Nuevos relatos publicados: 8

Tu eres mi fantasia

  • 4
  • 6.331
  • 8,25 (4 Val.)
  • 0

Mi fantasía ahora es contigo...

 

Siento la lluvia caer sobre el techo de esta cabaña, miro las gotas escurrir en el vidrio de la ventana, me gusta como brillan con la lámpara que está encendida en la mesa de noche. Sin embargo, el ambiente es cálido, la cama muy cómoda, con suaves sábanas, llevo un vestido negro muy corto de tiras, que resbalan fácilmente por mis hombros, y unas pequeñas tangas negras con nudos a los lados. Mientras te espero, intento recrear en mi mente los momentos que estamos por vivir.

Te veo salir desnudo del baño, acabas de tomar una ducha. Solo una toalla te cubre. Yo al verte salir, me arrodillo en la cama, tu te paras frente a mí, te rodeo suavemente con mis brazos mientras te beso lento pero profundo, acaricio tus labios con mi lengua, la paso finamente por ellos, mientras siento como tus manos acarician mis muslos, subiendo hasta mis nalgas. Te miro a los ojos, beso tu pecho, paso mi lengua por tus tetillas, y tu me miras, juegas con mi cabello. Yo sigo mi camino, bajo delicadamente, midiendo tu torso con mis largos dedos, la toalla cae lentamente, y veo que mis caricias ya van surtiendo efecto en tu miembro que encuentro duro, lo tomo con una mano, mientras la otra masajea tus bolas, te hago una paja lentamente, mientras noto como aceleras tu respiraciòn acerco mis càlidos labios a tu glande, beso tus bolas y sobo de arriba a abajo tu pene, paso mi lengua desde la base hasta la cabeza, mirandote a los ojos, muy suavemente. Tú levantas mi vestido para apreciar mis nalgas en el reflejo de la ventana. Ahora succiono todo tu miembro, lo meto todo en mi boca, de arriba a abajo, tu excitación hace que tomes mi cabello con más fuerza, te gusta lo que sientes? Ahora me pongo de pie sobre la cama, estoy más alta que tú, tomas las tiras de mi escotado y ligero vestido, y lo dejas caer. Miras mi desnudèz, mis pezones cafès y duros, los tocas, acaricias mis senos, desamarras los nudos de mis tangas que caen inmediatamente, y una vez estoy completamente desnuda, me acuesto en la cama: - "Ahora puedes hacer lo que quieras conmigo" -.

No te haces del rogar, te acuestas junto a mí, dirigièndote a mis senos, los chupas, y muerdes suavemente, me encanta cuando lo haces así. Mientras una de tus manos recorre mi vagina, mojada y caliente por ti. Yo suspiro pasito y quedo, - "aahhh... lo haces muy bien" -. Abres mis piernas, te giras y pasas tu lengua por mi clítoris, es muy grande y tu lo succionas con todo un maestro, mientras introduces un dedo en mi orificio, despuès dos y luego tres. - "Mètelo ya..., lo quiero todo adentro, hasta el fondo" -. Te acomodas sobre mí, y me provocas pasando tu glande por mi clítoris, yo me retuerzo intentando ensartarme en ti. Te abrazo muy fuerte pegándote a mi cuerpo, te sujeto con mis piernas en tus nalgas, mientras paso mi lengua por tu cuello, no te haces más del rogar,  y lo vas introduciendo poco a poco, - "Ohhh... que rico como lo haces, mètelo todo" -, llega hasta el fondo, y el placentero dolor me enloquece, tu te mueves sobre mí, mis senos se mueven al compás de tu cuerpo, las tocas y apretas, mientras sudas en el trajín.

No quiero que te vengas en mi vagina, quiero que desvirges mi ano, me pongo en cuatro, tomas el lubricante que hay en la mesa de noche, y vas dilatando mi ano con tus dedos, mientras yo masajeo mi clítoris, pones tu glande a la entrada, sè que va a doler pero decido aguantar, vas entrando poco a poco, es demasiado apretado, y yo ya tengo ganas de llorar del dolor, cuando por fin a entrado todo, comienzas a salir y entrar suavemente, despues aceleras el ritmo, hasta que el dolor que sentí se convierte en placer, y grito como loca, me estoy masturbando mientras tu penetras fuertemente mi culo, estoy temblando de placer, cierro mis ojos para sentir como el aire se me va y regresa, estoy teniendo el mejor orgasmo de mi vida.

Y nos venimos al mismo tiempo, descanso recostada en tu pecho porque aún nos queda el resto de la noche por delante...

(8,25)