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La madre de mi amigo, una diosa (2)

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Continuo narrándoles todas las vivencias sexuales que experimenté al lado de Paola, la madre de mi mejor amigo. Paola, una milf exquisita, alta de unos 1,70 aprox. de pelo castaño y ojos del mismo color, muy hermosa, con un par de tetas increíbles, muy grandes y de pezones bien parados de color marrón, un vientre algo abultado pero firme debido a su enorme cintura, un culazo precioso, bien grande y redondo, con unas piernas muy voluptuosas y grandes.

Al fin había logrado follarme a la madre de mi mejor amigo en más de una ocasión, consolándola y otra luego de que le pateara los huevos a su ex marido, pero luego de la última follada con Paola no había vuelto a pasar por su casa en tres días sin saber qué hacer, quería ir y seguir follándomela las veces que quiera pero tendría que evadir a mi amigo en muchas ocasiones para que eso pudiera suceder, ahí fue que estando en el colegio mi amigo me comunico que se iría a vivir con su padre definitivamente, en ese instante fue la mejor noticia que podría recibir y esa misma tarde me dirigí a casa de su exquisita madre.

Al llegar me recibió vistiendo una de sus ajustadas blusas semi transparentes que apenas lograr cerrarse debido a sus exquisitas tetas y un jeans muy ajustado que marcaba sus curvas y su enorme culo. Me miro con una gran sonrisa y nos besamos en la entrada de su puerta, no me lo podía creer, era mucha suerte y no pensaba desperdiciar un minuto, mis manos fueron enseguida su exquisito culo y acaricie sus potentes nalgas por sobre la tela del jeans mientras nos seguíamos besando, entramos besándonos con pasión, ambos nos teníamos muchas ganas pero antes de seguir me detuvo y dijo que primero teníamos que hablar seriamente. Subimos su habitación y nos sentamos al borde de la cama, primero me agradeció por la preocupación y por el placer que sintió, me explico que su marido la engañaba desde hace un largo tiempo y apenas la tocaba, me dijo que necesitaba mucho la atención de un hombre y que le encanto como la miraba, que quería continuar teniendo sexo conmigo pero que nadie podía enterarse de esto, le dije que nadie nunca sabría de esto. Paola con una enorme sonrisa se levantó de la cama y me levanta a besarla pero me empujó hacia atrás con uno de sus pies.

Me dijo que quería ver ese deseo que sentía por ella, me pidió que me masturbara mientras ella se desnudaba para mí, rápidamente y torpemente me despoje de toda mi ropa y me senté ansioso con mi erección al aire, rio al verme tan ansioso y bajo a darme un corto beso en el glande que casi me hace acabar pero logre contener mi excitación. Empezó a moverse lentamente moviendo sus grandes caderas de un lado a otro, se quitó su blusa lentamente quedando en un ajustado sostén que aprisionaba sus tetones, se dio la vuelta dándome la espalda mientras dejaba caer el sostén, de nuevo mirando pude ver sus enormes tetas, tan grandes y tan firmes con sus erectos pezones apuntándome, pedían ser comidos pero me ordeno que siguiera sentado, se dio vuelta una vez más para bajarse sus ajustados jeans, estaban tan apretadas que su enorme culo reboto al ser libre de la tela. En esa posición movió sus enormes nalgas de un lado para otro sin una tela que cubriera su jugosa raja, termino de quitarse el jeans y se acercó provocativamente hacia mí, sus tetotas se balanceaban hermosamente con cada paso al igual que sus caderas, no podía dejar de mirar su hermosa vagina con apenas una delgada y provocativa línea de pelo, llego frente a mí y puso un pie en mi cara lanzándome hacia atrás, mientras estaba recostado se subió en la cama poniendo un pie entre mis piernas muy cerca de mis bolas y el otro en mi pecho dándome una vista espectacular de su hermoso cuerpo, podía ver su vagina en todo su esplendor y sus enormes tetas parecían enormes montañas, semejante vista de tan impresionante mujer me hizo acabar después de unos minutos de verla en esa posición, acabe con mucho semen mientras Paola sonriera al ver lo que producía en mí.

