos por completo de los cuadernos, las manos nerviosas de David recorrían mis piernas y mis caderas, buscando colarse bajo mi falda mientras su boca seguía junto a la mía, siguió recorriendo mi cuerpo hasta llegar a mis pechos, metió sus manos bajo mi polerita y me acaricio por encima de los sostenes, levanto mi polera y tontamente me beso los pechos y chupo mis pezones provocándome una sensación deliciosa, mi corazón latía a mil y temblaba por los nervios y por la excitación, por instinto baje mis manos de su cuello, lentamente fui recorriendo su cuerpo con mis manos hasta llegar a su entrepierna, intente abrir su pantalón pero no lo conseguí, él se apresuró a ayudarme y rápidamente ario su cinturón, botón y cremallera, mi mano, toque su miembro por encima de su ropa interior, estaba duro y caliente, baje su sleep y lo tome con mis manos, acaricie sus testículos y empecé a masturbarlo, lo hice por un par de minutos y Davis acabo, dejándome la polera, el brazo y la mano chorreada con su semen. Pude limpiarme en el baño y luego de eso me fui a casa.

Esa noche me masturbé pensando en David, en su pene duro, en su semen en mi mano, sentí deseo de estar con él y me arrepentía de no haberle practicado sexo oral, sentí deseos de meterme su pene a la boca, pero no me atreví.

Al día siguiente David no fue a la escuela, le llame, pero no me contesto, me sentía desconcertada, creía que había hecho algo mal y por eso él no quería hablarme, de seguro estaba molesto por que no le había practicado sexo oral, quería hablarle y decirle que iría a su casa para hacer lo que él quisiera, me sentía excitada y solo pensaba en su pene. La profesora de inglés dio un trabajo en pareja y me asigno a Oscar, nos sentamos juntos y empezamos a estudiar, él era alto y tenía el cabello claro, era de un físico grueso, maceteado, sus manos eran grandes y fuertes, era bastante atractivo y muchas chicas del liceo estaban locas por él. No pudimos terminar la tarea, por lo que decidimos ir a mi casa para poder terminar.

En casa no había nadie, mis padres en sus trabajos y mi hermana en la Universidad, tenía al menos dos horas para terminar la tarea y presentarla al día siguiente.

Llegamos cerca de las 3:30 de la tarde a mi casa, le ofrecí un refresco y Oscar acepto, note que él me hablaba de forma diferente, un poco más cariñoso, era todo un galán, yo ya sabía de las muchas novias que tenía en el liceo y de varias peleas que se habían provocado por su causa. Nos sentamos en la mesa y empezamos a terminar el trabajo, en un poco menos de media hora ya teníamos la tarea lista, nos sentamos en la alfombra, frente al televisor y pusimos unos videos musicales, reíamos y conversamos, el subió el volumen y se levantó -¿Bailemos?- me pregunto, yo me levante al instante y empezamos a bailar un reggaetón, él se acercaba a mí y me tomaba por la cintura, me volví y le di la espalda bailando bien apegada a él, podía sentir su pene erecto bajo su pantalón refregarse en mi culo, sus manos estaban en mis caderas y nos movíamos al ritmo sensual de la música, me volví hacia él y en un instante nos besamos sin dejar de bailar, sus manos pasaron de mis caderas a mis nalgas, por encima de mis ajustadas calzas que usaba bajo la falda del liceo, su lengua entraba en mi boca hasta mi garganta, realmente besaba muy bien, sin pensarlo baje mis manos y busque su entrepiernas, abrí su cinturón con mucha facilidad, solté el botón del pantalón y baje su cremallera, sus pantalones cayeron al suelo dejando a mi vista sus bóxer anchos y sueltos, como un short, y un mástil erguido bajo esa ropa interior que apenas y lo podía seguir resistiendo, lo bese y lo abrace por la cintura, lentamente fui bajando mis manos junto con su ropa interior mientras nos besábamos hasta dejar caer su bóxer hasta donde estaban sus pantalones, recuerdo bien cuando toque su pene, me pareció un pene lindo, blanco, casi rosáceo y su glande, rojo e hinchado y su vello púbico de color claro, como el de su cabello, la música sonaba mientras estábamos de pie, el desnudo de la cintura hacia abajo y mis manos acariciando sus testículos y su miembro, sentía como ardía entre mis manos, parecía que su cabeza iba a explotar de hinchada, le di un suave beso en la boca y sin pensarlo me arrodille frente a él, sentí su aroma mientras mi mano subía y bajaba por su falo y la otra no dejaba de masajear sus testículos, levante mi mirada y Oscar me miraba incrédulo, la expresión de placer se podía ver en su rostro, mirándolo a los ojos le di un suave beso en la punta de su pene, luego otro, luego saque mi lengua y recorrí su glande, el sabor de su miembro hiso que se me llenara la boca de saliva, abrí mi boca y mis labios abrazaron un poco más que la cabeza de su pene, sentía como mi calzón estilaba por los jugos de mi vagina, metí mi mano derecha bajo mis calzas y me acaricie mientras chupaba tontamente la verga de Oscar, empecé a moverme como lo hacían las actrices de las películas porno que tenía mi papá y que había visto a escondidas, sentí que la cabeza del pene de Oscar se hinchaba un poco más y que sus gemidos eran más fuertes, me lo saque de la boca y salió el primer chorro de semen directo hacia mi cara, luego otro, el que choco con mis labios y un poco entro a mi boca, luego otro en mi cara y mi cabello, Oscar apenas y se sostenía en pie, se sentó en el sofá y yo seguía arrodillada frente a él con la cara llena de su semen, le di un beso en la punta de su pene y me levante del suelo para ir al baño a limpiarme.

Luego estuvimos sentados en el sofá viendo la tele, abrazados, besándonos, Oscar me conto que yo era la primera mujer que le daba sexo oral, nunca antes se lo habían chupado, le dije que él era el primero en mi boca, el primer pene que probaba. Esa tarde Oscar y yo nos volvimos novios, en los días siguientes me deshice de David.

Recuerdo como si fuera ayer ese día y me mojo toda, mi calzón esta todo mojado y ahora mi dedo juega con mi clítoris, sin querer termine masturbándome ahora.

Espero que les haya gustado mi historia, luego escribiré acerca de cómo perdí mi virginidad, la primera vez que me trague el semen y otras cosas, como cuando vi a mis padres teniendo sexo.

Espero sus comentarios, les mando un besito y recuerden me muero por saborear eso, ustedes saben que.

Muack

Carolina.

(9,21)