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Chiquilla rica

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Hola:

 

Mi nombre es Pedro, tengo 37 años y soy docente de nivel superior. La materia que imparto es una de las bases de la carrera y por ello, le doy clases a todos los grupos de los primeros semestres.

Mi convivencia con los jóvenes es muy amena, me gusta tener buena relación con ellos, les doy asesorías, me gusta que me vean más como un amigo que como un profesor.

Llevo 17 años trabajando en esta institución y nunca tuve líos de ninguna índole y muchos menos líos de faldas… Siempre tuve fama de ser muy respetuoso con mis compañeras y sobre todo con mis alumnas, es más; yo repudiaba a mis compañeros que acosaban a las alumnas y/o forzaban a acostarse con ellos para ponerles calificación pero, eso estaba a punto de cambiar…

Era inicio de semestre y habían muchos alumnos nuevos, casi un 30% más que el año pasado.

Tuve unos días tranquilos, dando clases, asesorías y demás labores que debo cubrir en mi trabajo.Todo empezó a trascurrir normal hasta que un jueves, en la tercera clase que impartí, conocí una alumna que en cuanto la vi me quedé atónito, no podía creer lo hermosa que era y se veía taan tierna. Era una chiquilla de 18 añitos de a lo mucho 1.60, divina, chiquita, riquísima, buenísima: una carita hermosa, ojos grandes y muy expresivos, nariz respingadita, boquita chiquita con labios carnocitos que dan ganas de morderlos ¡mmm!, unos senos grandes, cinturita pequeña, caderona, unas pompas redonditas y paraditas terminando con unas piernas bien torneadas, no no no, nada más de describirla e imaginarla me excito cabrón jamás había visto una nena tan hermosa y riquísima como esa.

Todas las tardes, después de la escuela, ese bomboncito se iba a la cafetería a estudiar, a repasar apuntes y yo me quedaba diario con la finalidad de verla pero nunca me le acerqué.

Después de clases, ella se quedaba unos minutos para preguntarme de algunas dudas que le surgían de la clase y además tomaba asesoría con otros maestros.  Los miércoles eran los días que me tocaba dar asesorías a mí y siempre era la única que iba a las asesorías, yo siempre buscaba la oportunidad de ver su tremendo escote que moría de ganas por arrancarle la ropa y comerme ese rico par  de tetas; un día tantas ganas le traía que en cuanto salí del salón fui al baño a hacerme una chaqueta en honor a sus encantos.

Mis deseos por poseerla se hacían cada vez más grandes pero tenía ética profesional y por lo mismo, no pensaba que fuese a pasar de ahí hasta que un día vi a mi alumna besándose apasionadamente con un alumno y me dieron unos celos terribles, me daba rabia el hecho de verla besándose con otro y casi enloquezco al imaginar que se la estuviera cogiendo.

Pasaron un par de semanas y para ese entonces ya me había serenado, comprendí que mis celos no tenían razón de ser y sólo la seguía viendo como una fantasía, como mi deseo platónico.

Llegó el miércoles y fui más temprano que de costumbre a la cafetería para encontrarla pero, al llegar me la encontré y esta vez no estaba estudiando sino besándose pero con otro chico. Rabiado y cegado por los celos y el coraje de ver que era una puta, me fui al  salón donde daba asesorías (era un salón apartado y poco transitado pero como yo tenía una reputación intachable y una excelente trayectoria como docente, nadie desconfiaba de mi), allí estuve esperando y esperando hasta que al fin llegó, había llegado un poco tarde y le dije encabronado:

-¡A LAS  ASESORIAS SE LLEGA PUNTUAL Y LLEGASTE 10 MINUTOS TARDE!

-perdón profe, perdóneme

-¡SI NO TE INTERESA NO SÉ A QUE VIENES!, ¡ME HACES PERDER MI TIEMPO!, ¡ES MÁS YO YA ME VOY POR QUE NO ES CUANDO TU QUIERAS!

Me levante y en eso se acercó a mí y me suplicó:

-  Por favor profe, le prometo que no vuelvo a llegar tarde :(

Hasta ese momento me percaté que llevaba una blusa súper pegadita y con un escote bastante sexy, como es chaparrita podía ver perfectamente adentro de su escote (uffff que delicia), en cuanto lo vi se me quitó el enojo jejeje.

