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La canguro de un amiguito de mi sobrino

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Mi sobrino tiene 7 años y cuando mi hermano no puede por motivos de trabajo ir a recogerlo a la escuela por las tardes, me lo pide y gracias a mi flexibilidad de horarios en mi trabajo, puedo hacerle el favor de ir yo a por él.

Desde inicios de curso, a principios de octubre, donde el calorcito en Barcelona era elevado, las primeras veces que fui, coincidía, al salir del colegio, con mamis y papis que iban a por sus niños y me fijé en una chica (pensé que era mami) que iba con una camiseta blanca y sin sujetador, cosa que se notaba por el volumen y movimiento de sus pechos dentro de esa camiseta.

Otro día que fui a por mi sobrino, busqué con la vista a esa mami y finalmente la encontré observando que de nuevo, lo que podía ser una casualidad, supuse que era una costumbre al ver de nuevo que iba con sus pechos libres bajo una camiseta de tirantes y una chaquetilla finita por encima que la ayudaba a disimular lo que había bajo esa camiseta.

Un día que ya había refrescado, la vi y como nos quedamos en el parque a jugar con los amigos, me acerqué al banco donde estaba sentada para intentar contactar con ella. Como mi sobrino y el que yo pensé que era su hijo iban a la misma clase, siempre jugaban juntos en ese parque.

Me presenté y bajo su abrigo ya grueso por el tiempo ya que había refrescado, volví a ver que llevaba un jersey de color azul, también grueso, pero de nuevo observe que sus pechos no se sujetaban por nada dentro de ese jersey.

Nadia me confesó en medio de nuestra conversación que Luisito no era su hijo sino que ella era su canguro.

Nos vimos más veces y el lunes de esta semana y después de varios días charlando, nuestra conversación tomó el cauce que a mí me interesaba ya que abordaba temas personales como si teníamos hijos, pareja, etc… En un momento de la conversación le quise abordar el tema de esa falta de sujetador que se notaba a mil leguas, sobre todo en la época de buen tiempo.

Yo: Ya que nos estamos sincerando debo confesarte que me sorprendió ver tu frescura de tu vestuario la primera vez que te vi.

Nadia: ¿A qué te refieres?

Yo: No te hagas la ingenua, jajaja... Imagino que debes ver como los ojos de todos los papis se dirigen a tus… a tus… bien…

Nadia: A mis pechos te refieres??? Jajaja

Yo: Evidente Nadia… No llevas sujetador y el tamaño es grande con lo que se mueven y personalmente no he podido evitar mirarlos, jajaja

Nadia: No uso sujetador ya que para mí es incómodo y me da igual que me miren… O sea paso, jajaja.

Después de un breve silencio y con mirada pícara me dijo: “Oye… ¿y que imagináis cuando veis eso?... Me produce curiosidad jajaja”

Yo: Mira hablaré por mí. El primer día que te vi pensé… “Dios mío que mami… esa creo que va sin sujetador… si, si, si… va sin nada… Dios que par de pechos que tiene!!!”. Los días sucesivos al verte pensaba que ciertamente no llevabas nada y la verdad es que no podía evitar mirar tus movimientos porque son dignos de una belleza, erotismo y sensualidad increíble Nadia

Nadia: ¿Te excitabas al verlo?

Yo: Mira… Me ponías palote niña… Como ahora, ¿Cómo piensas que estoy? Jajaja

Dicho esto bajó su mirada hacia mi vaquero. Ella estaba sentada en un banco y yo de pie mirándola. Su mirada quedaba delante de mi paquete que se veía abultado porque de la conversación estaba a mil. Sin más avanzó su mano y acarició mi polla por encima de mi vaquero diciendo…”Ostras sí que está dura tío… eso es por mí? Jajaja” Sin más se apartó si abrigo y se movió sus pechos con ambas manos mirándome a los ojos y diciéndome… “no acostumbro a hacer esto pero me caes muy bien Santi… ¿te gustaría moverlas tú???” a lo que le respondí “sí, claro pero aquí en el parque como que…”

Que apuro… Mamis, papis, abuelos, niñas y niños por el parque y nosotros embobados ella con mi paquete y yo con sus tetas…Bufff

Me preguntó si me apetecía un café después de dejar los niños y acepté, cómo no!!! con lo que quedamos a las 7 de esa tarde en una granja cerca del cole.

