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Confundida (2)

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Si bién con Marisol, éramos compañeras de colegio, no asistíamos al mismo curso, pero siempre estabamos buscando cualquier momento, para sentirnos lo más cerca posible una de la otra. Recuerdo que una tarde vino a casa y mientras mis padres veían televisión en el salón, nos fuimos a mi dormitorio y comenzamos a besarnos, puso su mano en mi coño y me hizo acabar, en esos momentos mi mamá nos llamó para la cena, y todo quedó ahí, cuando recién comenzaba lo mas exquisito.

Pera a pesar de sentir esa atracción y deseos de estar junto a ella, mis pensamientos también estaban por la admiración hacia mi padre, desde pequeña yo había sido su regalona y me había acostumbrado a sus cariños, a sus mimos y a todo lo que a nosotros nos rodeaba en esos juegos infantiles tan inocentes, los cuales provocaban la envidia de mi hermano, y que aún perduran en mi memoria a pesar de los años transcurridos.

Cierto día desperté a medianoche con una sequedad tremenda en mi boca, me dirigía a la cocina en busca de un vaso de agua, cuando venía de vuelta, sentí unos quejidos y unas palabras llenas de incoherencias que venían del dormitorio de mis padres, al acercarme sigilosamente pude escuchar...

Así amorcito...métemelo todo....dame mas...mas fuerte...asi...aaayyyyy....no me lo saques....lo quiero todo adentro.....aaaahhhhh.....mas...mas...dame mas...soy toda tuya...soy tu puta...si tu puta...ooohhhhhh...culéame más fuerte....así...asi...

quien es tu puta....dimelo....quien....quien es tu puta caliente.....

tú eres mi puta....puta caleinte....

Yo permanecía petrificada sin poder moverme, pero las voces no paraban

Dame todo tu semen....aaayyyy que rico...mas....dame mas.....voy acabar....ahora...ya....ya....aaaahhhhhhhh....aaaahoooooo.....ooohhhhhh

Sin hacer ruido regresé a mi dormitorio, con mi cuerpo completamente mojado, encima de mi cama abrí mis piernas y comencé a masturbarme. Acabé muchas veces hasta quedarme dormida.

Una mañana, al entrar al baño, me llamó la atención ver en el canasto de la ropa sucia un bóxer de papá, sentí curiosidad por esa prenda, los tomé en mis manos y me percaté  que estaban pegajosos y todavía húmedos, los acerqué a mi nariz y comencé a olerlos, esto me produjo excitación y comencé a calentarme, los pasé varias veces por mi vagina hasta lograr un rico orgasmo.

Lo doblé cuidadosamente y lo llevó a mi dormitorio guardándolo secretamente como un trofeo de guerra.

Por las noches desnuda en mi cama, los olía y los restregaba entre mis piernas, de esta forma me masturbaba hasta llegar a experimentar muchos orgasmos.

Pero también ya era rutinario escuchar a mis padres fornicar y dar rienda suelta a sus lujurias. Para mí era normal, cada noche o cada madrugada escuchar su léxico sexual.

-Así mi amor...chúame entera...mas fuerte....así....aaaahhhhhh......aaaayyyyyyy...que rico.....oooohhhhhh.......mas fuerte......hazme doler....asi...me vengo......aaaayyyyyyy.....ahhhhhh......ooooohhhhhh.......

Sin dudas que mi madre era una mujer extremadamente fogosa y mi padre un semental que parecía tener semen disponible las veinticuatro horas del día.

A mi, no me quedaba otra cosa que masturbarme hasta quedarme dormida, totalmente relajada.

Fue una de esas noches cuando estaba en plena sesión de masturbación y mientras me pasaba el bóxer de papa por mi vagina, que sentí por primera vez los deseos locos de que me penetrara, sentí deseos de tener su pene dentro de mi, que me vaciara todo su semen, sentir su cuerpo junto al mío.

Un sábado por la tarde mientras papá veia televisión en el salón, me acerque decididamente y me senté junto a él.

-Papá..

-Qué pasa mi Bebita?

¿Por qué ahora no me haces cariño como antes?

Me miró sorprendido y manifestó.

-Porque ya no eres una niñita, te has convertido en una señorita muy hermosa y el cariño es diferente.

-Y por qué es diferente?, al momento que me ponía de pie y me sentaba en sus rodillas.