-Muy bien jovencita pero que no vuelva a pasar, siéntese

Los dos nos sentamos en el escritorio, cuando voltee para verla le noté un chupetón en el cuello, eso me enloqueció, definitivamente ya no estaba en mis cinco sentidos. Acto seguido, me paré con el pretexto de llamar por teléfono pero, fui a cerrar la puerta con seguro.

Me senté a lado de ella con el pretexto de  explicarle, ver sus apuntes y demás cosas… estuve un rato haciéndome tonto y le explicaba de una forma tan tediosa que ella empezó a cabecear y yo grité exasperado:

-¡MIRA NADA MAS YO AQUÍ HABLANDO COMO UN IMBECIL Y TU NO ME PONES ATENCIÓN!
 PERO HAY UNA MEJOR MANERA DE QUE TU PASES MI MATERIA.

Dicho esto le agarré una teta ¡uffff! en cuanto la toqué se me paró, estaba deliciosa, suavecita, riquísima y grande, ella se quedó perpleja un instante no supo que hacer hasta que me dijo:

-¡Oiga que le pasa! ¡Suelteme! Yo no soy de esas (forcejeando)

-¡JAJAJJAJA! ¡AY SI NO SOY DE ESAS…! A LEGUAS SE TE VE LO PUTA

-¡VIEJO PENDEJO! (Y ME SOLTÓ UNA CACHETADA)

Me enchilé tanto que le solté una tremenda bofetada que le abrí los labios y antes de que pudiera reaccionar, me levanté y la puse boca abajo contra el escritorio y le dije.

-CLARO QUE ERES UNA PUTONA QUE VAS CALENTANDO A LOS HOMBRES, ANDAS EN BUSCA DE UNA BUENA COGIDA, PUES YO TE LA DARÉ PINCHE PUTA.
Le suelto una nalgada, ella estaba forcejeando, me quité el cinturón, logré agarrarle las manos y se las amarre con mi cinturón.  Y empecé a repegarle mi verga en ese tremendo culo que tiene la condenada, ufff para ese momento mí verga estaba a punto de estallar.  

Ella al ver que no podía zafarse empezó a gritar:

-AUXILIIIIMMMMMM! 

Alcancé a taparle la boca con mi mano.

-¿Por qué gritas pinche puta? Mejor guarda tus fuerzas para cuando te rompa el culo. Es que estás bien rica mamacita, me vuelves loco.

Y seguía repegandole mi paquete un buen rato hasta que sentí que el pantalón estorbaba así que lo desabroché y saqué mi verga, le subí la falda y empecé a repegarle mi pene por todo el culo, al ver su cachetero de encaje bien sexy me puse a mil ¡mmmmmm! ¡ufffffff!, casi me corro no más de ver tremendo culazo pero, pude contenerme.

Le repegaba y repegaba mi pene y le decía:

-¡PINCHE PUTA TE VOY A DAR UNA TREMENDA COGIDA!, YO NO QUERIA PERO AL VERTE DE GOLFA CON TODO MUNDO ME OBLIGASTE A DARTE UNA LECCION, ¡MALDITA PUTA!, ¡TE LA PASAS CALENTANDO A LOS HOMBRES Y ÉSTAS SON LAS CONSECUENCIAS PERRA!.

Dicho esto, le bajé el cachetero y puse mi pene en la entrada de su vagina e inmediatamente me vinieron todos los recuerdos, desde el primer día que la vi hasta los besos que se dio con los chicos y por su puesto el chupetón que trae, me invadí de rabia, celos, lujuria y excitación y de una embestida se la ensarté hasta los huevos. Como estaba seca pegó un tremendo grito que si no hubiese sido por que tenía mi mano en su boca de seguro todo el pasillo la hubiese escuchado.

-¡AHHHHHHHHHHHH! QUE RICA PANOCHITA TIENES PERRAAAA, ¡NO MAMEEEEEEES!, ESTÁS BIEN ESTRECHA UFFFFFFFFFFFFFFF, ERES UNA  PUTITA DELICIOSA, OHHHHHHH.

