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Divirtiéndome con los amigos de mi esposo - Tres

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Hola a todos los lectores de mis historias, las que plasmo en estas páginas, los que muchos califican de fantasiosas e irreales, la verdad si no les gustan para que me leen. A los que le ha gustado y me creen un abrazo fraterna y gracias por sus buenos comentarios. Con mi amado esposo ya llevamos ocho años de feliz matrimonio, donde ambos lo hemos trabajado y luchado para estar juntos y que las cosas se han dado de la mejor manera y en donde yo he podido satisfacer mis necesidades sexuales al poder estar con muchos hombres con los que he pasado momentos de placer sexual exquisitos.

Para un fin de semana David invito a la casa a un compañero de la oficina a terminar un proyecto que tenían que entregar el lunes a primera hora. Yo como es costumbre mía no uso pijamas y estaba en mi batica. Eran las ocho de la mañana el timbre de la puerta sonó y fui a abrir soltando la bata para que se me viera mi desnudes. Entro y nos abrazamos dándole un beso en la mejilla.

– Mi amor que rico tenerte en casa sigue que David está en el estudio.

Me lo lleve abrazado y mostrándole el estudio al que entro y se pusieron a trabajar. Yo seguí para mi cuarto. A revisar y corregir unos papeles que tenía que presentar en un juzgado el lunes temprano. Como a las diez baje y les lleve cafecito con galletas yo seguía con mi bata suelta y me puse a ver los planos y con mi mano derecha me abrí la bata y la coloque en mi cintura dejando que Raúl me viera mi cuerpo desnudo. Lo voltee a mirar y nuestras miradas se cruzaron, le pique el ojo en señal de aceptación, me voltee para que pudiera verme de frente. Entonces Salí del estudio y me fui a colocar mi trusa y usar la caminadora. Paso la mañana y almorzamos en el comedor, ellos siguieron en el estudio y yo me fui a dormir una siesta. Me desperté y baje a tomarme un cafecito. Y me puse a hacer nuevamente ejercicio. Al rato David se me acerca.

– Mi amor ven tengo que ir a hacer una vuelta. – Y me imagino que te vas a demorar ¿cierto?

- ¿quieres que me demore?

Pare de trotar y le respondí.

– Pues claro que si me gustaría, demórate bastante mi vida. – Bueno tus deseos son ordenes, mami hay entonces te dejo con el ingeniero yo me demoro bastante para que puedan pasar los do un buen rato.

Me dio un beso

– Ha de eso tenlo por seguro no solo estoy sudando también tengo la cuquita húmeda, pero anda vete ya papi, que yo ya voy.

David salió, enseguida yo termine mis ejercicios y pase por el estudio en donde el ingeniero trabajaba en los planos y al verme se sonrió y acerándomele le pregunte.

- ¿Te gustaría tomar algo? no se debes de tener hambre, ¿si quieres te preparo algo?

No pudo detener su mirada mirándome los senos que por mi sudor estaban más visibles

.- No doña Diana no se moleste.

Y me le acerque para colocar mis manos en su cintura y acercarlo a mi cuerpo y decirle.

– No debes de tener sed y no es molestia además yo si me voy a tomar una cerveza ven camina y me acompañas.

Dándole un beso en la mejilla.

– Ok vamos entonces doña diana. – Hay no hazme el favor mi amor y me dices Diana sí que es esa falta de confianza.

Me lo lleve abrazada a el entramos a la cocina.

- Diana tienes una casa muy bonita, te felicito.

– Hay la tienes a la orden cuando quieras venir serás bienvenido a mi también me gusta que me visiten hombres y pasar deliciosos momentos muñeco.

– ¿Y tú que haces trabajas también?

- Yo si claro. Soy abogada penal no te había contado David.

- No, no hemos hablado de cosas privadas. Y menos de usted.

Saque dos cervezas de la nevera y nos sentamos en las butacas del mesón. Se le notaba su nerviosismo al tenerme hay con mi trusa forrándome el cuerpo muy cerca de él. Yo subí los pies a los escalones del butaco lo que dejo ver a través mi cuquita dejando mis piernas separadas.

