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Mi novia, una trola y yo

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Con mi pareja, estábamos transitando una crisis.

Nos llevábamos muy bien, pero el sexo se había vuelto aburrido, muchas veces le mentía para que no insistiese.

Una noche, íbamos en el coche, comenzó a tocarme la pierna, yo intenté relajarme.

- Quiero coger, dale, para el coche así te chupo la concha.

Seguí manejando, ella subía la mano cada vez más hasta que se encontró con mi conchita.

Fue entonces cuando la vi: en una esquina, una mujer morena ofrecía sus servicios. La idea me excitó intensamente.

- Dale, boluda...Vas a ver que nos vamos a divertir. -dije, intentando convencerla.

Mi novia se puso celosa al principio, pero aflojó al toque, porque andaba caliente y hacia mucho que no cogía.

Paré el auto frente a la mujer, la prostituta se subió en el asiento de atrás. Mi novia le preguntaba cuanto nos iba a cobrar y esas boludeces.

La llevé a mi departamento, apenas llegamos le pregunté si quería tomar algo. Mientras yo me servía un vaso de agua, la puta se empezó a desnudar.

Tenía unas tetas gigantes, los pezones eran oscuros, su concha estaba perfectamente depilada.

Sonreí y me acerqué a ella para besarla. Mi novia nos miraba, sentada en la mesa, sin saber bien que hacer.

La puta me comenzó a desvestir mientras me besaba. Le hice una seña a mi novia para que se acerque y entre la prostituta y yo la desvestimos.

Las tres estábamos desnudas, y yo arrodillada, le practicaba sexo oral a mi novia y la puta me chupaba mi culo e intentaba meterme los dedos. Mi novia no soportó tanta excitación y se meó en mi boca.

Me levanté del suelo y fui a la habitación a buscar mi juguete sexual favorito: una pija de plástico de color rosa.

Le dijimos a la puta que se lo ponga, ella accedió con mucho gusto. Mi novia y yo comenzamos a chupar la pija de plástico, varias veces nuestras lenguas se tocaron y eso me excitaba a full.

La puta agarró del pelo a mi novia y le dije:

- Ponete en cuatro, putita meona.

Los roles se invertían, mi novia le hizo caso, y ahí mismo, en la alfombra la prostituta cogió a mi novia por su conchita jugosa. Yo comencé a masturbarme al ver la escena, mi novia acabó muy rápido, gritando "dame más, mami, soy tu putita". Sus gemidos me llevaron al borde, cuando estaba por acabar, la prostituta me agarró del pelo y me puso boca arriba, acomodó mis piernas de modo tal que mi culo quede a su disposición.

- ¡Por ahí no, que soy virgen!- supliqué.

Pero la ramera se rio y me penetró. Di un grito de dolor, pero mientras más me cogía, más me gustaba.

Mi novia aprovechó para sentarse en mi cara, y se la chupé con desesperación.

Acabé luego de veinte minutos, me meé encima. La prostituta nos obligó a limpiar la pija repleta de nuestros jugos, acción que hicimos con mucho gusto.

Cuando le pagamos y se fue, mi novia y yo nos tiramos en el piso, encima de mi meada, y nos besamos un largo rato.

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