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Al profe con cariño

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Desde que inició mi fantasía había algo en particular que rondaba mi cabeza y es que siempre recuerdo que Tania me contaba que cuando ella estaba en el colegio como estudiante había un profesor que le parecía en particular morboso y sus amigas y amigos coincidían en eso, era su profesor de Química en cuarto y quinto de secundaria y no les quitaba la mirada de encima, no había una estudiante en particular, el miraba a todas las que le parecían simpáticas, les miraba las piernas, les miraba los senos, las llamaba a su oficina para humillarlas por su bajo desempeño en las notas, les hablaba en doble sentido, entre otras cosas, jamás llegando a otro extremo.

Como decía, esto es algo que jamás se me salió de la cabeza, pero decidí sacarme la espina, fui al colegio donde estudió Tania y lo busqué, me dijeron que ya no trabajaba ahí hacía un par de años, me dieron un numero celular al que llamé pero ya no estaba operativo, de verdad que estuve casi un mes tratando de ubicarlo sin éxito, hasta que me ocurrió lo impensado.

Estaba un día con mi madre por el súper mercado y de pura curiosidad me paré frente a un panel que tienen con diversos anuncios sobre personas que ofrecen sus servicios como cerrajeros, gasfiteros, mecánicos y también profesores y me di con la sorpresa de encontrar a un profesor de Química con el mismo apellido que el profesor de Tania, no podía ser tanta coincidencia, así que guardé su número.

Al día siguiente lo llamé, me hice pasar por un estudiante que necesitaba reforzar algunos temas de Química para poder pasar un examen de la universidad, el profesor naturalmente aceptó el trabajo, concretamos un día y una hora para reunirnos en mi casa y así fue.

Era un día jueves, por la tarde, no había nadie más en mi casa y sonó el timbre y me acerqué a la entrada para abrir la puerta. En cuanto la abrí me topé con un hombre de unos 60 y tantos años; pelo alrededor de la cabeza, en el centro era pelado; no era muy alto, de hecho diría que era un poco bajo de estatura y algo que resaltaba era su barriga, era bastante panzón.

- Profesor Quintanilla? -pregunté

- Si, que tal José, mucho gusto.

- Adelante profesor, por favor tome asiento.

Lo invité a sentarse en el comedor y le ofrecí algo de tomar mientras recogía unos cuadernos de Química de cuando estuve en la universidad, así como mis viejos libros ya desempolvados, también incluí en el paquete mi laptop. Me senté junto al profesor, precisamente a su derecha y le comenté cuales eran los temas que me iban a tomar en el examen.

Estuvimos resolviendo varios problemas y temas de Química que supuestamente vendrían en mi examen, pero necesitaba tocar "el tema" por el cual en realidad yo lo había llamado, así que encendí mi laptop, le dije que tal vez por ahí tendría algún otro archivo para revisar, giré la máquina para que ambos pudiéramos ver bien la pantalla, entonces una vez que estuvo encendida abrí una ventana de archivos donde había infiltrado cuatro fotos de chicas que había descargado de internet, inmediatamente cuando el profesor vio las fotos dijo:

- Uyuyuy, a ver ese material, creo que también vamos a tener que estudiarlo. -dijo el profesor sonriendo.

Bastó con que diga eso para poder darme cuenta que el morbo del cual hablaba Tania seguía vigente. Vimos las fotos y de forma cómplice las disfrutamos observando cada detalle de su anatomía, tres de las chicas tenían un común denominador: la edad, todas eran jovencitas, como de la edad de Tania, la otra era un poco mayor que las demás.

- Que ricas estas chiquitas. -me dijo el profesor.

- Si, riquísimas verdad? -le dije.

- Si de verdad que sí, me encantan así, jovencitas, tienen toda sexualidad al tope, mira esas curvas, esos culitos tan ricos. -decía el profesor relamiéndose.

- Y ha tenido oportunidad de estar con alguna así? -pregunté.

