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Mi ansiada primera vez

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Me llamo Mariana, ahora tengo 22 pero esta es la historia de mi primera vez que pasó hace unos años.

Llegue a vivir con mis papás cuando tenía 15 a la Cuidad de México, nosotros somos de Guadalajara, llegue a vivir a la colonia Roma a un departamento pequeño pero bonito, de inmediato noté a un chico que vivía a lado, se venía más grande pero la verdad es que me gustó desde que lo vi, platicamos una que otra vez, pero fue cuando cumplí 18 que nos empezamos a llevar más, después de un mes de prácticamente vernos diario, nos dimos el primer beso, fue maravilloso sentí cosquillas por todos lados y me emociono mucho, después de eso beso las cosas fueron subiendo de tono, Vicente entonces tenía 26 y yo 18, manteníamos lo nuestro en secreto, pues yo sabía que mis padres no estarían felices con eso, así que nos quedábamos de ver en alguna estación del metro alejada de nuestra casa, íbamos a un parque cercano y ahí podíamos hacer muchas cosas, sin embargo, yo quería más, quería todo, pero él siempre me decía que debíamos esperar, pero yo cada vez podía aguantar menos.

Llegaron las vacaciones de verano, mis papás querían ir de vacaciones a la playa pero yo tenía que tomar un curso en la escuela, los convencí de que fueran sin mí, ellos se fueron no sin antes decirme que una de mis tías vendría a cuidarme para que no estuviera sola en las noches, hable con mi tía y como trabaja, me dijo que si no tenía problema si llegaba aquí a las 8 de la noche, yo le dije que mi curso era de 10 de la mañana a 5 de la tarde así que no había problema, era mi momento para hacer un plan y convencer a Vicente de hacerlo conmigo.

El día que mis padres se iban, Vicente me comentó que al día siguiente no iría a trabajar, así que podía acompañarme a la escuela y después recogerme, le dije encantada que sí, lo que él no sabía es que yo tenía otros planes.

Mis padres partieron a sus vacaciones a las 8 de la mañana, en cuanto salieron me levanté, quería vestirme de alguna forma especial pero no tenía ni idea de cómo, fui al closet de mi mamá, a ver si podía tomar prestado algo suyo, busque por un rato, nada me parecía lo suficientemente especial, cuando estaba a punto de darme por vencida, encontré una caja en el fondo del closet, no la iba revisar, pero termine sacándola, cuando la abrí me lleve una súper sorpresa, estaba llena de lencería sexy, casi de inmediato un conjunto blanco llamo mi atención, corsé, medias, liguero y tanguita, de inmediato me desvestí y me lo probé, mi mamá era casi tan delgadita como yo, además el conjunto se podía ajustar perfectamente, así que me quedo perfecto. Inmediatamente corría a bañarme pues ya eran las 9 y Vicente llegaría a las 10 por mí, me bañe y aproveche para depilarme completa, después me alise el cabello y me maquille, regresé a la recamara de mis papás por el conjunto que había escogido, me lo puse, finalmente me puse unos zapatos de tacón altos que había encontrado también en el closet, eran justo 9:50 am, él siempre era muy puntual así que había quedado lista justo a tiempo, encima de todo me puse una gabardina negra, fue entonces cuando tocaron a la puerta.

Vicente: Hola guapa, ¿lista para irnos?

Yo: Si claro, nada más necesito juntar mis cosas y ya, mientras pásale para no tenerte ahí esperando

Cabe mencionar que Vicente nunca había entrado a mi casa, así que cuando le dije eso se quedó muy sorprendido.

Vicente: No, mejor aquí te espero

Yo: Pásate, mis padres no están.

El aún dudoso entró, lo tome de la mano

Yo: Ven, para que conozcas mi cuarto y mientras junto mis cosas.

Él me siguió, se distrajo un momento viendo unos libros que estaban en el escritorio de mi habitación, aproveche para quitarme el abrigo, él no se había dado cuenta siquiera, hasta que dejó el libro y volteo para decirme algo, me miro de pies a cabeza, soltó el libro, noté que casi instantáneamente el bulto de su pantalón creció, aquello que había tocado tantas veces por encima estaba a punto de ser mío en vivo, me acerque lentamente hacia él, abrí su cinturón y luego desabroche su pantalón, lo jale hacia abajo con todo y el bóxer, su pene quedó al descubierto, el solo verlo me puso loca, me incline hacia él y casi como un reflejo lo lleve a mi boca, hincada en el piso, con su pene en mi boca, voltee hacia arriba, el tomo mi cabeza con sus dos manos y la empujo hacia él, de vez en cuando hacia una pausa para decir bajito “no, no, tenemos que esperar”, me levanté y le di la espalda camine lento hacia la cama, me puse en cuatro el hice a un lado mi tanga, voltee y le dije: “tú decides”, me acaba de voltear cuando sentí que se acercaba y sin mayor aviso sentí su pene dentro de mí, fue la sensación más maravillosa del mundo, un poco de dolor combinado con mucho placer, me empecé a mover como loca, ambos gritábamos, después de unos 5 minutos me dijo al oído “ya no aguanto”, la sacó y se recostó en la cama, siéntate encima de mí” me senté en su pene, él puso sus manos en mis nalgas, me empecé a mover de nuevo, el empezó a gritar, entonces puso uno de sus dedos en mi culito, me encantó, seguí moviéndome, casi sin darme cuenta ya tenía todo su dedo dentro de mi culo, casi sin avisar sacó su pene un segundo antes de venirse, el líquido estaba por todas partes, en mi espalda, en mis nalgas, en la colcha, nos quedamos ahí recostados en mi cama, habrán sido como las 11 de la mañana, perdí la cuenta de cuantas veces los hicimos, hasta que dieron las 5 de la tarde “me tengo que ir”, me dijo, aún con toda la lencería puesta y los zapatos altos lo acompañe a la puerta, nos despedimos apasionadamente, cerré la puerta, los demás días de las vacaciones de mis padres, entre mi escuela y mi tía, no pudimos vernos, al poco tiempo nos separamos y dejamos de vernos pero siempre le guardare el cariño de haber sido mi primera vez.

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