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El secreto del árbol (2 de 3)

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Yo no pude responderle, no me salían las palabras de la boca, estaba escrutando el bulto que había dejado ver cuando sus jeans de tirantes estilo overol cayeron al suelo y dejaron ver unos bóxers color vinotinto con un cilindro que apuntaba hacia arriba y a la derecha. Por alguna extraña razón todo empezó a ocurrir en cámara lenta, o al menos, así lo recuerdo, vi como movía sus manos lentamente, como metió su mano derecha bajo la tela agarrando aquel cilindro, y CHAZ de una cayó el bóxer al suelo luego de que con su mano izquierda se lo quitara. Su minga reboto hacia al frente y hacia arriba, como gritando por haber sido liberada, luego de rebotar unas dos veces quedo horizontal al suelo.

Ahí estaba su suculenta polla, al verla de cerca, no miento cuando digo que su minga debía medir al menos 17 cm, su glande era como un hongo, más grande que su tronco, muy apetitoso y rojo, con unas pequeñas gotas de pre-seminal saliendo por el orificio, su polla no era exageradamente gorda, era común, pero con la singularidad de que cerca del glande era más gruesa que al final del largo tronco, haciendo ver su glande más grande y gordo. Era perfecta. De cerca podía notar como pequeños y cortos pelos castaños constituían su vello púbico, que predominaban alrededor del tronco y un poco en sus testículos, que estaban caídos y estirados por el inmenso calor (o eso me parecía a mí).

No sé cuánto tiempo pase admirando su polla apetitosa, pero por lo que me parece fue poco tiempo, ya que el interrumpió diciendo.

-¿Qué tienes, estas sorprendido de ver una verdadera polla como esta?.

Dijo él en tono retorico, sin saber realmente que esa era la verdadera razón por la cual mi expresión era de lujuria y de sorpresa.

Yo aun no doy crédito a mi reacción, ya que dejándome llevar por la excitación, sentí como mi cuerpo hacia un movimiento involuntario, algo que yo no deseaba, o siquiera había pensado en hacer (¿O si lo habré echo?) y más rápido que un rayo, me agache frente a su polla, la tome de la base y lentamente me introduje su glande en mi boca. No sé cómo explicar el sabor de su minga, era algo parecido a tierra, sudor, orine, semen y saliva, todo junto en un sabor agrio pero exquisito, al igual que el olor que emanaba, un olor de macho.

Para mí esa pequeña degustación de su tranca duro varios minutos, para mí fue algo eterno, pero en la realidad fueron menos de 5 segundos, ya que cuando alce mi vista hacia su cara, pude ver su expresión de asco, terror, sorpresa e indignación.

Y fue ahí, en ese instante cuando me dije a mi mismo ¿QUE HE HECHO?, sentí como sus manos me tomaban por los hombros y fuertemente me empujo hacia atrás, haciéndome caer de pompa sobre el suelo y finalmente golpearme la cabeza con la dura tierra. El se coloco sobre mí y dándome una hostia me dijo

-¿ACASO ERES MARICA?.

Y en eso, ahí en el duro y húmedo suelo empecé a lloriquear tapándome la cara con las manos, en parte por la vergüenza y por el dolor en mi rostro, y empecé a lloriquear y a pedir perdón. Escuche como él levantaba la tela de sus tobillos y como subía su bragueta mientras me insultaba diciéndome toda clase de barbaridades que se le pudieron ocurrir, luego escuche el barajeo de las hojas de la revista y por último, una fuerte hincada de dolor en mis costillas derechas, me había pateado las costillas y así se fue.

Yo me quede en el suelo llorando, del dolor, de la vergüenza y del miedo, sabía que le iba a contar a todos e iba a arruinar mi vida por completo ¿Qué diría mi papa? ¿Mi mamá? ¿Mis hermanos?. Allí  me encontraba yo, lloriqueando en el suelo, recobrando el aliento luego de su último golpe, cuando escuche pasos que venían hacia a mí.

Unas manos me tomaron fuertemente de mis muñecas y jalándomelas me hizo sentarme y quitarme las manos de la cara, al hacerlo pude notar que era él. Tom había vuelto.

-¿CON QUE ERES UNA MARICA? ¿TE GUSTAN LAS POLLAS Y LOS TIOS? RESPONDEME.

Me tomo del mentón haciéndome levantar la cara para mirarlo y dije:

-S-siii.

-¿Te gustan las pollas? ¿Te gusta la mía?

-S-s-siiii, es-s deli-liciosa.

-¿Entonces me la vas a mamar? –Estas últimas palabras las dijo en susurro, pero con un tono de autoridad.- ¿Me la mamaras ah putita?

