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La nerd a la que volví una puti-nerd (Primera parte)

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Les quiero compartir la relación que tuve con una chica que por varios meses tuvimos una muy buena relación de pareja, y sin pecar de presumido puedo asegurar que fui su maestro y desperté en ella bajos instintos de mujer deseosa de verga que llevaba. Este es un tributo a esa chica que ame y deseaba, juntos llevamos nuestra sexualidad intensamente durante el tiempo que duro nuestra relación, viviendo varias anécdotas chuscas, de amor, pasión y sexo, que espero contarles las más relevantes y se identifiquen con alguna. Son varias las anécdotas, porque parecíamos conejos y fornicábamos cada que había posibilidad, donde se pudiera y como se pudiera, en verdad se volvió una mujer que conoció su sexualidad.

Los que han leído mis relatos anteriores, ya sabrán un poco de mí y mi vida sibarita, en ese tiempo de soltería a dedicar un rato por las noches a platicar por medio de lo que en esa época eran las redes sociales latínchat, MSN, ICQ, BBS ITESO y varios más. Yo vivía solo en un departamento por lo que después de trabajar arduamente, al llegar la noche podía libremente platicar con varias chicas, con algunas conseguía alguna cita para conocernos y más que eso, con alguna tuve cybersex o sexphone por las distancias donde radicaban, con algunas tuve citas en sus lugares de residencia, en particular aquellas que estuvieran cerca de la ciudad de México porque la distancia era más corta y podríamos vernos en fines de semana, así conocí a varias mujeres con las que viví situaciones bellas y ojala me den oportunidad de contarles esas otras experiencias reales vividas por su servidor y que en un futuro no muy lejano publicare.

Regresando al tema de este relato, erase una noche más de ocio, en mi pequeña oficina, sentado frente a mi computadora en ese cómodo sillón ejecutivo con una cerveza bien fría, de estar noches que no tenía más que hacer, solo quedaba entrar algún chat e hice platica con varias chicas pero en especial con una a la cual llamaré Chocolatito (por razones obvias no quisiera dar su nombre real que la involucre, ya que ella al igual que yo tenemos una familia ya hecha aunque espero que si ella llegara a leer este relato se identifique por los buenos momentos que pasamos llenos de amor y sexo), platicamos lo normal conociéndonos sin intención de causarle una mala impresión, ya que por experiencia sabía que una buena impresión de uno da confianza a las mujeres sin afán de perjudicarlas de mi parte. Recuerdo que en alguna charla por error le mande algo cachondo a ella, me había equivocado de destinataria (ooopss ya la cague me dije a mi mismo). Pero a partir de ese desafortunado incidente hubo tema de conversación después de disculparme, y empezamos a platicar más seguido, nos fuimos conociendo, me confió que ella era estudiante de ingeniería en sistemas en el ITESM ubicado al sur de la ciudad de México, zona por donde ella vivía. Como ya he dado a conocer en anteriores relatos, yo vivía solo en un departamento de la Ciudad de México, así que charlábamos de cosas en común, ella estudiando sistemas y mi pasión por lo nerd y geek, me fui dando cuenta que ella encajaba en mi mundo así que nos pasamos nuestros números telefónicos y estábamos en contacto, ya sea por teléfono o por mensajes, correos, la amistad fue creciendo poco a poco hasta que un fin de semana la invite a comer, para poder platicar y conocernos en persona. El día de la cita se dio y quedamos de vernos en galerías Coapa, al sur de la ciudad de México. Les confieso que ese día estaba nervioso aunque este tipo de citas ya las había hecho varias veces con diferentes chicas, y esta ocasión era diferente, aun cuando había una diferencia de edades (10 años), aquella chiquilla me estaba poniendo nervioso parecía jovenzuelo en su primer beso, supongo que me intimidaba que al escucharla por teléfono su forma de hablar era de la típica niña fresita que estudiaba en una escuela fresona y vivir en una zona de la ciudad que puede catalogarse de un nivel socio económico medio-alto, yo me la imaginaba muy distante para poderse enrolar conmigo y aparte mayor a ella, pero en fin sería una tarde para conocernos y yo en fines de semana no tenía algo mejor que hacer así que conocerla era un buen pretexto para salir de mi cuartel general.

