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Con mi compañera de universidad y su madre

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Mi amiga se llama Laura, la conozco desde primer semestre. Ella estudia ingeniería química, y como ambas estudiamos una ingeniería, compartimos muchas de las materias, por ende nos hicimos amigas durante este tiempo. Quiero contarles, muy breve como es ella y como supo que era travesti.

Como dije, su nombre es Laura, tiene 21 años, dos años menor que yo; es morena muy linda, ojos color miel y cabello entre castaño y rojo, ondulado hasta la mitad de su espalda, mide un 1,65 m., diría yo, va seguido al gym así que tiene un hermoso cuerpo, sobre todo una cola preciosa, firme y levantada, y unas tetas grandes; es delgada con una cintura definida y una cadera que concuerda con su figura. Recuerdo que un día hablando de cosas muy íntimas, me confesó que su brasier era talla 36B. Tiene unos cachetes grandes aunque unos labios finos y no muy carnosos.

Si la hija es linda, la madre no se queda atrás. Su nombre es Eliana, una señora de 48 años, un poco más alta que su hija, y su contextura es mucho más grande. A juzgar por sus senos, son talla 36C, tiene una cola grande, unas caderas bastante anchas y un abdomen plano con una cintura bien definida. La conocí un día que por motivos de estudio, tuve que ir a casa de Laura. Nos quedamos charlando hasta tarde terminando trabajos, hablando de las locuras más grandes que hemos hecho y que nos gustaría hacer. Entre secretos y confianzas, le dije que yo era travesti, a lo que ella obviamente se sorprendió demasiado, pero admitió que le gustaba la idea de estar con una chica como yo, y le dije que sería muy rico vivir la experiencia trans-lésbica por primera vez, fantasía que cumpliría mucho tiempo después con mi vecina, relato que ya publiqué.

Para nosotros los colombianos, el lunes pasado fue día festivo, cero universidad, cero trabajo, y en vista de que 31 calló un martes, muchos lo celebraron el fin de semana anterior al 31, sin embargo, mi amiga me dio una gran noticia, “celebraremos la fiesta de Halloween en nuestra casa este sábado en la noche, estas cordialmente invitada”. No sabía que ponerme, le comente que no tenía disfraz a lo que Laura me dijo que podía ir el sábado antes de la fiesta, tipo 4 pm para ayudarme con uno.

Ansiosa porque llegara el sábado, rogué porque se pasara la semana rápido. Hasta que por fin, llegó el día anhelado. Como habíamos quedado, llegué a las 4 pm. Su madre estaba en casa, la saludé, estaba ya disfrazada y con un atuendo bastante atrevido. Había comprado un disfraz de gatúbela, la villana de Batman, aunque la particularidad era que el brillo que tenía el disfraz delataba que estaba hecho en látex que se le adhería a la perfección a su cuerpo, resaltando su cadera, su hermoso culo y además, en la parte de sus pechos, un hermoso escote dejaba a la vista parte de sus senos, era tan ajustado en esta parte, que parecía que se fuera a desgarrar el atuendo de un momento a otro. Tenía unas botas, también en látex, que le llegaban hasta la rodilla, tacón aguja y de 15 cm, tenía delineados los ojos de color negro con un labial rojo pasión, y complementaba su atuendo un hermoso antifaz también en látex, y venía con orejas.

Por otra parte, su hija estaba disfrazada de ratoncita, con una blusa negra, también escotada en v profundo, la blusa era delgada y ceñida a su cuerpo, haciendo que se volviera un poco traslúcida, dejando ver que llevaba un brasier de color rojo. Tenía una minifalda roja con puntos blancos, unas medias negras que tapaban sus hermosas piernas, unos tacones rojos de 15 cm, y complementaba su vestuario una hermosa balaca con orejas de ratón, iba con los ojos delineados de color negro, se había hecho una línea gruesa haciendo que resaltaran más sus ojos, un labial color rojo como el que llevaba Eliana, y tenía dibujados los bigotes de ratón de color negro en sus hermosos cachetes.

Ellas tienen una hermosa casa de dos pisos, abajo está la sala comedor, un estudio con un patio trasero y la cocina, y en la parte de arriba están las habitaciones. Eliana me pidió que por favor subiera, su hija le había comentado que no tenía nada para disfrazarme y ella me podía ayudar con algo. Con lo que yo no contaba es que su madre también sabía sobre mi secreto.

Cuando subimos las escaleras, Laura me llevo directamente para el cuarto de Eliana, y tan pronto entramos, vi sobre la cama un hermoso conjunto de brasier y panty tanga color negro con morado, además de unas medias tipo liguero, de encaje en la parte de la pierna también de color negro con morado. Al lado había una falda negra también de látex hermosa, con una blusa blanca y una chaqueta negra también.

