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Ella mi esclava-El mi amante

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Remis- Hola buenas tardes Sara

Sara- Hola buenas tardes Remis, en diez minutos te atiendo.

Pasados diez minutos.

Sara- Siéntate, que va a ser hoy.

Remis- Córtame un poco el cabello, manicura y déjame todo lo bien que tu sabes

Hacer. Esta noche tengo una cena importante.

Sara- Y quien será la afortunada o...

Remis- Preguntas demasiado.

Sara- Creo que a una hermana se lo puedes contar.

Me presentare mi nombre es Remis, tengo 58 años, vivo solo en un barrio de casas apareadas, en las afueras de la ciudad.

Tengo por vecinos, hace a penas un año, a un matrimonio joven.

Cari se llama ella 32 años, trabaja solo media jornada por la tarde en un comercio, al centro de la ciudad, es muy sensual o a mi me lo parece, estatura media, pechos pequeñitos y muy tiesos como a mi me gustan, buena cintura, caderas anchas, rubia natural.

Rafa su marido, 36 años, cuerpo atlético, entrenador, ahora de un equipo de fútbol sala, ingeniero trabaja a jornada completa en una industria a unos cincuenta km. de la ciudad.

Sara es mi hermana, regenta una peluquería, unisex, es la pequeña de la familia, la quiero mucho y ella a mi, nunca ha habido secretos entre nosotros, ni los mas íntimos, tiene cincuenta años, es una madura atractiva, quizás por su trabajo se conserva muy bien y muy guapa.

Remis- Pues te contare mientras me pones bien guapo.

Por la mañana antes de ir al trabajo, paseo un rato por mi pequeño jardín, tu sabes que las cercas de separación tienen apenas un metro de altura, mi vecina Cari, hace lo mismo y muchos días coincidimos en la hora o hago yo que coincida y creo que ella también, siempre dedicamos cinco o diez minutos a conversación arrimados a la cerca.

En verano para salir al jardín ha esta hora, normalmente lleva puesta una bata muy finita y sin sujetador, a decir verdad no lo necesita, con el fresco de la mañana sus pezones están duros, mostrando bien su silueta, algunas veces le falta por abrochar algún botón ya sea de la parte superior o de la inferior, mostrándome, sin intencionalidad, parte de sus hermosos pechos o bien parte de sus muslos, ambas cosas me ponen muy caliente cosa que no manifiesto y disimulo para la buena convivencia entre vecinos pero mas de una masturbación me ha costado.

Todo empezó al principio de ser vecinos, un sábado salí como de costumbre al jardín, allí estaba mi hermosa vecina, al verme se acerco apoyando sus brazos en la cerca, tenia un par de botones desabrochados, a la vista, sus preciosos pechos, al poco de hablar se dio cuenta que mis ojos estaban clavados en su escote, roja seguramente de vergüenza ergio su cuerpo abrochándose.

Cari- Perdona Remis no me había dado cuenta.

Remis- No se porque escondes una cosa tan bonita, deberías llevar siempre buenos

escotes.

Cari- Ho no, ya me gustaría, pero mi Rafa es muy celoso.

Así quedo la anécdota de sus senos y continuamos hablando.

Cari- Esta mañana he de ir al centro para hacer unas compras.

Remis- Yo también, te apetece venir en mi coche, he de comprar algo de ropa y

quizás puedas aconsejarme.

Cari- Bueno de acuerdo, tardo media hora en arreglarme.

Hacia poco que éramos vecinos, las conversaciones en el jardín eran muy superficiales, fue en el coche, camino del centro donde le pregunte por su trabajo y el de su marido entre otras cosas. Ella me hizo después la misma pregunta.

Remis- Soy diseñador.

Cari- Diseñador pero de que.

Remis- No lo adivinarías nunca.

Cari- Déjame pensar, decorador, escaparates, modelos industriales, no se no te veo

en estos sitios.

Remis- Diseñador de ropa interior.

Cari- De mujer o de hombre.

Remis- Ambas cosas, la empresa por la que trabajo fabrica los dos artículos.

Cari- Pues hoy es mi día de suerte.

Remis- Porque explícate.

Cari- Precisamente voy a comprar ropa interior para mi y mi marido, me

encantaría que un diseñador me aconsejara, para elegir un modelito bien

elegante..

Remis- Me encantara poder ayudarte, además quiero comprar algún

detalle para la casa, aquí donde tú puedes ayudarme.