- Bueno te diré que desde hace mucho que no pasa nada, a mi edad es difícil conseguir una así. -dijo el profesor.

- Difícil pero no imposible. -dije yo.

- Así es José, no imposible.

Terminó la hora de clases y el profesor ya tenía que irse, le pagué, nos despedimos y se fue.

A los pocos días recibí una llamada suya, preguntándome por cómo me había ido en mi examen, le comenté que bastante bien y que me gustaría que volviéramos a tomar otra clase para reforzar un poco más, nuevamente aceptó y fijamos el día y la hora.

Sonó el timbre.

- Profe, como está, adelante por favor tome asiento. -lo recibí.

- Gracias José.

El profesor pasó y se sentó en el comedor, donde ya me había adelantado y había sacado los cuadernos, libros y mi laptop.

Nos pusimos a conversar un rato e inmediatamente pasamos al tema del estudio, en algún punto nos desviamos de la conversación sobre Química y empezamos a hablar de mujeres, me contó que es separado y tiene tres hijos mayores que viven en el extranjero y me comentaba también que tenía salidas esporádicas con algunas amigas pero no todas las salidas tenían un "final feliz".

Yo procedí a contarle un poco acerca de mi relación.

- Verá profe, yo estoy con una mujer muy hermosa, tiene un cuerpo delicioso, ya tenemos buen tiempo y somos una pareja digamos que open mind y siempre conversamos acerca de nuestros gustos y demás, no tenemos problemas ni tapujos al hablar de eso, incluso a veces yo le cuento cuando alguna chica me pareció atractiva y viceversa.

- Ah mira que interesante, las relaciones deberían ser así, más abiertas, y cuántos años tiene ella? -me preguntó.

-Bueno ella tiene 22 años. -le comenté.

Su cara de interés se fue haciendo más notoria.

- Que interesante y como se llama? -preguntó curioso el profesor.

- Se llama Tania. -le dije, mientras sacaba mi celular y le enseñaba una foto de nosotros dos.

- Te sonará extraño pero te diré que me parece bastante conocida. -dijo el profesor, observando con sus grandes lentes la pantalla de mi celular.

- En realidad no me parece muy extraño profesor, ella fue alumna suya. -le dije.

El profesor se quedó un poco sorprendido.

- Y tu como sabes? -preguntó extrañado el profesor.

- Pues porque ella me lo contó, ella no sabe que usted me viene a dar clases, pero me contó acerca de usted, que bueno, a veces era un poco mañoso con ellas.

- No entiendo, a que viene todo esto? Me estás inculpando? -dijo el profesor levantándose de su silla.

- Para nada profesor, por favor tome asiento.

El profesor me miró unos segundos y lentamente se volvió a sentar.

- Verá profesor, como le dije, Tania siempre me cuenta de todo, y me contó justamente lo de su época de colegio, es ahí donde usted aparece en escena, y como uno de los protagonistas, ya que Tania me contó acerca de cómo usted de cierta forma acosaba a sus alumnas, incluyendo a Tania, pero de alguna forma, este acoso le gustaba a Tania.

El profesor se quedó bastante sorprendido.

- Pero yo... no entiendo, o sea yo le gustaba? O a que te refieres? -dijo el profesor.

- En realidad ella en un principio no sentía nada pero poco a poco fue llenándose de una sexualidad y una curiosidad acerca del sexo que la llevaba a querer probar más. Y aparentemente este modo de acoso que usted tenía a ella le gustaba, es decir, le excitaba. -le respondí.

- Y por qué no me dijo nada?

- Porque tenía 16 años y usted era su profesor, a pesar de la excitación, su sentido común la obligaba a reprimirse en ese aspecto.

- Bueno y es por eso que ahora me contactas? -preguntó el profesor.

- Así es profesor, a decir verdad y para no perder más tiempo, no tengo ningún examen, es más, ni siquiera tengo clases. Lo vengo buscando desde hace casi un mes para poder satisfacer la fantasía de Tania.

- O sea ella te lo pidió.

