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Mi primer orgasmo por internet

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Estaba sola en casa, eran las 7 de la tarde, no me apetecía salir, fuera hacía demasiado frio. Me tumbé en la cama y empecé a fantasear. Una amiga mía, Elena, me había dicho que había tenido sexo por internet con un chico, y que había sido estupendo. Yo no me explicaba como podía ser eso, ni se podían tocar, ni besar, ni mirar… la curiosidad me vencía, así que encendí el ordenador, entré al chat que me había dicho Elena. Nick? No sé... fresas con chocolate. Si, las fresas con chocolate siempre me habían gustado, un antiguo novio mío solía decir que eran afrodisiacas. Enseguida un chico cuyo nick era ‘pruébame’ me abrió un privado.

-hola, eres nueva verdad? Nunca te había visto por aquí.

-Si… una amiga mía me hablo de este sitio, dice que le trataron muy bien.

-si? Jeje… pruébame

-jeje

-que llevas puesto

Así empezó nuestra charla, yo llevaba puesto un chándal azul, y él dijo que él me guiaría y que disfrutaría. Yo no era virgen, mi primera relación tuvo lugar a los 18 años, sin embargo nunca me había masturbado. No sabía cómo, ni que hacer ni nada…

Estoy ahí contigo, te beso en los labios, que son muy dulces, jugueteamos con nuestras lenguas y te abrazo, te sientes bien, te sientes segura, te rodeo en mis brazos, te rozo el pecho pasando suavemente mi mano sobre ellos. Enseguida tus pezones se ponen duros, y eso me encanta. Te quito la chaqueta y no llevas nada debajo, ahí están, dios mío, que preciosas son, redondas y turgentes con los pezones deseando ser comidos, te los toco y juego con ellos con mis dedos, los agarro y te los chupo, me encanta... si… y a ti también…

No sé porqué pero me encontraba rozándome los pezones, sin camiseta delante del ordenador y cada vez más excitada, gemí, si, mis pezones estaban tan duros… deseaba que me los comieran… y él lo describía tan bien… si… quería que siguiese, mi pelvis empezó a moverse. Sigue por favor… sigue…

Llego a tu zona más caliente, y estás ardiendo, la humedad ha atravesado los pantalones, te toco, cada vez más fuerte, te bajo los pantalones, tu tanga está húmedo, y tengo unas ganas de rozarte el clítoris… te bajo el tanga, y estás tan depilada… que quiero comérmelo, quiero sentir tus flujos en mi interior… te toco con el dedo el clítoris, gimes… si me encanta, te hago círculos, cada vez más deprisa, y tu gritas, quieres que te penetre, te introduzco dos dedos, los siento en tu interior, y los saco y los meto, y los saco y los meto, y los saco y los meto... si… cada vez más deprisa, estás gozando...

Mmmmm… si… si… si… Estaba gritando en mi habitación, tenía dos dedos metidos en mi vagina y estaba teniendo un orgasmo…

Te lo quiero comer, te lamo el clítoris, y cada vez muevo más rápido mi lengua, haciendo círculos y tu gimes, quieres más te penetro con la lengua y la saco y sabes tan bien… que no puedes evitarlo, me arañas y eso me excita más… estoy muy erecto... pero quiero que disfrutes que te corras…

Y siiii… dios… Era tan placentero…

Más rápido, si… si… si… Por favor más…

Córrete… Córrete más más y más… si…

Líquidos fluyeron entre mis manos… acababa de tener un orgasmo y quería que él sintiera lo mismo.

-Es mi turno -dije yo- ahora te toca a ti…

Estás muy duro y quiero comérmela, quiero lamerte quiero tragarme tus fluidos quiero sentirte dentro de mí.

Te beso, primero los labios, luego el cuello muy lentamente, estás sin camiseta y yo rozo mis pezones erectos contra tu pecho. Eso te gusta… bajo a tu entrepierna estás tan duro que deseo que m penetres, pero esta vez vas a disfrutar más aún.

Te bajo los pantalones, lamo la comisura de los calzoncillos, meto mis dedos por el calzoncillo y toco tu pene... es tan suave… deseo introducírmelo en la boca... te quito las calzoncillos y me detengo primero lamiendo tus testículos, introduciéndomelos enteros en la boca… te lamo el tronco del pene, lentamente sin llegar a la punta, alrededor como si de un helado se tratase, y lo mejor es que disfruto haciéndolo… junto mis labios y me meto tu pene en la boca poco a poco… me detengo en el glande tan rosadito y la meto y la saco, y la meto y la saco... si… si… s… siiii… hago círculos con mi lengua, y luego me la vuelvo introducir y la saco y me la meto y la saco, no puedes más, quieres que te de caña, y lo hago, cada vez más rápido de vez en cuando acariciando con mi lengua tu glande, y por fin, te corres, siii… siii… siiii… encima de pecho, tus líquidos recorriendo mis pezones… si… Si… te la vuelvo a chupar… Me encanta.

-Me acabo de correr, lo has hecho estupendamente -me dijo ‘pruébame’- quieres seguir?

Yo estaba tan mojada… quería más guerra pero esta vez no sería sola.

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