-Es para ti- escuche la voz de Eliana a mi espalda. No podía asimilar sus palabras. -Tranquila, mi hija y yo no tenemos secretos, y aquí estas segura, puedes ser tu misma, sigue y dúchate, puedes depilarte si quieres. Cuando termines estaremos esperando para terminar de arreglarte-, sentía que mi cara estaba totalmente roja, estaba muy apenada pero a la vez sentí una alegría enorme ante tal gesto. Ellas me dejaron sola, tome la ducha, me depile por completo, y al salir tome el panty tanga y el brasier. Su tela era espectacular. Me la puse despacio, disfrutando el roce centímetro a centímetro de la tela por mi piel. El panty me quedaba un poco apretado, sentía como la tela rozaba y apretaba mi ano, provocándome una erección. Laura es de una contextura más pequeña que la mía, así que deduje que la ropa era de Eliana, eso me excito aún más. Me aplique una crema con olor a cereza en las piernas, subí las medias por mis piernas, primero una, después la otra, admiraba el encaje enmarcando cada una de mis gruesas piernas. Me puse la blusa, la tela parecía seda, era muy delicada y fresca, abroche los botones, me quedaba perfecta, ceñida al cuerpo marcando mi cintura. Después me puse la falda. Era la primera vez que mi cuerpo sentía el látex. Subí mi falda hasta el torso, ya que por el diseño me llegaba justo debajo del brasier, dejando la blusa metida y vestida dentro de la falda. Subí el cierre de la cremallera y de nuevo me vi al espejo. El látex se adhería a las curvas de mi piel a la perfección. La falda me llegaba solo unos cuantos cm debajo de la cola, dejando al descubierto una parte del encaje de las medias. Entre la falda se empezaba a marcar la erección que tenía, me sentía tan bella, tan sexy.

Escuche que alguien golpeaba la puerta, -siga-. Se abrió la puerta, era Eliana. Me vio a arriba a abajo, -¡estas preciosa!, esa ropa te queda perfecta. Solo te falta algo-, se acercó a su closet y saco unos hermosos zapatos de charol de tacón punta de aguja. Me quedaban perfectos, eran altísimos, 15 cm. Me subí en ellos, sentía que me temblaban las piernas al sentir la mirada de Eliana recorriendo mi cuerpo. -hermosa, ahora falta el maquillaje-. Me empezó a maquillar, me delineo los ojos, me puso pestañas postizas, uso unas sombras moradas oscuras para mis ojos, un labial rojo pasión y por ultimo me puso una hermosa peluca pelirroja con el cabello hasta los hombros, y un antifaz también de látex. Me vi al espejo, no podía creer lo hermosos que se veían mis ojos. Una mirada profunda y atrevida.

Al momento subió Laura, -¡Waw!, estás divina. A ver da una vuelta- me tomo de la mano y me hizo dar una vuelta, su mirada recorría cada cm de mi piel a lo que Eliana dijo -estas divina, vas a ser el centro de atención de esta noche-. Sonó entonces el timbre que anunciaba la llegada de los invitados. Cuando me dijeron que bajara para unirme a la fiesta, no podía moverme, las piernas no me respondían de los nervios. Hasta que Laura me convenció. Bajamos y para mi sorpresa había muchos chicos y chicas de mi edad. La noche transcurrió mejor de lo que imaginaba, no paraba de bailar, cuando creía que por fin iba a descansar, volvían a invitarme a bailar. En un momento dado, se me acerco Laura quien me pidió que bailáramos, accedí. Después de la segunda canción, su madre se nos unió, bailando las tres, Laura empezaba a mover sus hermosas caderas, pegando y restregando su cola en mí, estaba segura que sentía la erección que tenía en ese momento, ya que a mi espalda esta Eliana pegada a mí, tomándome por mis caderas con una mano y con la otra la cadera de su hija, pegando más y más el cuerpo de Laura con el mío. Seguimos tomando hasta que sentí que el piso se me movía.

