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Divorcio

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Hacía ocho meses que con mi Esposa decidimos poner punto final a nuestro Matrimonio luego de cinco años de estar juntos y haber dado a luz ella dos Hemosos niños. Pero  las cosas no fueron como hubiésemos querido  y en ese lapso pusimos punto final.

Como nos ha ido bien hemos comprado propiedades que debimos repartir una vez terminada la relación. Pero hubo una casaquinta que debíamos vender y agarrar cada uno su parte. Asi es como recibí una notificación de mi ex, que quería verme porque había un comprador de la dichosa casaquinta. Al principio yo no quería ir, pero, era una excusa extra para ver a los niños asi que fui donde la casa en venta. Recordar viejos momentos… tantas cosas vividas… en fin.   Quizás nos casamos jóvenes, ella 17 y yo 18. Pero lo cierto es que de recuerdos no vivimos.

Mi esposa – Luisa -  es una bella mujer, Rubia, ojos claros ,Joven ...bha... Yo también lo soy.. Ella me miraba algo melancólica y me recordaba cada una de las cosas que habíamos vivido mientras esperábamos a los futuros nuevos dueños. Nunca la había visto tan espléndida como ese día. Vestía falda corta azul, camisa blanca, zapatos negros taco alto, medias negras. ¿Que hicimos mal, para llegar a esto?  Me dijo.. No sé, de golpe acabó todo, fue tan extraño. Se acabó el sexo que hacíamos a diario.

En eso suena el teléfono celular de ella.  Eran los compradores que avisaban que no podían llegar a la casa ese dؙía .

Me dijo, que a lo mejor era una señal de que lo nuestro debería seguir, que debíamos darnos otra oportunidad por los niños. Me abrazo.. con lágrimas en los ojos me beso en la boca apasionadamente y me llevo – y me dejé llevar -  a la cama por sus besos. Lentamente se fue sacando la ropa y me pidió que me desvistiera para una noche romántica. En  veinte minutos estábamos sin ropa. Y bajo las sábanas. La veía bien . Contenta. Nuestra piel se rozaba más intensamente esa noche. Los besos tenían un sonido especial. Eran muy fuertes y apasionados. No hubo lugar por donde nuestras manos no se cansaran de pasar mutuamente. Tanto ella tocó mis partes íntimas, como yo también lo hice. Tuvimos sexo salvaje por el culo.

Así, ves me decía ella Clávame más pedía. En realidad yo estaba de espaldas y ella arriba mío haciéndolo.

 

Ahora… me entero que de esa noche quedó embarazada y se agrandará la familia.  La casaquinta nunca se vendió. Y las cosas se encarrilan de a poco… 

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