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Dia de Reyes (¿amigos? 2ªparte)

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El día de Reyes me dijeron que ese día me dejarían tranquilo, pues lo celebraban en sus respectivas casas con sus familias aunque me obligaron a chuparsela a todos como desayuno. Me estaba acostumbrando a sabor del semen, después de ingerir tanto ya no me asqueaba. Antes de irse me ataron de pies y manos a la cama, me taparon la boca para no poder gritar y pedir ayuda, aunque eso era difícil que lo hiciera, pues dadas la fechas en la que nos encontrábamos muchos vecinos se habían ido de vacaciones y los que quedaban sino se quejaron de los gritos y ruidos de los días anteriores, no lo harían ahora. Antes de irse me dijeron que cuando volviesen me darían mis regalos, cada uno de ellos me había comprado algo, como si con regalos les perdonaría lo que me estaban haciendo.

Pasadas algunas horas regresaron. Me soltaron de mis amarres y me dijeron que si tenia hambre, yo les conteste que si, pues solo había desayunado el café con semen por la mañana. José me dio su regalo, bueno mas bien me lo puso en el cuello, era una correa de perro con su cadena y me dijo

•    A partir de ahora, como perro que eres iras atado con esta correa, siempre a 4 patas, nos obedecerás como el mejor amigo del hombre que eres.

Yo me puse a 4 patas como me dijo y dándome tirones de la correa me llevo al salón donde estaban los demás. Todos me tocaban la cabeza y me daban palmaditas diciendo lo buen perro que era. Juancar me trajo sus regalos, dos cuencos, uno para comida y el otro para el agua. Lleno de agua uno y antes de llenar el de la comida me dijo:

•    Nuestras medres nos han dado comida para ti pero es demasiado buena para un perro.

Y cogió un saco de pienso para perros y echo algunos en el cuenco, luego abrió una lata de comida para perros y la mezclo con el pienso. - ven bonito, come. - me dijo. Yo empecé a llorar pues esto ya era demasiada humillación pero me agarro del pelo y me metió la cara dentro del cuenco con fuerza.

-Sera mejor que te acostumbres pues esto es lo único que comerás a partir de ahora.

Tuve que comérmelo todo, para tragar bebía agua del otro cuenco. Tras acabar de comer Alberto me llevo a una habitación de mi casa tirándome de la correa, al entrar quede horrorizado, era una caseta de perro,

-Entra y prueba tu nueva cama, la caseta es mía pero la cama de dentro es el regalo de Toño.

•    Yo no quepo, es pequeña. - le conteste, a lo que el respondió dándome una patada.

•    Es la caseta de un gran danés por lo que entras con facilidad y dormirás a gusto.

Entre como pude, trate de coger una postura lo mas cómoda posible aunque lo de dormir muy cómodo no seria. Me cerraron la puerta de la caseta para según ellos empezar a sentirme como en casa.

Al rato me abrieron la puerta y me hicieron salir, Pedro me dijo:

•    Voy a traerte mi regalo, bueno mas bien tu eres el regalo porque Caballo se ha quedado sin caseta y se lo tienes que agradecer al pobre.

Caballo es su perro, una gran danés. Yo cada vez estaba mas horrorizado porque ser violado y humillado ya era duro pero que me follase aquel perrazo era demasiado. Pedro me acerco a Caballo y este se puso como si yo fuese otro perro a olisquearme y darme lenguetazos,

•    como perro que eres tu también debes olerlo, - me dijeron.

•    Por favor, no quiero que me folle.

•    Mira el veterinario me ha dicho que tiene que descargarse, y Caballo solo puede estar con una perra de pura raza y eso vale una pasta, y no pienso pagar teniéndote a ti. Empieza a chuparsela y ya veremos, si se relaja con una buena mamada no hará falta que te folle pero sino preparate para tenerlo en tu culo.

Comencé a chuparsela al perro, no era la primera vez que se la veía pues cuando alguna perra estaba en celo Caballo estaba como loco y se ponía a cien pero tenerla en la boca era distinto, el tamaño de ese pollon era enorme. Pedro tiro de la cadena y me hizo tumbarme boca arriba, situó al perro encima mio, yo seguí chupandosela y Caballo también comenzó a lamerme la polla, estaba practicando un 69 con un gran danés. No tarde mucho en correrme pues aunque su lengua era áspera la velocidad con la que lamia era increíble. El también acabo por fin, llenándome toda la cara de semen, era una pasada la cantidad que caía sobre mi cara y pecho.

Juan dijo que había cambiado mi regalo en el ultimo momento, que lo estaba preparando y que en unos días me lo daría, los regalos los tenían preparados desde antes por lo que al resto lo cogió de sorpresa por lo que le preguntaron que regalo era.

•    Ya os lo diré. - dijo. - Ahora me apetece follar un poquito.

