Espero les haya gustado la primera parte continuo:
Empecé a probarme mis vestidos que usaba cuando era soltera y vi que aún me quedaban muy bien quizás un poco más cortos y entallados que antes pero muy bien aún.
La tarde llegó y mi suegra dormiría su siesta de la tarde y a mí me urgía comprarme un celular hacia 3 años mi marido me había quitado mi celular por sus celos desmedidos y no había comprado otro para ahorrarme pleitos y peleas, así que ahora sola podía comprarme uno. Me puse uno de mis mini vestiditos de soltera uno rojo y escotado, muy cortito me asome desde las escaleras y vi la puerta cerrada señal de que ella dormida tome el teléfono de la sala y pedí un radio taxi no podía ni debía salir por las calles del barrio llamaría la atención y no faltaría el chismoso o chismosa que le iría con el chisme a mi suegra, tanto ella como mi marido eran muy conocidos, subí las gradas regrese a mi cuarto y prendí la tele subí el volumen por si mi suegra despertara creería que estaba viendo la tele, al regresar a la sala vi al taxi y salí sin hacer ruido al cerrar la puerta.
Salí y subí rápido al taxi al subir salude al taxista -buenas tardes- el taxista mirando mis piernas por el retrovisor me contesto -buenas tardes hermosa- hacía mucho tiempo que no sentía el morbo y la cachonderia de un hombre sobre mí! 3 años de vestirme como monja por los celos excesivos de mi marido habían hecho que olvidara la manera en que los hombres me veían y me deseaban antes, pero este taxista morboso me hizo recordarlo.
(Continuará)