- No, ella no sabe nada del tema, es más, este tema no lo tocamos desde hace ya varios años y como le dije, nosotros somos de mente bastante abierta así que por mi parte no tengo ningún problema.

- Bueno, entonces que tienes en mente. -me dijo el profesor.

- Vamos a hacer lo siguiente profesor: -y procedí a explicarle todo lo que haríamos.

El profesor estuvo de acuerdo, nos despedimos y se retiró bastante extasiado.

Era fin de semana y estaba con Tania, fuimos a almorzar y estuvimos conversando, el siguiente fin de semana cumplíamos una fecha importante y queríamos celebrarla:

- Bueno entonces vamos a tener una cena romántica y luego de eso te tengo una sorpresa preparada. -le dije a Tania.

- Que es??? -me preguntó intrigada.

- No te puedo decir porque si no, no sería sorpresa, lo único que te puedo decir es que lleves tu disfraz de colegiala.

- Uhmmm pillín ya se lo que planeas. -me dijo riendo.

- Créeme que ni te lo imaginas. -le dije, riendo también.

Terminamos de almorzar y fuimos a hacer unos pendientes.

A la semana siguiente conseguí un buen hotel y fui, era mitad de semana y separé y pagué dos habitaciones, ambas estaban separadas en pisos distintos, esto sería para el día sábado. Saliendo del hotel llamé al profesor, le indiqué que el sábado, según lo que habíamos conversado, debía acercarse al hotel, le di la hora a la cual debería llegar y que le avisaría por mensaje cuando también estemos ahí. Todo estaba preparado.

El sábado fui con Tania a cenar, comimos pasta y tomamos mucho vino, ella estaba muy caliente y ya quería pasar a la sorpresa, así que terminamos la cena, pagué y nos fuimos.

Llegamos al hotel y le dije a Tania que espere en el lobby, me acerqué a la recepción e indiqué que tenía una reserva, la confirmaron y nos entregaron la tarjeta de ingreso, subimos a la habitación.

- Bueno, desde acá empieza la sorpresa, esta habitación es prestada, no la he pagado, nosotros vamos a usar otra. -le dije.

- Pero como es eso? Entonces para que venimos acá? -preguntó Tania que ya se me estaba lanzando encima.

- Bueno la otra habitación ha sido preparada con la sorpresa así que yo voy a bajar a entregar la tarjeta de esta habitación y luego subiré a la que nos corresponde pero quiero que ya entres disfrazada, está bien? -le pregunté.

Tania estuvo de acuerdo y mientras hacía esto ya estaba conversando por mensajes con el profesor y me dio el número de su habitación así que le di el número a Tania y luego me fui, bajé al bar a tomarme unos tragos.

Tania se quedó sola en la habitación así que rápidamente se desvistió y se empezó a uniformar, se tomó su tiempo pero hizo la caracterización a la perfección. Llevaba el pelo liso y se hizo dos trenzas, se maquilló, se delineó los ojos y se pintó la boca de un rojo fuego, no se puso sostén, sus senos eran sostenidos solo por la blusa de colegio amarrada con un nudo por encima del ombligo, más abajo un fino hilito en T color rojo y una pequeña faldita roja de cuadros que apenas dejaba ver un poco sus redondas y hermosas nalgas; medias blancas, largas hasta las rodillas y unos tacos aguja bastante altos color negro.

Tania salió de la habitación caminando despacio, subió por el ascensor, se topó con una pareja que también subía, Tania les dio la espalda mirando hacia la puerta del ascensor ya que solo subía un piso, al bajar el tipo le estaba mirando el culo y su mujer lo miraba con cara de mucho odio. Tania salió al corredor y caminó buscando la habitación, era una de las dos que estaba al fondo, tenía vista a la calle, Tania llegó y toco la puerta, nadie le contestó, pero pudo notar que esta estaba semiabierta y solo pasó.

