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Una visita inesperada pero satisfactoria

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Todo comenzó un fin de semana, eran las siete menos diez de la tarde del viernes, cuando de pronto sentado en mi sofá del salón pude escuchar el timbre de la puerta, me levante y mire por la mirilla y al otro lado pude ver que era una chica, su rostro me llamo mucho la atención, abrí la puerta y vi que era ella; la chica del supermercado a la que yo había echado el ojo unos días antes.

Yo que aún no la conocía por su nombre me presente ante ella, la dejé entrar a mi casa, la ofrecí algo de beber y un aperitivo para que así pudiésemos romper el hielo de alguna manera.

Amanda que así se llamaba ella comenzó preguntándome a que me dedicaba; soy almacenero en una gran empresa de cuberterías y menage del hogar, después la pregunte yo a ella con la misma pregunta que me había hecho ella a mí, Amanda me respondió; soy auxiliar de enfermería en el hospital.

Una hora más tarde podía ver la belleza de esta chica y con mucho disimulo la blusa que tenía no la tapaba mucho que digamos, esas curvas, esos pezones marcados en ese sujetador color blanco, no podía apartar la mirada de Amanda, una exuberante señorita rellenita y con unas curvas que quitaban el sentido.

En su rostro pude ver que la chica estaba pasando mucho calor y decidí poner el aire acondicionado para que pudiese refrescarse un poco, en ella pude notar algo que despertó mi apetito sexual, cuando de pronto se levantó del sofá y puso su mano derecha en mi paquete, el cual podía notarse que estaba un poco duro y abultado y excitado.

Me levante yo también del sofá y la dije que me acompañara a mi habitación para que se pusiera cómoda, Amanda comenzó a desnudarse y yo que no la quitaba la vista de encima de ese cuerpazo que se iba descubriendo según se iba quitando la ropa, la chica ya desnuda comenzó a bajarme la cremallera del pantalón dejando al aire libre mi bóxer, seguidamente también bajo mi única ropa interior dejando al descubierto mi erecto pene.

La chica se puso de rodillas en el suelo y comenzó a masturbarme hasta poner más dura aun mi polla, la agarro y se la introdujo en su boca, comenzó a chupar y chupar como si mi pene fuera un chupa-chups de fresa, yo con mi pene dentro de la boca de Amanda y mi mano agarrando su cabeza para que no dejase de mamármela.

La levante del suelo y la tumbe encima de mi cama para que estuviera mas cómoda, me coloque entre su piernas y con mis manos agarrando sus piernas a la altura de mis hombros se la estaba penetrando por su frondoso y peludita almeja, yo no paraba de meter y sacar y la chica gritaba como una loca del gusto que la estaba dando.

Amanda no paraba de gritar y gritar, como si la estuvieran matando; eso sí, matándola a polvazo tras polvazo, saque mi polla de su coño y la puse a cuatro patas, agarre mi polla y se la fui introduciendo por el orificio de su culo para que así no la doliera tanto, yo con tantas ganas de penetrarla en culo y ella no paraba de gritar, un buen rato después saque mi pene de su concha y comencé a correrme encima de sus pechos y derramando mi semen por su cara además de encima de su culo.

Terminamos de follar y nos fuimos al baño para darnos una buena ducha, la chica aún no se había quedado satisfecha de tanto follar y follar que en la ducha las ganas de Amanda seguían recorriendo su cuerpo, agarro mi pene y se lo coloco entre sus pechos para hacerme una paja cubana, ella sujetaba mi polla entre sus grandes atributos y yo me balanceaba arriba y abajo así estuvimos un buen rato, volvió a chuparme la polla con tantas ganas que parecía que se iba ahogar.

Yo que casi no me tenía en pie y ella con mi pene agarrado en su mano exprimió al máximo toda mi verga y saco toda mi leche dentro de su boca, pasado un buen rato salimos de la ducha y la chica comenzó a vestirse porque ya era demasiado tarde, me dijo de quedar para la siguiente noche y yo no pude decir que no a semejante belleza con curvas y con un apetito sexual que ni yo mismo imagine.

Amanda se despidió de mi con un beso en la boca y agarrando mi polla para que así no volviese a bajarse, yo me fui a la cama una vez que la chica ya se había ido me quede dormido y sin haber cenado.

Aquí acaba una larga tarde de placentero sexo con una mujer que ni esperaba que fuese a pasar lo que paso.

((FIN))

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