Visitamos las tiendas que habitualmente ella tiene costumbre de ir, a mi no me convencía ningún modelo, me decía que yo era muy exigente.

Le propuse ir a un de terminado comercio, donde eran muy exigentes con los modelitos, acepto gustosa

Llegados al lugar, le presente al responsable del comercio, comentándole el motivo de nuestra visita, llamo a una dependienta que nos acompañara y se despidió de nosotros, era sábados y estaba muy ocupado.

Preguntó la dependienta cuales eran nuestras preferencias, le indique el tipo de modelito que gustaría para Cari, sujetadores muy estrechos, con alguna pequeña puntilla, braguitas tipo tanga, en diferentes colores, básicamente el azul que le gustaba a ella y el negro que es mi preferido.

Cari- Remis estos modelitos son muy atrevidos, no se si me veré bien con ellos.

Remis- Es la ultima moda, pruébatelos a ver como te sientan, aunque no se porque

te compras sujetador, con estos pechos tan firmes que tienes.

Cari- Gracias tu siempre tan amable, me probare el azul.

Remis- No mujer pruébate mas de uno, este negro te quedara muy bien con tu

cabellera rubia y el rojo también.

Cari- Bueno los probare todos.

Me invito a entrar en el probador, para darle mi opinión, tenía el sujetador azul puesto, pero no se había quitado la falda para probarse el tanga.

Remis- Así no Cari, si no te lo pones todo no se puede saber si te sienta bien.

Cari- Es que el tanga, tengo un poco de vergüenza.

Remis- No mujer yo a ti te veo ahora como una modelo con las que trabajo, bajo el

punto de vista profesional.

Dicho esto ella muy ingenua, se giro de espaldas a mi, quitándose la falda, después sus bragas, para colocarse el tanga, ella no se dio cuenta quizás por el nerviosismo que tenia, a su lado el espejo del probador me mostró su coño rubio, tuve una tremenda erección, a punto estuve de intentar follarla allí mismo, cerré los ojos para recrearme en la fantasía, la veía con sus piernas separadas, abriendo su coño con los dedos, invitándome a ser penetrada..

Cari- He, te has quedado dormido, despierta, como lo ves.

Me dio un susto, pero reaccione al instante.

Remis- Bien pero con estos zapatos te ves fatal, las modelos con las que trabajo

usan zapatos con tacones altos, muy finos, dime tu número, en la tienda

seguro que tienen algún par.

Cari- Nunca he llevado tacones de estos, no se si sabré.

Tenían varios pares zapatos muy adecuados, elegí unos de color negro, la inste a que se cambiara el sujetador azul por el negro, a juego con los zapatos y al igual que la otra vez, dio media vuelta para cambiarse el conjunto. Por unos momentos la vi. totalmente desnuda.

Remis- Estos negros te quedan muy bien, pero algo flojos, deberías ajustar un poco la

hebilla.

Cari- Hazlo tu mismo, eres el profesional, sabrás mejor la medida.

Remis- Date la vuelta, ponte de cara al espejo, para que veas la diferencia.

Me puse detrás de ella, separe un poco los tirantes del sujetador, sin quitarlo, para ajustar la hebilla, roce su espalda con los mis dedos, oí un suspiro, deslice mis manos entre el sujetador y a la altura del cuello, oí otro suspiro, aguanto la respiración, no había duda, deseaba ser acariciada.

Remis- Por detrás están bien, los ajustare un poco por delante.

Con suaves movimientos los deje bien ajustaditos, al ser un modelo muy estrecho le salía medio pezón por encima de ellos, no pude resistirme, los baje un poco para verlo todo, yo estaba entre ella y el espejo quitándole toda visión, roce sus pezones con mis pulgares suavemente, hinchó sus pulmones de aire con una fuerte aspiración ,suspirando otra vez, me miraba a los ojos, su cara de ingenuidad se había transformado por una sonrisa de picarona, le baje el sujetados asta la cintura, aquellos pechos tan cerca de mi me hacían perder la cabeza, los tome uno en cada mano apretando fuente, moviéndolos en circulo

Remis- Te gusta así Cari.

Cari- Si continua, continua, no pares.

Le solté uno para abrir mi bragueta, quería follarla allí mismo, separe un poco el tanga, con el capullo acariciaba sus labios inferiores, cuando hice intención de penetrar, me paro.

Cari- Estamos en un probador Remis, no creo que debamos seguir.

Remis- Tienes toda la razón Cari, me tienes loco, a mi no me importaría follarte en

un probador o en medio de la tienda, pero mejor que salgamos de aquí.

