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Venganza por una infidelidad

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Sonia había sido toda su vida una chica discreta y seria. Desde los 16 años estaba saliendo con Luis, un amigo de la infancia. Habían crecido juntos. Ahora Sonia tenia 30 años y aunque el sexo con Luis era monótono y aburrido se divertía mucho con el y lo pasaba muy bien.

Aquel sábado Sonia recibió una llamada. Era Luis. Una vez mas, Luis, que era medico, tenía guardia todo el fin de semana. Sonia se sintió decepcionada pero comprendió que el trabajo era el trabajo. Luis insistió que saliera con sus amigas, que a él no le importaba y que solo quería que se lo pasara bien.

Sonia una vez más sola por las guardias de Luis que eran habituales, decidió llamar a su amiga Eva:

-Hola Eva-

-¿Que tal? ¿Cómo estas Sonia?- contesto Eva.

-Pues jodida, tía, otra vez las putas guardias de Luis.

-Ya te dije yo que eso de estar con un medico de urgencias esta bien cuando te duele algo je je je- contesto Eva con su habitual sorna.

-Oye Eva. ¿Hacemos algo este finde? Me apetece mucho salir a tomar algo por ahí. Últimamente estoy todo el día en casa y estoy harta, tía.-

-Vale Sonia pero cambia de vestuario joder que me ahuyentas a los tíos. Vaya vestuario de monja que tienes. Tu fíjate en mi jajaja ya me conoces me encanta calentarlos y ver como se les cae la baba con mis vestiditos ceñidos jajajja es broma tía-

-Que cabrona- le dijo Sonia.

-¿Quedamos a las ocho?

-De acuerdo nena- contesto Eva.

ESE SABADO A LAS OCHO

Sonia ya estaba preparada. Admiraba a su amiga Eva. Era todo lo que no era ella: atrevida, dicharachera, con un vestuario súper sexy, si un tío le gustaba era un volcán, no se cortaba en tirárselo y luego se olvidaba de él y a por otro. Una vez incluso solo para divertirse Eva compro un pirulí de esos de caramelo y fue a la discoteca, se puso en la barra mirando al local con su vestido súper ceñido y escotado y lo daba lengüetazos como si estuviera mamando una polla. Sonia recordaba a todo el personal masculino en aquella ocasión que se le iban los ojos y se les caía la baba.

Sonia se miro al espejo y pensó "seguro que Eva me echa la bronca jjajajaja". Su camisa blanca combinada con una chaqueta y pantalón negro le hacían parecer mas una ejecutiva que una persona que salía de fiesta. "bueno, yo no quiero nada con ningún tío mientras este con Luis" pensó para si misma. Oyó el timbre y contesto.

Eva se puso al volante de su nuevo coche. Al lado iba Sonia. Una vez más Eva le reprochaba en broma a su amiga su forma de vestir, le decía que así no se iba a comer ni una puta polla. Eva era así, simple y directa en su lenguaje. Sonia le contestaba que ella ya tenía una polla y con esa le valía y era más que suficiente aunque en el fondo sabía que no era muy satisfactoria. Luis no era lo que se dice un gran amante. Parecía siempre cansado.

Una vez recorridos unos kilómetros apareció a un lado de la carretera el hospital de Luis. Sonia quería saludarle así que pararon en la entrada. Sonia había ido tantas veces a recogerle que ya parecía formar parte del personal de urgencias del hospital. Entro en el vestíbulo. Todo el personal la saludo cariñosamente. Sabia donde estaba la sala donde descansaba Luis cuando no había urgencias que atender. Recorrió el pasillo hasta el final colocándose detrás de la puerta.

Entonces lo oyó. Se quedo petrificada. De dentro salían unos gemidos. Sonia empujo la puerta silenciosamente y pensando para si "por favor que no sea el". Lo que vio con la puerta entornada le dejo decepcionada. Allí estaba Luis de espaldas a ella desnudo y encima de la camilla y a cuatro patas la veterana cirujana compañera de Luis. Ambos sudando y gimiendo. La cirujana que podía ser la madre de Luis era la más escandalosa. Entre gemido y gemido le decía lindezas del tipo "rompe mi culo rompe mi coño quiero que me la metas fuerte y salvaje".

Sonia cerró la puerta y empezó a llorar. Todo su mundo se había arruinado. Todo se había ido a la mierda en un momento. Solo una palabra empezó a martillear su cabeza: "venganza, este hijo de puta me las va a pagar".