La puerta se abrió lentamente y Tania sutilmente la cerró una vez adentro. A su izquierda estaba la puerta del baño, estaba cerrada. Avanzó unos tres pasos y llegó a la habitación y le dio una hojeada rápida de izquierda a derecha. Las luces principales estaban apagadas y solo había prendida una luz que estaba a la izquierda de la cama, al otro lado de la cama había un escritorio, donde estaba supuestamente yo sentado mirando por la ventana ligeramente abierta al igual que la cortina frente a la cama había una mesa con dos sillas y en ella una botella de vino, dos copas ya servidas, un par de botellas de agua y otras chucherías para comer. Entonces Tania miró al hombre que supuestamente era yo pero le pareció muy extraño ya que era más bajo y bastante más gordo, además llevaba puesto un terno.

- José? Que haces así? -dijo Tania nerviosa.

- José? Aquí no hay ningún José. -respondió el profesor.

- Señor disculpe, creo que me equivoque de habitación. -dijo Tania mientras empezaba a retroceder lentamente.

- No Tania, no te has equivocado. -dijo el profesor volteando.

Se miraron fijamente y con mucho asombro, el profesor porque no creía encontrarte frente a frente con una mujer de ese calibre y Tania porque empezaba a reconocer a su profesor de Química.

- Pro… pro… profesor Quintanilla? -dijo Tania asustada.

- Así es Tania. Como estas?

- Bien profesor, pero que hace usted aquí?

- Bueno, cuando estabas en el colegio habían un par de cursos que no pasaste adecuadamente, así que ahora vengo a tomarte la lección para que puedas aprobar. Por poco no te reconozco, mírate, como has crecido. -dijo el profesor relamiéndose y mirando cada centímetro del cuerpo de Tania.

- Profesor, no sé qué decir. -dijo Tania que aún no salía de su asombro.

- Toma asiento Tania. -dijo el profesor, señalándole la cama, mientras cogía las copas de vino.

Tania se sentó al borde de la cama pero alejada del profesor quien se acercó lentamente y le ofreció la copa de vino, al principio Tania no la quería aceptar, aparte que estaba bastante sorprendida, ya habíamos tomado bastante vino en la cena, pero el profesor insistió, Tania la cogió y el profesor le tendió su copa para hacer un brindis, ambos chocaron su copa y tomaron, Tania nerviosa tomó toda la copa de un solo trago. El profesor rio y cogió la botella, le llenó la copa nuevamente, el profesor se fue a sentar nuevamente a su sitio.

- Estas hermosa Tania, deliciosa, riquísima... cuando estabas en el colegio eras guapísima, pero ahora... mírate. -decía el profesor que no paraba de recorrer el cuerpo de Tania con los ojos, alimentaba su morbo más y más. - y bueno, cuéntame tu, como has estado? Me extrañaste? Escuché por ahí que sí.

Tania no sabía que decir, se quedó callada unos segundos y se volvió a secar la copa, la extendió hacia el profesor haciéndole un ademan para que se lo vuelva a llenar. El profesor nuevamente se paró y le sirvió nuevamente el vino, Tania cogió la botella y la puso a su costado, se volvió a secar la copa.

Tania cerró sus ojos unos momentos, recordó su época de colegio, recordó cuando el profesor la miraba, cuando aparentemente de forma casual le tocaba el culo, las piernas, le miraba los senos, se excitó. Nuevamente abrió los ojos, el profesor estaba sentado, Tania cruzó las piernas.

- Si profe, lo extrañé, extraño sus clases, extraño su forma de enseñar, quiero que me vuelva a enseñar. -dijo Tania, cada vez más caliente.

Tania volvió a servirse vino pero esta vez lo tomó de a pocos.

- Yo también extraño las clases Tania, pero en especial a ti, tu siempre fuiste la mejor de todas, la más riquísima y hoy te voy a volver a enseñar. -dijo el profesor mientras se ponía de pie.

El profesor se acercó a Tania y le acarició el rostro y pasó su mano por sus senos. Tania, aún sentada al borde de la cama, levantó la mirada para verlo, dejó la copa de vino en el velador y empezó a tocarlo por encima del pantalón, ya la tenía dura y Tania lo sintió, le desabrochó la correa y le abrió el pantalón y metió su delicada mano dentro del calzoncillo del profesor y lo empezó a masturbar suavemente.

