Nuevos relatos publicados: 12

Mi tesoro boricua

  • 7
  • 4.776
  • 8,50 (2 Val.)
  • 0

Llegué a puerto muy temprano, dejé en el embarcadero mi barco, que arriendo para viajes de exploración por la Islas. Me apodan ‘el Pirata’ y no es por ser un saqueador o cosas negativas, así que gané mi apodo de marinero porque me gusta buscar tesoros femeninos.

Soy un capitán de edad madura de rostro serio y a la vez afable, de contextura media, no fornido, pero de aspecto sano y vigoroso, tengo porte de gentil y viril caballero. Esta historia comienza así:

Le dijo a mi primero oficial: ‘cuida! La nave mi amigo! Voy por mi tesoro boricua’. ‘¡Que te vaya bien Pirata! y ojala no sea una casada como la última vez en Brasil, que casi se bates a duelo, jajaja’ me dice mi amigo, finalmente me grita ‘Capitán traiga ron!’, ‘si puedo claro!’, que le respondo.

Salto del barco y tomo rumbo al centro del puerto, entro a un restaurante y pido un contundente desayuno local: relleno de papa y para beber un chocolate caliente con queso de bola, luego de ese contundente energético y vital desayuno, pongo rumbo a la plaza, en búsqueda de ese tesoro que anhelo con ansias. Pero primero no me vendría mal, un buen corte de pelo y arreglo para mi barba. Cruzo la puerta de la peluquería y pido un corte tradicional y arreglar mi barba, terminado el servicio me dirijo a cancelar y busco a la dueña de este local.

En el trascurso de ir a cancelar, no estaba mirando al frente, sino que caminaba atendiendo mi cinto y acomodándome mi camisa. Al levantar la vista ohhh ¡Cual sorpresa! En la dueña del local, reconozco a mi tesoro boricua. Era una mujer hermosa de labios sensuales y exquisito cuerpo, tenía una cabellara despeinada que le daba un aire salvaje a su figura, sus mechones caída sobre su escotado pecho que dejaba entre ver unos grandes pechos duros y blancos, vestida un vestido no muy apretado al cuerpo, pero que reflejaba en ella un aspecto de mujer sensual y digno de la mujeres puertorriqueñas. Una hermosura de mujer!

El uso mi voz con simpatía y entregando mi mejor sonrisa, la saludo de cortésmente, como un caballero. ‘Buen día Señorita. Un gusto vengo navegando y aquí he recibido un muy buen servicio muy agradecido de la atención de su personal’.

‘Gracias’, le dice a ella, es un agrado que el servicio haya sido satisfactorio, ella al mirarme siento que le gusto sexualmente por este viajero, extiende su mano para terminar la transacción y en ese momento yo aprovecha de tocar su mano y ella coquetamente agradece el gesto, apretando mi mano y dando una mirada penetrante, acto seguido me dice: ‘voy saliendo del local de compras, si gusta me acompañas y le muestro parte de esta hermosa ciudad’, su voz esta sensual, quedo flechado inmediatamente y me acerco un poco para sentir su exquisito aroma y en eso le dijo: ‘Ohh! muchas gracias, será un honor’ y termino la frase con generosa y pícara sonrisa.

Ponemos rumbo al mercado y la conversación versa, sobre un poco de mis mejores narraciones de travesías y ella de su valioso trabajo y como quiere a cada uno de sus empleados... en ese momento le dijo: ‘mejor jefa no puede tener’ y la tomo de la cintura y la aprieto fuerte a mi pecho mirándola deseoso de ser correspondido, ella acepta me mira y ríe coquetamente, se entregándose con lujuria provocando que estos dos furtivos amantes, tenga que esconder su pasión por unos instantes. Le dijo ‘vamos a mi barco ahí estaremos tranquilos. Solo está mi primer oficial, al cual lo enviare a puerto’.

Llegamos al barco y le ordeno a su primer oficial y amigo, ‘Jacinto! vamos, sale del barco!’. A lo cual el me hace un giño en el ojo izquierdo y se retira raudamente, no sin antes preguntar por el ron pedido. ‘No hay ron no hubo tiempo amigo mío’ y los tres nos reímos a carcajadas por la situación.