DOS DIAS DESPUES

Eva llamo a Sonia por teléfono:

-Hola Sonia. Ya esta todo preparado. Le he citado en la discoteca de siempre. ¿Estas segura que quieres hacerlo?-

-Si, Eva. Este hijo de puta me las va a pagar-.

-Entonces esta noche nos vemos Sonia en la disco de siempre-. Le dijo Eva y colgó.

Sonia se dispuso a vestirse. Se había comprado ropa la tarde anterior. Era el gran día de su venganza. Se miro al espejo y tuvo dos sensaciones diferentes. Pensó que tenía unas pintas de puta que no podía con ellas pero a la vez le excitaba verse así. Su minifalda terriblemente apretada y corta marcaba sus curvas, el cinturón caído desde sus caderas y con la leyenda "SEX" en letras grandes y con una pequeña flecha debajo en dirección hacia su coño, le gustaba especialmente. Luego miro hacia arriba y su top exageradamente escotado y con la leyenda "I´ M A BITCH" en letras doradas le produjo una sensación especial. Sonia se dispuso a ponerse las sandalias de tacón alto y de tiras atadas a la pantorrilla. Volvió a mirarse en el espejo. Después de años de vestir casi como una monja, le gustaba lo que veía. Se sentía excitada por salir así a la calle. "bien" pensó "ahora eres una autentica zorra y te gusta la idea jajajaja". Cogió su diminuto bolso y salió de su casa.

EN LA DISCOTECA

Eva entro en la discoteca saludando a los porteros por la entrada vip. Su padre era amigo del dueño de la discoteca. Bajo el tramo de escaleras que conducían a una enorme pista. Su vestido de verano sumamente apretado y corto hacia que se le subiera demasiado pero esto no le importaba. Le encantaba calentar a los tíos.

Echo un vistazo a la barra situada a la izquierda de la pista. Allí estaba Luis haciéndola señales con la mano. Ella se acercó y le dio dos besos:

-hola Eva, que tal ¿como estas? Sigues tan buena como siempre- le dijo Luis

-gracias Luis y tu tan atractivo. Lastima que seas el novio de mi amiga jajajaj-

-oye, ¿no ibas a venir con Sonia?-

-si, vendrá ahora. Se ha entretenido. Vamos a sentarnos en una mesa ¿vale?

Eva y Luis se sentaron en las mesas que había alrededor de la pista. Charlaron de todo, bromearon. Luis no paraba de mirar el generoso escote de Eva. Eva sabía lo que tenia que hacer. Lo había hecho tantas veces. Aprovechaba las anécdotas que le contaba Luis para ponerle la mano en la pierna y acariciarlo suavemente, luego la retiraba y vuelta a empezar cada vez mas cerca de la entrepierna de Luis. La conversación paso de anécdotas y cosas intranscendentes a cosas mas intimas. Luis no paraba de adularla, de decirla lo guapísima que estaba esa noche. De vez en cuando le retiraba un mechón de pelo que caía sobre sus ojos. Eva pensaba para si "el plan va perfectamente. Te vas a enterar cabronazo por haberle hecho eso a mi amiga".

Salieron a bailar. Eva sabia que si quería que el plan funcionara tenía que sacarlo a bailar. Ese era su fuerte. Sabía como provocarle con sus caderas. Se acercaba a él, le daba la espalda y se juntaba lo mas posible con el para notar su paquete en su culo. Sabia por propia experiencia que esto a los tíos les encantaba. El la agarraba de la cintura y la daba pequeños besos en el cuello. "que cerdo" pensó Eva "ya ni pregunta por Sonia".

Se volvieron a sentar y Luis le dijo:

-Uf eres una tigresa bailando-

- Pues ni te cuento en otras cosas como soy por que alucinarías- contesto Eva, sonriéndole pícaramente.

El resto de la conversación derivo hacia las fantasías sexuales. Eva le confeso que nunca lo había hecho en unos lavabos y que la idea le encantaba pero con alguien conocido. Le daba morbo los sitios públicos pero siempre con alguien conocido. El la contemplaba entre excitado y asombrado y poniendo una mano en su pierna y acariciándola suavemente le dijo:

-bueno, yo soy alguien conocido y aquí hay lavabos. Podemos hacer realidad tu fantasía-.