Ella llego nos identificamos y un poco nerviosos como son la mayoría de las primeras citas (confieso que yo estuve nervioso con ella en la mayoría de las primeras citas antes de lo que nos unió ya como pareja), la charla amena fue rompiendo el hielo y la invite a comer en un restaurante de la plaza comercial ya que por lo regular al vivir solo en la gran ciudad tenía que comer solo la mayoría de las veces, la describiré un poco para que se den una idea de la magia que me cautivo de ella, era una niña ñoña, hija de familia (tendría ella 18 años), usaba lentes, su forma de vestir era de joven que su mamá le compra la ropa aun, la cual ocultaba cualquier atributo en su figura. Es más alta que yo y de cabello rizado café rojizo tipo pelirroja (color chocolate), algunas pecas y lunares por su cara y hombros (Después descubriría que los tenía por la mayoría de su cuerpo).

Era una niña a toda madre, de esa primera vez nos seguimos frecuentado, asistíamos a eventos musicales, museos, hablábamos por teléfono por horas en la noche, nos hicimos más amigos casi inseparables, la invitaba a algún restaurante de cortes o mariscos ya que nos gustaba disfrutar la buena comida o la invitaba a mi departamento y yo preparaba alguna comida especial, y mi especialidad los camarones o langostinos al mojo de ajo, pero no rompíamos esa barrera, yo ya la amaba en silencio, pero era menor a mí y quizá ella me rechazaría (eso pensaba yo). Por la confianza que ya nos teníamos le dejaba las llaves de mi departamento para que ella hiciera tareas ya que contaba con equipos, Internet, libros y el espacio para que ella hiciera los proyectos de su escuela mientras yo estaba en el trabajo.

