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Maika, la virgen ardiente

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Maika es una amiga de mi hermana, cuerpo menudito, tetitas del tamaño de una naranjita con el culo redondito y respingado, cabello colorado como zanahoria más bien corto. No una chica espectacular pero bonita en líneas generales.

Con mi hermana tenemos un pacto, yo no me meto con sus amigas y ella no lo hace con mis amigos, así que nunca mire a Maika con ojos sexuales.

Más de una vez Maika se quedó a dormir en mi casa y la vi en ropa interior y ella me vio en calzoncillos pero paso nunca nada.

Hace un par de semanas cuando me levante, para ir a bañarme ella estaba en el pasillo pues se había quedado a dormir, sabes que cuando me levanto por las mañanas mi verga esta siempre dura y media parada, en fin cosas de la naturaleza.

Al pasar al lado de Maika me miro y tiro su mano tocándome la verga al tiempo que decía buen paquete Rubén! yo le toque el culo entre risas diciéndole que culo delicioso coloradita y ahí quedo todo pues yo estaba apuradísimo y aparte no le di mayor importancia.

El domingo pasado estaban mi hermana, Maika y otra chica en el cuarto de mi hermana y escuche sin querer que Maika decía que si bien tuvo experiencias de toqueteo y chupadas pero que era aún virgen y que se moría de ganas de conseguir alguien que le haga sentir el sexo en su plenitud.

También hablaban que nunca ella había estado en el “Therme spa de Bad-Homburg” y que deberían hacer programa para llevarla a conocer ese lugar.

En seguida les cuento sobre ese lugar!!!

Esa noche me masturbe pensando en Maika mientras pensaba en un plan.

Esta coloradita con el culo redondito y su conchita virgen debería ser mía.

El miércoles a la noche la llame a la casa y le dije que un pajarito me conto que le gustaría conocer el Therme spa y que si no le contaba a nadie que yo era quien la invitaba, y si le parecía bien el viernes a la noche iríamos juntos.

Maika acepto con gran alegría y me juro que no le contara a mi hermana que yo la invite, así quedamos que la pasaba a buscar el viernes a las 21.45 por un bar cerca de su casa.

Y ahora un pequeño relato y explicación acerca del Therme spa de Bad-Homburg. Bad-Homburg es una pequeña ciudad a 15 kilómetros de Frankfurt, muy aristocrática y con los mejores restaurantes, pubs, casinos y discotecas de toda la zona. Hay también un Spa impresionante de casi una manzana que es un edificio cerrado y de afuera no se ve nada. Adentro es una playa artificial cerrada con arena. Sol y pileta de agua salada con olas y todo dentro de un recinto cerrado. Piletas de agua dulce, yacusis, saunas y masajes de todo tipo. Toboganes de agua, en fin un lugar único, Esta tan bien hecho que hasta te bronceas con el sol, así que no importa si afuera nieva, llueve, es de día o de noche, ahí dentro es siempre pleno verano. Pero lo más interesante del lugar es el sector azul. El sector Azul es para andar desnudo como dios te trajo al mundo. Ahí lucen sus cuerpos familias enteras sin que a nadie le importe del culo del otro, aunque a mí me deleita el espectáculo de las chicas desnuditas en la playa y me muero de risa de las viejas de 70 años que las tetas les cuelgan hasta el piso y no se avergüenzan de nadie. Pero lo mejor es la discoteca del segundo piso donde lo único que podes llevar puesto es la pulsera con tu código para que carguen en tu cuenta tus consumiciones.

Volviendo al relato, el viernes a la nochecita me escabullí fuera de casa sin que mi hermana me viera y comiencen sus preguntas, y salí a encontrarme con mi cita secreta.

Al entrar al bar donde habíamos quedado, vi a Maika en la barra tomando una cerveza y se me paralizo el corazón. Estaba espectacular. Una mini falda a cuadritos que no dejaba nada por imaginar y una remera de jersey negra que le marcaba el cuerpo de tal forma que me dejo pasmado. Le di un beso en la mejilla y yo también tome una cerveza y le dije que estaba hermosa esta noche, y que hare lo posible por olvidar que era una amiga de mi hermana y que la haría pasar una noche inolvidable.

-Lo espero desde hace mucho -dijo sonrojándose.

Viajamos a Bad-Homburg hablando pavadas sin importancia y yo todo el tiempo le decía piropos, diciéndole que estaba hermosa, que el perfume que usaba era muy sensual, que la tanga roja le hacía juego con sus cabello y otras cositas para ir entrando en clima.