Puso su mano sobre mi muslo derecho, que en gran parte no alcanzaba a ser cubierto por mi faldita y expresó..

-Mi Bebita, cuando eras pequeñita, cabalgabas en mis rodillas...pero ahora eso ya no es correcto.

Apoyé mi cabeza en su hombro y me quedé en silencio; comenzó a mover suavemente su mano que tenía sobre mi muslo, como haciendo pequeñas exploraciones, disimule tener un poco de sueño y me quedé inmóvil, a medida que papá acariciaba mi pierna, comencé a sentir en mis nalgas, algo duro que se levantaba y hacía pulsasiones, sin dudas que era su pene que había comenxzado a erectarse, esto me producía una excitación agradable, su mano disimuladamente en cada caricia, llegaba hasta un poco mas arriba, casi al tope de mi vagina por sobre mis bragas, comencé a mojarme, creo que él se dio cuenta de la situación, puesto que mis jugos vaginales, comenzaron a invadir el lugar con esos olores tan particulares, el echo que apartara su mano de mis piernas, cuando estaba elevando mi temperatura, me produjo una rabia tremenda, me puse de pie bruscamente y me fui a mi habitación sin decir palabra alguna. De más está decir que esa noche mis masturbaciones fueron múltiples.

Los días transcurrieron sin que se repitiera este tipo de situaciones, pero el solo pensar que mi padre había llegado hasta tocar mi vagina por sobre mi tanguita, despertó aún más esos deseos locos de ser poseida por él.

Fue por aquel tiempo que Javier vino un fin de semana a casa, generalmente lo hacía una vez al mes, y cuando venía casi no paraba en casa, salía a juntarse con sus amistades, yo lo veía muy poco y casi no teníamos mucho tiempo para conversar. Recuerdo que era un sábado, mis padres concurrieron a una comida,  Javier se ausentó de la casa, según él, para ir juntarse son sus amigos. Al quedarme sola llamé por teléfomo a Marisol, necesitaba estar con ella, pero desgraciadamente me fue imposible ubicarla, por lo quer tuve que conformarme con querdarme sola en casa viendo uno que otro programa de televisión, de esta forma no me di cuenta a la hora que me quede dormida sobre el sillón.

çDe pronto cerca de la medianoche, sentí el ruido de un auto que frenaba bruscamente frente a nuestra casa, y un sin número de voces que hablaban fuertemente sin poder entender lo que decían. Unos fuertes golpes en la puerta, me hicieron saltar del sillón y concurrí a ver lo que ocurría,, grande fue mi sorpresa cuando al abrir la puerta, veo a un grupo de muchachos que traían a mi hermano totalmente ebrio, me lo entregaron practicamente como un paquete y se retiraron fugazmente.

A duras penas como pude o mejor dicho. lo arrrastré hasta su dormnitorio, lo dejé sobre su cama y me fui a la cocina en busca de un vaso de agua, ya que tanto esfuerzo me había producido cansancio, pero también una rabia tremenda.

¿Por qué tenía yo que cargar a mi hermano ebrio a altas horas de la noche?

Al día siguiente me enfrentaría a él y lo recriminaría por su irresponsabilidad.

Regresé a la sala y seguí viendo televisión, pero de pronto comencé a sentir como un remordimiento de conciencia, por el hecho de practicamente haber tirado a Javier sobre su cama, ¿y si producto de eso se agarraba un resfrío?. Sería yo la única culpable si esto ocurría, regresé a su dormitorio y comencé a desvestirlo para meterlo entre las sábanas, demás está decir que Javier producto de su ebriedad roncaba en forma escandalosa.

Como pude, le fui sacando los zapatos, la camisa, los pantalones, hasta dejarlo solamente en bóxer; ahí me percaté que en esos momentos mi hermano tenía una erección tremenda, ya que su verga hacía una gran presión sobre su prenda íntiama como queriendo liberarse de ella, dandome valentía procedí a sacarselos para proceder a taparlo, pero lo que mi ojos vieron en esos instantes me dejó perpleja. El inmenso pene de mi hermano apuntando al techo y su gran grosor me paralizaron, las dudas me confundieron, pero en segundos, se despeertaron en mí unos deseos incontrolables de explorar lo que tenía ante mis ojos, no podía dejar pasar esta oportunidad, sin nunca había tenido un pene entre mis manos.