Cuando me preparaba para recibir sus pollas, me ataron piernas y brazos a una banqueta, quedando mi culo expuesto a ellos, Juan les dijo que esperasen un segundo, salio de la habitación, abrió la puerta del portal y volvió, pero no estaba solo, venia con Silvia ( os hable un poco de ella en el primer relato).

•    joder, si que me habéis echado de menos. - dijo ella.

•    Bueno el que mas ha tenido tu falta en el Sito. - y rieron todos.

•    Y como has vuelto tan pronto, no te esperábamos hasta el día 10.

•    es que he tenido un problemilla con mis padres y me han echado de casa. - contesto ella.

•    ¿un problemilla?

•    Si bueno mis padres que son unos anticuados y no entienden que una chica puede follar con quien quiera.

•    Di la verdad Silvia, que te pillaron en plena orgía.

•    Bueno que mas da follar con uno o con tres. El problema es que ahora tengo que buscarme un sitio para vivir.

•    Ya te he dicho que te quedas a vivir aquí con el Sito, además por lo que puedes ver el te deja su cama pues como buen perro prefiere dormir en la caseta.

Yo seguía atado alucinando con la conversación, no podía opinar sobre nada y ellos podían hacer lo que quisieran con mi casa.

- Toma tu llave. -le dijeron.

•    Eso si, puede que no duermas bien pues el culito tragón este, esta regalando llaves de su casa a todos los que se lo quieran cepillar, la mayoría son gays y a ti no te follaran pero las fiestas que monta son escandalosas.

•    Pues que pena porque yo vengo muy cachonda y ahora que viviré aquí no tengo que buscarme sitios raros para follar.

•    Ven aquí. - le dijo Juancar. Le quito el vestido y se quedo desnuda solo con los zapatos, como siempre no llevaba ropa interior porque según ella molestaba para las tres cosas mas importantes en la vida, follar con uno, follar con varios y follar con todos.

Yo aun estando atado, estaba tranquilo, pues sabia que esta zorra acabaría con todos. Podía verlo todo, como se acercaron los demás chicos, la metían mano, la besaban, sus bocas pasaban por sus pechos, culo, coño. Ella se arrodillo en medio de todos y comenzó a chupar y pajear todas las pollas, yo estaba mirando la escena e incluso me excite viéndola chupar como una posesa, hasta que algo hizo que diera un salto, una lengua áspera lamiéndome el culo, era el puto perro que parecía que no había tenido bastante con la mamada, el cabrón pasaba su lengua una y otra vez por mi dilatado ano. Ahora si me estaba asustando pues el resto estaba a lo suyo, Juancar ya le estaba partiendo el coño a Silvia mientras Juan tenia la polla metida en su boca, Pedro y Toño tenían sus miembros en cada mano de la zorra, de repente Caballo me puso sus patas delanteras sobre mi espalda y trataba de meterme su pollon aunque por suerte no acertaba, pero José, el único cuya polla no estaba ocupada con Silvia dijo:

•    Espera pequeño que te ayudo.

Agarro la polla del perro y la puso a la entrada de mi ano, el perro ya dentro de mi empezó a follarme salvajemente, sus embestidas eran brutales. Todos se habían dado cuenta de lo que ocurría y se pusieron a vitorear al perro, de repente un dolor inmenso me recorrió el cuerpo, algo se trataba de abrir paso en mi agujero, comencé a gritar pero José me metió su polla en la boca, mejor no me muerdas , me dijo, porque sino, el próximo caballo que te folle no sera un perro. Pedro sujeto a su perro y me dijo, relajate, no te muevas porque sino te destrozara en culo y no me apetece ir a urgencias y tener que explicar tus vicios. Tras un buen rato en el que José se corrió en mi boca, el perro se salio de mi. Al estar atado en esa postura no podía mirarme el culo pero por lo que decían los demás una mezcla de semen y sangre salia de mi destrozado culo.

•    creo que tu culo no va a recibir pollas en unos días. - me dijo Juan mientras me hacían una pequeña cura.

•    No deberíamos llamar a alguien, puede que necesite algún punto.

Me escocia el ano cada vez que me lo desinfectaban. Yo conozco a unos enfermeros que podrían hacernos el favor, dijo Silvia. Les llamo y en poco tiempo estaba uno en mi casa. Me hizo la cura y me dio varios puntos, mientras me decía que como puedo estar tan enfermo como para que me deje follar por un perro teniendo una perra como Silvia.

•    como te lo puedo pagar. - Le dijo Silvia.

•    Esta semana estoy de guardia en la central y las noches son frías y aburridas, podrías pasarte que estaremos agradecidos de tenerte. - le contesto el enfermero.

•    Pues que bien me viene porque me iba a quedar a dormir aquí pero la cama mejor se la queda el por unos días, que la necesita.

•    Pues ya sabes, pasate luego.

Me dieron una pastilla para dormir y me metieron en la cama, desde allí no pude ver lo que hacían aunque por los gritos estuvieron follándosela. Estaba tan cansado y la pastilla hicieron que me quedase dormido rápidamente.

Continuara...

 

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