Al llegar nos cambiamos, nos pusimos los trajes de baño y fuimos a la playa común por un rato, pero ambos sabíamos que el motivo de esta visita al Therm spa era el sector azul, así que después de unos minutos y tras un intercambio de miradas quedo claro a que habíamos venido y para ahí nos fuimos. Nos desnudamos en el vestuario y entramos al sector azul. Maika estaba muy avergonzada al principio y se tapaba como podía pero al ver que todos estaban desnudos y fuera de mis ojos que no se podían despegar de su cuerpo nadie la miraba, se fue aflojando y relajando. Ahí descubrí que Maika tenía su concha totalmente depilada, los labios eran carnosos y rosaditos y sus tetitas estaban coronados por unos pezones marrones con una punta bien sobresalida. Jugamos un poco en el agua, fuimos al tobogán, nos sentamos en el yacusi y tomamos un poco de sol artificial. Al cabo de más de una hora le dije de ir a la discoteca. Nos duchamos para sacarnos la arena y fuimos al segundo piso, y ahí empieza lo mejor de esta noche que de aquí en más ni Maika ni yo olvidaremos.

-No sé si llegas a imaginarte lo que es bailar desnuda -le dije- pero te va a gustar

Pedimos un par de cócteles en la barra y con la copa en la mano la lleve al centro de la pista donde decenas de chicos y chicas desnudas bailaban y se movían al ritmo de la música. Por supuesto que para los que van por primera vez como Maika, los primeros minutos son muy embarazosos y le dio mucha vergüenza, estaba todo el tiempo con las manos tratando de taparse inútilmente pues no lo lograba y solo me gustaba más y más verla desnuda y más colorada que de costumbre. En la música house o hardcore todos saltan y se mueven y el roce de culos con tetas, pijas y manos es inevitable. Pero se ve a todos recontentos y no se notan casi vergas paradas, vas entrando en ritmo y te olvidas que la ropa está en el vestuario. Cuando viene la música slow y bajan las luces la cosa se pone requete interesante y no hay lo que hacer, la naturaleza hace lo suyo y como puedo evitar que no se me pare si Maika estaba desnuda entre mis brazos, es hermoso como se escuchan suspiros y gemiditos de las parejas que bailando se recalientan en forma inevitable. No es lo mismo el sentir que te la apoyan como en un disco común, sino sentir mi pija entre tus piernas rozándote todo el tiempo, y las manos acariciando el culo o las tetas. Pero lamentablemente la discoteca no tiene un lugar reservado con camas o sillones donde descargar la calentura hasta el final, así que esto es una gran olla a presión. Maika me beso en la boca y me agradeció que la traje a conocer y experimentar este lugar. Mi verga estaba entre sus piernas y con el roce sentía el volcán en erupción que había en su concha. Si esto fuera en un país latino, el piso estría lleno de leche y los baños serian un gran folladero, pero los alemanes son muy cuadrados y limpitos así que no van a ensuciar en público, así que se franelean, se calientan como locos y se aguantan.

Pero yo no soy alemán y tenía mis planes.

Seguía tocándole el culo, las tetas y la besaba poniendo mi verga entre la piernas de Maika para calentarla lo más que podía, cuando sentí que ella ya estaba por explotar le sugerí que vayamos a otro lado a terminar lo que habíamos empezado aquí. Maika me sonrió y sin decir palabra me agarro de la mano y me llevo a la salida. Nos vestimos en el vestuario y en unos minutos estábamos en el coche rumbo a un motel de la ruta, para que no se enfríe el asunto puse mi mano en la concha de Maika durante todo el viaje que serán 15 minutos masajeándole el clítoris y poniéndole dedos dentro durante todo el trayecto. Maika suspiraba y largaba jugos sin parar, y yo no quería que se enfriara. Llegamos al motel y sin perder ni un minuto nos desnudamos y nos tiramos en la cama, nos besamos y tocamos durante algunos minutos. Fui bajando por la panza de Maika que abrió sus piernas y yo puse mi boca en su concha chupándola y besando su clítoris durante un rato, mientras ella tenía orgasmos uno tras otro, llenándome la boca y la cara con jugos calientes que no paraban de fluir de su concha virgen. En un momento me dijo:

-por favor métemela no aguanto más, pero con cuidado pues soy virgen...

Yo me hice el sorprendido y le prometí que sería perfecto y muy cuidadoso con ella. Me puse un condón y suavemente la fui penetrando hasta tener toda mi verga dentro de la conchita estrecha, recaliente y mojada de Maika. Pensé que costaría más metérsela la primera vez, pero no tuve que hacer demasiada fuerza. Nunca sentí una concha con esa temperatura, hervía! Mi verga que estaba dura como hierro y recaliente por todo lo que había pasado hasta ese momento comencé a bombear suavemente entrando y saliendo de ese volcán en erupción. Maika daba gemidos y grititos mientras yo la follaba sin parar pero con delicadeza. Acabe más rápido de lo deseado pero es que estaba muy excitado por todo. Al sacarla vi en la sabana unas gotitas de sangre... Por primera vez en mi vida había cogido a una virgencita. A los 24 años y con muchas chicas bajo las sabanas esta era mi primera virgen y fue hermoso abrir su conchita juvenil. Maika me dijo:

- quiero mas no pares ahora, quiero sentir tu carne dentro mío sin condón, sentir tu verga en mis entrañas...

