Nuevos relatos publicados: 12

Nuestra amiga argentina seduciendo pendejas

  • 6
  • 10.863
  • 9,23 (13 Val.)
  • 0

Iba a ser una tarde tranquila, estaba en casa aburrida y no tenía mucho para hacer, hablo con mi compañera de la facultad (con la que me acosté un par de veces jaja) a ver qué onda, y me dice que iba una amiga de ella que es copada, que si yo quería ir que fuera, pero que su amiga no sabe nada que ella se acuesta con mujeres, así que tenía que ser todo tranquilo como dos amigas, nada más; me pareció bueno para salir un rato y fui.

Llego, la saludo a Ana (mi amiga) y a Tati (su amiga), Tati, re buena onda, tiene mi edad, es linda, vestida normal (como me visto yo), daba la imagen que solo se acuesta con su novio y nada más (yo doy esa imagen también jeje).

Hablamos boludeces hasta que Ana empieza hablar de sexo, Tati al principio media se quedaba, oía pero no decía nada, obvio yo conté el 0,000001 % de lo que hice jaja, y ninguna de las dos habíamos hablado del tema “acostarnos con mujeres” solo de algún trio que cada una hizo por su cuenta (obvio no contamos el trio que hicimos juntas con mi novio jeje)

Hasta que le preguntamos a Tati, si había hecho un trío y nos cuenta que si, upaaa, ¡mira a la nena de cara buena jeje!, que lo había hecho con un chico y una chica y Ana le preguntó cómo había sido la cosa con la chica y Tati nos cuenta que fue la primera vez que había estado con una chica desnuda en una cama, que se besaron y se tocaron un poco.

Ana, que es más viva que yo para manejar a la gente, le preguntaba que le había parecido, si le había gustado y Tati nos cuenta que sí, que jamás se había imaginado que las caricias, el beso, de una mujer la iba a excitar, pero que nunca más había estado con una chica.

La charla ya estaba muy caliente, con Ana nos miramos y ¡sabíamos dónde queríamos llegar! Tati nos pregunta si habíamos estado alguna vez ¡con una mujer! Que eso a ella le intrigaba, que nunca había tenido la oportunidad, y tampoco sabría si se hubiera animado.

Ana, le dice que sí, que había estado con mujeres, se levanta, y me da un beso ¡en la boca! Uy Tati se quedó helada, le contamos que no somos lesbianas, pero que sí, que teníamos la misma curiosidad de ella y nos acostamos alguna vez.

Después de esto creo que Tati se quería ir a la mierda, más que Ana, le pone la mano en la pierna, y yo la veía nerviosa, hasta que Ana nos dice “hagamos una cosa, nos sacamos los jean, nos quedamos en bombacha, pongo la alarma del celular en 20 minutos y si no pasa nada, listo” (es más o menos lo mismo que me hizo a mí la primera vez que me acosté con ella, que también era la primera vez que me acostaba con una mujer).

Yo le digo que sí, Ana se saca el pantalón, yo también, y a Tati, no le quedó otra, también se lo saca, cuando se sacó el pantalón, veo que tiene unas lindas piernitas, una colita parada y me pareció que también tenía una linda piel, suave. Como me gusta a mi jaja

Bueno la cosa es que estábamos las tres en tanga, Ana se sienta en el sofá al lado mío y nos empezamos a dar besos, pero esos besos que nos damos las mujeres, que solo jugamos con las lenguas, y a mí me ponen loquita, nos acariciamos, yo ponía mi pierna sobre la de ella (y por eso me gusta a veces estar con mujeres, el roce de las piernas es distinto, es sentir una piel suave, ¡me pone loquita!), y así estuvimos un ratito, no mucho porque teníamos que poner a mil a Tati antes que sonara la alarma del celular.

Tati estaba sentadita en el sofá, pero me di cuenta que se estaba excitando, entonces nos sentamos con Ana cada una al lado de ella, y muy suave, muy despacito, le empezamos a acariciar las piernas, que las tenía rígidas, pegadas, pero de a poco, se ve que le iba gustando porque las empezó a aflojar, sentía nuestras caricias.

Ana le agarra la cara para darle un beso, pero no le gustó nada, como que se corrió de golpe, intenta otra vez más, y otra y otra, mientras yo le seguía acariciando las piernas, ya las estaba separando, y empecé a acariciarle la entrepierna (ya se estaba entregando jaja), y Ana logra besarla, todo lo hacíamos muy de a poco, ¡porque era su primera vez!

Bueno cuando se deja besar, se empezó a calentar ¡como loca!, yo ya le estaba metiendo la mano por debajo de la bombachita y estaba remojada, recaliente, le toque, bien tocada la conchita, y sus gemidos ya decían que le gustaba, ahí suena la alarma, nos hicimos las tres las boludas y seguimos, Tati no dijo nada, le gustaba lo que sentía…

Ana, ya no sé lo que le hacía, yo me dedique a sacarle la bombachita, la corrí un poco le acariciaba la colita, se la besaba, que linda piel que suave, ¡cómo le gustaba!, yo me quedé ahí, mientras me saque la bombachita y me quede desnudita seguía besando… y como si nos hubiéramos puesto de acuerdo, no sé cómo fue, pero la sentamos bien en el sofá, le empiezo a besar la entrepierna hasta llegar a su conchita, no decía nada, le gustaba mucho, así que de a poquito se la empecé a chupar, se la mordía, le ponía los deditos, Tati estaba recaliente, yo me daba cuenta, como se movía, como gemía, hasta que tuvo ¡su primer orgasmo!, no se lo va a olvidar más, fue su primer orgasmo ¡con una mujer!

Después, me siento yo en el sofá y le digo como tenía que hacer, le digo que me acaricie las piernas, que me las bese y despacito que vaya llegando a mi concha, mucho me di cuenta que no le gustaba, le daba cosita, yo le decía que a lo mejor era la única oportunidad que tenía de sentir lo que era chupar una concha, que quería que me hiciera gozar, calentar, todo eso la ponía a mil, hasta que de a poco me la empezó a chupar, y le gusto a la hija de puta, verme gozar, yo le agarraba la cabeza para que se metiera adentro de mi chonchi, siguió así hasta que acabé yo.

Ana había desaparecido y aparece con un CINTURONGA JAJA, eso no le gustó, pero la empezamos a besar, a acariciar, a tocarle la concha, la pusimos en el sofá en cuatro, yo le besaba la cola, le tocaba la conchita, estaba (Tati) tan caliente que se dejó coger por Ana, ¡como la cogió!, ¡parecía desesperada!, Tati acabó como una perra, a los gritos, pedía más, se la siguió cogiendo ¡y acabó otra vez! Que ganas tenía esta pendeja ¡de estar con chicas!

Después nada, Tati se vistió y se fue enseguida, la entiendo fue su primera vez, seguro su cabeza va a ir a mil, se va a preguntar si no será lesbiana ¡porque acabó con una mujer! Y todas esas cosas, hasta que se dé cuenta que por gozar con una mujer una no es lesbiana, bahhh, es lo que pienso yo.

(9,23)