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Chat erotico

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“Chico htro 39 busca amigos bis que hayan estado de fiesta y quieran correrse en mis agujeros”

•    No sé si debería enviar el mensaje. Y si alguien me llama, no sé si me atreveré. Pero estoy muy cachondo. Desde el verano pasado que Juan me abrió la compuerta, no ha pasado un día en el que no haya soñado con volver a ser follado, además ser la zorra de varios, de ser la puta de varios tipos cachondos desesperados que no han mojado. - Pensaba para sí mismo mientras pulsaba el botón de enviar. No paso mucho rato en el que el móvil comenzó a sonar, el corazón se le puso a tope, aceptar la llamada o no, decidió aceptarla.

•    ¿Si? ¿quien es?

•    Hola puto maricon, he visto tu mensaje y quiero romperte el culo.

Escucho las palabras pero el anuncio era claro.

•    lo siento pero busco a varios para eso y no un capullo como tú. - y colgó.

Después de recibir la primera llamada se tranquilizo, la suerte estaba echada, sabía que podían llamarle este tipo de gente o cualquier otro que solo llamaba para insultarle. Mientras esperaba la llamaba de lo que él buscaba se puso a soñar en el día que se fue solo a las Baleares, necesitaba pensar tras pillar a su mujer con el chulo del tercero. No comprendía como su chica de toda la vida podía enrollarse con un tipo así, alguien que la miraba como si fuera una vulgar puta incluso estando conmigo, se frotaba la polla mirándola de arriba abajo mientras subía en el ascensor hasta nuestro piso, que es el decimo, y esperaba a que ella entrase en casa para volver a bajar, un cerdo de mierda vamos. Se puso a pensar que estaba solo en aquella pequeña cala durante un par de días tomando el sol desnudo. Hasta que un día apareció otro hombre, el no se vistió pues el otro tampoco se puso cerca y también estaba desnudo. Al segundo día, este se le acerco para pedirle fuego y comenzaron a hablar, se llamaba Juan, cogió sus cosas y se puso junto a él. También estaba solo y para los dos tener a alguien con quien hablar resultaba agradable y así poder olvidarse un poco de que el chulo estaría follandose a su chica. Quedaron para cenar juntos, ahí se conocieron mejor, él le comento sus problemas de cuernos y Juan le dijo que era gay, cosa que no le importaba pues tenía amigos de la infancia que lo eran e incluso alguno le dijo que en la pubertad se sintió atraído por él y en vez de enfadarse hizo que se sintiera alagado. Juan le cayó bien, era un tipo muy educado con el que podía hablar de cualquier tema, si él fuera gay, Juan seria su hombre perfecto. Estuvieron horas hablando, hasta que cada uno se fue a dormir a sus respectivos lugares. Al día siguiente, habían quedado para ir juntos a la cala, Juan era más puntual y le esperaba. Llegaron, como siempre no había nadie, se desnudaron. Juan saco un bote de crema, el no llevaba pues era su mujer la que se encargaba de esas cosas.

•    túmbate que te echo la crema, no vayas a quemarte. - sin pensarlo se tumbo. Le echo un poco sobre el pecho y se la fue esparciendo, por los brazos después y bajo a las piernas, al pasar por los muslos rozo un poco se pene y sus testículos, pero nada más que un roce, hasta que echándose un poco en las manos le cogió del miembro y se la dio, nada obsceno, duro unos segundos aunque el se empezó a excitar.

•    Date la vuelta. - se giro y Juan comenzó de nuevo por la espalda, bajando hacia sus piernas pero esta vez dándole la crema sin tapujos en su culo. Le estaba dando un buen masaje. - bueno ya esta, así no te quemaras.