– ¿Y se han demorado con este proyecto? No que vaina. – Si señora es que el inicial fue mal elaborado el anterior ingeniero no disponía de planos originales por lo que toco improvisar. Pero ya hoy quedan listos para presentarlo nuevamente. – Bueno si por que trabajar hasta los domingos, no me da un yeyo. – No si pero cuando toca, toca hacerle y más con contratos y todas esas minucias legales antes estamos demorados.

Él se tomó la cerveza rapidísimo.

– Hay muñeco pero mira te la tomaste rapidísimo y no querías. – Huy si no de pronto los nervios. –Nervios ¿Por qué muñeco? ya mañana entregan los planos y salen de eso. – Si claro por fin.

Me quite los tenis, baje del butaco y colocándomele enfrente puse mis manos en sus piernas acariciándoselas metiéndome entre ellas - ¿Quieres otra cerveza? , me fui a la nevera y por el vidrio vi que me miraba el trasero y se mordía los labios, me sonreí. A este ya es pan comido pensé. Seguimos hablando un poco más y había que actuar quedándomele junto a él y así poder acariciarle las piernas entonces le dije.

- Bueno me tengo que subir a bañarme y tienes dos opciones. Te voy a tener que dejar solo muñeco. O si quieres puedes subir, nos desnudamos, nos metemos a la ducha los dos y así podremos hacer el amor mientras que mi esposo llega ¿te gustaría?

Entonces con mis manos me quite el bodi y me encamine fuera de la cocina dejándole ver mi espalda. Al llegar a la puerta lo voltee a mirar y le pregunte.

- ¿entonces que vienes?

Me detuve por un momento dejándole apreciar mis senos desnudos y al verlo andar y sonreírme le pique el ojo, seguí caminando hasta la escalera, lo vi seguirme, subí al segundo piso en donde me quite la trusa quedando totalmente desnuda, lo espere a la entrada del cuarto y el subió viéndome ya desnuda, y en el piso la trusa. Él se fue desabotonando la camisa, yo seguí asía el baño donde entre abrí las llaves y me metí mirándolo desnudarse, su verga ya estaba en plena erección se acercó, entro a la ducha en donde no besamos, mis manos inquietas la agarraron masturbándola suavemente, le di el jabón para que me lo aplicara en la espalda colocándome contra la pared deje que me tocara todo mi cuerpo con especial énfasis en mi cuquita la que dedeo por unos minutos me besaba mis tetas desesperado como si se fueran a acabar estaba muy excitado. El agua corría por nuestros cuerpos refrescándonos dejándonos disfrutar el momento.

Me incline estando por detrás dándole vuelta a su cintura para mamarle la verga metiéndomela y sacándomela varias veces. Luego me pare en frente de él y levantando mi pierna agarre su verga y me la coloque en mis labios vaginales rozándomelos con ella. Por unos momentos hasta que me deje rodar por su tronco gimiendo de placer su verga salía y entraba en mí llevándome a sentir un exquisito orgasmo que disfrute. Nos detuvimos por unos segundos para luego colocarme de espaldas a él y agarrarle su verga y colocarla en mi trasero, el empujo suavemente, mis manos agarraban su cintura y ayudaban a penetrarme aumentando su follada con los segundos, fueron casi 15 minutos de sentir placer. Hasta que lo sentí que se venía aumentando mis movimientos, me inundo mi trasero con su semen, me voltee para besarlo y terminar de limpiarle la verga manualmente. Salimos del baño él se vistió y yo me coloque mis pantalones y el buzo que uso para pintar y me puse a hacerlo en el jardín. Estaba pintando una locomotora de las viejas. Al rato llego mi esposo. Y me saludo preguntándome.

– Hola mami ¿cómo vas?  Bien, muy bien mi amor. La pase muy rico con el ingeniero. - Ha que bien me alegra mi amor, bueno continuamos trabajando.

Y así fue otro día más de exquisito placer.

DIANA LUCIA SAAVEDRA

[email protected]

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