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Mi esposa, su amiga y yo (Parte 2)

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Como recordaran del anterior episodio, le rompí el culo a Rosana, y ya mi esposa lo había experimentado también. Después de bañarnos y descansado nos levantamos a comer algo en la cocina donde todos desnudos cocinamos algo y luego nos sentamos a comer.

Terminamos y Erika con Rosana me llevaron a la alcoba, donde me dijeron era mi turno de disfrutar del sexo anal, y de perder mi virginad. Las mire con ojos de incrédulo a lo que estaba oyendo, Rosana se sentó en el borde de la cama, mientras Erika, mi Erika mi esposa estaba pensando en encularme. Me acostó bocabajo sobre la alfombra del piso y me empezó a acariciar la espalda mientras con la otra mano con un trapito humedecido con jabón de baño me pasaba los dedos entre las nalgas hasta frotarme el ojete del culo, el cual enjabono y limpio de más por unos minutos.

Luego empezó a besarme las nalgas hasta llegar al ojo de sus deseos, y lamio mi ano, lo cosquilleo con su lengua y cuando estaba bien húmedo y relajado empezó a meter uno de sus dedos, no se cual, mis nalgas se cerraban y el esfínter apretado como protegiendo mi masculinidad no cedía, su dedo siguió intentando hasta que logro meter un poco y siguió metiéndolo hasta que lo tuvo todo dentro de mi culo. Este ya estaba más relajado y la sensación aunque extraña era placentera, no podía creer que estaba siendo penetrado.

Erika invito a Rosana a meter sus dedos y entre las dos disfrutaron de mi cola. Un momento después dejaron mi ano y me ordenaron ponerme a cuatro puntos sobre la cama. Erika tenía otra sorpresa para mí, saco del closet un arnés con un falo de aproximadamente 12 a 14 Cm y como de 2 a 4 dm de grueso. Me dice “Ahora vas a sentir la delicia que nosotras sentimos al ser enculadas”.

Erika, se puso el arnés, se le veía muy extraño, pensé en que así se debía ver un transexual, lo agarro y lo pajeo mientras lo lubricaba, y entre ella y Rosana me decían todo tipo de sandeces sexuales, como me iban a violar y a hacer pedir más.

Me lubrico mi ano, y procedió a meterme la puntita del juguete, Rosana mientras se masturbaba al mismo tiempo que jugaba con mi verga. La punta del consolador penetro mi ano, causándome un dolor no esperado y la natural reacción a expulsarlo pero Erika lo mantuvo y empujo otro poco,

Se sentía raro, pero a la vez ya lo estaba disfrutando, Rosana me dijo, “ya te lo vas a comer todito”, Erika empujo y el falo se metió todo en mi trasero, ya no me dolía y el placer empezaba a ser muy bueno, Erika se movía, metiéndolo y sacándolo , gemía ella con su excitación y Rosana me pajeaba al mismo tiempo que ella se daba dedo, aunque parecía una eternidad me culiaron solo varios minutos hasta que los tres nos venimos deliciosamente, ruidosamente, Rosana recogió mi semen en su mano y se lo ofreció a Erika quien se lo trago todito para luego darme un soberano beso.

Nos levantamos y caminamos a la ducha donde por segunda vez nos bañamos y acariciamos.

Rosana se despidió, me abrazo y me susurro al oído, mañana vengo a darte yo.

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