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Mi mujer entregada a mi empleado (2)

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Así, comenzaron los tocamientos primero por encima de la ropa y al poco ambos totalmente desnudos en el sillón. Mi mujer puso una cara de asombro al ver aquella herramienta en su plenitud, no solo por lo larga sino tambien por lo ancha. Mi mujer miró discretamente hacia donde sabia que yo me encontraba y con una sonrisa pícara hizo ademán de aprobación y sorpresa. Mi mujer estaba tumbado a lo largo en el sillón, mientras Luis de pié comenzó a masajearle la entrepierna con una mano y las tetas con la otra. Mi mujer cogió aquel nabo con la mano y con rizmos acompasados comenzó a hacerle una paja muy suabe mientras tenia fija su nmirada en aquel monumental falo. Luis se le acercó a la cara y mi mujer  intentó meterse el pene en la boca, con el fin de hacerle una mamada, para lo cual tubo que abrir sus labios a tope para que le entrase, pero no se le iba a resistir, por supuesto que entraba. Luis comenzó unos acompasados ridmos de mete saca mientras mi mujer se atareaba en procurar  que aquella polla le entrase lo mas posible en la boca mientras a la vez lo pajeaba.

Mi mujer se encorbaba de piernas permitiendo que Luis le metiese dos o tres dedos en el coño. Yo por sus combulsiones con las piernas diria que tuvo una primera eyaculación, pues intentaba gimir de gusto con su boca llena a rebosar por aquel monumental pene. Luis se lo savo de su boca a la altura de su cara y mi mujer casi no consiguiendo abarcarlo con la mano comenzó a pajearlo con rizmos mas acelerados. Luis puso cara de palcer y se corrio en la boca y cara de mi mujer. Esta se incorporó para ir al servicio a limpiarse mientras Luis quedó extenuado en el sillón. Mi mujer se quedó mirando hacia donde yo estaba.  La leche de Luis le resbalaba por sus tetas y vientre. Yo le hice una una señal de aprobación, pues mientras veia esto, me habia hecho una paja monumental que me lleno con un orgasmo tremendo. Al regresar mi mujer con una poalla limpiandose los resto de la corrida de Luis, me dijo "dentro de un poco nos iremos a la cama". Era el momento de abandonar mi puesto y meterme en el vestidor de nuestra habitación. Este vestidor era de muy buenas proporciones, estaba frente a la cama y tenía cuatro puedtas que se brian por la mitad como una acordión. En la parte derecha estaba la ropa y calzado de mi mujer, en la izquierda la mia. en medio un amplio pasillo de metro y medio. Las puertas eran de lamas de madera blancas separadas por un centímetro lo cual me permitía ver todo lo que ocurria en la habitación.

Yo me desndé completamente y me puse cómodo sentado en una silla. A los cinco minutos veo que la puerta de la habitación se abre y observo que luis portaba a mi mujer en brazos, tumbándola en la cama. Luis se tumba junto a ella y comienzan a besarse y a acariciarse todo el cuerpo el uno al otro. Luis pretendió apagar la luz pero mi mujer se lo impidio diciendole que queria ver su gran polla en todo momento. Mi mujer no se la soltaba bajo ningún concepto, creo  que se hizo el ama de aquella pieza de carne de unos 20 cm de larga y de considerable grosor. Hicieron un 69 en que observaba como mi mujer tenia unas buenas contracciones. ella debajo y Luis encima metiendole rizmicamente la polla en su boca mientras hacia un buen trabajo con su lengua en la entrepierna de mi mujer. Yo entretanto tenia de nuevo mi polla a punto de reventar y me hacia una paja a rizmo suabe pues no me quería correr inmediatamente, mientras no me perdia detalle de todo lo que allí pasaba. Al poco Luis se incorporó. Le abrio bien las piernas a mi mujer y le dijo "te voy a meter la polla, ya no aguanto mas, si te duele dímelo que no te la meto totalmente". "No te preocupes- Le dijo mi mujer- Mi coño está acostumbrado a estar lleno". "¿Estonces tu marido tambien calza buen aparato?". Le pregunto Luis. "No que va, la polla de mi marido es normal, lo que pasa que nos gusta que se lubrique el puño y me lo acabe metiendo entero en el coño". "Uauuuu- dijo Luis- Eso me excita... Pero por el momento te voy a llenar el coño con mi polla luego ya veremos.

Mi mujer se abrio bien de piernas y pude ver como Luis Le comenzaba a introducir la polla poco a poco en su coño. Cuando le tenia metida la mitad comenzó a dar movimiento rizmicos de mete saca y con cada empujon la polla se le metia un poco mas. En un momento mi mujer dió un pequeño aullido. "¿Te duele?" preguntó Luis. "Un poco, pero sigue, no te pares metemela entrea hasta los huevos". Dicho y hecho, Luis con un empujón final le introdujo su polla hasta el fondo. Le puso las piernas de mi mujer por encima de sus hombros, lo ual me permitió a mi ver como aquella polla llenaba todo el perímetro del coño de mi mujer, la cual comenzaba a suspirar y dar pequeños aullidos de placer. El mete saca de Luis cada vez fué mas intenso, los alaridos de mi mujer tambien y mi paja era cada vez mas rápida. Creo que mi mujer tuvo un par de orgasmos, pues Luis era un potente caballero, estuvo lo menos 5 minutos con el mete-saca hasta que los tres nos corrimos practicamnete a unísono. Mi mujer tuvo un tremendo orgasmo por lo que pude observar por sus piernas temblorosaspor encima de los hombros de Luis. Luis lo mismo pues la leche de su polla salia del coño de mi mujer con intensidad, aun antes de sacar su polla y yo tube una corrida espectacular contra la puerta del vestidor. Ambos se tumbaron boca arriba exaustos encima de la cama. y así estuvieron en silencio unos minutos,se veia que habian quedado bien servidos por  sus respiraciones aceleradas las cuales fueron siendo mas pausadas a medida que pasaban los segundos.