Llegué a esa granja y ella estaba sentada en una mesa con una taza de chocolate caliente y un cruasán. Me presenté, pedí un café con leche y me senté en la mesa.

Se había cambiado de ropa y llevaba una camisa blanca (sin nada debajo) y unos vaqueros. Llevaba el abrigo puesto pero sin abrochar y esa camisa estaba con todos sus botones abrochaditos excepto el último.

Estábamos un poco nerviosos pero yo rompí una lanza y le dije que estaba preciosa con esa camisa a lo que ella respondió con un gracias y se desabrochó un nuevo botón preguntándome “¿Y ahora?”… “Mucho mejor” le dije, finalizando ambos con una carcajada al unísono.

Yo: Nadia sabes que estas tremenda, ¿verdad? Lo sabes por cómo te miran y por cómo eres, por tu cara, por tu cuerpo… ¿Por qué quisiste quedar conmigo hoy?

Nadia: Mira Santi. Como te dije hace más de tres meses que no tengo novio y la verdad, aunque puedo follar con quien quiera, me has caído bien y los maduritos como tú me ponen un montón. Debo confesarte que me gustas y me apetece un revolcón contigo, así que si te parece nos terminamos los cafés y nos vamos a mi casa, ok?

Me quedé inmóvil, con cara de tonto y asintiendo tímidamente con mi cabeza lo que provocó en ella una nueva carcajada… ”Que cara se te ha quedado, jajaja”

Yo: Entonces me tomabas el pelo, verdad? O era en serio??

Nadia: Venga madurito… Vámonos

Y dicho esto, salió de la granja, yo pagué rápido y la seguí hasta llegar a su altura. Sin mediar casi palabras llegamos a un portal y me dijo que en 5 minutos entrara y subiera al primer piso, que no quería que nos viesen juntos por los cotilleos de los vecinos… “OK” le dije.

Cuando pasaron esos 5 minutos entré, subí y la puerta estaba medio abierta para que pudiese entrar.

Entre y ella estaba en el sofá, sentada con esa camisa pero ya sin vaqueros, solo con braguitas y con más de tres botones de desabrochados. Me quité la chaqueta y fui a ese sofá donde estaba ella.

Al ir a sentarme me miró a los ojos y me dijo “Desnúdate Santi” a lo que dije “Vaya… me ha salido una canguro dominante, jajaja” y me quité toda mi ropa hasta quedarme ante ella desnudo.

Se desabrochó la camisa dejándome ver por fin esos pechos que tanto había imaginado... Grandes, pezones muy oscuros y erizados, un cuerpazo lectoras y lectores... buuff

Me hizo un gesto de que me acercara con su índice y empezó a lamer y a chupar mis huevos, mi polla, mi glande y a hacerme una mamada como si le fuera la vida en ello. Se estaba follando mi polla con su boca, si, si habéis leído bien… mientras con una de sus manos jugaba con mis huevos y con la otra simulaba una paja al ritmo de entrada y salida de su boca... Bufff… que mamada me estaba haciendo por Dios!!!

Se detuvo y me dijo… Estoy con ganas de hombre Santi… Necesito follar contigo porque no tengo ganas de matarme a pajas como estas últimas semanas… Quiero polla Santi!!!

Y siguió con su mamada y oyendo mis gemidos… “Chicaaahhh Diossss que me estas matando… Uhhhh que boquita tienes… buffff que ricohhhh ahhhhh que vas a hacer que me corra chicaaahhh ufff paraaa, paraaaahhh…”

Y de un golpe saqué la polla de su boca porque ya no podía más… buff que rico.

Se acabó de quitar su camisa y sus bragas y se puso de espaldas a mí con su culo en pompa y me dijo…”Clávamela Santi que necesito polla en mi coño”

Me acerqué y empecé a sobarle con mi polla su culo... Apuntaba a la entrada de su coño pero en el momento en el que contactaba con la entrada y se movía esperando a que se la metiera, me apartaba para empezar el juego de nuevo y vuelta a empezar.