Nos besamos y ella bajo a chuparme el pene limpiándome el semen, me abalancé a tocarla por todos lados mientras nos besábamos, le agarraba las tetas y el culo sin parar, me tenía loco, me detuvo y me propuso que nos fuéramos a la tina a darnos un baño y tener sexo ahí mismo. Llegamos al baño dándonos agarrones sin parar, mi pene ya estaba listo para la acción mientras Paola juguetonamente me llevaba del pene a la tina, nos sentamos una vez que el agua cubrió la bañera, ambos nos recostamos con nuestros cuerpos entrelazados por nuestras piernas, yo me masturbaba observando sus enormes tetas y su cuerpo bajo el agua, me dijo que me relajara porque haría algo que me gustaría, apenas dijo puso uno de sus pies cerca de mis testículos con el otro pie empezó a acariciar mi pene, jamás me habían masturbado con los pies y me encanto, luego con ambos pies tomo mi pene y lentamente comenzó una paja exquisita, por un largo rato me pajeo de esa manera hasta que sentí que me venía, entonces Paola paro y se levantó para introducir mi pene en su vagina de golpe y ponerse a cabalgar, sus tetonas rebotaban con cada movimiento mientras el agua salía de la tina por lo que nos pusimos de pie y ella separo sus piernas mientras yo la penetraba con intensidad, me agarre de sus tetas con mi cara apoyada en la suave piel de su espalda hasta que ambos acabamos juntos, jadeantes pero muy a gustos continuamos besándonos y jabonando nuestros cuerpos.

Como este encuentro tuvimos muchos, por meses me dirigía por las tardes a su casa a tener sexo con Paola, lo hicimos en cada habitación y lugar de su casa, ya en vacaciones me realizo una excitante propuesta, que ambos nos fuéramos de vacaciones a la playa, ella le diría a su hijo que iría con unas amigas y yo a mi madre que iría con unos amigos. Llego el día y nos reunimos en su casa para partir, estaba vestida con una blusa rosada muy apretada y una mini falda que apenas tapaba su culo, era posible apreciar sus enormes piernas y muslos a la perfección, el verla así me puso a mil. Ya en la carretera no paraba de sobarle las piernas y la concha mientras ella me agarraba el paquete por sobre el pantalón. Nos detuvimos en una estación de servicio a comer, todos los hombres se la comían con la mirada y mientras estaba en el baño pude oír como hablaban de una "mujer muy rica con enormes piernas", para ser sincero en mi hubo celos pero a la vez mucha excitación y no fui el único, ya de vuelta en el auto le mencione lo que escuche en el baño y me dijo sin vergüenza alguna que le excito como la miraban, eso nos desato y en plena carretera le empecé a tocar las tetas mientras ya con el pantalón abajo me masturbaba, Paola me pidió que por favor la masturbara y lleve mis dedos a su vagina, estaba muy mojada y excitada por lo que contra todo sentido común hicimos el auto a un lado de la carretera y nos pasamos al asiento de atrás. Le quite la blusa de encima y me devore sus enormes tetas mientras que con mis manos le subía la falda para agarrar sus escandalosas nalgas, se lo metí en su rica y apretada vagina mientras jadeábamos como locos, apoye mi cara entre sus enormes tetas durante toda la follada, acabamos ambos y recobramos algo de sentido y nos paramos enseguida para seguir avanzando, mientras Paola se ponía su blusa un auto que nos adelantó tocó la bocina dando a entender que seguramente le vio las tetas.

Llegamos y nos registramos en el hotel, el sujeto que nos atendió nos miró y dijo que era bueno ver a una madre y su hijo pasar unas vacaciones juntas, Paola solo sonrió y dijo que no podía esperar para disfrutar con su hijo de sus vacaciones. En ese momento recordé que era muy notoria la diferencia de edad entre ambos si bien Paola no se veía para nada vieja, yo por mi parte siempre me he visto demasiado joven, gracias a ese comentario me di cuenta de lo afortunado de estar gozando de una madura como Paola.

En el siguiente relato contare los excitantes momentos que pasamos en la playa.

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