Juan se empezó a dar crema a si mismo, pero el sentía que debía ponérsela por lo que cogió el bote comenzó a darle como antes había hecho con él. Estaba algo excitado, Juan le daba confianza, sentía alguna atracción hacia él y su desengaño amoroso le hacía necesitar algún apoyo. Rozo con sus dedos el pene de Juan y este comenzó a reaccionar, no sabía lo que le pasaba, necesitaba contacto humano, agacho su cabeza, abrió la boca y saco su lengua y comenzó a pasarla por el pene semierecto de Juan, como si se tratara de un niño con su helado de fresa. Su lengua recorría todo el miembro, desde los testículos hasta el capullo, poco a poco se atrevió a metérselo dentro de su boca y comenzó a succionar. Juan gemía mientras con su mano le acariciaba la cabeza. Era su primera vez comiendo una polla pero parecía que lo había hecho más veces. Juan comenzó a pasar su mano por el ano, cosa que al principio le sorprendió un poco pero sin dejar de chupar aquel miembro erecto. Un dedo entro en su agujero, estaba disfrutando que su puerta trasera fuera abierta.

•    Ya es suficiente. - le dijo Juan. - ahora me toca a mí. - y poniéndose detrás del comenzó a pasar su lengua por su culo. Sentía cosas que jamás antes había sentido. Su culo ya húmedo por la boca de Juan y por la propia excitación propiciaron que entrasen un par de dedos más.

•    Tranquilo, lo hare despacio para que no te duela.

 

Introdujo la punta del pene en su ya dilatado culo. Lo tuvo dentro un rato y lo saco, Juan escupió en su ano y le volvió a meter los dedos de nuevo, varios minutos así y volvió a escupir, metiendo de nuevo su pene, esta vez hasta el fondo, dio un grito, no de dolor sino de placer, del placer de sentir aquel miembro duro desvirgándole, Juan sacaba y metía su pene despacio, a un ritmo que le hacia estremecer. Juan acelero el ritmo de sus embestidas hasta acabar corriéndose en su interior, no saco su pene hasta que no estaba de nuevo flácido. Los dos cayeron desnudos sobre la arena, Juan se recompuso y como agradecimiento le hizo una mamada.

El móvil sonaba, llamadas con número oculto que rechazaba, sms que borraba sin leer, hasta que recibió una con el número, lo cogió:

•    ¿diga?

•    Oye, mira me llamo Alberto, hemos visto tu mensaje en la tele y si es serio nos gustaría que vinieses.

•    ¿cuántos sois?

•    Cinco, somos cinco.

•    Bien, no tengo problema, eso si antes de ir quiero que queden claras varias cosas. Primero no me gusta que me peguen, no me importa que me insultéis mientras me follais pero ni una torta.

•    De acuerdo.

•    No quiero móviles ni nada que pueda ser usado para grabarme o sacarme fotos. Lo de hoy empieza y acaba hoy.

•    De acuerdo, apagaremos los móviles y los guardaremos cuando vengas.

•    Pues si estamos de acuerdo en todo llegare en 30 minutos.

•    Date prisa que estamos muy calientes.

Metió en la mochila el lubricante y un par de juguetes anales, un dildo pequeño y un pene de unos 22 cm, cuando lo iba a cerrar se lo pensó mejor, saco el dildo lo impregno de lubricante y se lo metió en el ano, cerro la mochila y salió de casa. Mientras, andando, sentía en su interior el pequeño juguete rozando sus partes internas, iba muy cachondo, a punto de correrse. Entro en el coche y salió hacia su destino.

Aparco el coche y se quedo pensando si hacerlo o no, se armo de valor y fue hacia la lonja donde estaban esperando. Toco la puerta, y un simple hola fue lo que se dijeron, se notaba que el nerviosismo por lo que estaba a punto de pasar lo tenían todos. Había solo 4 chicos, de unos 20 años, todos ya en ropa interior. Habían estado de fiesta y cuando regresaron pusieron el canal de chat y al leer su mensaje se decidieron a llamar. El 5º chico se había ido a casa, el alcohol de la noche y el que todavía seguían tomando le había afectado demasiado y por muy cachondo que estaba el sueño le pudo.