No me gustó mucho la idea así que le dije que se la ponía para que la sienta pero no acabaría dentro de ella. Nos abrazamos fuerte y nos besamos mucho, me senté en un silloncito y Maika se sentó sobre mí con las piernas bien abiertas, jugué un rato con mi verga pasándola por sus labios y el culo, así la penetre sin movernos demasiado, pero era lo que ella quería sentir la verga sin nada, carne caliente en la concha inundada de jugos. Era una sensación increíble tan caliente estaba esa concha y tantos jugos salían que me chorreaban entre las piernas como si fuera orina. Con mi verga dentro le bese las tetas mordiéndole los pezones, y le puse un dedo en el culo. Maika estaba como loca y tenía orgasmos con temblores y convulsiones de todo el cuerpo. Cuando sentí que ya me estaba por salir el chorro de leche otra vez la saque y le pedí que me la chupe pues no iba a acabar dentro suyo. Maika se arrodillo poniendo su cabeza entre mis piernas y de un saque se metió toda mi verga en su boca dándome una chupada de primera, en eso se veía que era experta. Maika me lamia y sorbía con mucha maestría mi verga inflamada hasta que acabe en su boca y ella siguió chupando hasta que se me quedo la verga flácida y limpita. Tenía mis piernas apretando su espalda y mis manos sobre su cabeza no le permitían sacar mi verga de su boca. Fue espectacular ese momento. Volvimos a la cama y seguí tocándola y metiendo dedos en la concha y en el culo hasta que mi verga reacciono otra vez. Le dije:

-Maika esta noche vas a ser doblemente desvirgada pues ahora quiero tu culo.

En un primer momento se negó diciendo que le iba a doler y que le daba miedo, pero la tranquilice diciéndole que tenía mucha experiencia y que le encantaría. Y si sentía mucho dolor parábamos y listo. Empecé por besarle el culo pasando mi lengua por su pequeño agujerito, Maika gemía de placer y yo metí mi lengua profundo en su culo varias veces aflojando el agujerito que ya oponía menos resistencia. Había comprado un tubo de gel K-Y, saque el tubo y le unte el hoyo del culo con una buena cantidad. Y metí un dedo, haciendo movimientos circulares fui agrandado el hoyito hasta poder meter un segundo dedo entre gemidos y un poquito de protestas de Maika mis dos dedos jugueteaban en las profundidades del culito blanco y pecoso de esta colorada caliente. La puse en cuatro patas y le apoye la punta de la verga en el agujero del culo, la tire un poquito para atrás y la verga se deslizo dentro unos centímetros en medio de un grito con suspiros. Sin querer Maika se tiro hacia atrás y le entro mi verga de golpe hasta el final, se ve que había puesto tanto gel que se deslizo sin problemas en el interior del culo de Maika que temblaba toda, pues en su primera culeada estaba súper excitada. Lentamente me empecé a mover adentro y afuera mientras mis manos tocaban la concha que seguía chorreando jugos. Maika gemía y eso me puso más caliente. Maika estaba tan excitada y tenía movimientos involuntarios de todo el cuerpo y no pudo seguir sosteniéndose en sus manos y piernas y cayó boca abajo en la cama pero yo caí junto con ella y no se la saque del culo donde mi verga se sentís feliz.

Así nos quedamos un buen rato con mi verga dentro moviendo muy despacito. Los suspiros y gemidos me excitaron más aun y ya sin pensarlo demasiado le vacié toda lo que me quedaba de leche en el interior del culo. Yo estaba extenuado y Maika me besaba sin parar. Pidió un poco más pero yo no podía. Esta chica es insaciable, así que la masturbe metiendo dedos en concha y culo hasta que acabo por no sé qué vez, ahí le dije Maika esto era todo por hoy. Nos bañamos juntos nos vestimos y fuimos a comer una pizza y tomar unas cervezas para recuperar las fuerzas derrochadas esa noche.

Eran ya las 5 de la madrugada cuando emprendimos el regreso a Frankfurt. Aunque no lo creas en los 30 minutos de viaje ella me tomo la mano y me pidió que le ponga los dedos dentro y la masturbe todo el viaje de vuelta. Maneje despacio y con cuidado para que dure más. Maika se retorcía de placer en el coche como si la noche recién hubiera empezado,

A mí la verga me dolía de tanto sexo pero la deje que me la tocara un poquito más. Al llegar al estacionamiento de la casa se la puso en la boca y me la chupo un rato pero ya no salió leche de mi interior. La bese en la boca y se bajó del coche entrando rápido a la casa.

Maika me prometió y me juro que no le contaría a mi hermana lo que había pasado esta noche. Espero que cumpla y si no, ya veré que le digo.

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