Una tarde de fin de semana que pasábamos juntos en mi departamento viendo una película, no había insinuaciones por ninguna de las dos partes aunque nuestras miradas a veces decían más que mil palabras era un hecho de que ya había algo en nuestra relación de amigos, esa tarde a mitad de película nos besamos. De ese primer beso, vinieron muchos más, desfogando la pasión contenida en ese tiempo de conocernos, le bese el cuello baje por su piel blanca hasta pechos que eran suaves y chicos, le hice a un lado su brassiere para poder besarlos y acariciarlos aquellos blancos pechos con unos pezones rosas casi difuminados. Como les decía, su forma de vestir fue siempre muy sencilla hasta un poco descuidada como de una chica Nerd de biblioteca, ahí sentados en el sillón de la sala frente al televisor, iniciábamos nuestro romance no fue solo el deseo sexual contenido en los meses que llevábamos conviviendo, realmente ya había algo más que amistad, por lo que nuestras caricias se fueron intensificando hasta ir perdiendo la ropa, ya besaba sus blancas bubis de piel casi virginal, hasta quitarle su jeans (ella casi no usaba vestidos o falda hasta antes de conocerla) y su calzón de niña bien portada (Su mamá se encargaba de comprarle la ropa) que llevaba puesto, la ropa nos estorbaba en ese momento sublime. Aparte de su calzón mata pasiones me encontré con una mata de pelo casi acorde con su cabellera, abundante y de un tono pelirrojo que cubría una deliciosa pepa rosita que además se escurría sus jugos abundantemente, era la primer mujer que veía que escurriera literalmente moco, ella emanaba una gran cantidad de lubricante, los cuales succione como si fueran agua de manantial, en verdad se humedecida como no había visto en otras mujeres, esa mata de pelos al más puro estilo vintage se llenaba de sus fluidos y mi saliva de tantos lengüetazos que le proporcionaba a aquella pepa ardiente, tenía un sabor rico salado con un suave aroma a humedad, quería meterme todo ahí dentro mientras ella bañaba mi cara con su humedad así como al sillón dónde estábamos viendo la película que pasó a segundo plano, ya no nos importaba lo que pasaba ahí en la pantalla del televisor, solo queríamos saciar nuestros instintos más primitivos, yo hincado en el piso mientras bebía del néctar de esa flor, con mi falo duro aún prisionero de mi poca ropa, muy húmedo y con ansias de poder explorar esa gruta peluda, en esa posición yo tenía a aquella chica como si fuera mi altar el sillón y ella mi ofrenda a EROS, podía recorrer su cuerpo desnudo, acariciando cada centímetro de piel, descubriendo aquellas pecas y lunares que ocultaban su ropa de señorita bien portada, nuestra conexión sexual estaba naciendo en ese momento, tuve que detener mi exploración para liberar mi tolere babeante, cuando lo libere ella me devolvió el favor acariciando mirándolo nos besamos profundamente como si de ello dependiera nuestra existencia, probó de mi boca sus jugos que mi lengua había extraído de su gruta sexual, mientras nuestras lenguas jugueteaban yo acariciaba sus senos blancos, con mis dedos recorría sus botones rosita y de gran tamaño que por la excitación estaban duros, por lo que me dedique a besarle los labios y bajar a su pecho para mamar sus tetas, mientras ella paseaba mi falo acariciando y embarrado el líquido que ya emanaba de el, lo hacía suave y cuidadosamente la sensación que tenía en ese momento cuando sus dedos pasaban por los bordes de mi glande era indescriptible, estaba con esa chica que era mi amiga ñoña y los dos estábamos desnudos demostrándonos nuestros sentimientos reprimidos tanto tiempo, nos sentíamos como una olla express liberando la presión contenida durante tanto tiempo, estábamos extasiados saboreando nuestros sexos, mientras ella se llevaba mi pene a su boca que tiene un lunar sexys a un lado de sus labios, veía de reojo como miraba lo que se estaba queriendo llevar a la boca, con la lengua tocó el ojo de mi pene probando el sabor del líquido pre seminal, cuando recorrió con su lengua los bordes de mi glande enrojecido por la extrema excitación solo nos miramos a los ojos mientras ella se metía mi miembro caliente a su húmeda boca, mientras ella mamaba de mi palo, lo la veía y metía mis dedos delicadamente esa mujer que chorrea de su pucha bastante líquido, mi otra mano hacia a un lado el exceso de vello púbico que esa pucha tenía mientras mi lengua saborea el néctar que manaba de aquella hermosa gruta la cual era rosa y casi virginal (muy limpia por cierto), por lo que me dedique a chupar y succionar su botón rosita casi enrojecido por la fricción de mi cara y boca sobre el, ya estábamos listos para consumar nuestro deseo de sexos, así que la recosté en el sillón que fue el nido de nuestra pasión en el cual quedo una mancha de nuestros jugos como un recuerdo de aquella primera cogida, fluidos de ella que en verdad era una fuente de fluidos, mientras nos besábamos tome sus dos piernas y mirándola a los ojos (ella aun con sus lentes) me acomode entre sus piernas, nuestros cuerpos desnudos se tocaban, era la primera vez que nuestros cuerpos se compaginaban, mientras nos acariciábamos yo tenía mil pensamientos, ya la deseaba desde hace días y mis sueños húmedos se estaban haciendo realidad, en verdad estaba enamorado de ella. La tenia desnuda en mi departamento a punto de clavar mi aguijón en ella, claro una vez que tuviera la protección necesaria de látex, ha había disfrutado del néctar de su bella flor y eso me hizo muy feliz, así que mi miembro estaba ya sobre su pubis velludo, ella abría su piernas en franca autorización para que mi falo se introdujeron en ella, excitados frotábamos nuestros sexos sin que mi falo pudiera penetrar esa gruta, en un momento dado ella metió su mano para acomodar mi pene en la entrada de su cueva apartando de en medio sus pelos color chocolate que bloqueaban el camino de mi soldado deseoso por entrar en aquella trinchera, los dos deseábamos ya estar en esa comunión, así que introduje mi verga suavemente para disfruta esa primera conjunción de nuestros cuerpos y aparte para no espantarla, ya que en verdad no quería que solo fuera una aventura de un solo día, quería que esa tarde nunca terminara, mientras nuestra bocas se mordían y jugábamos con nuestros labios, mirándonos mutuamente mientras nuestros sexos se fundían en un torrente de placer, empapados por nuestros escarceos, nuestros cuerpos estaban ardientes, húmedos y palpitantes.