"Bueno, tendremos que vestirnos" dijo mi mujer al poco. "¿no te apetece que hechemos otro" dijo Luis.  "¿otro?" me pregunte yo... "¿No has tenido bastante" le preguntó mi mujer". "Si, yo aquí ya me daria por satisfech, pero la verdad que el morbo de acostarme con la mujer de mi jefe, junto con la escitación de poder meterte mi puño en tu coño, la verdad que me excita" respondió Luis, y la verdad que le excitaba, pues según decia esto su polla que estaba en reposo, volvió de nuevo a estar activa. Mi mujer que se percató la cogio con ambas manos y comenzó a menearsela. "¿Donde tienes el lubricante?" pregunto Luis. Mi mujer si incorporó, se fue a la cómoda y de un cajón saco un bote. se lo pasó a Luis quien abriendolo se lo puso en buena cantidad en su mano derecha. ambos se pusieron en posición del 69. Mi mujer debajo y Luis encima. Mi mujer se llevó la polla a la boca  mientras la pajeaba suabemente. Luis comenzó dandole una lametadas a los labios y clítoris de mi mujer pero al momento comenzó a meterle primero dos dedos, luego tres, luego cuatro, un poco despues los cinco dedos. A medida que Luis metia dedos mi mujer se abria mas de piernas. Luis comenzó un mete-saca con la mano haciendo cada vez mas fuerza con el puño hasta que transcurridos unos instantes el coño de mi mujer hizo "Plob" y el puño de Luis entró totalmente en su coño. Luis comenzó un mete saca mas intenso y coco a poco comenzó a meterle mas el brazo.

Cuando se lo metio como hasta cinco centímetros despues de la muñeca mi mujer dió un pequeño aullido de dolor, se saco la polla de la boca y le dijo "No lo metas mas de ahí, me haces daño". De nuevo se metio la polla en la boca y Luis comenzó un mete-saca casi salvaje a un rizmo muy acelerado lo que probocó que mi mujer tuviese un intenso orgasmo  que yo diria que mas se parecia a una pequeña meada. Luis apretó los dientes y se corrio dentro de la boca de mi mujer la cual casi se atraganta. De nuevo se tumbaron boca arriba en la cama, mientras yo no perdia detalle, Aquello me gustó de forma espectacular, pero mi polla ya no se volvio a poner erecta despues de la segunda paja. A los pocos minutos mi mujer le dijo a Luis "Bueno, creo que debemos ducharnos y bestirnos, mi marido puede venir en cualquier momento". "Esa es la pena"- le contestó Luis "por que si tuviesemos mas tiempo, te volveria a follar". ¿Otra vez?, me preguntaba yo, este tio es incombustible ¿Pero no se cansa?. "¿Serias capaz a hechar otro?"- le preguntó mi mujer. "No lo dudes, eres sin duda la mejor mujer a la que me he follado y te aseguro que han sido unas cuantas, tienes una forma muy especial de hacer el amor, muy intensamente, besas de lujuria, chupas la polla como nadie y te prestas a todo, a parte que tienes la capacidad de aguantar mis embestidas sin rechistar y tus corridas son intensas, me presta por que que agarras de piernas y subes el coño como nadie cuando te corres. "gracias por el piropo, mi marido tambien me lo dice, aunque el no es capaz de hechar mas de dos seguidos". "Es normal- añadio Luis- el te tiene a disposición a todo momento... despues de esta jornada intensa, te hecharé de menos, no podemos seguir con este juego, aunque a mi me gustaría, pero la verdad es que le tengo mucho aprecio a tu marido y no me gustar´´ia que se enterase". "No te preocupes, tendremos mas oportunidades, mi marido en ocasiones se va fines de semana al extrangero, por cuestiones de negocios, cuando eso suceda te llamaré para que me agas compañia, y ya sin la presión de que nos pille podremos follar toda la noche...". Al poco se incorporaron se ducharon y se fueron a la salita a vestirse. Yo salí de casa por donde abia entrado y me fui a por mi coche, como a la media hora estaba de regreso. Al entrar observé que cada uno estaba sentado en un sillón. Saludé efusibamente nos tomamos unos cubatas, mientras conversamos. Ya se habia hecho muy de noche asique pese a que Luis quería regresar a su casa lo invitamos a que se quedara adormir y ya por la mañana haría el viaje de regreso mas descansado. Preparamosuna de las habitaciones de invitados  y así lo hicimos. Aprobechamos la noche conversando de cosas superfluas que nada tenian que ver con el trabajo y a eso de las 2 de la mañana nos fuimos a acostar. Esa noche le heche un par de polvos a mi mujer, "si un día se tercia, igual hasta te hecho tres polvos" le dije a mi mujer. Entre risas nos relajamos y nos quedamos dormidos. A la mañana Luis regreso a su casa y  mi mujer y yo tuvimos todo el día para hablar. Quedamos en seguir con Luis como amante de mi mujer, la cual se corria (según ella misma me confeso), solo de pensar en su polla y lo bien que la follaba. Debiamos organizar una nueva estrategía para el próximo sábado.

Pero eso se lo cuento en una tercera parte.

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