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Mi más íntima fantasía

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Este relato es simplemente una fantasía que tengo, la cual me gustaría cumplir. (Toda esta fantasía es sin condón).

Desde hace un cierto tiempo salgo con una chica llamada Evelin (mi novia); una niña que ahora cuenta con 27 años.

Una jovencita delgadita de pequeña estatura -1.60cm- tetas chiquitas pero deliciosas y un cruce de piernas tan rico como ella.

En cierta ocasión discrepábamos respecto a sexo, sin embargo ella se muestra muy tímida y ajena de aquellos temas (se ha de sentir una santa). La cuestión es que en aquel día le manifesté que si solía masturbarse, a lo que respondió con un rotundo no, que jamás lo ha hecho -y es por ello que manifiesto que ha de ser una santa-.

Ella es virgen del ano (¡y le tengo unas ganas!) pero no de su vagina la cual ya fue penetrada por otro hombre antes que yo.

Desde aquella conversación y otra más, he tenido un deseo de hacerle una doble penetración para retirarle su arrogancia (bueno y también para que disfrute) de niña buena. Y digo arrogancia porque a sus 27 años con hombres que la han penetrado aún se siente una damita, mientras que su doncellez la perdió eones atrás.

Bien, tengo un deseo -aquí ya estamos dentro de mi fantasía de doble penetración para Evelin- por ver (primero como espectador) como otro hombre juega con ella, la exista, la toca, experimenta con sus ricas tetitas, la masturba, y prepara su ano, (no obstante todo esto que deseo, al inicio quiero que lo realice con sutileza y más adelante que le destrocen por todos sus agujeros) para finalmente, ella ya excitada y lubricada reciba lo que ansío divisar; observar cómo es penetrada analmente y como pierde la doncellez de su colita, mientras yo por el momento soy un mero observador incapaz de hacer algo al ver que mi mujer está sintiendo el cosmos por primera ocasión en su ano y lo más excitante y radiante para ambos es que quien le parte su anito no soy yo.

Hasta este punto de la narración mi primer deseo se cumple, sin embargo en posteriores conversaciones con ella, Evelin infunde aún más fantasías en mí, siendo que me confiesa (y yo sin saberlo) que en cierta ocasión le realizaron una invitación a una despedida de soltera, ella infiere que disfruto ver sin embargo no permitió que la tocaran siendo que se siente pura. (Es completamente considerada conmigo y a cualquiera sitio al cual acuda sigue siendo una santa).

Bien, desde aquel instante me imagine a mi novia siendo poseída por más hombres.

Y retomando parte de mi primera fantasía; Una vez mi novia se haya corrido un par de ocasiones, fuese momento de observar como ahora es penetrada por su vagina mientras escucho sus alaridos de placer y gemidos deseos de seguir siendo penetrada por un desconocido.

Bueno, no iba ella a descansar así de simple ni a concluir la fiesta tan brevemente. Llegaría el momento para que sintiera el orgasmo de lo maravilloso.

Ya que un desconocido la ha dejado puesta para mí, primero iniciaría comiéndome sus ricas tetas y posteriormente abriéndole las piernas para un sexo oral mientras se retuerce de placer.

Es aquí donde ella sola sin obligación (ya no es una santa) se monta en un bellísimo cabalgar mientras se corre a chorros (es preciso que disfrute todo lo que su inocencia no le ha permitido).

Ahora mientras la a traigo hacia a mí y sus tetas quedan reposadas en mi pecho y su culito queda descubierto para un segundo pene, es allí donde comienza a gemir por sentir un hombre más penetrándola y entrando en ella. Sin darle tregua será un cinema que jamás olvidara mi mente el divisar como mi novia-santa es; follada, penetrada, cogida, destruida, bombeada, copulada, abierta, por las embestidas sin piedad para su vagina y al mismo tiempo para su ano.

Y para concluir, explotar, correrse dentro de ella (sin condón) mientras yo lo hiciera por su ano y el otro por su vagina, para una vez terminada la eyaculación divisar como intenta sacar el semen de sus agujeritos bien abiertos y atestiguar como se le escurre el semen entre sus piernas. Ya en la segunda embestida corrernos en su boca y parte de su rostro para ver como el líquido baja hasta sus tetitas hermosas -un poco de leche para ella-. Viéndola así ya no como una inocente niña (que ella se cree) sino más bien como una puta deseosa de repetir lo que ha vivido.

Buenos estas son unas de mis fantasías que deseo hacer con mi novia las cuáles ella desconoce.

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