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Una vagina enorme para mí solita

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Mi hermana Lora y yo celebramos el tercer aniversario de su hijito, Lora quiso una fiesta en todo lo alto, con pastel (tarta) refrescos, cervezas para los adultos, tamales de mole, rajas, verdes, de hoja de plátano, etc. Adornamos la casa muy coqueta y ese sábado comenzamos la fiesta a las 5 de la tarde. Vinieron muchos vecinos con sus hijos, esposas, las abuelitas, y gorrones. Mamá se preparó con un par de botellas de Brandy, agua mineral, hielos y coca colas. Lora estaba de verdad radiante, más mujer tenía ya 18 años y yo 20. Se puso para la ocasión un vestido rosa con estampado de flores blancas que le llegaba arriba de la rodilla, unas zapatillas rosas y aretes rosas de plástico. El cabello se lo alisó por primera vez y lo tiñó de castaño claro ¡Qué guapa es mi hermanita! Pensé, obviamente los lobos del barrio estaban al acecho de ganarse el cariño de Lora y llevarla por fin a la cama. Yo me puse unos jeans y una blusa amarilla de tirantes, zapatillas deportivas y poco maquillaje, unos aretitos pequeños y un dije colgado al cuello. El viejo PP, el vecino estaba detrás de mí como perro de presa pero sin quitarle los ojos a Lora que cuando se sentaba enseñaba una porción generosa de sus hermosas piernas rosadas perfectas. A veces como al descuido enseñaba sus diminutas pantaletitas, yo sabía bien que no lo hacía por descuido sino para atraer las miradas masculinas y la envidia de las femeninas, sabía mi preciosa hermana que causaba deseo y odio de las mujeres lo cual siempre le fascinaba hacer como buena Aries.

Para las 8 de la noche Don PP ya estaba tomado y pasándose de la raya, me agarraba el culo cada vez que podía y yo miraba a Isis cómo se ponía inquieta y seria de ver el acoso sexual al que su tío me tenía fastidiada. Así las cosas, llegó también el “Inge” el novio de Lora que inmediatamente desplazó a los machos vulgares que la estuvieron rondando, con su porte altivo su estatura y galanura no hubo más rival para él. Ya como a las 10 de la noche los pies me estaban matando de tanto ir y venir sirviendo “jaiboles” y “cubas”, cervezas y tamales. Solo se quedaron Don PP, sus sobrinos más grandes, su sobrina Rosa la mamá de estos muchachos e Isis, el novio de Lora y algunos amigos del barrio. Lora descaradamente se daba besos aprovechando que mamá de retiró a su recámara a descansar con mis hermanitos pequeños y mi sobrinito. Nos quedamos en el patio de la casa. Lora y Manuel sentados en dos sillas de lámina se besaban, ella con las piernotas cruzadas a punto de enseñar las nalgas y más caliente que nada, llamaba poderosamente la atención de todos. PP cínicamente me puso su manota en las piernas acariciándomelas como si fuera yo de su propiedad, Isis le dijo: ¡Ya tío respéteme un poquito! ¡Ay Mi’ja no pasa nada para todas tengo, su sobrina la madre de Isis se río vulgarmente, esta era una señora entrada en carnes y de unos 50 y tantos años, se veía que en su juventud fue una mujer muy guapa, del estilo de Lora (por lo que creo se llevaban tan bien) se casó muy joven ya preñada de su primer hijo antes de cumplir los 17 años, su marido a leguas se veía que no la satisfacía, yo creía (sin ninguna prueba) que su tío se la follaba de vez en cuando. La señora era alegre, buena bailarina, desmadrosa y simpática (simpútica).

