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Mi mujer lo quiere hacer con otro

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Siguiendo en la onda de mi primer relato, ahora les cuento lo que nos ha pasado después de nuestras "confesiones".

Como ya saben, mi esposa Ana me confeso que le había gustado otro hombre y que habían tenido un flirteo, pero que no paso de allí. Yo he estado muy ansioso y excitado a partir de ese momento, nuestros encuentros sexuales han mejorado notablemente, ahora nos permitimos fantasear mientras tiramos. Cuando procuro darle un masaje al acostarnos ella sabe que esa noche tendremos sexo rico.

Comienzo por recorrer suavemente su cuerpo y al detenerme en su enorme concha, ella me pide que le describa lo que le hago, cuantos dedos le meto, me pide que le meta uno o dos dedos en su culo, que le frote el clítoris, pero que siempre le describa lo que le hago y lo que estoy sintiendo.

Para seguirle su juego, recientemente le pedí que me contara su fantasía sexual, ella me dijo que era hacer el amor conmigo dentro de un jacussi, eso me pareció que no era una fantasía, sino un deseo, y le insistí. Cuando estaba más caliente accedió a decirme que cuando ella estaba a solas veía películas pornográficas y se marturbaba pensando en que ella le mamaba una enorme verga negra a un negro, que ella deliraba porque un negro la cogiera así como en las películas. Eso me puso a millón, encendí el DVD y le puse una película que había comprado recientemente.

La puse en cuatro patas frente al televisor y comencé a bombearle mi pija, que aunque no es enorme, es bastante gruesa, con una gran cabeza. Le dije mira la peli y comentame: ¿Que sientes cuando ves al negro? ¿Te gustaría estar allí en lugar de ella? , al principio se negaba, pero al ver esa enorme verga entrando y saliendo y al sentir que yo la estaba cogiendo, soltó su vergüenza y me dijo que si, que le envidiaba a esa mujer, que quería chupar esa pija.

Aceleró los movimientos de sus caderas y acabamos juntos en ese mismo momento. Se recostó a mi lado y muy apenada me dijo que lo que me había dicho solo era una fantasía y que no creyera yo que ella fuera capaz. Pero ya sus comentarios habían hecho efecto en mi. Ya me comenzaba a rondar por la mente la idea de saber a mi mujer en brazos de otro hombre, total ya había dado los primeros pasos con su amigo.

Al día siguiente me fui a la tienda de videos y me compre 3 películas de genero interracial, llegue temprano a casa y las revisé. Cuando mi mujer llegó a la casa le preparé un trago y había hecho unos pasapalos, ella se sintió halagada y re respondió con un beso. La abracé y estuvimos conversando animadamente.

Pasaron como 3 horas y ya mi mujer estaba algo mareada y me dijo que quería acostarse, la acompañe al cuarto y la acosté boca abajo para darle otro masaje, le puse una de las películas que había comprado y en la escena estaba una chica con dos negros, mi mujer tuvo un brillo especial en sus ojos. Mientras la masajeaba le iba preguntando acerca de su opinión de una mujer con dos tipos y me dijo pícaramente que esa era otra de sus fantasías. Eso me puso a millón y me dediqué a sobarle firmemente sus nalgas.

Como ya estaba excitada le pregunté que si su fantasía era con dos tipos desconocidos y ella respondió que la idea era que uno de ellos fuera yo. En ese momento mi verga iba estallar y ella se dio cuenta, como vió que yo estaba muy excitado, agarro mi gruesa pija y se la metió en la boca. Mientras me la mamaba, me hacia comentarios acerca de mi actitud y de cómo me ponía cada vez que ella me hablaba de tirar con otro hombre.

Le insistí en que me detallara su fantasía y me dijo que ella quería chuparle la verga a un negro, pero que lo que más placer le daría era ver mi cara mientras lo hacía y como el negro acababa en su boca (cosa que conmigo no le gusta). En ese momento me corrí llenándole sus cara de leche. La recosté a mi lado y comencé a tocarle su clítoris mientras le imploraba que me siguiera contando. Ella me dijo aún con la cara llena de leche que después que el negro le acabara en su boca quería que yo la besara para que sintiera sabor de la leche de otro hombre.

Eso me volvió loco y subí hasta su cara a lamerle las comisuras de sus labios y probar por primera vez mi leche. Eso hizo que ella reaccionara y se subió encima de mi cabalgándome fuertemente, pidiéndome que le dijera que era una puta por ese tipo de pensamientos que estaba teniendo, pero que se había destapado a pensar y hablar así desde el momento que yo le dí apertura. A partir de ese momento cada vez que hacemos el amor ella me pregunta que acerca de mis fantasías y yo le digo que me gustaría estar con otra mujer mientras ella me ve y se masturba, aunque le aturde la idea se que se estremece de solo pensarlo.

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