Las tres ya estábamos bastante tomadas, estábamos cansadas y sentadas en el sofá. Eliana y Laura habían tomado bastante, ya estaban borrachas. Me tenían en la mitad, Laura y Eliana no dejaban de cogerme las piernas, subían y bajaban sus manos hasta llegar a mi pene. Yo estaba muy excitada, y quería sexo. Me atreví y puse una mano en la pierna de Laura y otra en la de Eliana. Las acariciaba hasta que llegue con mi mano hasta el sexo de Laura, estaba húmedo, comencé a masturbarla por encima de las medias y de su ropa interior mientras con la otra mano tocaba el suave látex de la parte del sexo de Eliana, hasta que ella se levantó y nos guio a Laura y a mí a su cuarto de nuevo. Tan pronto entramos, Laura se lanzó para besarme, su lengua caliente y húmeda acariciaba la mía, después Eliana se nos unió. Nos besábamos las tres, nuestras lenguas jugaban unas con otras. Después deje que Laura y su madre se siguieran besando. Yo aproveche para bajarles el escote a ambas, dejando al descubierto las tetas hermosas de ambas. Tenían los pezones duros, era de color café oscuro al igual que sus aureolas. Chupaba con ganas sus tetas, haciendo que mientras se besaban gimieran entre ellas.

Se dejaron de besar y Eliana me tomo a mí, me beso y me condujo para que siguiera lamiendo sus tetas. Laura me pego una fuerte nalgada haciendo que gimiera de dolor y placer a la vez. Se arrodillo y la voltee a ver, me hizo inclinar, me sujete de Eliana para no perder el equilibrio. Laura abrió mis nalgas y empezó a lamer mi panty, después me lo hizo a un lado y comenzó a lamer mi ano, su lengua juguetona me acariciaba mientras intentaba dilatar mi ano y de nuevo Eliana me llevo a que lamiera sus tetas, se las cogía con una mano y la apretaba, mientras con la otra empujaba mi cabeza hacia ella para me comiera toda una teta de ella, pero no podía, eran enormes. La saque de mi boca casi ahogada, me levante y conduje a Eliana a la cama. Ella se acostó con las piernas abiertas, Laura y yo nos encargamos de cada una de las tetas de Eliana, y con mi mano acariciaba sobre el látex la vagina de Eliana. No aguantaba las ganas, el alcohol nublaba mi juicio al ver madre e hija comiéndose las tetas, -sigue hija, comete mis tetas-, Eliana tomaba del pelo a Laura para que pudiera meter una teta completa en su boca y que el pelo no le estorbara, Eliana gemía y Laura trataba de comerle las tetas a su madre, pero su boca siendo más pequeña que la mía, solamente lograba comerse sus pezones y una pequeña parte de las tetas de Eliana. Aproveche y me fui para el baño donde había visto unas tijeras. Volví al cuarto y con cuidado corte la tela de la parte de la vagina de Eliana, Tenia lo que parecía un hilo rojo, la tome con mis dedos, estaba muy mojada, la hice a un lado y metí tres de mis dedos con una fuerte embestida, ella gimió duro, pero la boca de Laura ahogo su gemido. Le hice a un lado la tanga y lamí y chupe su clítoris hinchado, Laura se hizo a ahorcadas sobre su madre, cosa de que al levantar la mirada, su cola daba en mi cara. Rasgue sus medias, gimió, llevaba un cachetero rojo, del color del brasier, se lo hice a un lado y mientras con mi mano hacia a un lado mi panty para que saliera mi pene mojado, con mi boca lamia su vagina. Cogí mi pene y lo puse en la vagina de Eliana y lo empuje hasta el fondo, sentí que la penetre hasta el fondo provocando que Eliana soltara un gemido largo y duro. Movía mis caderas adelante y atrás con fuerza mientras mis manos tomaban a Laura por la cadera para comerme bien su vagina. Laura seguía comiendo se las tetas de su madre, mientras Eliana le cogía las tetas a Laura, -como has crecido hija, tienes unas tetas hermosas-, le escuchaba decir a Eliana a su hija. Cuando le corrí el cachetero a Laura para comerme su ano, una cuerda salía desde su ano. Cuando lo hale, salió una bola china plateada de su trasero, la llevaba toda la noche. Gimió fuerte y me volteo a ver. Abrió sus hermosos ojos y se le volví a meter. La sacaba y la metía tan rápido como podía.

Laura se levantó y se acercó a la mesa de noche, sacando dos consoladores grandes, supremamente gruesos. Confieso que no había visto unos tan grandes. Yo seguía dándole a su madre, ahora yo estaba completamente acostada sobre Eliana comiéndome sus tetas mientras la penetraba. Le alce las piernas y oí como su vestido se rasgaba más dejando su culo al aire, mi pene llegaba más y más adentro de ella, -sigue corazón no pares, siempre quise comerme una muñeca hermosa como tú- me decía. Laura aprovecho y se hizo detrás de nosotras. Nos aplicó un lubricante en la cola y nos puso los consoladores para que nos los comiéramos. A mí no me cupo en la boca, pero a Eliana si, solo la cabeza pero eso de por si era demasiado. Después los llevo a nuestros anos y nos los metió. Esto era lo más grande que había entrado jamás en mi culo. Se me salió un grito, confieso que de dolor, que me hizo inclinar. Eliana también grito pero su rostro era de placer. Seguí penetrando a Eliana con ese enorme pene de goma en mi culo y el otro en el de Eliana, podía sentir la textura del pene de goma que estaba en el culo de Eliana mientras la penetraba por la vagina. Las dos gemíamos de placer.

