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La amiga de mi ex

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Esta historia se dio después de un rompimiento de una relación que duro varios años, yo tendría alrededor de 24 años, cuando por un malentendido rompí con mi chica, como al mes de este hecho, recibo una llamada de Graciela una de las mejores amigas de mi exnovia, aunque yo la conocía, no había habido más acercamientos que unos cuantos saludos y nada más, sin embargo me dice que quiere verme, nos ponemos de acuerdo para vernos al día siguiente.

Asisto a la cita pensando que me va a hablar de mi exnovia y tal vez interpelar por una reconciliación, pero para mi sorpresa en ningún momento me habla de ella, platicamos de nosotros, tomamos un café y es todo, yo me retiro todo confundido, a los pocos días recibo nuevamente otra llamada de ella para una nueva cita, vuelve a ser lo mismo, aunque esta vez la noto más desenvuelta, los primeros botones de su blusa abiertos, en fin, comienzo a darme ideas.

A la tercera cita, que transcurre prácticamente igual a las otras dos, le hago una invitación para ir a Acapulco el fin de semana, en realidad nunca espere que aceptara, sin embargo, acepta (después me enteraría que mi exnovia le platicaba de nuestras noches de sexo y ella poco a poco se fue interesando por mí, pero era el novio de su amiga, y ahora que ya no existía esa relación tenía el camino libre), por ese entonces yo trabajaba en una línea aérea y podía obtener descuentos en renta de autos, hoteles, etc. Así que rento un auto y nos vamos a Acapulco.

Llegamos al Puerto de Acapulco y lo primero que hacemos, buscar alojamiento, elegimos un hotel y nos dirigimos a la administración, solicito una habitación doble y espero alguna objeción de ella, nada, silencio, subimos a la habitación dejamos nuestras cosas y salimos a la playa, nos pasamos toda la tarde jugando y nadando en la playa, regresamos al hotel y decidimos ir un rato a la disco, bailamos un poco, y nos vamos a la habitación, se mete a bañar mientras yo me quedo viendo televisión, luego me toca el turno a mi, cuando salgo de bañarme ella ya está acostada en su cama, yo me acuesto en la mía y apagamos la luz.

¿Y ahora?, ¿Cómo iniciar un acercamiento?, se me ocurre una idea, tomo una almohada y se la aviento, me la devuelve, nos ponemos a jugar almohadazos, me acerco cada vez más, hasta que la tengo al alcance de mi mano, boto la almohada a un lado y la agarro, comienzo a abrazarla, y besarla, me devuelve todo lo que le hago, le toco los senos por encima de su camisón, se los aprieto, le acaricio las piernas, le bajo el camisón hasta la cintura, le quito el brassier y comienzo a acariciarle los senos, se los chupo, con mi lengua hago círculos alrededor de sus pezones, mientras mi mano sube por sus piernas en busca de su vagina, toco sus panties, los hago a un lado y mi mano entra en contacto con su vello, paso mis dedos por sobre sus labios, se estremece, con dos de mis dedos los abro y con un tercero toco su clítoris, con su lengua dentro de mi boca me indica que le ha gustado esa caricia, yo llevo poco más de un mes de no tener relaciones sexuales, ella no sé cuánto, pero los dos estamos ardiendo, yo con mi pene bien erecto y duro, ella se le nota su excitación en sus pezones, los tiene duros, erectos también, comienzo a quitarle la ropa que ya está casi fuera, yo me bajo los pants que me había puesto, y dejo a su mirada atónita mi pene, lo ve, se remoja los labios, y lo toma entre sus manos, comienza a apretarlo y con cada apretón que da, se tensa más, ya no puedo aguantar más, la acuesto sobre la cama, le abro las piernas y coloco mi pene en la entrada de su vagina, con mi mano lo subo y bajo a todo lo largo de sus labios, pronto se comerá todo, suavemente presiono y sus labios apenas se abren y la punta de mi pene penetra un poco, gime, sabe lo que le espera y lo desea, es agradable ver la cara de la pareja cuando está entrando el pene, sigo empujando hasta que está completamente dentro, comienza a moverse, quiere sentirlo, gozarlo, lo que hago es casi sacarlo hasta que la punta casi sale, y lo vuelvo a meter, pero ahora ya no despacio sino fuertemente de un solo empujón lo meto todo, repito la operación y ella gime de placer, le gusto, cuando lo vuelvo a hacer, me agarra de las nalgas y me jala hacia ella, quiere sentirlo con más fuerza, su cuerpo vibra y comienza a tener un orgasmo, si hay algo que me vuelve loco de placer es ver a mi pareja tener un orgasmo, no aguanto más y yo también descargo todo mi semen, siento como corre a través de todo lo largo de mi pene, hasta salir, una y otra vez, parece interminable, cambiamos ahora de posición, yo acostado boca arriba, ella sobre mí, se alza sobre sus piernas y se deja caer suavemente sobre mi pene, introduciéndoselo todo, a mí me encanta esta posición, porque me permite chuparle los senos cómodamente mientras le introduzco todo mi pene, comienza a cabalgar cada vez con más fuerza, hasta que vuelve a tener una serie de orgasmos, y me hace venirme de nuevo, agotados por todo el ajetreo del día y esta sesión de sexo, nos quedamos dormidos acariciándonos mutuamente, al día siguiente por la mañana nos bañamos y nos vamos a nadar nuevamente, ya que hay que volver a la Ciudad de México.

Después de esa vez tuvimos muchos momentos más, me gustaba mucho porque era una mujer muy excitable, apenas la comenzaba a tocar y si me dirigía a su vagina, ya estaba húmeda, por cuestiones que no vienen al caso, tuvimos que separarnos, hace algunos años la volví a ver, ya estaba casada, con dos niños, sin embargo, me pidió que le hiciera el amor, y lo volvimos a hacer, fue extraordinario, ya no la he vuelto a ver, pero sé que no me olvidara como yo tampoco lo haré.

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