El profesor siguió acariciando su rostro y le metió los dedos en la boca, Tania los chupaba, la verga del profesor se ponía cada vez más dura.

El profesor detuvo a Tania y la tomo de la mano, ella se paró y el profesor la llevó hacia su escritorio, Tania se sentó encima de la mesa y el profesor se sentó en la silla. El profesor muy sutilmente le quitó el diminuto hilo, lo olió profundamente y lo puso a un lado, luego metió su cara entre las piernas de Tania, empezó a jugar con su lengua y Tania estaba encantada, el profesor siguió metiéndole la lengua a Tania que estaba muy mojada, el profesor se tomaba los fluidos de Tania, es un manjar para él.

- Por favor Tania ponte en cuatro, esto es como un sueño para mí, un sueño hecho realidad. -dijo el profesor muy excitado.

Naturalmente Tania obedeció y se puso en cuatro encima del escritorio, el profesor le contempló el culo como quien contempla una obra de arte que solo se ve una vez en la vida, suavemente pasó su mano por sus piernas, sus nalgas, su ano. Luego empezó nuevamente con la lengua, la lengua del profesor paseaba por todos lados, desde las piernas hasta el culo, lo saboreaba, lo disfrutaba plenamente. Tania estaba muy excitada.

Luego de deleitarse un poco con el culo de Tania, el profesor se detuvo y ayudó a Tania a bajar del escritorio.

-Bueno Tania, es momento de que pases tu examen oral. -dijo el profesor sentándose al borde de la cama.

Tania lo miró y sonrió, lentamente se acercó gateando a la cama, el profesor Quintanilla se terminó de bajar el pantalón y saltó su verga, Tania empezó con la lengua, le lamía los huevos lentamente, luego fue subiendo lentamente solo con la punta de la lengua hasta llegar a la cabeza, en ese momento se lo metió a la boca y empezó a chuparlo, de arriba a abajo suavemente, se metía toda la verga hasta la garganta, cuando había entrado completamente levantaba los ojos y miraba fijamente al profesor mientras se atoraba y le daban arcadas, luego repetía nuevamente todo. El profesor la miraba muy excitado, tenía la verga muy dura y la tenía tomada del cabello mientras con la otra mano jugaba con el pezón de Tania.

- Bueno Tania, aprobaste tu examen oral, es hora de que te ponga la nota. -dijo el profesor mientras retrocedía y se echaba en la cama.

- Póngame toda su nota profesor. -dijo Tania muy excitada mientras se montaba encima del profesor.

El profesor se abrió la camisa y Tania gateó encima de él como una gatita, con su mano izquierda se apoyó en la prominente barriga del profesor mientras con la mano derecha le cogía la verga y la fue acomodando lentamente en la raja de la vagina. Tania cerró los ojos y mordiéndose los labios dejó entrar la muy endurecida verga del profesor.

-Ahhh... -Tania soltó un gemido.

-Mmmm... -El profesor también lo disfrutaba enormemente.

Tania se movía de arriba a abajo lentamente, estaba muy mojada, el profesor le quitó su blusa y le chupaba las tetas mientras ella iba acelerando el galope. Luego de un rato cambiaron de posición y esta vez el profesor se puso encima de Tania y le empezó a dar con todo, Tania gritaba, la verga llegaba hasta el fondo.

-Así, grita perrita, yo sé que te gusta, verdad?

-Si... sii... siii. -gemía Tania

-Eres una zorrita, todo lo que haces para tener una buena nota verdad? -decía muy excitado el profesor

-Quiero buenas notas profe, por favor apruébeme. -seguía gimiendo Tania

-Pero también te has portado mal Tania, tú conducta no es la más apropiada, te comportas como una perra con todos tus maestros, que puedo hacer al respecto? -decía el profesor mientras que la penetraba cada vez más fuerte.