Después Laura paro, pidiéndonos que cambiáramos de posiciones. Al levantarme, no lo pude hacer por completo, el pene de goma me hizo sentir un fuerte dolor cuando me levante. Me quede encorvada. Laura saco con fuerza el dildo que yo tenía metido en mi culo haciéndome gritar. Laura se puso encima de su madre en forma de 69, me pidió que sacara la bola que tenía en el ano y se la pasara, eso hice. Cogió la bola con la boca y la saque de su culo, y se la metió a su madre por el ano, -ay hija, que rico ¡sigue!, como has aprendido mi vida-. Eliana le comenzó a chupar la vagina a su hija y Laura tomo el dildo que me saco del ano, lo lamio y se lo metió por la vagina a Eliana. Era un espectáculo como madre e hija se comían las dos. La cabeza de Eliana quedo al borde de la cama y la cola de Laura encima, y yo me quede de pie al borde la cama, aliste mi pene y le di una fuerte embestida a Laura por el ano, Laura se encorvo y grito de dolor, -mi ano, mami me está dando muy duro-, yo le seguí dando duro mientras su madre seguía comiéndose el clítoris de su hija. Eliana le metía los dedos en la vagina de su hija y después me cogía las bolas a mí hasta que por último tomo el otro dildo que quedaba y volvió a meterlo por mi ano, de nuevo me hizo gritar de dolor. Estábamos tan excitadas que en cuestión de unos cuantos minutos Laura apretó su ano gimiendo duro, -mami me voy a venir, no aguanto. Dani sigue por favor no pares, ¡sigue, más duro!-, aumente el ritmo y al poco tiempo se vino en la boca de Eliana. Laura aumento el ritmo del dildo con su mano y vi como Eliana ¡eyaculaba! ella me metió el dildo duro hasta adentro haciendo que gritara, y al sentir lo estrecho del ano de Laura en mi pene, solté una gran descarga de leche en el culo de Laura. La tome por las caderas y empuje hasta lo más profundo de su ano haciendo la gritar, queriendo mitigar el dolor que sentía producido por el dildo que Eliana tenia metido en mi ano hasta adentro y por el orgasmo tan grande que tuve. El culo de Laura no pudo contener toda la leche que solté haciendo que se escurriera cayendo en la cara de Eliana.

Saque mi pene del ano de Laura y Eliana le pidió algo que jamás pensé escuchar, -no dejes que se te salga el semen del ano, espera hija-. Eliana se acomodó y abrió bien la boca, -listo mi amor, sácalo todo-, Laura dejo salir todo el semen mío y vi como Eliana se comía toda mi leche del culo de su propia hija, se relamía y se comió hasta lo último. Metió su lengua por el ano de su hija dejándola bien limpia, yo me acerque a Laura y deje que me limpiara el pene con su boca. Se lo comió todo de un solo bocado, pueda que su boca no sea muy grande, pero tenía una garganta muy profunda. Después de eso caímos rendidas sobre la cama y me quede dormida sin darme cuenta en que momento ni a qué hora termino la fiesta.

A la siguiente mañana, nos despertamos todas. Yo en la mitad, Eliana a mi espalda y Laura me daba la espalda a mí. Eliana levanto la cabeza y me vio y después a su hija. Abrió los ojos como platos y se levantó de un brinco. Soltó un quejido de dolor, -¡Au!, que tengo metido, siento algo raro, ¿qué es esto?-. Había dormido con la bola china en su ano, la saco y su cara reflejaba una expresión de que no lo podía creer. Vi a Laura que miro a su madre y también abrió los ojos, me miro después a mí. No pude evitar ver su pecho desnudo, acto seguido se tapó con una cobija. Eliana cayo en cuenta que también tenía el pecho descubierto y el disfraz rasgado, se tapó con las manos sus tetas y su vagina depilada mientras yo acomodaba mi panty y me bajaba la falda. Eliana vio la cama de ella, estaba toda mojada. Ambas se miraron entre si y solaron una risa, sin poder evitar ponerse rojas de la pena. Nos metimos todas a la ducha y bajamos a desayunar, la casa estaba sola y totalmente desordenada.

Desayunamos y prometimos que era algo que se volvería a repetir.

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