Por fin estábamos cómodo deseábamos los dos unidos por el amor, la pasión y el deseo que ambos sentíamos. No me cansaba de decirle que la quería y la amaba, y ella a mí. Sonreíamos a veces en complicidad ya que después nos confesamos que era algo deseado por ambos, y ninguno de los dos dábamos el paso, así que esa primera vez fue memorable para ambos, estábamos los dos solos y desnudos en aquella sala, que no nos importó si alguien podía mirarnos por la ventana de aquel departamento, que de ahora en adelante sería nuestro templo del amor, estuvimos en ese sillón fornicando deliciosamente, nos sentíamos libres de hacer lo que quisiéramos, cambiamos de posiciones en ese sillón, un de ellas yo quede sentado y ella se sentó sobre mi falo, que delicia ver como ella dirigía mi instrumento de placer hacia su pucha húmeda, solo agarre con ambas manos su senos y comencé a besarlo, chuparlos, morder suavemente y succionar de repente con fuerza sus pezones rositas, ella echaba para atrás su cabeza con su gran cabellera suelta y esponjada ya que su cabello era rizado tipo afro, mientras su pubis se friccionaba fuertemente con mi palo dentro, lo que pude comprobar de que era muy sensible en sus pezones, le gustaba que se los tratará con fuerza cuando ella estaba excitada, nos besábamos con pasión mientras nuestros sexos se frotaban, como ya les había comentado ella era muy jugosa de su sexo, el sillón estaba ya mojado al igual que mis testículos, teníamos un charco que era absorbido por la tela del mueble, ella se acomodó después dándome la espalda a punto de sentarse en mi falo, yo apunte mi pene a su pucha, mientras ella se abría un poco su puchita rosa con dos dedos dirigiendo la punta de mi glande a su cueva ardiente como una gruta volcánica. Fue una gran visión como ella se sentaba en mi tótem dando la espalda viendo su cupo que si era ancho y notando sus lunares en nalgadas y espalda.

Después de varios minutos con la mirada y de la mano la lleve hacia la recamara, recorrimos el pasillo desnudos para llegar a ella, donde por fin sería también su cama desde ese momento, era la primera vez que entrabamos juntos a la recamara ya que aunque ella me visitaba constantemente pues no teníamos planeada esa situación, ella sabía que yo no tenía relación alguna por el momento y ella había terminado una anterior a mi casi cuando la conocí.

Continuamos amándonos ahora en la habitación, ahí nos rendimos para seguir explorando nuestros cuerpos, yo recorría su cuerpo con mis labios donde pude admirar cada centímetro de su piel, en mi mente se quedaron muchos de los pequeños lunares que ella tenía en su cuerpo y que ya veneraba, recorrí su pecho llegue a su ombligo el cual también tendría algunos lunares tipo pecas alrededor de él y eso siempre me éxito de ella, lo bese y baje por su plano vientre, se lo besaba y lamía, antes de llegar a su pubis lleno de vello púbico impregnado por nuestros jugos, yo le hacía el sexo oral, mientras ella cerraba sus ojos dando pequeños gemidos de placer, retorciéndose por las sensaciones que mi lengua le provocaban en sus labios vaginales rositas y en su hinchado botón de su clítoris.