-Castígueme profe, pégueme si es necesario, pero no me desapruebe. - decía Tania con voz de zorra.

El profesor estaba encantado con el juego de roles y se metió de lleno en el papel, mientras le seguía dando la empezó a ahorcar, al profesor le encantaba ver cómo se asfixiaba y luego tocia y se atoraba, eso lo ponía mucho más, luego la cogió de la cara, la miró con odio y le dio una cachetada.

-Más... -dijo Tania, inexplicablemente le encantó este juego.

El profesor le volvió a tirar una cachetada, esta vez mucho más fuerte, se escuchó el golpe muy fuerte y Tania quedó con la cara volteada, cuando volvió a mirar al profesor, un poco de sangre salía de su labio, el profesor vio la sangre y entró en un estado de éxtasis, la besó chupándole la sangre, la volvió a asfixiar y Tania no podía más, se empezó a venir, gritaba gemía y el profesor tampoco lo resistió, en cuanto vio venirse a Tania él llegó también, le llenó la vagina de leche caliente, Tania y el profesor se besaron y este se tiró cansado a un lado de la cama, encendió la tele y prendió un cigarrillo, Tania le pidió uno.

-Bueno profesor creo que ya es momento de que me vaya... bueno, me están esperando. -dijo Tania volteando hacia el profesor.

El profesor volteó hacia ella y metió su mano dentro del culo de Tania y jugando con su ano le dijo:

-No no no no no Tania, esta vez estas bajo evaluación, toda la noche eres mía, ya mañana te recogerán, esta noche yo te RE cogeré. -dijo el profesor riendo.

Tania lo miró y se volvieron a besar, luego se fue a lavar, se quedaron dormidos después de conversar un largo rato sobre la época en la que Tania estaba en el colegio.

En la madrugada el profesor Quintanilla se despertó y contempló por un momento a Tania, ella estaba dormida a su lado, la destapó y la observaba de pies a cabeza, ella solo llevaba puesto su hilo para dormir, el profesor empezó a masturbarse mientras recorría el cuerpo de Tania con su mano. Nuevamente la verga del profesor estaba endurecida, el profesor hizo a un lado el hilo y empezó a pasar sus dedos por los labios de la vulva de Tania, hasta que los fue metiendo lentamente. Tania despertó.

-Hola Tania... -susurró el profesor.

-Profesor... no haga eso. -dijo Tania mientras le quitaba la mano de la verga. -yo lo ayudaré.

El profesor se acomodó y Tania se puso encima de él pero poniendo sus muslos sobre los hombros del profesor, entonces empezó a chuparla.

-Ahh te vas por 69 en el examen no Tania? Veamos qué tal lo haces.

El profesor le abrió el culo a Tania y metió su cara, empezó a pasar su lengua por todos lados, Tania gemía y metía toda la verga en su garganta sin parar, de arriba a abajo. Sentía como la lengua, la nariz y toda la cara del profesor le restregaban el ano y la vagina, esto la excitaba muchísimo. El profesor le mordía las nalgas y Tania daba de alaridos aún con la verga dentro.

No faltó mucho para que el profesor se viniera, el semen entró en la boca de Tania como en una inyección y por supuesto, Tania se tomó toda la leche, no dejó ni una sola gota.

-Muy bien Tania, te tomaste toda la leche. -dijo el profesor encantado.

-Claro profesor, si es la leche que usted me da, yo me la tomo toda.

-Excelente Tania, hasta ahora estas aprobada. -dijo el profesor mientras la besaba.

Eran como las 3 de la mañana así que se volvieron a quedar dormidos.

Aproximadamente a las 8 de la mañana el profesor despertó a Tania.

-Tania, despierta, es hora de tu prueba final.

-Profesor, buenos días, cuál será mi prueba?

El profesor la miró y sonrió, la mandó a bañarse y vestirse y le dijo que cuando saliera estaría listo, ella obedeció. Luego de un rato, Tania terminó de bañarse, se volvió a poner su uniforme de colegiala y salió dispuesta a enfrentar su prueba final.

