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Nuestra noche con Anahí

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Hace mucho tiempo tenía un par de fantasías muy específicas por cumplir, repetir un trío con una mujer y él, mi amante de hace mucho tiempo; pero que, además de esto sea una mujer exuberante, perfecta, con cara y cuerpos de ensueño, por fin, lo conseguimos, ambos estábamos ansiosos pues no la conocíamos personalmente aún. Cuando por fin llegó me sentí un poco intimidada, era deliciosa, con senos perfectos y grandes, duros, cintura pequeña y piernas gruesas, nos ocupamos de conocerla por un momento hasta que el deseo se volvió evidente e inevitable.

La primera iniciativa de la noche fue de nuestra invitada, me quitó el vestido y empezó a tocarme los senos y besarme el cuello mientras él emocionado nos guardaba en su memoria, podía ver como esa verga que me encanta crecía dentro de su pantalón, después, me volteé de frente a ella y empecé a besar su boca, sus senos duros y sentía cuanto le gustaba y cuanto me gustaba a mi… entre besos y manoseos nos desnudamos los tres, empecé a mamar y chupar su pene mientras ellos se besaban y se tocaban, sentía cuanto le gustaba, no sé si tener mi boca en su miembro, o la suya en ese par de tetas perfectas, o quizás la combinación de ambas cosas, totalmente suyas en ese momento; yo, de rodillas distribuía mi boca que se ocupaba de darle placer a ambos.

Un rato después él me pidió que la consintiera, se sentó en el sofá, abrió sus piernas, empecé despacio besando sus senos, bajando por su estómago tonificado mientras él la besaba y disfrutaba de ella y de verme a mi siendo toda una puta dispuesta a complacer a cualquier persona y de que me bastase solo una orden suya para hacerlo, yo estaba muy mojada, eso me frustra un poco pues en cuanto siento las ganas quiero sentirme llena… hubiese deseado una verga dentro de mi mientras estaba de rodillas lamiendo su vagina y metiendo mi lengua en esa vagina apretada, jugosa y joven… después, utilizamos esos dados tan conocidos para mí y que me traían tan buenos recuerdos; la primera orden: jugar con sus nalgas, eran duras y paradas, grandes, naturales… él se divirtió mucho con ellas y yo seguía sin saber cómo hacía para no penetrarla o penetrarme, seguía acumulando ganas y sabía que cuando me lo metiera iba a ser una ambrosía; la segunda orden: excitar clítoris, nuevamente en el sofá, se sentó mientras yo besaba su sexo y el tocaba mis senos y mi cabello, y claro, la besaba a ella… tercera orden; la que más disfruté, besar cuello, él besaba mi cuello y podía sentir su respiración agitada y su pene rozando mis nalgas, deseaba más y más que estuviese dentro de mí, hasta que POR FIN, me sentó en el sofá, abrió mis piernas mientras yo lo besaba, me encanta besar mientras me penetran y me gusta sentir como esa verga se pone más y más dura dentro de mí…

Finalmente fuimos a la cama, empezó, por supuesto penetrándola a ella, se veía perfecta en cuatro y yo solo quería besarla y tocar esas tetas y ese clítoris, pequeño comparado con el mío, mientras él la hacía gemir, nos penetraba una a una por un largo rato, yo estaba tan excitada que no logro recordar cuantas veces me vine… no sé si él lo notó pero terminé tantas veces que al día siguiente mi vagina estuviera cansada y cogida, bien cogida… finalmente Anahí nos pidió que él se derramara en nuestra cara y nos fundimos en un beso.

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