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El relato de una noche muy mojada

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Todo en esa noche empezó como un plan tentativo y también tentador, no tenía mucha seguridad de qué pudiese ocurrir pero, finalmente, llegamos al sitio que ya he mencionado varias veces, un club swinger en el qué, con seguridad, los lectores sabrán qué tipo de experiencias se pueden encontrar; la temática de aquel viernes ‘CAMISETAS MOJADAS’, entré con un panty normal y una blusa blanca bastante transparente, aún sin estar mojada, a pesar de no ser una mujer especialmente llamativa, sé con seguridad que mis senos aunque pequeños se veían siempre turgentes y provocativos para algunos…

Nos sentamos, él y yo, en una mesa desde donde se pudieran ver la mayoría de las parejas, él viendo que tan sexys eran las chicas y yo, buscando entre los asistentes algún hombre que me provocara algún tipo de deseo con la idea de hacer un intercambio…a medida que avanzó un poco la noche tocaba mis pezones con cubos de hielo y me estimulaba mucho más de lo que ya estaba, sentía entonces muchas ganas de besarlo y tener su pene duro dentro de mí, pero preferí no mostrarme muy insistente.

Después de un rato fuimos a la terraza del lugar, le dije todo el tipo de cosas sexuales que se me pasaban por la cabeza en ese momento y le conté de mis ganas de que me penetrara, jugó un poco conmigo, disfrutó mirando como me masturbara y después de metérmelo solo un par de veces salió de mi vagina, me dejó con la sensación de querer más y más... y eso fue lo que me dio durante toda la noche.

La fiesta continuó en una especie de pista de baile, llegó una bailarina bastante atrevida y con un cuerpo bastante lujurioso, me tomó algunas veces y me besó, tocamos nuestros sexos y nuestros pechos y podía sentir lo duro que él se iba poniendo mientras todo pasaba; después entramos a la piscina, ahí me penetró durante largo rato, algunos hombres y mujeres me tocaron, ayudé a una pareja a alcanzar el orgasmo mientras masturbaba a otro hombre y él, me hacía poner más y más caliente con sus embestidas, su miembro dentro de mí, y yo haciendo todo lo posible para alcanzar su orgasmo en compensación a los muchos que había tenido durante esa noche.

Finalmente fuimos a una de las camas grandes que hay en otra instalación del lugar, mientras me penetraba besaba y tocaba a otra mujer, mientras yo hacía lo mismo con su pareja, en medio de gemidos y muchos fluidos, sentí como él se vino dentro de mi… y fue el final de una noche de sexo casi perfecta.

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