El profesor también estaba vestido.

-Primero tomaremos desayuno y después vendremos a la prueba. -dijo el profesor.

-Ok profesor, quiere que pida servicio a la habitación? -dijo Tania caminando hacia el teléfono

-No Tania, bajemos al comedor mejor. -dijo el profesor sonriendo.

Tania dudo por un momento, solo tenía su uniforme de colegiala, pero el profesor no le dio tiempo de pensarlo, la tomó por la cintura y la llevó hacia la puerta, entonces salieron juntos de la habitación, caminaron hacia el ascensor y lo esperaron, bajaron solos, el profesor no paró de besarla hasta que llegaron al primer piso, entraron al comedor y Tania causó una conmoción, todos la miraban, los hombres con deseo y las mujeres con odio, algunos con sorpresa y asombro, la faldita de colegiala apenas le tapaba el culo, el hilo rojo se notaba a leguas y su blusa blanca hacía que se le vean los pezones ya que no sentía había puesto sostén, los tacos le estilizaban las piernas y además le daban el toque de perra preciso.

Se sentaron en una de las mesas del comedor y se acercó nervioso el mozo.

-Buenos días señorita, señor, por favor me indican que se quieren servir.

-Ella quiere dos huevos con una salchicha, jugo de plátano y algo más mi amor? -dijo el profesor muy contento.

-Café, por favor, pero eso sí le echas un chorrito de tu lechecita. -dijo Tania coqueteando con el mozo.

-De acuerdo señorita, para el señor? -dijo el mozo aún nervioso.

-Para mí solo me traes pan con mantequilla y mermelada y una taza de café, la mía sin leche por favor. -hizo hincapié el profesor mientras le guiñaba el ojo al mozo.

-De acuerdo señor, en breve les traigo su pedido.

El mozo se fue y Tania y el profesor Quintanilla se quedaron conversando acerca de lo mucho que se excitaban al estar en esa situación, al atraer tantas miradas, al profesor le encantaba que lo vieran con esa perra, Tania estaba comportándose como una zorra y eso al profesor le encantaba.

Luego de un rato llegó el desayuno y comieron, Tania tenía hambre, se comió todo al igual que el profesor, el mozo se acercó para anotar el número de habitación y validarlo, luego se levantaron y salieron del comedor, esperaron el ascensor nuevamente solos, subieron, las puertas se cerraban pero se volvieron a abrir, iban a subir un par de parejas más, el ascensor era pequeño, subieron un poco apretados, Tania sintió un par de veces una mano que le pasaba por el culo.

Cuando llegaron a su piso, caminaron hacia su habitación y entraron.

-Bueno Tania, ahora si llegó el momento de tu última prueba, estás lista? -preguntó el profesor.

-Si profesor, estoy lista, lo que usted diga. -dijo Tania

-Sea lo que sea?

-Sea lo que sea profesor. -dijo Tania decidida.

-Ok, entonces pásame ese maletín de ahí. -dijo el profesor señalando un maletín junto al escritorio.

Tania le alcanzó el maletín y el profesor sacó un pomo grande de lubricante, Tania imaginó cual sería la última prueba y automáticamente se le dilató el ano, su materia favorita.

-Espero que te hayas preparado para esta prueba. -dijo el profesor.

-Bueno profesor, sinceramente, estuve practicando un poco, pero su prueba será mucho más... dura, que todas mis prácticas. -dijo Tania acercándose al profesor.

Se besaron, el profesor la tenía durísima.

El profesor le indicó a Tania que debía quitarse el hilo, el profesor lo tomó y lo guardó en su maletín.

Ayudó a Tania a subirse en la cama y la puso en cuatro, pasó su mano por la concha de Tania, la sentía mojada, luego se agachó y empezó a pasarle la lengua, Tania lo disfrutaba mucho, la lengua del profesor empezó a jugar con el ano de Tania, este se dilataba muchísimo, el profesor lo disfrutaba.