Le estaba dando unas tremendas embestidas ufff estaba fuera de mí, me daba una sobredosis de placer, impresionante, seguí cogiéndola con esa misma intensidad, lujuria y pasión; una porque esa situación de dominación total me causaba un placer inenarrable y dos, quería darle una lección por andar de puta.

Ella solo hacía gemidos de dolor y estaba en un mar de llanto pero eso no me importó en absoluto, al contrario eso me excitó más y aceleré mis embestidas e incrementé la fuerza hasta que sentí que estaba a punto de correrme y decidí parar pues, mi fantasía era romperle el culo por consiguiente, me salí y esperé un poco para poder controlarme. Cuando lo logré, le abrí las pompas y pude ver su ojete, ¡ummmmmmmm! no podía creer que semejante culo iba a ser mio, de la emoción empecé a darle de nalgadas sonaban tan ricas y me prendían más y más; le escupí en su ano y comencé a masajearlo ¡uffffffff! estaba super apretadito probablemente era virgen y esó me terminó de enloquecer. Le metí un dedo en ese hoyito delicioso y estaba jugando con mi dedo su ojete hasta que se dilató un poco entonces coloqué mi pene en la entrada de su ano, ella al darse cuenta intentó forcejear pero deje caer todo mi peso sobre ella inmobilizandola por completo y le susurré al oído:

-¡Ahora si pinche puta calienta bolas, sabrás lo que es tener el culo reventado, llevo semanas enteras deseando culearte y hoy es mi día pinche perra!

Dicho eso, le metí la cabeza ¡mmmmmm! ¡ufffff! ¡papaaaaa! estaba suuuuuper rico, delicioso, apretadito, ¡mmmmmmm!, de sólo recordarlo, se me para la verga.

Ella gimoteaba de dolor, se retorcía y gritaba, sus gritos se seguían ahogando gracias a mi mano.

Después se la metí completa…

-¡OOOHHHHH MALDITA PUTA QUE RICOOOOOOO!, ¡ME FASCINAAAAS!, ¡PUTA DE MIERDA!, ¡TE LO VOY A DESTROZAR PERRA BARATA!,! MMMMMMMMMMM! ¡AHHHHHHHH!

Me encontraba completamente fuera de mis cabales, estaba irreconocible, me la estaba culeando de una forma brutal, salvaje y no podía ni quería parar, me provocaba un placer insondable, inmenso e iba en aumento, seguí perforándole el culo hasta que ya no pude aguantar, pegué un grito y me corrí dentro de ella, llenándole las entrañas con mi leche, ríos y ríos de leche, debo reconocer que es la corrida más abundante que he tenido en mi vida.

-TOMA TU LECHE PUTA, ¡QUE CULO MAS RICOOOO! ¡MMMMMMMMM! ¡DELICIOSOOOOOOO!

Me salí y observé mi pene, el cual tenía residuos de semen y sangre, le quité la mano de la boca, ella se quedó  inmóvil, me acomodé el pantalón, le di una última manoseada a ese culo maravilloso, le subí el cachetero, le acomodé la falda, le di un beso en el culo y le dije : -ERES MI CULITO FAVORITO.  

Y me salí de ese lugar, no sin antes advertirle que no dijera nada pues nadie le iba a creer pues, todo mundo conocía mi “intachable ética”.

Ya en casa, estando recostado en mi recámara, vinieron las imágenes de lo sucedido y no pude contenerme y me hice una tremenda paja perdí la cuenta de las veces que me corrí recordando ese culito que al fin pude hacer mío.

Los días posteriores no fui a la escuela, presenté una excusa para poder faltar una semana y cuando regresé la semana siguiente, me encontré con la novedad que mi culito favorito se había ido de la universidad. Sentí un gran sentimiento de culpa y, a la vez una enorme satisfacción de haber podido realizar mi fantasía.

No he vuelto a saber nada de esa chiquilla pero hasta la fecha me sigo haciendo pajas cada vez que me acuerdo del día que le rompí el culo a esa chiquilla de tan solo 18 añitos. De hecho, ahorita me estoy haciendo una…

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