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Todas para mi

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Mientras Miriam me mamaba la verga, con sus deliciosos labios gruesos apretando el tronco y su lengua succionando la cabeza, yo pensaba en la boca de Mariana, las comparaba mentalmente, a cual mejor......y cambié, se la metí a Mariana en su boca, hasta el fondo, y esta empezó con su especialidad: imprimirle velocidad a la chupada de pija....pero como no quería venirme, recordé rápidamente que Jorgelina lo hacía más lento, y que además a ella no le gustaba tanto tomarse la leche -sólo se la había tragado en una oportunidad en tantas cogidas que habíamos tenido.

Entonces, de la boca de Mariana salté a la boca de Jorgelina, que la chupaba con un poco de asco, yo creo que se sentía obligada a hacerlo.......

Yo lo único que buscaba era no terminar tan rápido, estaba tan caliente que preferí una mamada regular y aguantar más, para gozar más, que una buena mamada con el riesgo de echar la leche rápido.

Jorgelina me la mamaba como yo esperaba, regular, no iba a acabar jamás y era peor aún, se me bajaba la excitación, por lo que le pedí a Natalia que me comiera la verga: Naty la mamaba muy bien, pero no la apretaba tanto en su boca, por lo que mi excitación creció y el riesgo de acabar pronto disminuía.

Mientras Naty me comía la verga, le acariciaba las nalgas a Miriam y a Jorgelina. Tremendos culos tenían estas nenas, no podía creer tenerlas a las dos juntitas, ahí, al alcance de mis manos, mientras mi verga era deliciosamente comida.

De repente recordé que soy el padrino de bautismo de los culos de Miriam y de Jorgelina: a ambas yo les estrené el culo, mi verga fue la primera en penetrar esos hermosos y parados culos, por lo que al tenerlas tan cerca y a mi disposición, les pedí que se pusieran ambas en cuatro patitas, ofreciéndome sus nalgas. Increíblemente aceptaron inmediatamente, y más increíble fue que las dos estuvieran lubricadas y sedientas de ser penetradas analmente en ese preciso instante!!!!!!!!!

Empecé por Jorgelina, por derecho de antigüedad, a ella la conozco desde hace más tiempo, y por obvias razones, cogí con ella antes, simple cuestión de temporalidad. Le apoyé la cabeza en la entrada de su culito y ella comenzó a moverse para adelante y para atrás, facilitando mi penetración. Yo, para aumentar su excitación, le tocaba el clítoris estirando mi brazo por debajo de su cuerpo, y así hasta que toda mi verga entró en su delicioso culo, hasta el fondo!!!!

Miriam estaba ahí, Natalia seguía junto a nosotros, Mariana también, y me acordé que tenía que atender también a Silvia, ella era bastante mayor que yo, y fue una de las primeras chicas en cogerme, en valorar mi virilidad cuando yo era inexperto. Se la saqué del culo a Jorgelina y penetré por la concha a Silvia, recordando las deliciosas e inexpertas cogidas que habíamos gozado juntos.

Su concha nunca fue muy estrecha, y mi verga resbalaba muy fácilmente hacia adentro y hacia afuera, se salía con bastante facilidad, nunca supe si era porque ella era muy conchuda o mi pija muy corta..........era el momento de comprobarlo, comparando!!! Tenía muchas mujeres para mi sólo y así lo hice....

Con un poco de trampa y maliciosamente, manipulando la situación, tomé a Érika, rubia, jovencita, y la penetré.....costó bastante a pesar de la excitación del momento: su concha era demasiado estrecha..........pero lo logré. La primera vez que me cogía Érika tenía solo 19 añitos, y su concha estaba casi sin uso.....fue muy divertido cogerla, ella no sabía casi hacer nada, no era virgen pero era bastante tronca en el tema sexual.

Me acuerdo que luego de andar con Érika, empecé a andar con Maricela, que estaba buenísima, y preferí sacársela de la concha a la flaquita estrecha de Érika para pasar a cogerme a Maricela.

Era realmente increíble, tener a muchas de mis ex novias o amantes junto a mi. Era mi cumpleaños y el buen recuerdo que dejé en todas ellas hizo que me fueran llamando por teléfono o viniéndome a visitar para felicitarme, y ya sea por teléfono o personalmente las invité a cenar esa noche en casa, y todas asistieron, que felicidad.

Maricela era de estatura media, pero estaba que se rompía de buena, y cogía como loquita, un ritmo infernal, se movía a mil, casi me vengo dentro de ella, entonces, me salí y pasé a penetrar a Anabel, una linda chica de origen libanés, con la cual siempre me costó eyacular, vaya a saber porque raro motivo, pero no podía, necesitaba masturbarme para lograrlo, entonces sabiendo que con Anabel era difícil y yo quería seguir cogiendo con todas, penetré a esta libanesa y así podía seguir cogiendo con todas y cada una de ellas.

Anabel era muy celosa, me acuerdo que cuando andábamos juntos me celaba terriblemente, pero a la vez le gustaba jugar a que en las discotecas no nos conocíamos y nos dejábamos libres, y cada cual podía conocer a otras personas.

Así fue que conocí a Rocío, jugando a conocer gente nueva andando con Anabel. Ja, esa noche estuvo genial, mientras Rocío y yo nos comíamos la boca de manera tremenda, Anabel miraba a escasos centímetros. Divino, y las tenía a las dos juntas, tanto aquella vez como esta misma de mi fiesta.