Ya en el barco, rápidamente la llevo a mi cabina, la tomo entre mis brazos y besándola delicadamente, la meto en mi cama, ella me responde acariciando mi espalda y besando mi cuello y mordiendo delicadamente mis labios y oreja, ‘mmm que rico tesoro he encontrado’ le susurro, ‘si papi’ me dice ella, ‘este tesorito es todo tuyo papi’, con esa sensual voz boricua que me estremece y exista enormemente. Se pone de pie y me recuesta en la cama y me dice ‘mira cariño’, se deprende la parte de arriba del su vestido, dejando ver sus pechos grandes blancos, duros, turgentes, acariciando cada pecho delicadamente y tocándose sus ya rígidos pezones rosados, continua, desvistiéndose sensualmente y deja ver ya su gran y adorable culo blanco y su hermosa vagina totalmente de pilada y color rosa, que tiene la particular forma de una capullo sellado de la flor del lilum, finalizando esa experiencia acaricia sus piernas suaves y tersas, que la ponen frente a mí , caminando cual sacerdotisa, estrega su tesoro a este navegante.

Ella desnuda, se acerca y acaricia mi cuerpo, mirándome fijamente, su cara demuestra una candela y siento que empieza a jadear al contacto con mi piel, ‘Mmmm mi pirata que duro esta tu cuerpo siento deseo de que me tomes duro mi cielo… veamos que ahora mi tesoro’ y acto seguido, desabotona mi pantalón y saca mi verga, ‘mmm me gusta que rica cabeza tienes papi. Mmmmm y que rico hueles cariño, te la voy a mamar bien rico papi’.

Se arrodilla e inicia un masaje por mi verga, lo toma entre sus manos acariciándolo de abajo hacia arriba y jugueteando con sus dedos la punta de mi glande, todo coronado con excitante mirada, buscando mi atención y aprobación, yo muy complacido solo gimo de placer al sentir sus cálidas manos que juegan con su carnoso pene. Luego inicia su mamada chupándome cada huevo y lamiendo suavemente el tronco de mi verga… ‘Eso mi tesoro es toda suya… Mmmm que rico amor…’, con su lengua hace movimiento circulares y se la introduce completa en su boca hasta llegar a tocar mi zona púbica, la tomo de enmarañado pelo y la a sujeto fuerte contra mi cuerpo y la suelto, me grita ‘si papi’ me dice ‘domíname marinero, dame duro con tu verga en mi boca!’. Mmmm me chupa fuerte e intenso mi verga, veo su cara desbordada de lujuria ‘mmmm que rica verga papi… vamos papi la quiero ahora quiero que tú me chupes mi vagina’ y se recuesta en mi cama y me muestra su flor abriéndosela para mí.

Yo me acerco y se la empiezo a lamer suave e intensamente hasta tenerla abierta completamente mi lengua la muevo con frenesí y la penetro con mi legua, siento sus quejidos y gritos de placer al tocar mi legua con su clítoris y veo que está llegando a su excitación, ciento que se viene y se contornea frenéticamente y gimiendo de placer brotando desde su vagina, un chorro de existo néctar vaginal ‘mmmm papi que rico me vine. Hay que carajo! como me chupaste me dice mmmm ahora papi dale métemela duro así duro’ y se pone en posición de perro y me muestra su vagina ‘dale la quiero bien dura aquí’ y la penetro y siento su húmeda y ardiente vagina, y bombeo rápida y furiosamente apretando los cachetes de su culo dándole palmadas, ella gimiendo y gritando fuerte me dice ‘mmm que rico dale, así mmm que caliente me tienes uyyy que rico como me das mmm’.

Bombeo intensamente hasta que me dice ‘voy a acabar uyyy de nuevo gracias papi… uyyy que rico’. Luego de acabar me dice ‘no la saque aún’ y aprieta con sus labios de su vagina a mi pene duro y me dice ‘te gusto que te apreté con mi vagina’, ‘si cariño’ le dijo ‘mmm que rico hágalo de nuevo’, me aprieta una, dos, tres cuatro… muchas veces más y siento mí en mi verga una electricidad que me agita y me calienta más y más ‘mmm que rico cariño… dale voy a acabar donde quiere mi leche’, ‘en mi cara’ dice ella arrodillada, expulso una gran cantidad leche por su hermosa cara y ella gime y me dice ‘mmm que rica leche mmmm papi que rico…’ lamiendo con su legua sus labios y dedos, tomándome la verga, chupándola deliamente. ‘Gracias cariño de verdad fuiste un exquisito tesoro boricua’.

‘Ahora te llevare a navegar por la bahía y cenaremos el barco’, ‘si mi pirata’ me dice y se recuesta en mi pecho, cerrando sus ojos, la beso suavemente y nos relajamos al compás del suave vaivén del mar.

Fin

(8,50)