En ese momento por mi mente solo pensaba en darle satisfacción a ella, que ese día no fuera el único, quería que muchos días de esos así que me dedique a complacerla y ella solo abría sus piernas para que mi lengua jugará en la entrada de su gruta, yo solo bebía del torrente que manaba de su interior, acariciaba sus piernas abiertas recorriendo con besos el interior de sus grandes piernas. Puedo decirles que hicimos algunas posiciones normales, ya que era la primera vez que teníamos nuestro encuentro, así le indique se volverá boca abajo colocándole almohadas bajo su vientre para que quedará con sus blancas y amplias nalgas hacia arriba, yo desde atrás de ella tenía una gran vista ya que tenía a esa tierna Nerd a mi merced, con su culito de un color rosa (que después contare cuando lo penetre) se apetencia penetrarla con todo, pero no quise romper el encanto de esa primera vez por mi deseo extremo, otro día sería el adecuado, así que con ese bello cuadro lo único que atine a hacerle fue besar esas amplias nalgas con mi boca la recorrí y ella solo emitía leves gemidos mientras mis labios y lengua transitaban la piel de sus nalgas la cual contaba con varias pecas y lunares, su piel se erizaba por sentir mi lengua y aliento sobre su dermis suave y desnuda. En esa posición ella solo volteaba a ver lo que le hacía con cara de golosa, así que ahora solo pase la palma de mi mano por su peludo monte de Venus para embarrar mi mano de su fluido vaginal que era bastante, lleve mi mano a mi pene y lo embarre de sus jugos, le miraba sus grandes caderas y espalda mientras dirigía mi ariete en esa puerta que estaba entre cerrada por unas leves cortinas que formaban sus labios rosas, ella al sentir la punta de mi falo, lo que hizo fue gemir y voltear hacia mí en aprobación y diciéndome que estaba sintiendo todo muy rico, cuando mi cuerpo choco con sus nalgas sentía mi pene moverse dentro de su puchita peluda, a lo cual ella solo trataba de sentir más mi falo echando su cuerpo hacia atrás, ella gemir mientras nuestros cuerpos chocaban con las embestidas que le daba, la sujetaba de sus caderas para separarla y luego jalar de ella hacia mi ariete que la estaba perforando, yo tenía el control de su cuerpo y de repente se lo metía despacio como queriendo disfrutar al máximo el momento, después se lo metía y sacaba rápidamente en repetidas ocasiones, haciendo que aullara de placer, diciendo que se sentía rico cuando se lo daba rápido, se escuchaba el chocar de nuestros húmedos sexos y ella gimiendo, aullando y diciendo... "auuuu aauuu que rico, así así, más... Te quiero... Mmmm"

Estaba a punto de venirme así que ya después de varias venidas de ella, deje de bombear con mi pistón en su vagina, me acosté boca arriba y de imprevisto colocó su cara en mi pene se bajó a mamar mi pene que estaba lleno de sus jugos. Que delicia cuando su lengua jugueteo con mi nabo en su boca para ordeñar mi falo y extraer la crema de mi nabo, me miró sonriente y se acomodó en mi pecho, me abrazo mientras mi pene duro tocaba su peludo osito rosita, podría decir que tuvimos una tarde llena de sexo, no sexo duro sino más bien el de dos personas enamoradas entregadas a la pasión de su primer encuentro. Explorando, conociendo y expresando nuestro sentir. Nos quedamos tendidos en la cama sonriendo por lo que había sucedido, era claro que ambos lo deseábamos, ahí en la cama nos confesamos nuestro amor y tratando de recordar cómo sucedieron las cosas haciéndonos promesas de amor y que de ahora en adelante seríamos más que amigos.