Llevé las prendas al mostrador para que las envolvieran, tardo diez minutos en salir, pregunte si no se encontraba bien, respondió, si, solo me he masturbado un poco.

Pasamos por caja para pagar, dijo a la cajera que solo se quedaría el negro, la cajera le respondió que estaban los tres envueltos y ya estaban pagados, me miro medio enfadada, diciéndome que esto no, no te preocupes le dije soy socio de este establecimiento, no te cobraran.

Entramos en un bar, no teníamos sed pero si cosas que decirnos, deseaba abrazarla pero éramos conocidos en la zona y tuvimos que reprimirnos.

Cari- No me juzgue mal, es la primera vez que un hombre que no es mi marido me

toca y algo mas, no se como ha podido ocurrir, le pido disculpas

por ser tan tonta, no quisiera ilusionarle conmigo.

Remis- No te preocupes mujer, si no quieres, lo dejamos así, ha sido una cosa

coyuntural, muy bonita, recordare tiempo la suavidad de tus pechos, por

unos minutos creía que serias mía, te pido disculpas por mi impetuosidad,

Cari ¿de acuerdo?, ¿pasado...?

Cari- Pasado y amigos como antes. Vamos ahora ha comprar tus cosas.

Remis- No, ya iremos otro día, me apetece llegar cuanto antes a casa, todavía estoy

un poco nervioso.

Cari- También estoy yo un poco sofocada, tienes razón mejor que regresemos.

Sara- O sea que no te la follaste y quieres intentarlo hoy.

Remis- No Sara no es esto, no termina aquí, solo acaba de empezar, tu escúchame.

Durante el viaje de vuelta, mis ojos se iban a sus piernas, ella sentada un poco inclinada tenia su mirada fija en mi, como deseando algo, mi ritmo cardiaco se aceleraba por momentos, creía adivinar que también ella.

Llegamos a casa, entre el coche en el garaje, baje muy deprisa, ella tardo un poco mas, abrí su puerta, al girarse para bajar, su falda quedo toda subida, dejando visibles sus muslos y un poco de sus braguitas, me parecían húmedas, esto fue demasiado para mi, la tome de la mano, tire de ella fuera del coche, apoyándola de espaldas en la puerta trasera empecé a besarla, primero en la mejilla, después en los labios, rodeó mi cuello con sus brazos, entregándose a mi, mi pene estaba tieso, apretaba su coño contra la puerta del coche, abrió un poco las piernas, nos estábamos moviendo como si falláramos, estuvimos un largo tiempo abrazados, entre besos y caricias, nos habíamos desposeído de nuestras camisas, sus pechos desnudos rozaban con los míos, todo su cuerpo temblaba de placer estaba siendo infiel a su marido, levanté su falda, baje sus braguitas, con la mano abrí su coño para penetrarla.

Cari- Para Remis, no puedo, follar no, are todo lo que quieras, pero follar no.

Remis- Dime que te ocurre, no entiendo, deseas follar pero luego retrocedes,

cuéntame quizás pueda ayudarte.

Cari- Hace tiempo que deseo tener sexo fuera del matrimonio, mi marido

me atiende bien, pero siempre lo hace deprisa, muchas veces no

me entero, para no preocuparle finjo orgasmos, lo que pasa es que lo

deseo, empiezo pero no tengo la valentía de seguir, me gustaría no poder

retroceder, como si estuviera obligada o forzada.

Remis- Deseas una violación.

Cari- No, por favor esto no, me gustaría que cuando empiezo fuera imposible

pararlo aunque yo diga que no.

Remis- Creo que tengo la solución, antes de empezar has de prometer una cosa, que

digas lo que digas, yo siga, solo habrá una palabra que lo frenaría todo, esta

palabras, "rojo", como en los semáforos, en rojo paran todos, si estas

dispuesta dímelo y no hagas mas preguntas.

Cari- De la forma que me lo expones estoy dispuesta, no se lo que me espera,

pero estoy muy excitada, me da mucho morbo esta situación, quiero llegar

asta el final, te prometo, mis palabras carecerán de valor, mientras dure este

encuentro, con la única excepción de la palabra "rojo", la cual no pienso

decir.

Remis- Cari no sabes lo feliz que me haces, ponte los zapatos de la tienda, los he

traído, eran nuevos, es un regalo, primero te vendare los ojos.

Cari- Es necesario.