Eva le contesto con una sonrisa y pensó "que hijo de puta eres. Vas a caer como un cerdo":

-Sabes la sola idea de hacerlo contigo me pone cachonda. Ve tu primero y espérame. Ahora voy yo-.

Luis se levanto con cara de satisfacción. Recorrió el pasillo que había detrás de la pista. Abrió la puerta y entro en el servicio de caballeros. Había mordido el anzuelo.

EN LOS LAVABOS

Eva se dirigió a los lavabos y antes de entrar miro su pequeño bolso. Abrió la puerta. Los lavabos eran una estancia rectangular amplísima. Eva se acercó a Luis contoneándose y enseñando en su mano derecha unas esposas diciéndole:

-ya te dije que alucinarías-

Luis sin pronunciar palabra la atrajo hacia si dándole un beso salvaje húmedo y caliente mientras sus manos se deslizaban por su culo sobándolo por encima del vestido. Eva le empujo hacia la pared que estaba solo a un par de metros. Sabía donde tenía que llevarle. La pared era recorrida por una tubería. Eva mientras le besaba y empezaba a desnudarle cogió su brazo lo acerco a la tubería y le esposo a ella. Ya le tenia donde quería. Se separo de el diciéndole mientras sacaba el móvil:

-ya te tenemos donde queríamos cerdo hijo de puta-

Mientras Eva llamaba a Sonia, Luis intento liberarse. Era inútil. La tubería era lo suficientemente fuerte para que sus esfuerzos fueran en vano. De repente giro la cabeza y la vio. Eva ya no estaba. Y en su lugar había entrado alguien pero no podía ser, no daba crédito a sus ojos. Dios mio era Sonia. Pero como…. Que vestuario llevaba. Parecía una autentica zorra. El día anterior la había visto siempre tan discreta vistiendo y ahora la veía allí vestida como una puta y acompañada por aquellos dos negrazos.

Sonia estaba de pie y a ambos lados se situaban aquellos dos negros. Ella, mirando a Luis, comenzó a sobar sus pollas por encima del pantalón. Uno de los negros se giro situándose a la espalda de Sonia. El otro quedaba enfrente y cara a cara con Sonia. Luis no podía creer lo que ocurrió a continuación. No articulo palabra cuando su novia empezó con un movimiento de caderas sensual como si estuviera bailando a restregar su culo contra el paquete del negro que tenia a sus espaldas mientras el otro la besaba, le sobaba las tetas. Sonia acariciaba con su mano el paquete del que tenía delante y fue arrodillándose poco a poco con aquel baile tan sensual.

Sonia, sin dejar de mirar a Luis y ya arrodillada entre los dos negrazos, libero sus pollas del pantalón. Empezó a lamer alternativamente una y otra polla mientras ambos negros la animaban a seguir entre gemidos. Se comía hasta sus huevos sin dejar de mirar a Luis y parecía estar encantada de hacerlo. Nada quedaba ya de aquella chica discreta, tímida y formal.

A una indicación de Sonia uno de los negros se tumbo en el suelo. Ella se sentó a horcajadas sobre el encajándose en su coño esa gran polla mientras con su boca se comía la polla del otro negro sin dejar de apartar sus ojos de la mirada de Luis. Luis creyó ver una gran sensación de placer en aquella mirada pero no podía ser. Aquella chica que era su novia ahora se estaba tirando a dos negrazos delante de su cara y parecía disfrutarlo mucho.

Al cabo de unos minutos, Sonia cambio de posición. Los dos negros parecían obedecerle en todo. Luis vio como su novia se puso a cuatro patas mientras uno de los negros no paraba de follarla su coño agarrando sus caderas salvajemente. Sonia, mientras, no paraba de mamar la polla del otro que ahora estaba de rodillas frente a ella.

Desees de unos cuantos minutos viendo el espectáculo que su novia le ofrecía, Luis pudo ver como uno de los negros se corría en la cara de su novia llenándole la cara de leche. La corrida fue tan espectacular que inundo su cara de leche. Acto seguido el otro negro, se corrió en su culo entre gemidos salvajes. Lo que mas le jodió a Luis fue ver la cara de satisfacción de su novia con toda la leche en la cara.

Sonia se levanto. Los negros se fueron por la puerta. Sonia acercándose a él con la cara embarrada de leche del negro le dijo:

- No quiero verte más cerdo hijo de puta-

Acto seguido le dio un bofetón y se marcho por la puerta.

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