Ya entrados en la intimidad, sin hacerla sentir más le comenté que me gustaría que su ropa interior la cambiará por tangas o cosas más sexis como lencería, y que le ayudaría a quitar ese monte rojo que cubría su blanca piel y su rosita pepita. Le exprese mis fantasías porque sabía que ella se sentía a gusto, yo sería su maestro o su patrocinador, nos amamos más esa tarde y desde esa tarde tuve a mi chica Nerd/Erótica complaciente, hicimos muchas locuras y fantasías, juntos de ahí en adelante. Me hice el novio formal de ella y la visitaba en su casa, su familia me trataban a toda madre, tuvimos sexo en su cuarto, casi en la nariz de la familia de ella, tuvimos exhibicionismo en algunos viajes que realizábamos juntos de vacaciones y muchas más aventuras que irán mostrando el nivel de putería y el monstruo en que la convertí, ya que cambio su forma de vestir, aunque seguía siendo aquella Nerd de la que me enamore desde el primer momento, por dentro llevaba una puta bomba que satisfacía mis deseos y yo los de ella, a partir del nacimiento de esta relación yo ya no tuve que andar por la red conociendo “amigas” ella complementaba mi mundo, en verdad creí que nunca acabaría nuestra relación por todo lo que pasamos juntos, hicimos miles de fotos y algunos videos de nuestras sesiones de amor, que en algún momento les podré compartir, en esta entrega podre regalarle alguna de sus fotos reales esos primeros encuentros donde tenía una jungla en su pucha ardiente, y que le ayude a limpiar esa selva en su puchita para que usará tanguitas, lo cual me calentaba demasiado y solo de verla en su ropita interior se me paraba la verga y ella sabía que eso me motivaba y siempre que le iba a ver tenía que ir con ropa de la que yo le compraba y no la que le compraba mi suegra, me calentaba a tal grado que cuando íbamos por la calle y metía mi dedo por el borde de sus jeans y notaba que traía alguna tanga, de inmediato mi verga se paraba, y aunque estábamos en restaurantes o algún lugar público mi dedo jugueteaba con el borde de su cintura acariciando su piel y moviendo su tanga, mi verga ya babeaba cuando eso pasaba y ella solo sonreía y me miraba para decirme que era para mí, también se ponía húmeda me decía, que cada que le hacía eso, ella escurría humedad, y solo quedaba que discretamente me apretaba la verga y decía “Que rico”, regresábamos temprano de donde anduviéramos para tener sexo como conejos en la privacidad de mi departamento o su casa, o donde pudiéramos, a ella le gustaba mi verga si condón y yo disfrutaba de esa nena bella, sentir sus juveniles jugos en mi verga era lo más caliente.

En algunas futuras entregas les platicare de nuestras pato-aventuras de cuando lo hicimos en la misma cama donde dormíamos con sus primos al lado en la misma cama previo a un viaje que tendríamos a Cuernavaca a casa de su prima, o cuando me mamo la verga saliendo del antro afuera del Liverpool de insurgentes y el eje 7 o cuando hicimos el amor en casa de sus abuelos maternos mientras en la planta baja filmaban un capítulo de una novela de TV Azteca, y ella por estar convaleciente en una recamara, pase a visitarla después de mi trabajo y teníamos ya varios días sin coger ella misma me dijo que ya necesitaba mi verga dentro y eso era nuestro motor, cogimos ahí mismo con el riesgo de que alguien subiera a la habitación, también cuando asistíamos a la feria del Sexo y Entremetimiento para comprar algunos accesorios y regresar al departamento a tener sesiones de sexo sin control.

Hubo cientos de situaciones que tal vez se me esté pasando alguna situación cachonda lo cual iré contando en esta página.

Ojala que este relato haya sido de su agrado, y espero sus comentarios y calificación a mi relato 100% real, en esta página o a mi correo de contacto: [email protected].

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