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Cami y yo en el sitio menos indicado

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Cami y yo llevábamos mucho tiempo tratando de conocernos pero siempre se presentaba algo, ella sus múltiples ocupaciones y yo igual. Siempre acordábamos una cita pero llegaba el día y resultaba imposible nuestro encuentro, siempre hablábamos nos hicimos muy amigas, sentía cosas diferentes cuando hablábamos me ponía nerviosa saber que ella también me pensaba y tenía los mismos deseos que yo, le enviaba los videos lésbicos xxx que yo veía y pensaba en hacer todo con ella me la imaginaba de todas las maneras posibles además que era genial hablar con ella. En una ocasión acordamos encontrarnos como siempre pensé que Cami no podría pero fue ella la más motivada dejándome muy pero muy sorprendida me excitaba la idea de verla y por fin tener el placer de hacerle todo lo que me imaginaba.

Llego el día de encontrarnos hacia mucho frio y yo no quería salir de mi casa pero era esa tal vez la única oportunidad de vernos, aunque estamos en la misma ciudad vivimos en lados completamente opuestos pero me arregle y salí a su encuentro atravesé la ciudad solo para conocerla; era excitante saber que se acercaba la hora de encontrarnos. Cuando por fin llegue al sitio la espere mucho tiempo pensé que no iba a aparecer me pasaban todo tipo de ideas por la cabeza, estaba a punto de irme cuando llego estaba oscuro pero se veía lo linda lo que estaba, podía sentir que estaba igual de emocionada que yo me levante y la saludé era como si la conociera de toda la vida nos fuimos a tomar un café y hablamos bastante tiempo, era muy difícil no mirar sus labios ni sus grandes pechos que deseaba con ansias tener entre mis manos, hablamos y me pregunto que quería que hiciéramos lo único que se me ocurrió decir fue que nos fuéramos directo a su automóvil y ahí decidíamos.

Mientras caminábamos hacia el auto no pude evitar preguntar porque tenía fantasías con otras mujeres entre otras cosas hablamos y note que teníamos muchas más cosas en común de lo que yo imaginaba, llegamos al estacionamiento que quedaba al lado de un gimnasio una calle bastante sola, los chicos del gimnasio salieron a trotar mientras el vigilante saludaba a Cami muy amablemente, ella le comentó que íbamos a estar un rato dentro del vehículo antes de irnos se me hizo algo raro pues pensé que íbamos a ir a otro sitio, entramos y note que los vidrios son muy oscuros y era imposible que vieran hacia adentro.

Conversamos un rato y Cami muy sonriente me pregunto qué quería hacer lo único que pude responder fue que quería darle un beso! Estaba loca por sentir sus labios... Ella sonriendo me dijo hazlo ya yo quede asombrada no pensé que tuviera los mismos deseos que yo. Nos acercamos al mismo tiempo y a oscuras entre el auto nos dimos un profundo beso yo la acariciaba mientras sentía sus labios tocar los míos moría de ganas por tocar sus grandes pechos me mojaba imaginarme lo húmeda que estaba mientras me besaba, después de eso no pudimos detenernos baje la mano y le acariciaba sus senos y más excitaba le dije que nos fuéramos a un motel donde pudiéramos estar solas pero preferimos quedarnos ahí, recosté mi silla y ella se puso encima mío se quitó su pantalón y rápidamente hice lo mismo con el mío se desnudó completamente y yo entre en pánico de pensar en los chicos que trotaban y el vigilante que estaba a unos pocos metros de nosotras.

Supongo que eso nos excitaba más porque después me beso con más ganas metí mi mano en su entrepierna y estaba empapada era delicada sus jugos hacían deliciosos sonidos mientras yo la acariciaba la besaba y sujetaba su cabello con fuerza con mi otra mano y ella solo gemía y hacía lo mismo con la mía abrió sus piernas y con dificultad puso una entre las mías para sobas su delicioso clítoris en mi pierna puso su rodilla en el mío y empezamos a jugar con nuestros sexos no podíamos parar ya no nos importaba que nos miraran yo sujete sus dos pechos poniendo sus dos pequeños pezones en mi boca se sentía único mi lengua no podía parar de moverse y mi boca de succionar ella gemía y se movía cada vez más fuerte nos besábamos tocábamos y gemíamos tan fuerte que fue inevitable corrernos de inmediato fue el orgasmo más delicioso que pude sentir y creo que el de ella igual terminamos nos besamos unos segundos más y de inmediato ella volvió a su silla de piloto y nos vestimos, nos reímos un rato y después nos fuimos me acerco a mi casa nos despedimos yo muy satisfecha y ella igual, aun espero que se repita en el mismo vehículo o en otro sitio.

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