…”Clávamela Santi por Dios que no puedo esperar más… vamos”

Para su sorpresa, pasé bajo sus piernas y me senté en el sofá. Le subí una de sus piernas y le dije… “Ahora me toca a mí”… Y empecé a lamer su coño con mi lengua y a jugar con su clítoris súper grande e hinchadísimo. Ella subió sus dos piernas encima del sofá apoyándose en el respaldo del mismo y situando su coño a la altura de mi boca. Yo seguí lametazo arriba y abajo una y otra vez, hasta que no pudo más

“Ahhhggg ahhgggg que buenoooo… por eso me gustáis los maduritooosss porqueehhh sabeis como tratar a las chicaaasss como yooohhhh ohhh ahhhh por Dioooss que buenooohhh me corroooh Santiii ahhhhggg ahhhhhhgggg ahhhgggg”

Noté el temblor de su clítoris durante un minuto, os lo juro… Se corrió como una posesa, jajaja.

Sentado en el sofá, ella sudorosa, jadeante y abatida por su corrida se sentó encima de mis piernas abrazándome y susurrando... “que corrida, por Dios, me has matado de gusto tio… como mueves tu lengua… ha sido le leche… bufff”

La levanté un poco agarrando su culo y sentándola encima de mi polla dejando que bajara lentamente hasta que entró toda en su mojadísimo coño… Se quedó inmóvil, quieta, aun jadeando y ahora le susurré “Esto no ha hecho más que empezar niña… notas mi polla en tu coño?... está esperando que me folles como prometiste mientras me como tus pechos y veo cómo se mueven delante de mí... vamos empieza ya cielo”

Su cintura empezó a moverse de adelante a atrás cada vez más rápido mientras sus gemidos se acrecentaban y yo empezaba a lamer, chupar, y morder sus pechos a medida que se acercaban a mí... Subía y bajaba cada vez más rápido mientras acompasaba con una de mis manos su pelvis y con la otra no dejaba de tocar sus pechos.

Yo: Que ricas son tus tetas cielo… sabes que me van vuelto loco desde el primer día que los vi bajo esa camiseta que llevabas, verdad… no pares que me voy a correr en poquito porque me has dejado muy caliente después de tu comidita y tu corrida… sigue cielo que cada vez estoy más cerca, vamoooss

Nadia: Ohhh Santiiihhh vuelvo a estar al línite y voy a correrme de nuevooohhh no pares sigueeeehhhh ahhhhgggg ahhhggggg me corroohhhhh ohhhhgggg ahhhggg

Su segunda corrida había llegado y seguía con su movimiento

Yo: No pares sigueeehhh que yo estoy a puntooohh

Nadia: No, no, no parooo… que polla más rica tienes Santii ohhhh que me corroo otra vez ahhg ahhhgggg

Yo: yo también me corroooohhhh auuhhhhggggg oooohhhhh oooohhhh

Nadia: y yooooo también ahhgg ahhhggg ahhhggggggg

Que corrida amigos... Noté sus espasmos junto a los míos y aun con mi polla en su coño, de nuevo se abrazó a mi descansando encima de mi hombro y susurrándome “que manera de correrme Santi… No recuerdo nada igual… En cinco minutos tres corridas bufff esto ha sido la leche mmm”

Se apartó y salió de mí mientras mi esperma resbalaba por sus piernas. Se tumbó en el sofá y me pidió que descansáramos pero estaba tan caliente que le dije “tú relájate que yo quiero correrme en tus pechos Nadia”

Y dicho esto, acomodé mi polla entre ellos, le hice que los sujetara y me hice una paja con ellos hasta que volví a correrme expulsando mi lechada entre ellos y su cara.

Descansamos y luego, después de una ducha me fui a casa.

Una gran sesión de sexo con Nadia, os lo aseguro.

Este próximo lunes hemos quedado para tomar un café de nuevo… Ya os contaré

[email protected].

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