Sonaba música, algún dj de estos de moda mientras se desnudaba. Se quito la camiseta, las zapatillas y los calcetines. Ellos, sentados en sillones, se tocaban sus penes sobre sus bóxers, el se acerco a uno de ellos, el chico le quito el cinturón y le abrió los botones de los vaqueros, paso al siguiente y este le bajo los pantalones. Paso a otro para que le quitase los slips, para el siguiente ya no quedaba ropa pero dándole la espalda le mostro el dildo, el chico entendió lo que quería y tiro de este hasta sacarlo. Se alejo y cogiendo el lubricante y el pene de la mochila, se puso en medio de la lonja, se arrodillo y comenzó a chuparlo mientras con una mano se iba lubricando el agujero trasero. Se metió varios dedos antes de meterse el pene hasta el fondo, los chicos ya estaban desnudos, masturbándose, el les hizo un gesto para que se acercasen y estos se fueron hacia él. Un pene ocupo su boca, con una mano masturbaba a uno y con la otra a otro, el cuarto se puso a jugar con el pene de juguete metiendo y sacándoselo, las pollas se turnaban en su boca.

•    Déjame que voy a encularlo. - Dijo un chico, que paso de su boca a su culo, metiéndole la polla hasta el fondo, las envestidas eran tan fuertes que no podía sacarse la polla que tenía en su boca.

•    Tío, dale más suave que así no puede chupárnosla a todos.

El chico metido en su culo siguió dándole a un ritmo duro pero permitía pasar todos los penes por su boca.

•    Me toca. - otro paso a su culo.

•    Vamos a poner orden, - dijo otro. - cada uno lo enculara 2 minutos y después pasa a otro, solo cuando vayamos a corrernos podemos estar hasta el final.

Todos se pusieron de acuerdo y así lo hicieron, fueron pasando a turnos hasta que ya comenzaron a correrse en su interior. Sentía como su culo se iba llenando de líquido caliente y espeso, una sensación que creía increíble. Los cuatro veinteañeros una vez se habían corrido se abrieron unas cervezas y se sentaron a observarlo, aun en el centro a cuatro patas sintiendo como la leche iba recorriendo su interior hacia afuera, estaba en éxtasis.

•    Buen polvo tío, pocas veces he follado un culo tan tragón como el tuyo.

Se sintió orgulloso de que esos chavales hubieran disfrutado de su cuerpo, a cuatro patas fue hacia ellos y comenzó a chupársela a uno y luego paso a la polla que tenia al lado, los otros dos estaban sentados en un sofá de enfrente, veían la cabeza subir y bajar chupando las pollas de sus amigos y el culo moverse hacia delante y hacia atrás, saliendo el semen y corriéndole por los muslos. Se estaban volviendo a excitar, de nuevo estaban tiesos sus penes, uno se puso a su espalda y se la volvió a meter, se lo follo y cuando estaba a punto de correrse paso a su cara y comenzó a correrse, por mucho que abría la boca le lleno la cara y el pelo de semen, otro al ver la escena de la corrida no pudo aguantar y también se corrió en su cara, llenándosela mas aun. El que estaba enculandolo también hizo lo mismo, y el cuarto ocupo su culo. El semen le caía por la barbilla hacia su pecho, trataba de cogerlo con las manos para metérselo en la boca pero solo lograba esparcirlo más por lo que opto por echar todo lo que pudo hacia el pecho y untarse el semen en el. El cuarto saco su polla del culo y se corrió sobre su nuca y pelo, y con la mano hizo que la cabeza brillara por el esperma.

Se levanto, fue al baño para lavarse lo que pudo. Se vistió, metió sus cosas en la mochila y se fue. No sabía el nombre de los chicos, salvo el que llamo y no le importaba, buscaba sexo salvaje sin compromiso y lo encontró. Ahora volvía a casa esperando que la puta de su novia no hubiese regresado de casa del chulo del 3º.

 

(10,00)