A mí me caía bien, estuvimos bailando juntas y con su hija Isis, ya más tomada la señora me abrazó y me dijo al oído (quiero quitarte lo putita) ¿Perdóoooon? Si, tonta, acompáñame a la tienda como que vamos a traer cigarros o algo y te explico. Salimos, ella solo se llevó su monedero. Rosy, no sé qué se imagina pero yo… ¡Shhht! Todo se puede en esta vida, la neta es que me da morbo estar con una tía como tú con verga ¿Qué dices vamos por ahí? ¡Anda tonta tengo mi camioneta! No sé es que… Mira, sé que te acuestas con mi tío y yo también me acuesto con él, además mi hijita está bien enculada de ti, aunque yo le he dicho que eso no va a ninguna parte ella te quiere mucho y llora porque no la dejamos andar contigo pero, si tú eres buena conmigo… a la mejor te la dejo para que te la folles rico y me desquintes a mi nena. La señora Rosy llevaba puesto un vestido de seda estampado de color azul, los labios carnosos y bonitos en suave palo de rosa, los ojos bien delineados a lo gatita y los párpados en color oro y azul, calzaba zapatillas azules de tirantes atados en las pantorrillas y medias (algo raro) Realmente así bien arreglada era una mujer bastante guapa, además de tener un par de piernones que con medias como llevaba en ese momento le disimulaban las venas que ya se le notaban sin ellas, además de tener unas nalgonas tremendas, de hecho la señora aun podía seducir a cualquier chavo. Déjeme avisarle a Lora que voy a salir y regreso ¿Usted no le avisa a nadie? ¡No, para que! Me metí por mi bolso donde siempre llevaba mis cositas de coger y le dije a Lora rápidamente antes de que pudiera reaccionar ¡Ahorita vengo, voy con un amigo! ¡Oye puta…! Ahorita regreso Lora… no jodas. Bueno puta pero regresas temprano, el viejo tío PP ya ni se podía dar cuenta porque estaba alegando de futbol con otros borrachos del barrio. Isis me miró como preguntándome ¿A dónde iba? Me acerqué a ella y le dije al oído: Te quiero Isis, mañana te explico.

Me subí a la camioneta country de la señora, una Ford, enorme tipo guayín de color café obscuro, eran muy lujosas en esa época, la trajeron del DF cuando se mudaron para acá, anteriormente se ve que vivían mejor. Nos fuimos a la salida oriente de la ciudad a un motel de paso barato, ya adentro la señora me arrancó literalmente los pantalones y me sujeto el pene como loca, me lo mamó con sabiduría (se notaba su enorme experiencia de puta mamadora de vergas) y se recostó para que se lo mamara, era una vagina enorme, producto de muchas vergas y muchos partos naturales, olía con el característico olor del pescado del mercado, estaba babosa y húmeda, no me atrevía a mamar semejante cosa pero ella me puso la mano derecha en su papaya y comencé a sentir ese monstruo femenino suave, caliente y húmedo, poco a poco mis instintos se despertaron y acabé con toda la cara metida en esa vaginota ¡Esta puta señora era multiorgásmica! Se venía a cada lengüetazo mío, por fin se abrió de piernas (enormes piernotas pero bien hechas, blancas y suaves) Y le metí la verga, al mismo tiempo en que ella cerró sus piernotas atrapándome y quedé montado en ella, me atrajo hacia su boca y nos besamos, le escupí a propósito mi saliva en la cara y la boca, eso la prendió aún más, me atrajo hacia arriba levantándome como si fuera una pluma para poder mamar mis senos pequeños, se pegó a mi pezón izquierdo y me metió un dedo y luego dos en mi culo, la puta vieja ésta supo llevarme al paraíso. Me vine chorreándole esa vagina grande y sabrosa. Me lamió después el culo y me lo dedeó a su gusto mientras jalando mi pene hacia atrás (yo estaba en cuatro patas) se puso detrás de mí, nalga con nalga y se colocóm un enorme pene doble uno en su ano y el otro extremo en el mío, me lo metió haciendo que me corriera de nuevo mientras ella se tocaba la papayota enorme viniéndose junto conmigo. Fue muy rico. Una mujer de verdad que tenía experiencia en coger y ser bien cogida. Platicamos después un rato abrazados, mojadas por nuestros caldos y jugos sexuales, me preguntó por su tío y que si sabía que este desgraciado también se cogía a ella y a Isis. Simulé sorpresa pero me dolió mucho saberlo de buena fuente.

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