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Aquel que por fin la poseyó

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Ella estaba dormida en su habitación, sin imaginar si quiera que podría estar pasando, cuando de pronto alguien tomó sus manos y las jaló a través de los espacios que tenía la cabecera de la cama, cuando volteó para ver de lo que se trataba, se dio cuenta que era él y se quedó petrificada; sin siquiera comprender del todo que ocurría. Aprovechando su desconcierto, él amarró las manos de ella alrededor de uno de los barrotes de la cabecera de madera:

-Ah! ¿Qué rayos?

- Silencio que de nada servirá que hagas escandalo

- ¿Qué rayos estás haciendo? ¿Estás loco?

- No es que lo esté, tú eres quien me trae loco.

Desde hace años que te traigo ganas y hoy por fin se cumplirá mi deseo…

- ¿De qué chingados estás hablando?

- No te hagas la que no sabe, (se sube encima de ella) si bien que te has dado cuenta que te deseo desde hace muchos años -dijo eso mientras besaba la mejilla y volteando a ver los senos- y sabes que en el fondo te mueres de ganas que te haga el amor.

Recorre con su nariz desde él cuello hasta el canal de sus senos, impregnándose de su aroma de mujer.

-Exudas lujuria, mamacita.

Se quita la camisa y mira el cuerpo de ella con lujuria y deseo.

-Recapacita esto no está bien, tu eres prohibido. Esto no es correcto.

Le objetó mientra él desataba la bata y la abria delicadamente de par en par, deleitando sus bien pronunciados y antojables pechos.

Empieza a besar los senos en la parte que sobresale del sostén, subiendo hasta la barbilla y también besando la mejilla y la boca.

-¡Detente por favor!

- Solo déjate llevar, sabemos perfectamente que mueres porque te haga mía.

- Ya no importa si quiero o no, eres el esposo de mi prima y eso te vuelve un imposible

- ¿Porque imposible? Aquí me tienes rendido ante ti, con ganas de penetrarte hasta saciar mi sed. Y creo que ser alguien prohibido es lo que más te excita de la situación. Puedo percibir y oler tu irreprimible deseo de que te haga el amor rico e intensamente.

- Mmmm! Mamasita (él toma la pierna de ella y la pone alrededor de su cadera y siente una profunda excitación con cada beso y caricia que el da)

Mientras el sigue besándola y ella está luchando entre el dejarse llevar y el no caer en la tentación.

El sube sensualmente las copas de sostén, empieza a besar los senos de manera sensual y excitante, le chupa los pezones, los jala con los dientes, los succiona, les sopla. Ambos ya estaban derrochando pasión y lujuria.

– mmmm, no tienes idea cuanto anhelaba poder saborear tus ricos y deliciosos pechos, me vuelven loco, baja lenta y sensualmente por su abdomen, ella con la respiración acelerada y con una evidente pero refrenada excitación le dice que porfavor se detenga y el le contesta que se deje llevar que de todos modos él lo iba a hacer quiera o no, aunque sabían los dos perfectamente que estaba encantada con ello.

Siguió bajando hasta la parte del vientre, tomando la pantaleta y sacándola, volvió a besar sus pechos, mientras ella estaba en la frágil línea de por fin sucumbir a los encantos seductores de él o a los valores moralistas que evidentemente estaban flaqueando; el aprovechó para quitarse el pantalón y el boxer.

Se deja caer encima de ella y con sus piernas abre las de ella diciéndole:

-Vas a hacer mia, y se que será la mejor cogida que te hayan dado en tu vida, gemirás y gritaras de la excitación, tu entrepierna se volverá adicta a mí, querrás que no pare de cogerte nunca.

Ella en su último aliento de control de voluntad le dice -¡noooooo!

Y el solo hace shhhhh , ya déjate llevar y goza, te aseguro te encantará.

Empieza a penetrarla y cuando menos se lo esperó, se la metió hasta el fondo.

Ella solto un grito de placer y el comenzó a cojerla diciendole, siii gime mas y mas, grita del placer, yo se que te morias de ganas, vamos

Ella solto un gemido y un siii y fue cuando el perdió el control de sí completamente y comenzó a penetrarla con una fuerza y una velocidad impresionantes, y ella se dejaba llevar y gemia mas y mas, y los dos se dejaron llevar en una ola inmensa de placer y lujuria.

El seguía metiéndosela con tal fuerza y pasión que parecía que destrozarían la cama y ella gemía y se retorcía de placer como nunca antes. Estaban los dos desorbitados de lujuria, de sexo, de libido, de deseo, de pasión.

Después de eso el se corrió dentro y espero a que se le bajara la intensidad, después aprovechando que ella andaba nockout, la desamarro y volvió en seguida con ella, se acostó junto a ella y empezó a acariciarla ,a decirle cosas que estaba muy hermosa y rica y deliciosa y que a el le fascinaba y que moria por cogerla todo el tiempo. La puso de espaldas a el y el la abrazo, y comenzó a acariciarle suavemente los pechos, con mucha suavidad, rozaba los pezones, con el dedo hacia espirales con su dedo desde el pezón hasta la base del pecho. Mientras con su entrepierna rozaba su trasero, con roces suavecitos y delicados, fue que empezó a subírsele la calentura, la colocó boca abajo y empezó a besarle la espalda, a lamersela

Con su lengua marco el recorrido desde la nuca hasta la espalda baja, al llegar allí beso sus pompas, las lamia, recorrió cada parte de sus glúteos con la lengua y a besos, empezó a lamerle el culito muy rico. Lamia su canal, lamia su ano.

Subio de nuevo a su cuello y le dijo – ahora sabrás lo que siempre he querido de ti.

Dicho esto, echó saliva en su mano y la colocó en la punta de su pene, y puso su pene en la entrada de su ano y poco a poco empezó a meter, despacito disfrutando cada centímetro, y cuando llegó hasta el fondo, y sintió el vibrar de su pene, pareciera que le hubiesen inyectado una sobredosis de adrenalina porque se desconoció, se convirtió en una fiera indomable llena de deseo, empezó a culearsela, se la metia y sacaba rápido, fuerte, feroz, sin piedad,le estaba dando hasta para llevar, el gemia y gritaba y ella igual, los dos eran unos torbellinos de gemidos, deseos y de sexo.

Esta historia se repetió hasta el fin de los tiempos. Cuando un hombre y una mujer expiden pasión y deseo, nada los detiene…

(9,30)