-Es hora de lubricarte todita Tania.

El profesor le echó lubricante literalmente en todo el cuerpo. Empezó por el culo, las piernas, los pies, la espalda, completamente todo el cuerpo estaba cubierto de lubricante, la cama también estaba cubierta. El profesor se desvistió completamente y se subió a la cama poniéndose detrás de Tania, cogió su verga y sin meterla le empezó a pasarle la punta por el ano súper dilatado de Tania, ella ya gemía de placer, entonces el profesor repentinamente la atravesó de un golpe, el grito de Tania se sintió en todo el hotel.

El profesor estaba ensañado, la tenía tomada del pelo y la cabalgaba como a caballo, le daba durísimo, Tania chillaba de dolor y placer, el profesor le daba de nalgadas, le jalaba el pelo y le daba cachetadas en la cara, seguía dándole fuerte y rápido.

El profesor se quiso acomodar más arriba pero resbaló por el lubricante y se fue hacia un lado, pero jaló a Tania con el quien terminó encima del profesor pero dándole la espalda, Tania automáticamente levantó las piernas hasta sus hombros, el profesor cogió su verga y buscó el ano de Tania, nuevamente se lo reventó de un solo golpe, nuevamente los gritos de Tania, el profesor estaba en su máximo clímax, luego de unos minutos llegó, toda su leche terminó dentro de Tania, en lo más profundo de su culo.

El profesor sacó la verga y salió de debajo de Tania quien se quedó con las piernas levantadas y una expresión de dolor única, hizo un pequeño esfuerzo y empujó el semen fuera de su culo el cual resbaló por sus nalgas cayendo en la cama que estaba hecha un desastre.

-Muy bien Tania, aprobaste todas tus pruebas, ahora sí puedo decir que estas graduada del colegio. Dijo el profesor entrando al baño para darse una ducha.

Cuando salió Tania seguía en la cama, ya había bajado las piernas, el profesor estaba nuevamente cambiado, se inclinó hacia Tania y se dieron un largo beso, cogió su maletín y se fue.

Yo estaba como un demonio en mi cuarto, fumé toda la noche para tratar de distraerme y no correrme, para mi buena suerte alguien llamó a la puerta. Cuando abrí la puerta ahí estaba el profesor bien bañado y cambiado.

-José... -dijo el profesor dándome un abrazo.

Me abrazó por unos segundos.

-Y qué tal le fue profesor? -le pregunté.

-Fue increíble, cumplí todas mis fantasías esta noche, esa mujer es espectacular, con todo respeto, le hice todo lo que quise hacerle desde hace años y más. Muchas gracias por esta oportunidad.

-No se preocupe profesor, nos hemos ayudado todos y estoy seguro que ella también lo ha disfrutado muchísimo.

-Así es José, así es, bueno ahora me tengo que ir, espero que pronto podamos concertar un nuevo encuentro, tú crees que sea posible? -dijo el profesor muy emocionado.

-Claro que si profesor, no hay ningún problema.

-Muchas gracias José, ahora ve, es toda tuya. -dijo el profesor abrazándome nuevamente y entregándome la tarjeta para acceder a la habitación.

El profesor se fue hacia el ascensor y no lo pensé dos veces, subí las escaleras como un enajenado y cuando abrí la puerta ella estaba en la cama con su falda y sus tacos puestos, la blusa se la había quitado ya que estaba embarrada con lubricante.

Cuando entré se asustó y se tapó un poco con la sábana, luego vio que era yo y se destapó nuevamente, inmediatamente puse el letrero de "no molestar" en la puerta, entré, me quité la ropa de un tirón y me tiré encima de ella. Un momento después se vino como pocas veces se había venido, yo terminé en su culo mientras veía como Tania lamía y se tomaba la leche del profesor que había quedado en la cama.

Fue una noche increíble, de todas formas tendrá repetición.

Nos bañamos y nos fuimos. Tania aprendió la lección.

Gracias por leer!

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