Pocos han echado un polvo como el que echó Sebas, y la verdad es que si la mujer lo quiere hacer, se consiguen dos orgasmos simultáneos, impresionantes.
Eran las doce y poco de la noche. Sebas, un hombre maduro, divorciado, entró en un bar y le pidió al barman un gin tonic. Soraya, que ya no cumplía los treinta, soltera y sin compromiso, le peguntó a Sebas:
-¿Invitas a algo?
Sebas, miró para Soraya y vio a una pelirroja con buena delantera, buen culo, y guapa de cara.
-¿Eres de las que cobran?
-¿Tengo pinta de puta?
-No, pero nunca se sabe.
El Barman le puso el gin tonic a Sebas.
-Ponle a la señorita otro de lo que esté tomando.
El barman le puso un bourbon. Sebas le entró a Soraya.
-¿Buscas compañía para esta noche?
-Sí, pero esta es mi noche y yo pongo las reglas.
-¿Qué reglas son esas?
-Regla número Uno: Si te la mamo, me la mamas.
-Totalmente de acuerdo.
-Regla número dos: Nada de besos.
-Sin problema.
-Regla número tres. Sin penetración.
-¿Eres lesbiana?
-Si fuese lesbiana no te la mamaría.
-¿Dónde se supone que te la mamaré si me la mamas?
-En mi piso. Vivo sola.
-Cuando quieras nos vamos.
Veinte minutos más tarde, en una habitación del piso de Soraya, Sebas, se desnudaba, esperando que Soraya volviera del baño. Volvió vestida sólo con una toalla. Al llegar al lado de Sebas, que tenía la polla flácida y colgando, se la cogió con las dos manos, con una le acarició las pelotas y con la otra se la meneó y se la chupó. Al rato ya se la había puesto dura. Soraya, se levantó y le dijo:
-Chúpame las tetas, sin tocarlas.
La lengua de Sebas hizo maravillas en las tetas de Soraya, unas tetas grandes con areolas tirando a oscuro, y buenos pezones.
Cuando ya estaba mojada, se echó sobre la cama, y le dijo:
-Cómeme el coño sin tocar mi cuerpo para nada.
Sebas le hizo un buen trabajo en el coño peludo, un coño que al ser acariciado por la lengua se fue abriendo como una flor. Cuando ya estaba bien cachonda, le dijo Soraya a Sebas:
-Pon tu polla sobre mí clítoris.
Sebas puso la polla sobre el clítoris. Soraya la cogió y comenzó a acariciar el clítoris con ella. El agujero de la punta de la polla fue empapando el clítoris con flujo pre seminal. Soraya se frotó, se frotó y se frotó, hasta que vio que Sebas se iba a correr, en ese momento apretó más la cabeza de la polla contra el clítoris, se frotó con rapidez y explotó. Al comenzar a correrse, llevó la punta de la polla a la entrada de la vagina, y su coño, abriéndose y cerrándose, como una boca, fue recibiendo la leche dentro.
Sebas nunca se había corrido así, y a fe que le encantó.
Se agradecen los comentarios buenos y malos.