-S-si

-¿Dime que tanto te gusta mi polla? –Me susurro al oído mientras con su otra mano se desabotonaba el overol torpe y desesperadamente-

-M-me encantaría ha-hacerlo. –Dije yo mientras hipeaba-

-Entonces toma puta. –Me dijo mientras me pegaba la cara contra su paquete, ya que su bestia seguía enjaulada en sus bóxers- Tómala y si no me haces ver estrellas todos se enteraran de esto. –Dijo mientras restregaba mi cara en su paquete salvajemente- ¡AHORA! ¡MAMELA!.

Yo no podía creer lo que estaba pasando, aun no había asimilado la situación, pero eso no importaba, se había cumplido mi deseo, tenía su polla justo en mi cara, era mía. Y al más puro estilo porno gay, empecé a manosear y a pajear su polla a través de la tela de sus bóxers vinotinto, tal como en los videos mas guarros.

El tenía los ojos cerrados pero tenía tomada mi cabeza con sus dos grandes manazas, que a comparación de mis pequeñas manos, eran inmensas. Y así mismo tome la liga de sus bóxers y las baje hasta el suelo. Cuando libere su polla, esta me propino una bofetada al rebotar y Tom fue el primero en notarlo, y tomando su polla desde la base empezó a darme lo que él decía “Pollachetadas” yo gemía como una puta en celo, sentía el olor de su masculinidad en toda mi cara y no podía esperar a tragármela toda, para cumplir mis sueños más guarros.

Y tomándola del espacio que quedaba después de la manaza de Tom, me la posicione frente a mi boca y lentamente fue abriendo mis labios para darle camino a su glande, luego a su prepucio muy lentamente para acostumbrarme a las nuevas experiencias, pero Tom estaba alocado y tomándome con sus dos manazas por la nuca, empujo con sus caderas haciendo que casi la mitad de su polla entrara en mi boca bruscamente, proporcionándome una arcada, y luego volviendo a empujar mas fuerte hizo que toda su polla entrara en mi boca, sus bolas calientes y sudorosas chocaron con mi mentón y su parte baja, a mi me dolió como un demonio cuando su glande choco contra la parte más interna de mi garganta, y en ese entonces subestime el grosor de su polla, pero ahora me dolían las comisuras de los labios como si me hubiera cortado con una hoja de papel justo allí. Yo empecé a lagrimear mientras el embestía salvajemente mi boca, lo golpee en su abdomen debido a las arcadas, y moviendo mi cabeza hacia un lado preparado para expulsar el vomito que no llego, pero si le dije lagrimeando que se controlara, que la tenía muy grande para mí. Eso lo lleno de algo parecido a orgullo y con una picara sonrisa en su cara dijo:

-Vale putita, no quiero taladrarte y matarte. –Y colocando sus manos en sus caderas hizo un gesto que me subió a mil colocando sus caderas hacia adelante y flexionando todo su abdomen.

Yo me acerque y metí el tajo de polla que podía soportar en mi boca y empecé el sube y baja, el echó su cabeza hacia arriba gimiendo, yo comencé a manosear su abdomen, sus bolas siempre haciendo el  sube y baja con mi boca, trataba de meterme poco a poco el resto de su polla pero se me hacía imposible, así que al igual que como en las pornos, empecé a pajear el resto de su polla con mis manos mientras el alucinaba y gemía. Y así rápidamente empecé a sentir sus convulsiones, sentí como su glande se inflaba y como llenaba (si se podía más) mi pequeña boca, y el echó su primer trollazo de lefa que llego hasta lo más profundo de mi garganta y al igual que la otra vez, me obligo a meterme más de su polla en mi boca, ocasionándome una doble arcada, por el descomunal tamaño de su polla y por los lefasos, y así llegaron hasta 5 lefasos que me inundaron la boca. Luego saco su polla de mi boca y tomándome del mentón nuevamente dijo:

-Tragatela como toda una puta.

Yo por su puesto lo hice, me pareció repugnante, casi me hace vomitar, pero al ver su cara de perversidad me lleno por completo y me hizo olvidar el asco.

-Ahora límpiame la polla como una buena perra.

Yo volví a introducirme su polla en la boca, subiendo y bajando nuevamente y me dijo:

-¡Joder! Como la mamaaaaas.

Y yo me la saque y nuevamente tal cual como lo hacían en las pelis porno le pase la lengua por todo su diámetro y longitud dejándola brillante con mi saliva, mientras el gemía.

Y cuando yo pensé que ya había terminado dijo:

-Me la chupas tan bien que con esa limpiada me pusiste a mil otra vez.

Continuara…

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