Remis- No hables, no puedes hablar, solo puedes decir una palabra, a partir de ahora

eres mi esclava.

Le vende los ojos con un pañuelo, negro, en el cuello un collar de cuero con adornos brillantes simulando pinchos, las muñecas esposadas atrás, a la altura de la cintura.

La guié a una pequeña dependencia que tengo en el garaje, habilitada como gimnasio, entre otros aparatos tengo instaladas para hacer flexiones, unas barras de madera longitudinales, separadas de la pared como de un palmo, reforzadas verticalmente con otras más gruesas.

La desnude dejándola en ropa interior, braguitas y sujetador, con las piernas abiertas y los brazos en cruz de san Andrés, la até por las muñecas y tobillos a las barras, le iba repitiendo, recuerda la palabra si no estas a gusto, una vez atada de dos tirones le arranque lo que llevaba puesto, quedando completamente desnuda, dio un pequeño gritó del sobre salto.

Empecé a acariciarla, tocaba, tocaba y tocaba sus hermosos senos, de vez en cuando me retiraba para verle entera, me parecía imposible tenerla en aquella situación, inmóvil, entregada a mis caprichos, empezó a jadear y suspirar desde el primer momento, su placer era continuo, al principio estaba tensa, pero mis caricias la fueron relajando.

Bastante tiempo estuvimos así, luego le pase varias veces la lengua por los pezones, al mismo tiempo que metía mis dedos dentro de su coñito, la otra mano acariciaba su agujerito trasero.

Se comportaba como una verdadera esclava, no decía nada, estaba totalmente absorta en su placer.

Si ella estaba caliente, yo ardía, me desnude quise sentir el calor de su cuerpo rozando el al mío.

Mis labios y mi lengua recorrieron todo su cuerpo.

No hablaba pero se retorcía de placer, sus muslos estaba húmedos del flujo que salía de si bagina.

La abrace acercando mis labios a su oreja, susurrándole.

Remis- Cari ha llegado el momento en que vas ha ser penetrada, no por tu marido,

Cari- No, no, follada no, por favor Remis no lo hagas, no.

Le quite la venda de sus ojos, resbalaban las lagrimas por sus mejillas, estaba llorando como jamás he visto llorar a nadie.

Cari- Desátame por favor, ha sido una equivocación mía, no quiero, desátame te lo

ruego.

Al ver con la intensidad que lloraba, su cuerpo se retorcía queriendo liberarse, las piernas temblorosas no aguantaban su peso, sus rodillas dobladas apenas la sostenían medio erguida, las muñecas atadas a la parte superior de las barras de madera era el sostén de su cuerpo, a punto estuve de liberarla, antes le dije.

Remis- Cari la palabra

.

Entre sollozos respondió

Cari- No la diré, me lo he prometido a mi misma, Remis, tómame, aunque mis

ojos se nublen de lagrimas, tómame.

Casi me hace llorar a mi, puse mi pene entre sus piernas, la abrace ayudándola a sostenerse, con la lengua saboreaba la salubridad de sus lagrimas, enjugando con la misma los regueros que habían dejado, son los besos mas dulces que jamás he dado, poco a poco fue reaccionando, cambio el color de su cara, una dulce sonrisa se escapo de sus labios.

Remis- Cari voy a desatarte, has tenido ya muchas emociones, nos tumbaremos en la

colchoneta.

Cari- No Remis, hazlo aquí, atada, como una esclava, inmóvil, empieza a

gustarme este tipo de juegos.

Primero le lubrique bien el coñito con saliva, después la fui metiendo poco a poco, sus pulsaciones iban en aumento, nuestra respiración se acelero, nos movíamos con nuestros labios unidos, asta llegar al orgasmo.

De esto hace unos seis meses, cuando su marido se ausenta por el fútbol, le gusta ser esclava.

Sara- Ya veo por donde vas hermano mío, te conozco, lo que quieres es hacer beber

a su marido y cuando no se tenga en pie fallártela delante suyo, esto te da

morbo.

Remis- No hermana mía, la cosa no termina aquí, digamos que estamos en la primera

parte.

Sara- Pues cuenta, me tienes intrigada, tanto tiempo y no me habías dicho nada.

Remis- Bien, pero ahora dejemos a ella, recuerdas hace unos dos meses tuve

un reventón en la cañería del agua en el garaje.

Sara- Si lo recuerdo, pero que tiene que ver con esto.

Remis- Te contare.

