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Con mi alumno favorito. (II)

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Después de explicarle un poco de mi asignatura, decidimos a hablar de nuestras cosas personales. Le dije que tenía un hermano pequeño, que de pequeña siempre me gustaban las letras y que por eso me decanté por ser maestra de Lengua. Y el de forma sonrojante me preguntó si tenía novio. No tenía, es más según mucha gente con lo guapa que era no tendría problema en encontrar uno, pero era muy difícil encontrar alguien que te quiera por como eres. Cuando dije estas palabras, mi alumno se acercó amí para besarme en la boca, yo intenté hacerle la cobra pero no pude. Después de un apasionado beso, y digo apasionado porque el cabrón besaba y muy bien le solté: "Soy tu profesora, eres menos. No puede haber nada entre nosotros". El deseando de otro y de llevar la situación a más, se lanzó hacía mi y lo hizo de nuevo, joder, estaba mojadita. No podía creerlo, de un par de besos ya estaba mojada. Pero me mojé más, cuando me tocó un teta el cabrón. No fue un simple toque, fue un manoseteo increíble, yo estaba dispuesto a cumplir una fantasía ahí mismo, así que corté nuestro beso y le pregunté si estaba caliente, yo creo que si porque tenía un vulto en el pantalón de un tamaño descomunal, me levanté y con mi mano derecha acerqué las llaves, las recogí y me levanté de la silla del profesor, estaba totalmente segura: lo iba a hacer ahí mismo. Cerré la puerta con llave y para asegurarme, las dejé puestas. Ví de reojo como mi alumno me miraba, y digo voy a calentarlo aún más, me puse en una postura parecida a la de 4 patas, para colocar un par de mesas en la puerta, y si no llego a follarmelo, os juro que me viola. Se acercó hacía mi y me besó y a la vez me tocó el culo, y yo me puse de rodillas, le saqué ese miembro con el que me dejó anodadada, para su edad estaba bien. Había estado con varios hombres, pero no tenían ese tamaño. Me la introduje en la boca, y comenzé a lamerla como si de un helado se tratara, pude observar que con mis movimientos el estaba muy cachondo, su cara se reflejaba.

-"Señorita, creo que voy a correrme".- Me dijo.

No me importó, se corrió en mi boca, pero seguí haciendole la mamada. Cuando ya estaba cansada me tocaba amí, me desnudó como si fuese una muñeca, me quitó el sosten y pudo lamer mis pechos duros. Después me quitó el tanga empapado y me tumbé en una mesa con las piernas abiertas, el muy timidamente comenzó a lamerme mi coño mojada, pasaba el tiempo y después iba más rápido casi me corro del gusto de su lengua. Nos observamos desnudos, su cuerpo estaba entre delado y atlético, pero lo que mas me llamaba la atención era su larga y dura polla muy erecta. Me observaba con una cara magnífica, lo de tiempo que hechaba de menos una cara así. Fuí hacia la mesa del profesor donde estaba mi bolso y cogí un par de condones que llevaba, nunca se sabe cuando una se dispone a follar. Él se acercó y le di uno, mientras que él los abría yo estaba de nuevo chupandole esa polla que me había enamorado, con las piernas flexionadas y con una mano en su polla y otra en mi coño me pasé hasta que el consiguió abrir el condón, me levanté y se lo puse. No recuerdo todas las posturas que hicimos, pero hicimos bastantes. Yo tenía que soltar unos gemidos muy pequeños, para que nadie supiera que me estaba follando a un alumno, eso era motivo de cárcel.

Me cansé de la penetración vaginal, y él quería que le hiciese un anal, nunca había hecho ninguno. Yo le dije que no, que en otra ocasión que eso significaba gritar y demás. Se quitó el condón y le hice una paja que se corrió en pocos segundos, el semen cayó en una mesa y me dispuse a chuparlo. Mientras que yo lo hacía, el me lamía mi coñito, cosa que no esperaba así que me abrí de patas y comenzó a chuparlo. Me corrí en menos de un minuto gracías a el. Acabamos rendidos, nos vestimos y le pedí el número de teléfono...¿Adivinan? 

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