De penetrar a Anabel, salté a la boca de Rocío, enorme boca, tremendamente grande, y mientras me la mamaba le metía un dedo en el culito. Nunca se la pude meter en el culo, ni esta vez tampoco, pero el dedito siempre, le gustaba y gemía, decía, siempre en inglés y nunca supe porqué "oh, my god", ja, de la boca de Rocío salté a Mónica, la puse en cuatro patas y se la clavé de una estocada en su rica y ajustada concha. Qué bien cabía mi pija en esa conchita!!!!

Pero enseguida cambié de monta, y tomé a Bárbara y a Leonor, ellas eras amigas, las conocí por Kunda, una rubia a la que enfiestamos varias veces, pero a la cual nunca me pude coger, sólo me la mamó, me masturbó, me dejó que la tocara entera, pero jamás la penetré. Por ella conocí a Bárbara, a quien cogí varias veces, pero nunca nos echamos ese polvo inolvidable, sin embargo, me presentó a Leonor, con quien nos rendimos a los besos......hasta que un día hicimos una fiestita, los tres, Leonor, Bárbara y yo, fiesta en que no me las cogí a ninguna de las dos, pero hicimos una mini-orgía de sexo oral. Fantástica. Tomé a Bárbara y Leonor para revivir aquella oportunidad, y se las metí a ambas en sus deliciosas bocas. Un ratito nomás, porque tenía también a Liliana.

A Liliana la había conocido en un banco, y lo primero que hicimos la primera vez que salimos fue charlar en un bar. Hablaba tanto, pero tanto esta mujer, que había que taparle la boca para que dejara descansar mis oídos: lo hice, con un beso tan largo que nos puso a mil a los dos. Inmediatamente del beso salimos del bar y nos metimos al coche, donde raudamente pelé la verga y ella se la comió. A Liliana también le estrené el culo, bueno, yo no le creí nunca ser el primero, pero ella siempre lo dijo, en fin. Tomé a Liliana y la penetré analmente, unos minutitos y a seguir con otras.

Estaban todas para mi.............

Marta, la uruguaya, la otra Marta (mexicana), Marta la de la universidad, Claudia -que decía ser española pero era mexicana- Natalia (no la que me la mamó al principio, esta es otra, es mexicana y es modelo- también estaban Elizabeth, Sonia, Selene, Alejandra, Gabriela, Carmina, uy, estaban casi todas.

Todos los culos que había estrenado, bocas que había llenado de leche, conchitas deliciosas, y por ahí vi que también había venido Alina, la cubana. Que rica mujer esta, junto a Anabel, otra Anabel, esta era de Puerto Rico. A estas dos caribeñas se las había metido por todos lados, se habían tomado la leche, se la habían tragado toda. A las dos les hice el culo. De la concha ni hablar. Por todos lados.

Ya no sabía por donde seguir. Donde echar la leche. Todas eran apetecibles, con todas había gozado como loco. A todas les quería echar la leche, pero tenía que elegir sólo a una.

Jeannette me reclamaba, y me ofrecía su concha. La penetré y me fui enseguida donde estaba Gladys, rica morena de piel suave, también la penetré y rápidamente se la saqué.

Se la metí en la boca a Sonia, experta mamadora que me presentó Elizabeth la gorda, y de ahí salté a la cama con Carolina, también amiga de Elizabeth la gorda, pero Caro cogía mal, no sabía ni moverse.

Por eso, preferí la boca de Linda, otra morena de labios ricos, que la mamaba muy bien, pero que no se tragaba la leche, y me salí de su boca para entrar en la boca de Elizabeth la gorda.

La gorda no sabía ni mamar cuando la conocí, es más, de hecho nunca había mamado ninguna verga hasta que yo le pedí que me la mamara. Lo hizo en un par de ocasiones y rápidamente aprendió: se tragaba hasta la última gota de semen.

Pero tampoco me quedé mucho tiempo en su boca. No quería echarle la leche tampoco a ella.

Y me fui con Mónica, la chica que era amiga de Anabel, que me la presentó una noche y fue la única vez que nos vimos: la cogí por todos sus orificios, boca, concha y culo, estaba más que abierta esta Mónica, por lo que la cogí rápidamente por sus tres agujeros esta vez también y me fui.

No quería eyacular, pero ya no podía más, ya eran los últimos segundos que me quedaban antes de echar la lechita.

Pensé y traté de elegir con quién, y como, si en la boca, si en el culo, si en la concha..........

Pensé, y con la mano izquierda tomé un pañuelo, y con la derecha seguí dándole duro, durísimo, una paja tremenda y brotó la leche de inmediato, a borbotones, un poco mojó mi panza, otro poco resbalaba por mi mano, mucha quedó entre los dedos, goteaba, no quise ensuciar la sábana.

Limpié los restos de semen con el pañuelo, encendí la luz de la mesita junto a mi cama, el reloj marcaba las 11.48 de la noche. Miré bien que ningún resto de semen quedara en mi mano ni en mi cuerpo. No quería que mis sábanas quedaran manchadas.

Tiré el pañuelo sucio de semen en el cenicero, prendí un cigarro, había cogido mucho esa noche, todas las mujeres estaban en mi mano.......

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