Vino un lampista amigo mío, joven, de unos veintidós años, moreno, bien formado, pero que digo, si ya le conoces, es Fermín.

La reparación se hizo un sábado por la mañana, Cari estaba en el centro de compras con sus amigas.

Rafa el vecino cuidaba su jardín, a Fermín se la había olvidado una herramienta, se la pedí a Rafa, me hizo una seña para que saltara la cerca y yo mismo la buscara.

Pasado un buen rato mi vecino y esto me lo contó después, vio que me había dejado unas llaves de la cerradura en donde estaba la herramienta, me dio unos gritos para dármelas, pero no obtuvo respuesta, salto la cerca para entregármelas, la puerta estaba medio abierta, vio a Fermín sentado en un taburete, yo delante suyo con los pantalones bajados, me la estaba chupando y masturbando al mismo tiempo, su intención fue de marcharse, pero pudo mas la curiosidad, de culos había visto en los vestiurios, pero esto era distinto, poco a poco se le puso dura, me pareció oír un ruido mire y lo vi con toda su polla fuera masturbándose, sus ojos estaban medio cerrados, no se dio cuenta de que yo me había percatado de su presencia, para calentarlo mas me desnude, desnude a Fermín, lo flexione apoyado en el taburete, mostrando toda la belleza de su culo, lo fui penetrando despacio, acariciando su cuerpo, Rafa no resistió mas he hizo una buena corrida, desapareció en el acto.

El domingo quedo solo, Cari estaba en casa de su madre y no regresaría hasta la noche, le invite a una barbacoa para desayunar, acepto gustoso, aprovechamos que no teníamos de conducir para pasarnos un poquito con el vino, hacia calor, nos quitamos las camisas, al terminar entramos los enseres en el garaje, Rafa quedo un momento mirando el taburete.

Remis- Rafa no lo mires Fermín no esta.

Rafa- Que quieres decir.

Remis- Te gusto ver como lo enculaba, porque no entraste en lugar de pajearte.

Rafa- He visto desnudos en los vestiuraios, últimamente me motivan, al veros

no pude resistirme, no sabia que te gustan los hombres.

Remis- Si y las mujeres también, soy Bi.

Me acerque a Rafa, para acariciarle los pechos, no se hecho a tras, consintió, le pellizque sus pezones tirando de ellos hacia mi, acercando su boca a la mía, me abrazo fuertemente, puse la mano en su culo apretando, el hizo lo mismo, nuestras pollas erguidas se aplastaban una contra la otra, me separe un poco y le pregunte.

Remis- Rafa donde este tu limite, asta donde quieres llegar.

Rafa- Es la primera vez Remis, no lo se, pero deseo ser penetrado por un hombre.

Remis- Entonces asta el final, subamos a mi dormitorio, estaremos mas cómodos.

El trayecto del garaje al dormitorio duro bastante tiempo, todo eran paradas para besarnos, toquetearnos, caminamos con la polla fuera, algún que otro beso en el capullo no falto.

En la habitación bajamos la persiana, con poca luz nos desnudamos, nos tumbamos en la cama un buen rato, hablando de lo que le haría a el o el a mi.

Empezó a chuparme la polla, tenia deseo de ello, luego se la chupe yo a el para ponérsela mas dura, me senté encima de ella metiéndola toda dentro de mi culo, mientras me movía pellizcaba sus pezones, el me estaba follando y yo no podía creérmelo, un tío tan bueno como Rafa y además virgen, me la tenia toda metida en el culo, se deshacía de placer, tubo un orgasmo bastante largo, después se puso a cuatro patas para que yo le enculara, lo intente pero le hacia mucho daño, decidimos hacerlo poco a poco en varios ocasiones, mientras duraba el ensanchamiento de su culo, me hacia unas mamadas increíbles, tragándose todo el semen, era muy goloso, lo venimos repitiendo un par de veces por semana.

Sara- Ahora no entiendo nada, para que es la cena, para follarte a ella delante de el,

o para fallarte a el, delante de ella, vaya con mi hermano, no se aburre,

viernes sábado y domingo la vecina, lunes martes y miércoles el vecino y el

jueves como esta en medio descansar.

Remis- Si Sara nunca estuve tan a gusto, en la cena voy a intentar que los dos lo

sepan todo, Rafa ha de saber que Cari es mi esclava y Cari ha de saber que

Rafa es mi amante, complicado pero si resulta será bonito.

Sara- Si alguno de los dos renuncia pásamelo ya conoces mis gustos.

RoF

(9,38)