¿Por qué no tenerlo ahora?

Sin pensarlo me arrodille en forma temblorosa y comencé a lamercelo pausadamente, temiendo que el despertara, primero en la punta y luego hacia los testiculos, se habían despertado tanto mis desos, que de un empujón me lo introduje entero en la boca y comence a saborearlo, mi hermano no reaccionaba para nada, comencé a succionarlo, pues deseaba experimentar el sabor de su semen, pero al no lograrlo, cambié de estrategia y comencé a masturbarlo, en forma acelerada esperando el milagro, pero esto no sucedio a pesar que su falo seguía erecto y endurecido al máximo.

Mi temperatura se elevo a los límites, desenfrenadamente me saqué la ropa quedando totalmente desnuda, dandome valor abrí mis piernas y en forma decidida me monte sobre el, con  mi mano derecha acomode su pene a la entrada de  mi vagina, me dejé caer bruscamente y comencé a cabalgarlo

aaahhhhhh.....aaaaahhhhhh......aaayyyyyyyyyy.....un grito se escapo de mi boca mienmtras sentía que un tremendo fierro caliente, se abría paso a través de mi interior, a cada embestida sentía su falo que llegaba hasta mas al fondo y chocaba con mis paredes vaginales, como destrozando completamente mis interiores; los orgasmos comenzaron a venirse uno tras otro, los unico gritos y gemidos que se escuchaban en la habitación, eran los míos:

aaaaaaayyyyyy....que rico.....aaaayyyyyy......ooohhhhhhh...hermanito mío que lo tiene riiiiiiccoooo......aaayyyyyyy....aaaaayyyy

me voy a partir en dos....que rico....ooohhhhhh..como me haces gozar.......me vengo....me vengo......aaaayyyyy

Después de varios orgasmos y haber gozado de esa tremenda verga dentro de mis entrañas, y ya sintiéndome totalmente satisfecha y extasiada, logré desmontarlo, para saber si Javier había eyaculado, pero esto no había ocurrido, el seguía durmiendo en medio de sus ronquidos, por el contrario mi vagina había derramado gran cantida de líquido . Lo tapé y me fui a mi dormitorio, sintiendo que mis piernas flaquebaan y que al dar un paso tendían a doblarse, seguramnte producto del esfuerao realizado, aquella noche no supe en que momento me dormí. Solo que a la mañana siguiente cuando desperté ya el sol entraba por la ventana de mi habitación. Mis padres y Javier ya se encontraban desayunando cuando llegué al comedor.

-hola mi Bebita.¿cómo amanecio?. dijo papá

-bien, pero un poco agotada papito-Conteste con una sorisa picarona en mis labisos

Mi madre, por su parte se encontraba reprimiendo a Javier, porque se había dado cuenta en la forma que este había llegado la noche anterior, a pesar de que yo me había encargado de haberlo dejado lo mas tapado posible.

Yo observaba a Javier, y mientras mamá seguía recriminandolo, por mi mente pasaba todo lo vivido la noche anterior, recordaba que tremenda verga tenía mi hermano, como la había saboreado con mi lengua y como me la había comido enterita. Oh, hermanito mío, si supieras lo rico que eres y como te gocé, que aún sientro dentro de mí tu pedazo de carne.

Después que Javier regresó a la Universidad, los días siguieron transcurriendo con la misma rutimna de siempre, mis padres en su trabajo, yo estudiando, muchas veces en compañía de Marisol, porque era como una obsesión, que cada mez que me encontraba sola, sentía los deseos de su compañía, y aprovechabamos esos momentos para nuestra intimidad; recuerdo que un día que nos estabamos besando, me sorprendió con una pregunta:

-Beba..has tenido relaciones con algun chico alguna vez?

-nó..nunca, e respondí (Claro, le había mentido, ella nada sabía lo de mi hermano, y tampoco nunca lo sabría)

-que rico mi amorcito...entonces solo has sido mia?

Sí Marisol...solo tuya enterita...

¡Quien a chupado ese coñito? ¿quien ha besado esas tetitas'

solo tu...solo tu....

me las chupo con fuerzas hasta causarme dolor; luego nos entregamos a nuestras caricias y nos amamos tiernamente....

Continuara...

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