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Sexo en barcelona

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La historia que me dispongo a contarles me sucedidó no hace mucho y es del todo verídica, si bien por ello unicamente puedo decirles que soy un chico moreno, alto, simpático y que le gusta mcho salir de fiesta.....

Todo comenzó aquel día que un buen amigo mío me dijo que nos íbamos a jugar con el equipo de futbol sala de la universidad a Barcelona un torneo internacional, junto con el equipo femenino, en de baloncesto y en de voley. La fiesta estaba asegurada ademas x la presencia de equipos de cheerleaders, ya sabeis lascibas, eróticas en cada movimiento, sensuales....a partir de ese momento supe que mi partido se jugaba por la noche...

Nos quedamos todos los equpos en un albergue (tanto los de mi universidad como extranjeras), que si bien no estaba muy bien era suficiente para dormir y quizas hacer más cosas.. que además contaba con el aliciente de tener diversos equipos femeninos por la misma planta. El torneo comenzó sin más, muchos partidos y más resaca...y miraditas y fichajes con el la cantidad de mujeres que se paseaban de arriba abajo, corriendo, sudorosas por el esfuerzo físico propio de la competición que les marcaba sus braguitas o tangas presionados en aquellas mallas multicilores que usaban...todo ello entre risitas, atento a qualquier gesto o señal siempre listo para netablar conversación con la primera que diese señales de debilidad...

El punto de incidencia surgió cuando tal que a la caida de la tarde me tiré en el cesped a ver ensallar un grupo de italianas sus pasos para la competición del días siguiente, estabamos un poco apartados de la masa pues guardaban con celo su actuación.

Pronto surgieron las risitas y miradas entre ellas mientras yo no me perdía detalle de cada paso, de como bajaban marcándoseles los labio en aquellas apretadas mallas y al flexionar las piernas en algunas de sus piruetas o movimientos se les levantaban las faltditas, les rebotaban sus senos y les corrían gotas de sudor por la frente, los labios y luego por el pecho. Todas eran muy sensuales, morenas casi todas, delgadas, culo prieto, labios salientes, pecho grande y siempre con una sonrisa fácil en la cara que no era precisamente de inocencia.Estaba anonadado, con una erección no pequeña, y en ese momento un de ellas se apartó del grupo, se acercó hasta mí y con una pequeña sonrisa me pidió que me uniera a ellas, me faltaron tiempo para cojer los pompones....

Comencé a seguir los pasos de Sandra, una milanesa de 19 años, alta, sobre 1.70, de mucho pecho, alrededor de una talla 95, muy morena de piel y ojos verdes. Ella entre risitas se pegaba cada vez más a mi, corregía mis movimientos y yo recorría su cuerpo con mi mirada como si la desnudara. Continuamos con el número y en un momento Sandra se pego a mí, y noto mi pene erecto entre sus glúteos, cubiertos solo con una pequeña malla rosa. En ese mismo instante me miró esbozando una pequeña risa de complicidad en su gesto y poco a poco comenzó a repetir el movimiento, más, más y más. Yo tenía la polla completamente tiesa y ella lo sabía y disfrutaba pegando su culo a ella.

Poco a poco comenzó a susurrarme palabras al oído, cada vez que se acercaba para continuar con el baile creería que me correría, era increible y ella me miraba a los ojos mientras sonreía perversamente. Al final se acercó a mi y pegándose como nunca antes se acercó y rozando mi polla con disimulo consigió q me corriera.....aaaaa...y con disimulo me despedí de sandra y el resto para ir a ver compañeros. Pero estaba claro que la historia no había terminado.

Había quedado con mis compañeros más tarde, ellos habían salido ya del albergue pues habían ido a cenar y yo no tenía hambre, en la planta quedábamos por tanto yo y algunoas habitaciones de extranjeras. Me dispuse a ducharme, me desnudé y calzándome las chanclas me cubrí con una toalla, Salí hacia los baños comunes y por el pasillo me encontré ha Sandra, que con un gesto me indicó que la siguiera, yo obediente seguí sus pasos, entré en el baño y cerré la puerta tras de mí.

En ese instante ella se abalanzó sobre mi cuerpo, me quito la toalla, se quitó su camiseta enseñándome sus enorme senos con unos pezones que apuntaban hacia mi y mirandome a los ojos comenzo a besarme el pecho, luego el ombligo y por fin introdujo mi polla en su boca. Comenzó a comermela poco a poco, mirándome en cada lametón en cada beso, mientras con la otra mano me tocaba los huevos, mi erección comenzaba a ser brutal y ella saciaba su apetito pero ahora de forma violenta....como si me la follara por la boca, mis movimientos de cadera y sus movimientos de cuello se sincronizaban perfectamente, como la comía la cabrona ....aaaa....que me corro.

En ese momento una gran corrida salpico su cara y su pecho y lanzó una risita de satisfacción. Me hizo un gesto como diciendo que era mi turno, poco a poco comencé con dulzura y suavidad a besarle el cuello, sus pechos, mordiendole los pezones delicadamente, mientras ella comenzaba a gemir bajito y decirme cosas que no entnedía.

Esos pequeños gimoteos se fueron transformando poco a poco en grititos mientras bajaba a su coño y comenzaba a lamerselo mientras con una mano le me´tia dos dedos..aaaa,aaaa,..aaaaa con sus manos me acariciaba el pelo indicandome que continuara, las venas del cuello se le inflamaban, parecía fuera de sí..aaaa....aaaaaaa... en ese momento su excitación era enorme y tras un espasmo tremendo y un gemido me apartó de su coño, se había corrido, tenía la cara colorada y sudorosa y esbozaba esa sonrisa de coplicidad que a mi me ponía tanto. Sn darmwe tiempo comenzó a masajearme la polla mientras estabamos los dos de pie, uno junto a otro, mirándonos a los ojos y observaba mis reacciones, poniendo caras y haciendo gestos..era increible.

Me abrazó, y con un ligero empujon me tiró al suelo y ella abierta de piernas comenzó a cabalgar sobre mi polla mientras gemía y se llevaba las manos a sus cabellos. Yo veía botar sus pechos y os pellizcaba mientras sentía como poco a poco se iba poniendo más cachonda...seguimos durante 12 o 13 minutos más, cada vez más rápido, más intenso hasta que no pudimos más y nos corrimos juntos. Al acabar me tomó de la mano y me llevó a su cama y sin más nos dormimos uno junto a otro mirándonos a los ojos, sin decir una palabra.

A la mañana siguiente me levanté temparano y sin decir nada me dirgí a mi cuarto, donde encontré a mis compañeros enfadados, con muchas perguntas y sin pocas respuestas de mi parte. Hacia el mediodía salio mi autobus de vuelta a Madrid y durante el viaje mi mente se perdía entre las piernas de una milanesa llamada sandra que quizas no vuelva nunca a ver, todo ello mientras mis compañeros me cercaban de preguntas que es mejor no responder.

Al marchar del polideportivo, que era desde donde salía nuestros autobús, creí ver una morena de ojos verdes que levantaba la mano diciendo adiós...

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